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Esta flexibilidad y apertura que muestra la noción de familia desde el vértice
normativo y que sirve de guía para todo el ordenamiento jurídico, ha sido el terreno
hábil y fecundo que habilitó el debate y la posterior sanción de la ley 26.618 que
extiende la institución del matrimonio a las parejas del mismo sexo en toda su dimensión, es decir, permitiéndose también la adopción de niños como lo hacen todos los
países que regulan el llamado “matrimonio igualitario”, con excepción de Portugal.
En suma, si se nos conminara a enunciar los diferentes tipos de estructuras
familiares que se visualizan en las sociedades actuales, y que por su sola existencia
deben ser reconocidas en el ordenamiento normativo, podríamos decir que son
todos aquellos núcleos sociales- afectivos integrados por: “a) dos personas de distinto
sexo unidas en matrimonio por ley civil con o sin hijos, b) dos personas de distinto sexo
unidas en matrimonio religioso con o sin hijos, c) dos personas de distinto sexo que
conviven con o sin hijos, d) dos personas de igual sexo que conviven con o sin hijos, e)
dos o más parientes consanguíneos o afines, convivan o no, f ) una persona que vive sola
con sus hijos tras haberse separado o divorciado, g) el progenitor y sus hijos con los que
no convive tras haberse separado o divorciado, h) una madre que cría y educa sola a su
hijo no reconocido por su padre, i) dos personas divorciadas que conviven con los hijos
del matrimonio anterior de uno u ambos”49. Enunciación a la cual le deberíamos
agregar como apartado j) una persona transexual con su pareja –formalida no dicha
unión y como apartado k) una persona transexual con su hijo o persona que esté a
su cuidado, que a pesar de normativas como la hondureña, jurisprudencia de tribunales de reconocida trayectoria como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos,
ha sabido tener en cuenta, al punto de admitir el derecho a contraer matrimonio,
tal como lo hemos adelantado al recordar el caso Goodwin del 11/07/2002.
Precisamente, en este precedente se dejó en claro que “Las leyes nacionales (…)
no pueden ser aplicadas restrictivamente para el ejercicio de su derecho de casarse dado
que en tal punto la esencia misma del derecho se estaría perjudicando” (párrafo 97).
Asimismo, se disoció la figura del matrimonio del de la procreación, por lo cual, la
imposibilidad o dificultad de concebir por parte de una pareja donde uno de ellos
o ambos son transexuales, no puede ser un elemento para negárseles el derecho a
contraer matrimonio y en especial, la falta de razonabilidad en dicha restricción,
Deberes del Hombre reza en su art. VI que “Toda persona tiene derecho a constituir familia, elemento
fundamental de la sociedad, y a recibir protección para ella”. El art. 16 en su punto 3 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos expresa que “La familia es el elemento natural y fundamental de la
sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. Por su parte, el preámbulo de la
Convención sobre los Derechos del Niño en su párrafo quinto señala: “Convencidos de que la familia, como
elemento básico de la sociedad y medio natural para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros, y en
particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus
responsabilidades dentro de la comunidad”.
49. Gil Domínguez, Andrés, Famá, María Victoria y Herrera, Marisa, op. cit. p. 76.
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