20 La felicidad está en las yemas de los dedos, según científicos

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Diario del Alto Aragón
Domingo, 14 de junio de 2015
ciencia
La felicidad está en las yemas de
los dedos, según científicos rusos
Ignacio Ortega
MOSCÚ.- La felicidad del ser hu-
mano no está en las palmas de las
manos, sino en las yemas de los
dedos, ya que son sus relieves los
que permiten conocer el potencial y el destino de cada persona,
según un sistema biotecnológico
ideado por científicos rusos.
“No se puede ir contra la naturaleza. Si te guías por tu naturaleza
serás feliz. Si vas en contra, tropezarás una y otra vez con dificultades, y te acabarás arrepintiendo”,
aseguró a Efe Ígor Spiridónov, director del Centro de Tecnología
Biométrica de la Universidad Técnica Báumanskaya de Moscú.
El sistema biométrico, llamado
“Malajit” (Malaquita), se basa en
la dactiloscopia, la ciencia que estudia las yemas de los dedos del
ser humano, que presentan pliegues y dibujos epidérmicos que
son intransferibles e irrepetibles.
Los investigadores soviéticos
utilizaron a finales del siglo pasado las características individuales
de las crestas papilares de las yemas de los dedos para determinar
las singularidades de cada persona.
“Desde que la persona nace hasta que muere, esas características
no cambian. Aparecen en torno a
la 12, 14 y puede ser que hasta 16
semanas de desarrollo uterino del
feto, junto al sistema nervioso”,
explica el profesor, de 66 años.
El sistema parte del principio de
que “el hombre es un animal con
reflejos” y bebe del trabajo del legendario fisiólogo ruso Iván Pavlov, galardonado con el Nobel en
1904 por su estudio sobre el estímulo y la reacción en perros.
“Nuestro primer axioma fue
que las crestas papilares son el
indicador de la singularidad del
sistema nervioso de la persona”,
dijo.
El siguiente paso fue sistematizar en un algoritmo el análisis
del número de crestas entre puntos especiales y medir las singularidades de la estructura y forma
que caracterizan el relieve epidérmico de cada persona.
Spiridónov insiste en que “cuando aparecen las cifras, aparece la
ciencia” y entonces “pudimos encontrar la norma que vincula la
persona con la forma de comportarse”.
“En la yema de los dedos tenemos el código de la programación
de nuestros reflejos y el funcionamiento de los órganos vitales, elementos de nuestra capacidad de
adaptación, los conocimientos
que recibimos del exterior y la capacidad de ser complementario”,
indicó.
Bastan cinco minutos para digitalizar las huellas de los diez deDAA
Responsables del centro con la dactiloscopia. EFE
dos de las manos de una persona,
analizar su forma y característica
y emitir un veredicto sobre sus capacidades y predisposiciones naturales.
“El dibujo es muy nítido. El
tiempo depende de la calidad de
las yemas. Hay gente que trabaja
con las manos y no se aprecia. A
los niños se les ve muy bien y a los
ancianos se les deteriora con los
años”, asegura Natalia Gogúlina,
asistenta del catedrático.
El sistema biotecnológico analiza los parámetros de los huellas
dactilares y estudia las clases de
Una muestra de la prueba. EFE
La astrónoma Jocelyn Bell, Medalla de
Oro del CSIC por descubrir los púlsares
Está considerado
uno de los mayores
hallazgos astronómicos
del siglo XX, según la
Sociedad Española
EFE
MADRID.- La astrónoma norir-
landesa Jocelyn Bell Burnell ha
recibido la Medalla de Oro del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) por
descubrir los púlsares, estrellas
de neutrones en rotación muy
rápida.
Este descubrimiento está considerado como uno de los mayores hallazgos astronómicos del
siglo XX, ha informado en una
nota de prensa la Sociedad Española de Astronomía (SEA), que
ha recordado que, pese a la importancia de este hallazgo, Bell no recibió el premio Nobel en
1974 y sí lo hizo su director de tesis, Antony Hewish.
Bell Burnell era una estudiante
de doctorado en la Universidad
de Cambridge (Reino Unido)
cuando en 1967 descubrió que en
ciertas zonas del cielo se emitían
pulsos de energía en frecuencias
de radio a intervalos extremadamente regulares. Estos objetos
se llamaron púlsares, por estrellas pulsantes, aunque en realidad son estrellas de neutrones en
rotación muy rápida, ha recordado la SEA.
En 1974 se concedió el Premio
Nobel de Física por este descubrimiento a su director de tesis,
Antony Hewish, y a Martin Ryle,
mientras que Bell quedó excluida del premio, “en el que ni tan
siquiera se le hizo mención, a pe-
sar de haber sido ella quien descubrió la primera radioseñal de
un púlsar y constar como segunda firmante del artículo sobre este gran hallazgo científico”.
“Muchos astrónomos destacados mostraron su indignación
por esta omisión, uno de los casos más controvertidos sobre la
exclusión de una mujer de los
premios Nobel”, según la SEA.
No obstante, esta investigadora
ha sido distinguida con muchos
premios prestigiosos en astrono-
>Los púlsares
son estrellas de
neutrones en
rotación muy rápida
cresta, los tipos de relieve y las
asimetrías, entre otros datos.
Los resultados se desglosan
en diez singularidades personales, como la capacidad analítica y sociabilidad, comunicación
y capacidad de oratoria, reacción
y coordinación, resistencia y predominio, conflictividad e introversión-extraversión.
Este sistema saca a la luz la predisposición natural de la persona,
por lo que lo ideal sería introducirlo en las escuelas, lo que permitiría
al profesor personalizar la educación de sus alumnos, según Spiridónov.
“Los conflictos responden a un
uso incorrecto de la personalidad
y las capacidades del ser humano. Los conflictos surgen entre las
personas que no aprenden o nunca aprenderán a hacer algo porque
no están haciendo aquello para lo
que estaban destinadas”, asegura.
La pregunta que hay que responder cuando un niño llega a la
escuela es: “¿Qué enseñar? y ¿cómo enseñar? para que una persona sea un maestro, ya que entre
maestros no hay conflictos”.
“Para educar a un maestro hay
que conocer su predisposición.
Bajo nuestro punto de vista, el 80
por ciento del potencial de la persona está determinado por la herencia recibida al nacer, es decir,
está relacionado con las singularidades de su dactilograma”, insiste.
El científico recalca que “no
hay personas inútiles” y que “si a
los niños se les hace sentir como
ganadores desde que nacen, llegarán muy lejos”.
“Para guiar a alguien hasta convertirlo en un maestro, hay que
ver su dactilograma. Entonces,
podremos dejar el país en buenas
manos, el mundo vivirá dignamente, sin conflictos”, sentencia.
mía: la medalla Herschel; Jansky Lectureship del Observatorio
Radioastronómico Nacional de
EEUU o el Dame Comander of
the Order of the British Empire,
entre otros.
Fue decana de la Facultad de
Físicas de la Universidad de Bath (Reino Unido), presidenta de
la Royal Astronomical Society
(2002-2004) y desde el año pasado es presidenta de la Royal
Science Society en Edimburgo. Es también doctora Honoris
Causa por la Universidad de Durham.
La Medalla de Oro del CSIC es
la máxima distinción concedida
por este organismo.
Para la SEA, la concesión de
esta Medalla es “un motivo importante de celebración, ya que
supone la reivindicación y el reconocimiento a una figura de
gran relevancia histórica en la
astrofísica del siglo XX”.
La entrega de esta distinción
tuvo lugar esta semana e incluyó una conferencia de Bell Burnell sobre el descubrimiento de
los púlsares.
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