Olfato sensible

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Olfato
sensible
¿Qué hay en el aire?
El SERVICIO DE ANÁLISIS DE DRÄGER
detecta una gran variedad de sustancias
y sus concentraciones, en quirófanos,
plantas industriales u oficinas.
Completar un tubo
en un recipiente
de vidrio requiere
mucha precisión
M E D I C I O N ES D E E X P O S I C I Ó N
Curvas como en el ECG
A mediados de los años 1980, el servicio
de análisis solo estaba a disposición del
departamento de desarrollo de la propia
empresa. Entretanto, también los hospitales encargan el análisis de la concentración de gases narcóticos en sus quirófanos. Uta Speth, que trabaja aquí desde el
primer momento, aún recuerda lo complicados que eran entonces estos análisis
y evaluaciones que se hacían casi todos a
mano. «Los resultados se guardaban en largas tiras de papel perforado, se enrollaban
y se fijaban con gomas». Hoy en día, se uti-
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FOTOS: PATRICK OHLIGSCHLÄGER
C
ómo se puede concentrar toda
esta esponja de casi 1.000 m² en
un pequeño tubo de vidrio? «En
principio es muy sencillo», dice Dirk RahnMarx. «Solo se necesita un gramo de carbón activo». Pero no un carbón cualquiera, sino el que se hace de cáscaras de coco
porque tienen una superficie muy grande. En el servicio de análisis de Dräger,
del que es responsable el ingeniero químico, se capta lo volátil y lo invisible: sustancias del aire, para identificarlas y cuantificarlas. Las sustancias flotantes se alojan
en los poros del carbón activo y se acumulan allí. De este modo, se pueden identificar sustancias en concentraciones de milmillonésimas (ppb: partes por billón). Es
como si se tratara de encontrar cinco personas entre toda la población mundial.
Dirk Rahn-Marx es el director
del servicio de análisis de
Dräger y sigue estando fascinado
por su trabajo
lizan, entre otros, cromatógrafos de gases
y espectrómetros de masas que son capaces de separar en una hora las sustancias
de la muestra de aire y presentarlas de forma gráfica, como un electrocardiograma
(ECG). Cada pico (peak) representa una
sustancia encontrada, y la altura es una
medida de su concentración en la muestra.
«Distinguimos, sobre todo, mediciones en puestos de trabajo, en oficinas y al
aire libre», dice Dirk Rahn-Marx, «pero
también controlamos la pureza del aire
comprimido en la producción, entre
otros». Por ejemplo, se reformó una oficina y, después de volver a instalarse en ella,
la mitad del personal sufría dolor de cabeza. ¿Habrá alguna sustancia nociva en el
aire? O una fábrica de productos quími-
D E S D E EL IN T ER IO R
cos que, además de cumplir los requisitos
legales, quiere comprobar qué sustancias
procedentes de su producción se encuentran en el aire más allá de la valla de la
fábrica. Y luego hay personas que están
firmemente convencidas de que su vecino
trata de envenenarla con «exhalaciones
misteriosas». En estos y otros casos puede ayudar el servicio de análisis de Dräger
certificado según ISO 17025.
«Para empezar, pedimos que nos expliquen la situación con todo detalle», describe Rahn-Marx un proceso típico. Esta
información, que en el contacto con
empresas casi siempre proviene de expertos, precisa un poco más la tarea y la(s)
sustancia(s) a buscar. Hay una gran diferencia entre buscar formaldehído, benzeno o terpenos a detectar en el suelo de
madera de una oficina recién reformada.
Los expertos de Dräger adaptan sus instrumentos a la tarea, y el cliente sabe qué
tubos o equipos de medición son adecuados para su problema. Los tubos de recogida suelen estar llenos de carbón activo
u otras esponjas quimio-físicas. El metanol, por ejemplo, y las sustancias residuales provenientes de la fabricación de plásticos (isocianatos), no se pueden captar de
este modo. Para ello se necesitan materiales más porosos, tales como el gel de sílice,
o aquellos en los que un filtro se impregna con una sustancia química para que la
sustancia a medir reaccione formando un
compuesto estable (quimisorción).
Hay quien no se lo puede creer
Generalmente, el cliente es el que toma la
prueba, siguiendo uno de estos dos métodos: medición a corto o a largo plazo. >
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D E SD E EL IN T ER IOR
ME DICIO NES DE E XP O SI C I Ó N
«A veces, es como si se tratara
de encontrar cinco personas entre
toda la población mundial».
> El método a corto plazo se usa sobre todo
en puestos de trabajo con concentraciones a niveles de ppm (parts per million:
partes por millón; miligramos por metro
cúbico). Para este propósito, el tubo de
vidrio fundido a ambos extremos se abre
con una herramienta especial que funciona de manera similar a un sacapuntas.
A continuación, para el muestreo el tubo
se coloca en una bomba automática (por
ejemplo Dräger X-act 5000) que permite
el paso de cantidades definidas de aire. De
otro modo, no sería posible calcular luego
la concentración de la sustancia nociva.
Para la medición a largo plazo, hay
muestreadores de difusión especiales que
están sellados a ambos extremos con acetato de celulosa. «Gracias a estos filtros»,
comenta Rahn-Marx, «las sustancias nocivas se difunden del aire ambiente sobre
el carbón activo, como las emanaciones
de barnices, por ejemplo. A través de la
duración de la medición podemos determinar la concentración». Los muestreadores de difusión ORSA se sujetan con
un clip en la habitación o en la solapa de
la chaqueta, por ejemplo. «Después del
muestreo, el cliente envía la muestra a
Lübeck, donde se registra con un número
individual y se almacena a unos 6 grados
centígrados, para que se mantenga fresca y el contenido y la concentración no
se alteren». En el siguiente paso, se analizan las muestras. Para ello, las sustancias
recogidas se lavan del carbón activo y se
vierte una cantidad predefinida de este
líquido en pequeños recipientes de vidrio
que se colocan en los analizadores. La cromatografía de gases con espectrometría de
masas, la desorción térmica, la cromato-
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grafía líquida y la espectrometría infrarroja son algunos de los métodos utilizados
para analizar a fondo las muestras y detectar todo tipo de moléculas (screening).
«Se producen largas listas de sustancias y sus respectivas concentraciones», dice Dirk Rahn-Marx señalando una curva de ECG (cromatograma)
que visualiza el resultado. Pero esto es
solo un resultado intermedio. «A continuación tenemos que identificar
todas las señales y comprobar la plausibilidad de los resultados recurriendo a nuestra enorme base de datos».
Cuando las sustancias nocivas y su concentración estén identificadas, es hora de
proceder a la documentación. El cliente
puede confiar en ella, aunque el resultado le resulte sorprendente. Una vez, por
ejemplo, el servicio de análisis detectó
aceite en una prueba de aire comprimido. El compresor definitivamente funcionaba sin lubricación, pero debido a esta
medición se suspendió la producción en
la fábrica del cliente. «No querían creerse el resultado y encargaron un segundo muestreo.
Obras de arte multifacéticas
Con el mismo resultado», recuerda RahnMarx. Incluso dos expertos de la empresa
visitaron las instalaciones de Dräger para
comprobar el servicio de análisis. Pero allí
todo estaba perfecto. «Luego analizamos
más a fondo el proceso de muestreo en la
fábrica del cliente», cuenta Rahn-Marx.
Este había absorbido la muestra por un
tubo de plástico nuevo que aún desprendía restos de gases aceitosos. ¡Eso fue lo
que habíamos detectado! Cuando recogie-
ron el aire comprimido directamente de la
válvula, lo analizamos y todo estaba bien.
Este ejemplo da una idea de que al
realizar mediciones de alta precisión
siempre hay que tener en cuenta toda la
cadena del proceso. Empezando por la producción de los tubos. Aparte de la fabricación totalmente automatizada, algunos
todavía se llenan a mano, por ejemplo,
con carbón activo. Incluso los tubos
simples contienen capas de muestreo y de
control separadas por elementos de sujeción. Pero también hay sistemas de recolección de estructura complicada que contienen, además, un filtro de fibra óptica
impregnado (por ejemplo, para el formaldehído) o un tamiz molecular (por ejemplo, para el óxido de nitrógeno). Algunos de
ellos, por su estructura de capas múltiples,
son verdaderas obras de arte. Su producción requiere la máxima concentración y
mucha experiencia. «Hay compañeros que
ya se dedican a esto desde hace decenas
de años», cuenta Rahn-Marx. Después de
pasar muchos controles, los extremos de
la mayoría de los tubos se sellan con una
máquina de dos veces diez llamas. Antes
de la entrega, se vuelven a realizar controles para asegurar que se cumplen todos los
requisitos para mediciones de alta precisión. Aunque algunos no queden contentos
con los resultados fundados y contundentes, como recuerda Dirk Rahn-Marx con
una sonrisa: «Jamás hemos podido probar
que alguien tratara de envenenar a su vecino con gas».
Nils Schiffhauer
Serie de fotos:
Así se fabrica un tubo Dräger
www.draeger.com/11/análisis
REVISTA DRÄGER 11 | 1 / 2015
PIE DE IMPRENTA
Publicado por: Drägerwerk AG & Co. KGaA,
Corporate Communications
Dirección de la redacción:
Moislinger Allee 53–55, 23558 Lübeck
(Alemania), [email protected],
www.draeger.com
Jefe de redacción: Björn Wölke,
Tel. +49 451 882 20 09, Fax +49 451 882 39 44
Asesoría a la redacción:
Nils Schiffhauer
Dirección artística, diseño, redacción
gráfica y coordinación: Redaktion 4 GmbH
Traducción: Language Network
Imprenta: Lehmann Offsetdruck GmbH
ISSN 1869-7275
Part-No.: 90 70 393
Los tubos van
girando y se sellan
con las llamas de
gas que van aumentando de tamaño
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En el cromatograma
se ven muchos picos
pequeños y grandes
que luego se asignan
a sustancias
FOTOS: PATRICK OHLIGSCHLÄGER
En el cromatógrafo
de gases, las muestras
se analizan a fondo
La empresa Dräger Safety AG & Co. KGaA de
Lübeck (Alemania) es el fabricante de los siguientes
productos: PSS 5000 (p. 5), toma de muestras
(pp. 48 ss.), X-act 5000 (p. 50), así como de Interlock
7000. La empresa Dräger Medical GmbH de Lübeck
(Alemania) es el fabricante de PulmoVista 500 (p. 26),
SmartSonar Sepsis (pp. 33 ss.), así como de Intensive
Care Manager (ICM; p. 37) y Perseus A500 (p. 47).
La empresa Draeger Medical Systems Inc. (Telford,
EE. UU.) es el fabricante de los monitores Inifinty
Delta (p. 16) y de Innovian Solution Suite (p. 37).
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