La Generalitat sabía desde 2001 que debía intervenir las mutuas de

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La Generalitat sabía desde 2001 que debía intervenir las mutuas de Eurobank
La Generalitat sabía desde 2001 que debía intervenir las mutuas de
Eurobank
El auditor del Gobierno catalán advirtió de que el banco se financiaba con los mutualistas
El Gobierno catalán conocía perfectamente desde finales de octubre de 2001 el complejo entramado de sociedades
interpuestas entre Eurobank y sus mutuas: 40 sociedades que permitían al banco, hoy intervenido, alimentarse "en gran
medida de los recursos procedentes de las primas de los mutualistas de Norton Life y Personal Life", aflorar plusvalías
meramente "contables" y, en tercer lugar, que el instigador de toda la trama, Eduardo Pascual, se llenara los bolsillos
haciendo de intermediario en operaciones inmobiliarias realizadas por sociedades vinculadas a las mutuas.
Estas practicas, entre otras, fueron comunicadas el 25 de octubre de 2001 a la Dirección General de Política Financiera
de la Generalitat por la auditora que había contratado oficialmente para rastrear las mutuas, Ernst & Young, según
consta en el Informe Especial de asesoramiento técnico a las tareas de control financiero del Gobierno catalán, con
carácter definitivo y al que ha tenido acceso este diario.
Dicho informe apunta en su apartado número cuatro que las irregularidades detectadas "son causas suficientes que
justificarían la incoacción de expediente de medidas de control especial" sobre las mutuas de previsión social vinculadas
a Eurobank, con cerca de 7.500 mutualistas (2.476 pólizas de unit linked y alrededor de 5.000 prejubilados), y a su
presidente, Eduardo Pascual. En particular, sobre la mutua Norton Life. La tutela y supervisión de las mutuas
pertenecían a la Dirección General de Política Financiera, que depende jerárquicamente del consejero de Economía y
Finanzas (Francesc Homs) hasta finales de 2002, cuando se creó la de Seguros.
La Generalitat nunca desveló el rosario de irregularidades detectadas, a pesar de que su actuación sobre este tipo de
entidades estaba en el candelero debido a la polémica y politizada intervención de la gran mutua catalana L'Aliança,
que, al contrario de lo ocurrido en este caso, se tradujo en apartar a su incómodo equipo directivo.
Una tibia reacción
Sólo un mes después de la intervención de Eurobank por el Banco de España, cuando el Gobierno catalán intervino las
mutuas vinculadas a esta entidad financiera (27 de agosto de 2003) tras un alud de críticas por parte de la oposición y de
los clientes afectados, Homs informó de las actuaciones realizadas por su departamento. La larga lista arranca el 10 de
mayo de 2002, con una resolución que insta a las mutuas únicamente a "reducir su participación en Eurobank", que se
considera "excesiva" (4,99% cada mutua) y a "diversificar la inversión de sus depósitos y participaciones".
El departamento de Economía subrayó ayer que la inspección encargada a la auditora "se inició en junio de 2001", que
las prácticas que detectó en su informe del octubre siguiente "no eran ilegales" y que, tras escuchar las correspondientes
alegaciones de los administradores de las mutuas, se decidió a adoptar las mencionadas medidas cautelares de mayo de
2002.
El informe especial de Ernst & Young destripa la compleja trama de cerca de 40 sociedades montada en torno a
Eurobank y a las mutuas Norton Life, Personal Life y Caja Hipotecaria Mutual (ver cuadro). Esta compleja trama,
instigada por un Eduardo Pascual apartado temporalmente de la presidencia de Eurobank tras la intervención del Banco
de España, le permitía sacar tajada de múltiples negocios inmobiliarios en los que participaban sociedades vinculadas a
las mutuas.
El jugoso informe de los auditores resume que "Eurobank se financia en gran medida de los recursos procedentes de las
primas de los mutualistas" de Personal y Norton, que "se están anticipando posibles beneficios de promociones
inmobiliarias a Pascual" y que "la creación por parte de Eurobank de las sociedades [inmobiliarias] Garrafox, Can
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Rovira Residencial y Woldin Estudios puede obedecer únicamente al hecho de permitir que aflore plusvalías contables a
la entidad financiera [Eurobank]".
Una "prima especial" del 10%
Uno de los aspectos que desvela el informe de Ernst & Young se refiere a un contrato privado entre Eduardo Pascual
con Caja Hipotecaria según el cual una serie de inmobiliarias filiales de esta mutua, y de Norton Life y Personal Life,
adquirían, con la intermediación de Pascual, diversos terrenos y fincas.
En algunos casos, las adquisiciones se realizaron "a precios de mercado" (como los terrenos comprados por las
sociedades limitadas Garrafox, Can Rovira Residencial y Woldin Estudios). En otras, "a precios inferiores" (como los
solares adquiridos por las SL Collcabiró Residencial, Girada Residencial, Sabaris, Actuaciones Immobiliarias 2500 y
Vilassar Park). Ello fue "posible" porque Pascual "facilitaba estudios urbanísticos, de viabilidad, mercado o
mercadotecnia y que el coste de estas actuaciones no se incorporaba al precio pagado por la compra". Por esta
mediación, Pascual debía recibir una "compensación" de 581 millones de las antiguas pesetas.
El contrato establecía que Pascual "obtendrá una prima especial del 10%" del beneficio por las promociones en terrenos
adquiridos con su intervención, estimada en 279,9 millones de pesetas. El informe dice que las fechas de las operaciones
inmobiliarias "podría sugerir que el contrato se hubiera efectuado con posterioridad con el fin de justificar los importes
entregados al señor Pascual".
El País
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