Técnica del Informe justificado respecto de actos administrativos carentes de fundamentación y motivación en la Nueva Ley de Amparo y sus implicaciones en el dictado y cumplimiento de la ejecutoria constitucional. Para los conocedores con la técnica del juicio de Amparo en México, resultará familiar la temida emisión de sentencias “Para efectos”, especialmente, cuando esos efectos, indebidamente se concedían con relación a actos carentes de fundamentación y motivación. Desde los inicios del juicio de Amparo, uno de los fundamentos esenciales de dicho medio de defensa, era que la autoridad responsable se encontraba obligada a defender su acto de autoridad tal como fue emitido; esto daba seguridad jurídica al quejosa que acudía al juicio de garantías, en otras palabras, la autoridad no podía “mejorar” ni “subsanar su acto de autoridad al rendir el informe en el juicio; lo cual está cabalmente contenido en la siguiente jurisprudencia: INFORME JUSTIFICADO. EN EL NO PUEDEN DARSE LOS FUNDAMENTOS DEL ACTO, SI NO SE DIERON AL DICTARLO.- No está permitido a las autoridades responsables corregir en su informe justificado la violación de la garantía constitucional en que hubieren incurrido, al no citar en el mandamiento o resolución reclamados las disposiciones legales en que pudieran fundarse, porque tal manera de proceder priva al afectado de la oportunidad de defenderse en forma adecuada. Época: Quinta Época Registro: 917816 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Apéndice 2000 Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN Materia(s): Común Tesis: 282 Página: 235 Así las cosas, el acto reclamado se apreciaba tal como fue emitido conforme al artículo 78 de la abrogada ley. Esto dio lugar a que el cumplimiento de las ejecutorias constitucionales fuera diferente según se tratase de violaciones formales, procesales o de fondo; para efectos de este documento, solo nos interesa referirnos a las violaciones formales, y las de fondo (no haremos referencia a violaciones procesales) dado que la falta de fundamentación y motivación es en sí una falta de “formalidad”. Con base en lo anterior, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, llegó a establecer diferencias en el dictado y cumplimiento de las ejecutorias constitucionales básicamente en dos grandes rubros: A. Vinculatorias; Que son las que emiten lineamientos para que las autoridades responsables emitan un nuevo acto de autoridad ceñidos a lo ordenado por la sentencia protectora y 1 B. De plenitud de jurisdicción, Siendo aquellas que dejan a la autoridad responsable en libertad para emitir un nuevo acto, pero reasumiendo totalmente sus facultades. Con relación a los actos carentes de fundamentación y motivación, la propia Suprema Corte estableció que las sentencias de amparo solo podían obligar (vincular) a la autoridad a dictar un nuevo acto fundado y motivado, subsanando sus defectos en los siguientes casos: a) Cuando la resolución reclamada se haya emitido en respuesta al ejercicio del derecho de petición o b) Que resuelva una instancia, recurso o juicio. Eso se puede constatar en la siguiente jurisprudencia: FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. EL EFECTO DE LA SENTENCIA QUE AMPARA POR OMISIÓN DE ESAS FORMALIDADES, ES LA EMISIÓN DE UNA RESOLUCIÓN NUEVA QUE PURGUE TALES VICIOS, SI SE REFIERE A LA RECAÍDA A UNA SOLICITUD, INSTANCIA, RECURSO O JUICIO.- Los efectos de una ejecutoria de amparo que otorga la protección constitucional por falta de fundamentación y motivación de la resolución reclamada son los de constreñir a la autoridad responsable a dejarla sin efectos y a emitir una nueva subsanando la irregularidad cometida, cuando la resolución reclamada se haya emitido en respuesta al ejercicio del derecho de petición o que resuelva una instancia, recurso o juicio, ya que en estas hipótesis es preciso que el acto sin fundamentación y motivación se sustituya por otro sin esas deficiencias pues, de lo contrario, se dejaría sin resolver lo pedido. Época: Novena Época Registro: 917742 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Apéndice 2000 Tomo VI, Común, Jurisprudencia SCJN Materia(s): Común Tesis: 208 Página: 169 Salvo los anteriores casos anteriores, parecería que los actos de autoridad carentes de fundamentación y motivación, sería simplemente anulados por efecto de la sentencia de amparo y ahí terminaría el litigio; Eso principalmente porque el artículo 108 del la Ley de Amparo (anterior) establecía como delito la repetición del acto reclamado teniendo una “redacción” muy severa disponiendo la inmediata separación del cargo y consignación al Ministerio Público Federal: Artículo 108.- La repetición del acto reclamado podrá ser denunciada por parte interesada ante la autoridad que conoció del amparo, la cual dará vista con la denuncia, por el término de cinco días, a las autoridades responsables, así como a los terceros, si los hubiere, para que expongan lo que a su derecho convenga. La resolución se pronunciará dentro de un término de quince días. Si la misma fuere en el sentido de que existe repetición del acto reclamado, la autoridad remitirá de inmediato el 2 expediente a la Suprema Corte de Justicia; de otro modo, sólo lo hará a petición de la parte que no estuviere conforme, la cual lo manifestará dentro del término de cinco días a partir del siguiente al de la notificación correspondiente. Transcurrido dicho término sin la presentación de la petición, se tendrá por consentida la resolución. La Suprema Corte resolverá allegándose los elementos que estime convenientes. Cuando se trate de la repetición del acto reclamado, así como en los casos de inejecución de sentencia de amparo a que se refieren los artículos anteriores, la Suprema Corte de Justicia determinará, si procediere, que la autoridad responsable quede inmediatamente separada de su cargo y la consignará al Ministerio Público para el ejercicio de la acción penal correspondiente. En realidad no ocurrió así, ni las sentencias fueron respetadas ni cumplidas, como era de esperarse, no sin responsabilidad de la propia Suprema Corte cuya jurisprudencia terminó por convertir en letra muerta el artículo 108 en comento, al menos en lo que a actos carentes de fundamentación y motivación se refiere; veamos: REPETICIÓN DEL ACTO RECLAMADO. NO SE CONFIGURA CUANDO EN CUMPLIMIENTO A LA EJECUTORIA DE AMPARO SE DICTA UN ACTO CON EFECTOS SIMILARES AL QUE SE DECLARÓ INCONSTITUCIONAL POR DEFICIENTE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. Cuando la protección de la Justicia Federal se otorgó por deficiente fundamentación y motivación del acto reclamado, conminándose a la autoridad responsable a dejarlo sin efectos y a dictar uno nuevo, el examen jurídico en relación con la denuncia de repetición del acto reclamado debe centrarse en analizar si el acto reclamado fue dejado sin efectos, y si entre éste y el nuevo existe o no identidad en cuanto a los aspectos de fundamentación y motivación que fueron materia de la determinación constitucional; luego, de actualizarse esa identidad, existirá la repetición, mientras que en el caso contrario, no puede hablarse de repetición, sino de un acto diverso, susceptible, en su caso, de reclamarse a través de un nuevo juicio de garantías, ya que la repetición del acto reclamado no se estableció por el artículo 108 de la Ley de Amparo para evitar que la autoridad realice cualquier acto con efectos parecidos a los que tuvo el acto declarado inconstitucional, ni tampoco para analizar si el nuevo es violatorio o no de garantías, sino sólo para impedir que la autoridad desconozca el principio de cosa juzgada y la fuerza vinculatoria de la sentencia de amparo. Época: Novena Época Registro: 196950 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo VII, Enero de 1998 Materia(s): Común Tesis: 2a./J. 70/97 Página: 400 De esta suerte, se llegó a la paradoja de que para combatir un acto evidentemente inconstitucional, se necesitaba promover múltiples juicios de amparo (por lo menos dos) y las autoridades administrativas se acomodaron a la falta de sanciones efectivas llegando al abuso. 3 En la práctica las autoridades responsables, lejos de solamente dejar sin efectos el acto reclamado, respecto del que se había concedido la protección constitucional, casi en la totalidad de los casos tendían a reiterar o repetir al acto “subsanando” los vicios “de forma”, esto quedó interpretado en la siguiente jurisprudencia: FUNDAMENTACION Y MOTIVACION, AMPARO EN CASO DE LA GARANTIA DE. Si el acto reclamado no es intrínseca y radicalmente anticonstitucional porque no evidencia en sí mismo la falta de norma alguna legal o reglamentaria que pudiera justificarlo (como sucedería, por ejemplo, respecto de un acto dictado sin competencia constitucional) para obtener, de modo indubitable, una conclusión sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de dicho acto, que yendo más allá de su aspecto formal trascendiera al fondo, esto es, a su contenido, sería preciso hacer un estudio exhaustivo de todas las leyes y reglamentos, a fin de poder determinar si existe o no alguna disposición que le sirva de apoyo, estudio que no es dable realizar en el juicio de amparo. Llámese violación procesal o formal (los dos términos se han empleado indistintamente en la jurisprudencia, aunque el primero, en verdad, no con intachable propiedad) a la abstención de expresar el fundamento y motivo de un acto de autoridad, lo cierto es que tal abstención impide juzgar el acto en cuanto al fondo, por carecerse de los elementos necesarios para ello, pues desconocidos tales fundamento y motivo, los mismos no pueden ser objeto de apreciación jurídica alguna. La reparación de la violación cometida, mediante el otorgamiento del amparo, consiste en dejar insubsistente el acto formalmente ilegal; pero no juzgada la constitucionalidad del propio acto en cuanto al fondo por desconocerse sus motivos y fundamentos, no puede impedirse a la autoridad que emita un nuevo acto en el que purgue los vicios formales del anterior, el cual, en su caso, podría reclamarse en un amparo, entonces sí, por violaciones de fondo concernientes a su fundamentación y motivación ya expresados. Si bien no puede impedirse a la autoridad que reitere el acto, con tal que lo funde y motive, tampoco puede obligársele a que haga su reiteración, pues si la propia autoridad encuentra que, ciertamente, el acto reclamado no podría apoyarse en irreprochables motivos y fundamentos legales, estará en aptitud de no insistir en el mismo. En consecuencia, la concesión del amparo contra un acto no fundado ni motivado únicamente constriñe a la responsable a dejarlo insubsistente, mas no a reiterarlo purgando esos vicios formales. Época: Séptima Época Registro: 238717 Instancia: Segunda Sala Tipo de Tesis: Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación Volumen 48, Tercera Parte Materia(s): Administrativa, Común Tesis: Página: 51 A partir de la anterior situación, el resultado neto es que, como regla general, cada vez que se conceda un amparo en contra de actos carentes de fundamentación y motivación, como violaciones “formales” la autoridad responsable emitía un nuevo acto de autoridad (bien o mal fundado y motivado) y en ese caso, al particular podría o, mas bien se vería obligado, a promover un nuevo juicio de garantías para combatir “el fondo” de la 4 resolución, es decir, que cada acto groseramente emitido con total desprecio de las garantías constitucionales (ahora de moda en llamar “derechos humanos”) originaba no uno, sino por lo menos DOS juicios constitucionales para una cabal defensa; la contradicción de este sistema con el artículo 17 constitucional (Justicia pronta y expedita) no puede ser mas evidente. En contra de lo que podríamos considerar una rancia tradición legislativa y jurisprudencial, el párrafo final del artículo 117 de la Nueva Ley de Amparo (DOF 2 de abril de 2013), dispone: “…Tratándose de actos materialmente administrativos, cuando en la demanda se aduzca la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación, en su informe justificado la autoridad deberá complementar en esos aspectos el acto reclamado. En esos casos, deberá correrse traslado con el informe al quejoso, para que en el plazo de quince días realice la ampliación de la demanda, la que se limitará a cuestiones derivadas de la referida complementación. Con la ampliación se dará vista a las responsables así como al tercero interesado y, en su caso, se emplazará a las diversas autoridades que en ampliación se señalen. Para tales efectos deberá diferirse la audiencia constitucional…” A primera vista, esto parece una total injusticia, (y en principio lo es) dado que en la práctica permite a la autoridad administrativa emitir actos defectuosos dándole la oportunidad de subsanarlos durante el juicio de amparo, lo cual fomenta la mediocridad en la actuación de la autoridad, pues se permite que actos totalmente inundados surtan plenos efectos de no ser impugnados, consecuencia de la lamentable pero necesaria presunción de legitimidad de la actuación de las entidades públicas; Pero entrando ya en materia de procedimiento de amparo, esa canonjía que se concede a la autoridad, realmente viene a simplificar la defensa de garantías (prefiero seguir usando ese término) para los quejosos, y para los abogados litigantes, porque dentro del contexto de la Nueva Ley de Amparo, se impide la reiteración de actos infundados obligando a que la sentencia de amparo verifique la legalidad (constitucionalidad) del acto reclamado en la mayoría de los casos. ¿Cómo opera esto? Bien sencillo, como vimos ut supra, el propio artículo 117 (párrafo final) prevé que después que la autoridad responsable ha subsanado el acto en cuanto a su fundamentación o motivación, se de vista al quejoso para que AMPLIÉ SU DEMANDA con lo cual se logra que en la audiencia constitucional, el juez de distrito ya no se avoque al estudio de violaciones simplemente “formales” sino que se ve en la necesidad de entrar al fondo del asunto, tal como lo dispone el numeral 24 párrafo final de la ley en comentario que dice: “…En los asuntos del orden administrativo, en la sentencia se analizará el acto reclamado considerando la fundamentación y motivación que para 5 complementarlo haya expresado la autoridad responsable en el informe justificado. Ante la falta o insuficiencia de aquéllas, en la sentencia concesoria se estimará que el referido acto presenta un vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración…” Y no termina ahí el beneficio del nuevo sistema, sino que además, el artículo 189 de la propia ley, ahora privilegia el estudio del fondo, excepto cuando el estudio de vicios formales o de procedimiento reporte un mayor beneficio al quejoso. Artículo 189. El órgano jurisdiccional de amparo procederá al estudio de los conceptos de violación atendiendo a su prelación lógica y privilegiando en todo caso el estudio de aquellos que, de resultar fundados, redunden en el mayor beneficio para el quejoso. En todas las materias, se privilegiará el estudio de los conceptos de violación de fondo por encima de los de procedimiento y forma, a menos que invertir el orden redunde en un mayor beneficio para el quejoso. Así las cosas, es de preverse que este nuevo sistema evitará la necesidad de promover múltiples juicios de amparo en contra de actos reiterados indebidamente por las autoridades, Solo es de esperarse que los juzgados federales, en armonía con el sistema legislativo, empiecen a dictar sentencias VINCULATORIAS que den lineamientos a las autoridades responsables deben acatar al dar cumplimiento a las ejecutorias constitucionales. Monterrey Nuevo León a 10 de Diciembre de 2014. Lic. Luis Ramón Balmori Garza 6