La descolonización http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/bachillerato/mundo/descolonizacion_02_00.html El proceso descolonizador El proceso descolonizador respondió al desarrollo de movimientos independentistas. Influidos, en parte, por las ideas liberadoras llegadas de las metrópolis, sus luchas hicieron posible la descolonización. Pero fue necesario, además, que concurrieran varias circunstancias históricas: La experiencia de las dos guerras mundiales. Las colonias comprobaron la debilidad de sus metrópolis, al presenciar el enfrentamiento entre ellas. Y comparativamente, adquirieron conciencia de su fuerza. Al término de ambas guerras, se crearon instituciones internacionales que lo facilitaron. La Sociedad de Naciones (1919) liquidó las posesiones turcas y alemanas y las encomendó como “mandatos” a franceses y británicos. Más importancia aún ha tenido la ONU (1945) al recoger el “derecho de autodeterminación de los pueblos” en situaciones de dominio colonialista. Las dos superpotencias -EE UU y la URSSdefendieron la descolonización (aunque en la práctica se comportasen como verdaderos “imperios”). En la conciencia liberal estadounidense pesaba la idea de su condición de antigua colonia británica. La URSS, como Estado socialista se oponía (en teoría) a cualquier forma de opresión de unos pueblos sobre otros. Cambios en la economía mundial presentaron más “rentable” la independencia política de las colonias -siguiendo controlando sus recursos- que seguir manteniendo un entramado de elevados costes materiales y humanos. Balance La descolonización creó el espejismo del desarrollo para los nuevos países. La realidad ha sido muy distinta. La mayoría de las antiguas colonias han pasado a formar parte del mundo subdesarrollado. El balance es, por tanto, poco alentador. Varios hechos han contribuido a esto: -Los nacionalismos fueron necesarios para las independencias. Pero una vez logradas éstas, se han convertido en fuentes de conflictos e inestabilidad política. (Esto es especialmente grave en sociedades mal integradas o muy divididas étnica e incluso tribalmente). -El poder político con frecuencia ha recaído en elites corruptas. En esas condiciones, muchas veces la ayuda exterior sirve para enriquecer a esos sectores, en un contexto de miseria generalizada. -Existe la fácil tentación en los nuevos países de caer en una conciencia victimista, más adecuada para desviar la atención de los problemas reales y presentes, que para resolverlos. -Hay cierta responsabilidad en las antiguas metrópolis al haber dejado sociedades enfrentadas, con límites territoriales artificiales, poco viables como Estados nacionales. Además, el imperialismo colonial ha sido sustituido por formas de dominación neoimperialistas, que han colocado a los nuevos países en situación de dependencia (financiera, comercial y tecnológica). Asia – La descolonización Gran Bretaña, Holanda y Francia fueron las tres potencias colonialistas más destacadas en Asia. La independencia de sus colonias tuvo rasgos peculiares en cada caso. En el de Gran Bretaña el proceso se adelantó y fue relativamente pacífico. India alcanzó su independencia en 1947, pero a costa de la separación de Pakistán (país de población musulmana). Le siguieron Birmania, Ceilán (que pasó a llamarse Sri Lanka) en 1948 y Malasia en 1957. En Indonesia, el dirigente nacionalista Sukarno proclamó la independencia tras la retirada japonesa. Holanda se vio obligada a reconocerla en 1949. El caso más complicado y violento fue el de la Indochina francesa. La invasión japonesa favoreció el surgimiento de un movimiento nacionalista, encabezado por el líder comunista Ho Chi Ming. Su proclamación de la República Democrática de Vietnam le llevó a una cruenta guerra con Francia, derrotada en Dien Bien Phu (1954). La antigua Indochina se dividió en tres Estados: Vietnam, Camboya y Laos. Vietnam, a su vez, fue dividido provisionalmente en espera de un referéndum. En el sur se resistieron a la unificación y buscaron el apoyo de EE UU, que tomaron el relevo de los franceses (en plena Guerra Fría). La guerra de Vietnam duró diez años, hasta la caída de la capital, Saigón, en poder de los comunistas (1975). La independencia de India La descolonización india partió de dos organizaciones: el Congreso Nacional Indio (creado en 1885) y la Liga Musulmana (1906). Sus planteamientos eran inicialmente moderados. Recogían la opinión de elites profesionales y burguesas -educadas a veces en la metrópoli- frente a los abusos más notorios de la dominación británica. Los efectos de la I Guerra Mundial y el liderazgo carismático del Mahatma Gandhi consiguieron ampliar el movimiento nacionalista. Con sus acciones basadas en la no violencia y la desobediencia civil, Gandhi le dio un carácter de masas, implicando a todos los sectores de la población. En los años 30, bajo la dirección del pandit Nehru, el Partido del Congreso pedía ya la independencia plena. A la lucha contra el dominio británico, se añadió la violencia creciente de los conflictos entre hindúes y musulmanes, que reclamaban la creación de un Estado propio. La debilidad de la metrópoli durante la II Guerra Mundial fue aprovechada por la India para alcanzar su independencia. La retirada británica se produjo en 1947 y el territorio quedó dividido en dos Estados en función de su identidad religiosa: India y Pakistán. Los actos violentos se multiplicaron y hubo traslados masivos de población. Pakistán, a su vez, se dividió en dos sectores: el occidental y el oriental (convertido en 1971 en Bangladesh). Entre India y Pakistán el conflicto más persistente ha sido la reivindicación común sobre Cachemira. África El proceso descolonizador empezó en la zona del Magreb, con población musulmana. Libia, Marruecos (en poder de Francia y España) y Túnez consiguieron sus independencias en los años 50. En esta zona, el gran problema se planteó con Argelia, donde vivía un millón de franceses (los pieds noirs) que se resistían a abandonar el territorio. Una guerra larga y cruenta (1954-1962) produjo la caída de la IV República y la vuelta al poder del general De Gaulle. El África negra se descolonizó con bastante rapidez. En el año 1960 muchos países accedieron a la independencia: Nigeria, Mauritania, Camerún, Chad... Otros lo hicieron a lo largo de la década. En el antiguo Congo belga, al retirarse la metrópoli europea en 1959, estallaron fuertes conflictos internos y luchas por el poder. Al final se logró mantener su unidad territorial y en 1971 adoptó el nombre de Zaire. Casos especiales fueron las independencias de la República Sudafricana (1961) y Rhodesia (1965). Las declaró unilateralmente la minoría blanca -que ya ejercía el control- y siguió practicando el apartheid frente a la población negra. Las últimas colonias de cierta importancia que alcanzaron la independencia fueron las portuguesas: Angola y Mozambique (1975). Lo hicieron después de que cayese la dictadura en la metrópoli, tras la “revolución de los claveles”. Próximo Oriente La mayoría de los países del Próximo Oriente pertenecieron al imperio turco. Después de la I Guerra Mundial, con su desmembración, se convirtieron en mandatos y protectorados británicos y franceses. Con los años, fueron obteniendo su independencia. En el caso de Palestina, en 1920 pasó a ser controlada por Gran Bretaña. El movimiento sionista favoreció la instalación de judíos en el territorio, habitado en su mayoría por musulmanes. La convivencia entre ambos grupos fue cada vez peor. Tras la II Guerra Mundial, el impacto del genocidio nazi movió a la opinión pública en favor de la creación de un Estado judío. Gran Bretaña se vio incapaz de sostener la situación en la zona y pasó el problema a la ONU. La ONU, contando con el acuerdo de EE UU y de la URSS, dividió el territorio palestino en dos zonas en 1947. Al año siguiente, los británicos concedían la independencia a Palestina y los judíos proclamaban por su cuenta el Estado de Israel (1948). Desde entonces, la región ha sido el foco de graves enfrentamientos entre Israel y los palestinos (apoyados por los países árabes). Los enfrentamientos llegan hasta hoy. Los más importantes han sido los conflictos armados de 1948 y 1956, la “guerra de los seis días” (1967), la “guerra del Yom Kippur” (1973), la extensión del conflicto al Líbano (a partir de 1975), las intifadas de 1987 y 2000, etc.