USO ÓPTIMO DE COMPONENTES SANGUÍNEOS Y AHORRO DE SANGRE. Fernando Núñez Crespo ESTRATEGIAS DE AHORRO DE SANGRE. Una de las consideraciones de la O.M.S. dice: “el compromiso de las autoridades sanitarias y de los clínicos abarca la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento de aquellas enfermedades y situaciones que puedan llevar consigo la necesidad de una transfusión sanguínea”. Para conseguir un ahorro eficaz de sangre se debe tener un abordaje multifactorial ya que la combinación de varias técnicas será más eficiente que el uso de cada una por separado. 1.- Reducir el umbral de transfusión homóloga. La O.M.S. recomienda que antes de transfundir a un paciente nos hagamos las siguientes preguntas: • ¿Qué mejoría en la condición clínica del paciente me propongo conseguir? • ¿Puedo minimizar la pérdida sanguínea para reducir la necesidad de transfusión? • ¿Existe algún tratamiento que pueda administrar antes de decidir la transfusión? • ¿Cuál es la indicación clínica o de laboratorio para transfundir a ese paciente? • Actualmente rara vez está justificada la transfusión con Hb > 10 gr/dl, generalmente necesaria con Hb < 6 - 7 gr/dl y en valores intermedios hay que valorar e individualizar las complicaciones por hipoxia tisular. 2.-Autotransfusión. Tiene diferentes variantes y engloba todos aquellos métodos destinados a la recolección de productos sanguíneos de un determinado paciente para su posterior transfusión al mismo si fuera necesario. • 2.1 Donación autóloga predepósito. • Consiste en la predonación o autodonación prequirúrgica del paciente. Al paciente se le extraen una o varias unidades de sangre en las semanas previas a la intervención para ser utilizadas durante su cirugía o en el postoperatorio. • 2.2 Hemodilución aguda normovolémica. • Consiste en la extracción de 1 a 4 unidades de sangre del paciente al inicio de la cirugía hacia bolsas colectoras sanguíneas. La reposición se realiza cuando la hemorragia quirúrgica está controlada o al finalizar la intervención. • 2.3 Recuperación intraoperatoria. • También conocida como transfusión autológa intraoperatoria o autotransfusión intraoperatoria. Consiste en la recuperación y aspiración de sangre procedente del campo quirúrgico, pasarla a un reservorio, procesarla (filtrarla ó filtrar, lavar y centrifugar) y transfundirla. • 2.4 Recuperación postoperatoria. • Consiste en la recuperación de sangre procedente de los drenajes en lecho quirúrgico del paciente, pasarla a un reservorio, procesarla (filtrarla ó filtrar, lavar y centrifugar) y transfundirla. • 3.- Medidas anestésicas. Entre los factores que pueden ayudar en el ahorro de sangre está un adecuado mantenimiento de la volemia, adecuado gasto cardíaco, adecuado posicionamiento del paciente, hipotensión controlada, mantenimiento de la normotermia (la hipotermia aumenta el sangrado a nivel local). 4.- Medidas quirúrgicas. Hay una serie de medidas que disminuyen el sangrado como son la adecuada isquemia y hemostasia, cirugía mínimamente invasiva (mejor la cirugía laparoscópica que la abierta que además posibilita un postoperatorio más rápido y confortable, optimizar los tiempos quirúrgicos evitando los tiempos muertos innecesarios, personal cualificado para cada cirugía, adecuado material… y todo ello ayudará a ahorrar sangre. 5.- Medidas farmacológicas. Disponemos de una serie de fármacos que ayudarán en la reducción de las necesidades de transfusión sanguínea. • 5.1 Fármacos que aumentan la masa eritrocitaria. o Eritropoyetina. EPO. o Hierro endovenoso. • 5.2 Fármacos que favorecen la hemostasia. o Aprotinina. o Desmopresina. o Aminoácidos antifibrinolíticos. o Factor VII recombinante. • 5.3 Transportadores artificiales de oxígeno. o Fluocarbonados. o Soluciones de hemoglobina modificada. Estas soluciones se encuentran en distintas fases de ensayo clínico.