Diario Comercial, Económico y Empresarial Nro 79 - 22.06.2016 Contratos conexos. Parte I Por Rubén S. Stiglitz 1. UNIÓN DE CONTRATOS CON DEPENDENCIA BILATERAL. GRUPO DE CONTRATOS O CONTRATOS CONEXOS, VINCULADOS O COLIGADOS. CONSIDERACIONES GENERALES La agrupación de contratos no desemboca en una unidad contractual pues ambos negocios conservan autonomía 1, aun cuando uno dependa de la celebración del otro. De allí que se aluda a los contratos coligados o vinculados como contratos en relación de dependencia, interdependientes o conexos 2. Como se advierte, el circuito económico, tolera la conexión de múltiples transacciones, aun cuando cada contrato conserve su propia finalidad constituida por la operación jurídico-económica de cada uno. La causa fuente del segundo contrato se halla en el primero. A su vez, la operación económica global “constituye un fin común a todas las partes, conocido y querido por ellas” 3. Los contratos conexos o coligados presuponen una yuxtaposición de una pluralidad de contratos predominantemente típicos que tiene por propósito la de alcanzar, con la unión de todos, la finalidad o expectativa de crédito que persiguen todas las partes. En el sentido indicado, se tiene decidido que “cabe considerar como contratos conexados a aquellos que responden a una finalidad económica supracontractual única de carácter asociativo, que trasciende la individualidad de cada uno de ellos y constituye la razón de ser de su unión —en el caso, el contrato de compraventa de un colectivo y el de explotación—, a pesar de que aparezcan en ellos prestaciones supuestamente diferentes” 4. 2. GRUPO DE CONTRATOS O CONTRATOS CONEXOS, VINCULADOS O COLIGADOS. NOCIÓN. APLICACIONES. CARACTERES: LA PLURALIDAD CONTRACTUAL Y EL NEXO FUNCIONAL Existe conexión contractual cuando varias partes celebran dos o más contratos distintos, funcionalmente vinculados en razón del propósito práctico común querido por las partes. Aplicaciones prácticas lo constituyen el contrato de mutuo bancario y el seguro de vida e incapacidad del prestatario; el contrato de compraventa y el de crédito para su financiación; el contrato de leasing finaciero, etc. 1 STARCK B.-ROLAND H.-BOYER L., Obligations. 2. Contrat, Litec, París, 1995, nro. 108, pág. 43. 2 ALTERINI, A. A., Contratos civiles-comerciales-de consumo, Abeledo-Perrot, Bs. As., 1998, nro. 24, pág. 194. 3 GHESTIN, J., Traité de Droit Civil. Les obligations. Les effets du contrat, L.G.D.J., París, 1992, nº 939, pág. 920. 4 CCiv. y Com. Rosario, Sala II, 21-V-2002, “Dalla Corte G. c. Raiti L.”, LL Litoral, 2003-639. (a) Como se advierte, uno de los caracteres salientes de la conexidad contractual lo constituye la celebración de dos o más contratos distintos. Lo que se enuncia como pluralidad contractual. La referida pluralidad contractual habrá de resultar de la concurrencia de varias causas autónomas y distintas como, por ejemplo, en el contrato de mutuo bancario y el contrato de seguro de vida e incapacidad del prestatario, el propósito práctico del primer contrato para el banco no es otro que el otorgamiento del crédito y el móvil determinante de la celebración del contrato de seguro, no es otro que la protección del crédito ante el eventual riesgo de muerte o incapacidad del mutuario 5. Y para el mutuario, el móvil que persigue en el primero de los contratos no es otro que la obtención del crédito y en el de seguro, el propósito perseguido no es otro que la cobertura por el asegurador del saldo lo adeudado en caso de muerte o de incapacidad. (b) A la pluralidad de contratos, se le añade la conexión funcional que una a los acuerdos celebrados. La operación jurídico-económica programada por las partes requiere la concurrencia de una pluralidad de contratos. El nexo estará fundado en el propósito práctico que las partes persiguen. Esto significa que la conexión contractual presupone la autonomía de cada uno de los contratos que concurren a la celebración de una operación económico-jurídica articulada. 5 STIGLITZ, R. S., “Coexistencia de contratos bancario y de seguros: contratos vinculados”, JA, 2003-IV-866. Cf. CNCom., Sala A, 2-IV-2003, “Santiago de Piazze S. c. Banco Río de La Plata”, JA, 2003-IV-863.