apuntes sobre las medidas cautelares en la convencion americana

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APUNTES SOBRE LAS MEDIDAS CAUTELARES EN LA
CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS
HUMAN OS
Separata dellibro "La Corte y el Sistema Interamericano de Dcrechos Humanos"
San Jose, C.R. Corte IDH, 1994
APUNTES SOBRE LAS MEDIDAS
CAUTELARES EN LA
CONVENCION AMERICANA
SOBRE DERECHOS HUMANOS
Asdrubal Aguiar A.·
.
1] Las medidas cautelares, provisionales, asegurativas, precautelativas o
bien conservativas, son la expresi6n concreta de un principio general de derecho
procesal que ordena garantizar el equilibria de las partes en todo litigio y permite
que la jurisdicci6n realice, en la practica, las consecuencias de la responsabilidad
sujeta al contradictorio.
[2] Reputadas de modernas en su origen, las medidas cautelares cuentan sin
embargo con una larga tradici6n en la legislaci6n interna de los Estados y anudan
con figuras equivalentes en el anti guo Derecho romano, como la pignoris capio, las
estipulaciones aseguratorias (stipulationes pretoriae) o la missio in possessionem;
instituida esta ultima como "medida conservatoria ... en interes de los acreedores
o de personas con derechos presuntos a una sucesi6n, que autoriza la detentaci6n
material de todo o parte de los bienes de[l] causahabiente".1
[3] Tales medidas, especialmente las de caracter civil (v.gr.la prohibici6n de
enajenar y gravar bienes, el secuestro y el embargo, el arraigo, etc.), "tienden a
Gobernador del Distrito Federal. Ex-Juez de Ia Corte Interamericana de Derechos Humanos;
Profesor de Derecho Internacional Publico en Ia Universidad Cat6lica Andres Belloy en el
Instituto de Altos Estudios Diplomaticos "Pedro Gual" (Venezuela)
Gonzalo Quintero Muro, Medidas preventivas en el derecho procesal civil, Caracas, Fabreton, 1981, pp. 11
y ss; Ignacio de Casso y Romero/Francisco Cervera y Jimenez-A., Diccionario de derecho privado,
Barcelona, Labor, 1950, II, pp. 2646-2647.
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asegurar los derechos del litigante ... que las invoca en juicio, cuando teme con
razon que [los mismos] pueden ser burlados por las maquinaciones de su adversario; y ... [garantizan asi el que pueda hacerse] efectiva la responsabilidad del
obligado, porque ... evitan lqs traspasos simulados y las falsas enajenaciones de
que se vale a menudo el deudor, cuando es demandado, perjudicando ..., fraudulentamente, los intereses del acreedor y burlando ala vez, de manera irrisoria, las
disposiciones impretermitibles de la Justicia". 2
[4] Ahora bien, silas medidas cautelares previstas en el orden interno civile
incluso penal de los Estados indefectiblemente varian en su alcance y contenido
una vez comparadas con las del orden juridico internacional, en uno u otro caso
son, en cuanto a su naturaleza y finalidad, <<Il.ledios o prevenciones>>3 para la
salvaguarda de derechos cuya titularidad o ejercicio se cuestionan en el ambito
judicial. Por ello, atin refiriendose a las medidas conservativas en el derecho internacional, Maresca dice que "entendidas en el sentido estricto del termino son
providencias que, pendiente la solucion de una controversia internacional, puede
disponer elorgano competente para pronunciar una decision obligatoria entre las
partes, a fin de que no se vean menoscabados en modo alguno los derechos atin
no comprobados". 4
[5] Los antecedentes de las medidas provisorias en el Derecho de gentes parecen encontrarse, primeramente, en el convenio que instituy6 en 1907la Corte de
Justicia Centroamel'icana y, mas luego, en los Tratados Bryan suscritos a partir de
1913 por iniciativa de los Estados Unidos. 5 En todo caso, las medidas cautelares
aparecen consagradas en el articulo 41 del Estatuto de la Corte Permanente de
Justicia Internacional, hoy Corte Internacional de Justicia (CIJ), asi como en la
norma del articulo 40 de la Carta de San Francisco referida a las potestades del
Consejo de Seguridad en cuanto al mantenimiento de la paz y de la seguridad
in ternacionales. 6
2
Oscar Garcia Uslar, Estudio crftico sabre las medidas precautelativas (Tesis), Caracas, UCV, 1906, p.6.
3
Cfr. articulo 41 del Estatuto de !a CIJ y articulos 73 a 78 de su Reglamento. Vi d. asimismo, Hector Gras
Espiell, La C~nve.ncion ~~ericana yla Convenci6n Europea de Derechos Humanos -Estudiv comparativo-,
Santiago, Editonal Jund1ca de Chile, 1991, p. 184; Juan Carlos Hitters, Derecho internacional de los
derecltos lwmanos, Buenos Aires, EDIAR, 1993, II, p. 483.
4
Adolfo Maresca, Dizionario giuridico diplomatico, Milano, Giuffre Editore, 1991, pp. 351-352.
5
Charles Rousseau, Droit international public, Paris, Sirey, 1983, V, p. 416.
6
Antonio Sanchez de ~ustamante, Derecho internacional publico, La Habana, Carasa & cia., 1938, V, pp.
358 y ss; Juho Gonzalez Campos et a!., Matenales prdcticos de derecho internacional publico, Madrid,
Tecnos, 1992, pp. 797 y ss.
96
[6] En opinion reiterada de la CIJ, las medidas conservatorias "tiene[n] por
objeto salvaguardar el derecho de las partes en el proceso hasta tanto esperan que
elJuez internacional se pronuncie definitivamente sobre ellitigio" .7 y estoagrega
mucho en cuanto a la naturaleza de la actividad cautelar y de las medidas que
propone. Son estas, segtin lo dicho, un medio procesal de prevencion, condicionadas por la provisionalidad, pero en sustancia constituyen algo mas que eso; son,
a fin de cuentas una verdadera garantia jurisdiccional que se apoya en la denominada <<instrumentalidad hipotetica>>. 8
[7] Las medidas que resultan de la actividad procesal cautelar, en efecto, no
hacen otra cosa que anunciar y preparar la puesta en practica de la garantia
suprema que significa la jurisdicci6n, cual es la de declarar la certeza oficial del
derecho que ha de ser reintegrado por virtud de su transgresi6n o violaci6n. De
suyo no agotan los fines de la Justicia, tal y como lo diria Calamandrei, ~sino que,
fundandose anticipadamente sobre la hipotesis de que la futura declaracion de
certeza puede resultar favorable [a quien la exige] ... se emplea inmediatamente,
como instrumento provisorio de las otras providencias jurisdiccionales que
deberan seguir, a fin de conservar las condiciones de hecho id6neas para hacer que
la condena ... , si llega a pronunciarse en el modo previsto, pueda ser fructuosamente ejecutada ... ". 9
[8] Las apreciaciones del eximio procesalista italiano representan, en este
orden, undictum de autoridad incontestable. Textualmente dice el autor:" A fin de
que la reintegraci6n del derecho obtenido por la via jurisdiccional pudiera resultar
practicamente de igual eficacia y oportunidad que la ejecucion voluntaria, seria
necesario que la declaracion de certeza y la puesta en practica de los medios de
coacci6n, actuasen instanttineamente, de manera que tomasen la situacion de hecho
como era en el momento en que, de la norma abstracta, naci6 el precepto individualizado, y de poder proveer asi rec adhuc integra: Pero esta instantaneidad del
acto jurisdiccional -€n opinion de Calamandrei- no es practicamente posible,
porque el desarrollo de las actividades indispensables para llegar ala declaracion
7
Abdelhamid El Ouali, Effets juridiques de Ia sentence internationale, Paris, LGDJ, 1984, p. 9:2. En el Caso
sabre Ia Plataforma Continental del Mar Egeo (Grecia c. Turqufa), a! referirse a los alcances del articulo
41 de su Estatuto, Ia CIJ sostuvo que "dicho poder le fue conferido ... en Ia medida en que estime que
las circunstancias exigen su usa para proteger los derechos de las partes, y tal condici6n ... presupone
que los hechos en causa evidencian el riesgo de un perjuicio irreparable a los derechos enlitigio" (Cfr.
loc.cit.).
8
Fiero Calamandrei,Instituciones de derecho procesal civil segun el nuevo codigo, Buenos Aires, EJEA, 1962,
vol.l, p. 158.
9
Loc.cit.
97
de certeza y despues a la coaccion, exige casi siempre un tiempo no breve; de
suerte que existe el peligro de que, rnientras los organos jurisdiccionales se ponen
a la obra para proveer, la situacion de hecho se altere de un modo tal que haga
resultar ineficaces e ilusorias sus providencias, destinadas asia llegar demasiado
tarde, cuando el daii.o sea irremediable. A evitar que el daii.o producido por la
inobservancia del derecho resulte agravado por este inevitable retardo del remedio jurisdiccional (periculum in mora), esta preordenada precisamente la actividad
cautelar; la cual, rnientras se esperan las providencias definitivas destinadas a
hacer observar el derecho, provee a anticipar provisoriamente sus previsibles efec-
tos".10
[9] En defecto de lasmedidas provisorias, ciertamente que la adrninistracion
de justicia y la posibilidad de que la responsabilidad por hechos ilkitos pueda
realizarse constituirfan mer as expectativas, condicionadas a las reglas prirnitivas
del voluntarismo. No escapa a nuestra observacion, sin embargo, que los grados
mayores omenores de exigibilidad de la responsabilidad y, por ende,la amplitud
y ejecutividad de sus garantfas procesales, dependen de la mayor o menor
institucionalidad que hay a alcanzado el or den jurfdico del que se trate, en nuestro
caso el internacional de los derechos humanos. Esto lo corrobora la circunstancia
rnisma de que sea en el actual proceso de codificacion de la responsabilidad de los
Estados por hechos ilfcitos, acometido por la Cornision de Derecho Internacional,
cuando por vez ~rimera se contempla integrar al regimen sobre la materia un
amplio capitulo acerca de los medios o mecanismos para la solucion de sus
controversias.n
[10] El estudio de las medidas cautelares y el regimen para su adopcion
dentro del sistema interamericano de proteccion a los derechos humanos todavfa
se encuentra en una fase embrionaria. En el articulo 63.2 del Pacto de San Jose, en
los artfculos 19.c del Estatuto de la Cornision Interamericana de Derechos Burnanos y 29 de su Reglamento y en el articulo 24 del Reglamento de la Corte, se
resumen las previsiones concernientes al ejercicio de la accion cautelar, a su
10
Idem, p.156.
11
Consultese, en este sentido, las apreciaciones de Carlos Jimenez Piernas, quien advierte acerca de las
estructuras juridicas variables que imponen, respectivamente, !a sociedad internacional interestatal
y descentralizada, Ia institucional que se rige par el principia de Ia cooperaci6n, y Ia comunitaria
regida par el principia de solidaridad, que es restrictive de Ia voluntad particular de los Estados. Cfr.
su escrito, "La codificaci6n del derecho de Ia responsabilidad internacional: Unbalance provisional",
en Ia obra colectiva La responsabilidad internacional (Aspectos de derecho internacional publico y privado),
Edici6n preparada par Carlos Jimenez Piernas, XIII Jornadas de Ia Asociaci6n Espanola de Profesores
de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales [1989], Alicante, 1990, p. 23.
98
procedirniento y ala decision que acerca de esta materia puede dictar el referido
Tribunal Interamericano. 12
[11] Las normas de referenda, sujetas como estan al principio de desarrollo
progresivo que afecta de manera integral al regimen internacional de los derechos
humanos son extremadamente escuetas. Podria decirse que, a pesar de estar
inspirad:s en el Estatuto yen el Reglamento de la Corte Internacional de Justicia,
no abundan en los detalles sustantivos y adjetivos acopiados por sus normas; y,
si bien en el criterio de Gras las disposiciones americanas han alcanzado un mayor
grado de refinarniento que las establecidas dentro del siste~a .eur?p~o de prot~c­
cion a los derechos del hombre, lo cierto es que la prachca Junsprudenc1al
relacionada con aquellas es en extremo prudente y modesta.B
[12] Basta el presente, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha
ernitido pronunciarnientos sobre acciones cautelares en los casos contra Honduras (1988), Bustfos-Rojas (1990-1991), Chunima (1991), Chipoco (1992-1993), Pen~ 4
les Peruanos (1992-1993), Reggiardo-Tolosa (1993-1994) y Colotenango (1994).
[13] Una primera consideracion que se impone,luego del analisis del articulo
63.2 del Pacto de San Jose, atiene a los presupuestos de la accion cautelar, a los
legitimados para ejercerla y ala determinacion de los ambitos de competencia ~~e
corresponden en cuanto a su conocirniento a los organos de la Convencwn
Americana. Dice la norma de referenda, que:
" ... En casos de extrema gravedad y urgencia, y cuando se haga necesario para evitar daii.os irreparables a las personas,la Corte, en los asuntos
que este conociendo, podra tomar las medidas provisionales que considere pertinentes.
12
Cfr. Pedro Nikken (Compilaci6n y estudio preliminar), C6digo de derechos humanos, Caracas, Editorial
Juridica Venezolana, 1991, passim.
13
Gras Espiell, op.cit., p. 184.
14
Casas contra Honduras (Resoluciones de Ia Corte I.D.H. de 15 de enero de 1988, 18 de enero de 1988
y 19 de enero de 1988); Caso Bustles-Rajas (Resoluci6n del Presidente de Ia Corte de 5 de junio de 19?0
y Resoluciones de Ia Corte del8 de agosto de 1990 y 17 de enero de 1991); Caso Chuntma (Resoluc10n
del Presidente de !a Corte de 15 de julio de 1991); Cas a Chipoco (Resoluci6n del Presidente de Ia Corte
de 14 de diciembre de 1992 y Resoluci6n de Ia Corte de 27 de enero de 1993); Caso Penales Peruanas
(Resoluci6n del Presidente de Ia Corte de 14 de diciembre de 1992 y Resoluci6n de Ia Corte d~ 27 de
enero de 1993)· Caso Reggiardo Tolosa (Resoluciones de Ia Presidente de Ia Corte de 19 de nov1embre
de 1993 y Res;luci6n de Ia Corte de 19 de enero de 1994); Caso Colotenango (Resoluci6n de Ia Corte
de 22 de junio de 1994).
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Si se tratare de asuntos que aun no esten sometidos a su conocimiento, podra
actuar a solicitud de Ia Comisi6n ... "
irreparable, Ia restitucion en tanto que efecto principal de Ia responsabilidad por
hecho ilicito resultarfa absolutamente nugatoria. 16
[14] El articulo 19.c del Estatuto de Ia Comision recoge en su texto Ia prevision
anterior, con el objeto de reiterar Ia potestad de dicho organo para <<solicitar>>
ante Ia Corte Ia adopci6n de las indicadas medidas provisionales. Asimismo, en
el articulo 29 de su Reglamento se repite este mandamiento, pero en else utiliza
Ia expresion <<medidas cautelares>> en vez de <<provisionales>> y se apela a Ia
nocion de <<urgencia>> sin mencionar Ia de <<extrema gravedad>> contenida
en Ia norma primaria de Ia Convencion.
[18] La jurisprudencia de Ia Corte Interamericana no ha definido hasta Ia
fecha los alcances de Ia nocion de <<urgencia>> como presupuesto de Ia accion
cautelar. Apenas se refiere a esta y de manera tangencial Ia Comision, en su
solicitud de medidas en el Caso Chipoco, cuando opina que Ia <<urgencia>> de
las medidas es para evitar que Ia denunciada acusacion a Ia victima por el Estado
interesado "se concrete sin antes haber[ se] realizado una investigaci6n exhaustiva
y de hab[ersele] dado Ia oportunidad a! afectado ... de efectuar los descargos
pertinentes" .17
[15]Ademas,auncuandosediceenlanormareglamentariaanteriorque<<la
Comision podra pedir que sean tomadas medidas cautelares>>, no se indica en
ella a quien o ante qui en puede Ia Comision formular su respectivo requerimiento.
Sin embargo, precisa que Ia medida ·cautelar tiene como proposito "evitar que se
consume [un] dafio irreparable" y que Ia accion respectiva puede ejercerla Ia Comisi6n ante Ia Corte solo "en el caso de ser verdaderos los hechos denunciados"
(Subrayados nuestros).
[16] En estemismo orden, el articulo 24.1 del Reglamento de Ia Corte tambien
recoge el texto del articulo 63.2 citado ut supra, a objeto de destacar que en los casos
que esten sometidos a su conocimiento Ia accion cautelar puede presentarse en
cualquier estado del"procedimiento y su conocimiento puede tener Iugar bien de
oficio o a instancia de parte, es decir, de Ia Comision ode cualquier Estado que
haya aceptado Ia jurisdiccion del Tribunal.
f
[17] Del texto de los articulos citados supra yen cuanto a los presupuestos de
Ia accion cautelar se desprende, entonces, que su ejercicio unicamente puede tener
Iugar "en casos de extrema gravedad yurgencia". Dichas nociones, aun siendo de
contenido variable 15 por su generalidad e imprecision, son de suyo Ia base en Ia
que tendra que encontrar su justificacion tanto ·Ia accion cautelar cuanto el
pronunciamiento jurisdiccional que sobre ella recaiga. En nuestra opinion, sin
embargo, Ia <<urgencia>> del asunto que motive Ia pretension cautelar debe
guardar relacion directa con Ia inminencia de un perjuicio a los derechos human cis
salvaguardados porIa Convencion Americana; ya que, de sucederse el perjuicio
15
100
Chaim Perelman et Raymond Vander Elst (Editeurs), Les notions a contenu variable en droit, Bruxelles,
Bruylant, 1984, passim.
[19] La noci6n de <<gravedad>>, por su parte, parece aludir tanto a Ia
jerarqufa del derecho humano cuya inminente violaci6n busca ser prevenida o
cuando menos atenuada en sus efectos perjudiciales, cuanto a Ia importancia de
las acciones u omisiones violatorias que pueden atribuirse a! Estado presuntamente responsable. En el Caso de los Penales Peruanos, Ia Cornision utilizo Ia
expresion "indicios serios sobre una situaciongrave" para describir "las negativas
condiciones en que ... cumplen [los presos] su privaci6n de Ia libertad", como por
ejemplo "una altisima incidencia de enfermedades" ... "hacinamiento, aislarnien18
to, trastornos sfquicos y emocionales de las internas e internos".
(20] Asf las cosas, tratandose de Ia proteccion internacional de los derechos
humanos y, siendo que el prop6sito de las medidas cautelares o provisionales
atiende no a Ia protecci6n civil de Ia persona o a Ia mera salvaguarda de cosas o
situaciones facticas o jurfdicas, sino que, por el contrario, busca mantener enhiesto
16
Cabe observar que Ia Convenci6n al igual que la doctrina internacional, al referirse a las justificaciones
de las medidas conservatorias, junto a Ia urgencia y al prop6sito revulsivo que deben acompafiarlas,
cita Ia referida al <<perjuicio irreparable>>, es decir, ala constataci6n que debe hacerse acerca de la
imposibilidad de que el eventual perjuicio, en defecto de la ~edida cautelar, p>;diese ser compensado
mediante una indemnizaci6n u otra prestaci6n material eqUivalente. En esteultJmosentJdo, cabe tener
presente que el regimen clasico de la responsabilidad internacional permitia al Estado responsable de
un hecho ilicito optar por la indemnizaci6n del dafio en defecto de la restituci6n plena del derecho
violentado, siendo ejemplos reiterados las reclamaciones presentadas en los casas de nactonahzact6n
de sociedades extranjeras. Mas, Ia tendencia codificadora reciente intenta restringir parcialmente Ia
potestad del Estado responsable para optar en•re <<restituir>> o <<indemnizar>>, obligandole a Ia
restituci6n del derecho conculcado salvo cuando ello resulte materialmente imposible o contrario a
previsiones imperativas del Derecho internacional. Cfr., en este sentid~, los articulos 6 y 7 conte.nidos
en las propuestas de articulos sobre la segunda parte del proyecto de arhculos sobre la responsabthdad
internacional de los Estados (Anuario CDI, 1985-Il, 2a. parte, pp. 21-22).
17
Cfr. Resoluci6n del Presidente de la Corte J.D. H. de 14 de diciembre de 1992.
18
Cfr. Resoluci6n del Presidente de Ia Corte LD.H de 27 de noviembre de 1993.
101
al ser humano en cuanto tal, 19 la accion cautelar debe considerarse justificada
cuandopreviene la inminencia de un dana o la atenuacion de sus efectos salvando
la posibilidad de que el derecho sub)etivo afectado pueda ser reparado mediante
su plena r~stitucion .. En .e_fecto, si ~! daf\o. ~!ego a consumarse en terminos que no
hagan p.osrbl: Ia restitucwn, de a~h Ia alusron de Ia norma a <<dailo irreparable>>,
Ia provrdencra cautelar carecena de sentido y no habrfa otra alternativa que
esperar Ia reparacion por equivalente una vez declarada Ia responsabilidad del
Estado a quien se atribuya el hecho ilicito internacional.
·
[21] ~n este or_den, a tenor de lo ya mencionado,la nocion de <<gravedad>>
a. que .remrte el articulo 63.2 de Ia Convencion se ha de relacionar con hechos 0
srtuacwnes que pongan en peligro derechos humanos fundamentales, es decir
aquellos que bajo ningun respecto pueden verse menoscabados o limitados en st:
ejercicio, ni siquiera en situaciones de emergencia constitucional. y aquf, obviamente, se produce una variante significativa entre Ia no cion de medidas cautelares
d:ntro del orden procesal interno de los Estados, particularmente el civil, y las
atinentes a la proteccion internacional de los derechos del hombre.
.[22] En el primer supuesto, los derechos en litigio se resuelven a traves de
rela_cwnes procesales apoyadas en el principia dispositivo yvoluntarista y, portal
razon, pueden beneficiar a ambas partes. En el segundo supuesto, tratase de Ia
p~esta en marcha ~e un mecanismo o garantia internacional que no atiende a
vmculos contractuales ni a los principios dispositivos del proceso civil interno,
pero que tampoco se encuentra dentro de las relaciones jurfdicas <<in teres ta tales>>
que conoce v.gr. Ia Corte de La Haya.
[23] En el sistema del Pacto de San Jose las medidas cautelares se orientan a
proteger, unica y e~clusivamente, los derechos humanos de la presunta victima
c~ya caus~ haya srdo sometida a! conocimiento de Ia Comision 0 de !a Corte
Interamencanas. Pero, ademas,la <<gravedad> > delrequerlmicnto hade responder ~ Ia defensa ~e esos derechos o ambitos de libertad que, con bastante
propredad: Ia d~ctnna ha definido como inatacables por mandatos 0 prohibiciones, es decrr, par las <<normas de clausura del sistema de libertades>>.2o
subsidiaria o a proposito de una pretension de fondo 21 , relacionada con la violacion de la Convencion Americana, cuanto el requisito de que la misma se apoye
en ladenuncia de hechos < <verdaderos> > a tenor del articulo 29.2 del Reglamento
de la Comision. Es este, sin duda alguna, el aspecto mas espinoso de la materia,
pues aparentemente la providencia cautelar una vez adoptada por la Corte
implicarfa una suerte de juzgamiento anticipado por vfa incidental con el consiguiente establecimiento in limine litis de los hechos objeto del debate principal; y
ella, obviamente, le restarfa sentido y propiedad ala sentencia de fondo, que en
propiedad es la de que debe definir las responsabilidades jurfdicas controvertidas. En todo caso, la Comision ha dicho sabre este aspecto "que la solicitud de
medidas provisionales no prejuzga sabre [su] decision ... en cuanto ala admisibilidad
0 los meritos del caso" <;onsignado en su instancia. 22
[25] En razon de lo anterior, las medidas cautelares deben guardar relacion
directa con hechos acerca de los cuales la Comision cuente con algun principia de
prueba, cuando menos liminar y suficiente, que sea constitutivo de una grave
presuncion. Asf, cobra importancia el dictum de la Corte Interamericana en el Caso
de los Penales Peruanas, siendo que alli se declaro improcedente la solicitud de
medidas provisionales requerida par la Comision, en virtud de "no ha[ber]
presentado al Tribunal informacion suficiente que permita adoptar dichas medidas, las cuales requieren que la Comision hubiese acopiado, asf sea en forma
preliminar, elementos que hagan presumir la veracidad de los hechos denunciados y la existencia de una situacion de extrema gravedad y urgencia que pueda
causar daf\os irreparables a las personas". 23
[26] Es esencial destacar, entonces, que la existencia de un principia de
prueba suficiente que indique la <<probableveracidad>> de los hechos denunciados, ho significa que el mismo no pueda ser desvirtuado luego en el debate sabre
21
La doctrina procesal de derecho comun ha abordado reiteradamente el asunto en cuesti6n para
clarificar que Ia acci6n cautelar puede o no coincidir con Ia pretension concreta y plena a que se contrae
el respective litigio y su conocimiento de fondo; mas de ello no resulta el que p':'eda presentarse una
acci6n con fines conservatories o cautelares absolutamente carente de pretens1on. Y, en este orden,
tratandose de !a instancia cautelar, no puede olvidarse que, como asi nos lo indica Olmedo, "el tramite
provocado por ella no es propiamente un proceso independiente, sino tan s6lo un procedimiento
subordinado a otro procedimiento principal, que es el proceso cuyo resultado se pretende asegurar ...... ; [de manera que, es posible] que la instancia cautelar se anticipe a Ia demand a; pero en este caso,
al formularse aquella, debe exhibirse ya !a pretension principal. Como se ha dicho, lo que se previe~e
con !a instancia cautelar es el cumplimiento de Ia sentenc1a que acepte el fundamento de \a pretenswn
principal". Claria Olmedo, Derecho procesa/, Buenos Aires, Depalma, 1989, I, pp. 279-280.
22
Vid. Solicitud de medidas provisionales del Caso 11.212 (Colotenango) de ·17 de junio de 1994.
23
Resoluci6n de !a Corte I.D.H de 27 de enero de 1993.
~~4] Otros angulos d~ particular in teres, en lo atinente a los presupuestos de
.
la accwn cautelar,lo constrtuyen tanto la exigencia de que es ta se ejerza como parte
19
Hitters, op.cit., p. 483.
20
Ac~rc~ del tema, consU.ltese a Luis Prieto Sanchfs, Estudios sobre derechos
Ed!lonal Debate, 1990, pp. 153 y ss.
fundanwntdll'~
'
M uiri i
'
'•
102
103
el f~ndo. Y este, a fin de cuentas, debe ser el alcance atribuible ala expresion del
articulo 29.2 del Reglamento de la Comision, cuando indica como presupuesto de
las medidas cautelares el <<ser verdaderos los hechos denunciados>>. Asf lo
con~irma el propio ar.tfculo 29.4 ejusdem' cuando indica, segun lo ya dicho, que" el
~edtdo de tales medtdas y su adopcion no prejuzgaran la materia de la decision
fmal".
[27] En lo concer~iente ala legitimacion activa y pasiva, sea para el ejercicio
cuanto para el conoctrniento de la accion cautelar, las normas del sistema interamericano establecen claramente que tratandose de causas aun no sometidas
ala Corte est~ ~uede actuar solo a instancias de Ia Cornision,la que a su vez puede
hacerl.o de. oftciO o por requerimiento del interesado, sea Ia vfctima, sus familiares,
o~?amzacwnes no gubernamentales o alguno de los Estados partes de la Convencwn. To~o ell? se desprende de la concordancia entre los articulos 44, 45, 61.1 y
63.2 de dtcho mstrumento. Por el contrario, cuando el asunto principal cursa en
~strados la Corte puede conocer de oficio o bien por requerimiento de parte
mteresada, sea la Comision o alguno de los Estados partes, a tenor de lo previsto
en los artfculos 45.2, 61.1 y 63.2 ejusdem.
[28_] En cuan~o .ala potestad para conocer de la accion cautelar y decidir sobre
las.medtdas pro~ISIOnales pertinentes, cabe observar que la Convencion solo se
r~ftere a las medtdas cautel~res en el capitulo referido a la competencia y funcwne.s de la ~orte Inferamencana; lo cual, evidentemente, no atenta contra lanec~~ana !' obhgante tarea sustanciadora que debe acometer previamente Ia Comiswn a fm de co~statar, segun lo ya dicho,la veracidad [presunta y grave] de los
hech.os denunctados. En nuestro criteria, en consecuencia, decidir acerca de las
medtdas. cautelares dentro del regimen del Pacto de San Jose corresponde unica
Y e_xclustvamente a Ia Corte Interamericana, por virtud de lo dispuesto en su
articul~ 63.2 concordado a su vez con el articulo 19.c del Estatuto de Ia Comision
y el articulo 24 del Reglamento de Ia Corte.
[29] P~r otra par~e, ~~do el car~cter extraordinario de las medidas que
puedan denvarse del ejerctciO de la accton cautelar, que solo procede en casos de
<<extrema gravedad y urgencia>> y siendo <<verdaderos los hechos denuncia~os>>, el establecimiento de las rnismas asume dentro del sistema las caracterfsttcas ~e un acto tipicamente jurisdiccional, recubierto en consecuencia de ]a
autondad que solo poseen los mandamientos y providencias de Ia Corte. Quiz a
~o~ e~lo. este Tribunal, preocupado por preservar Ia naturaleza tipicamente
JUnsdtccwnal del procedimiento cautelar, ha sostenido "que, tratandose de
asuntos que se encuentran en tramite ante Ia Comisi6n, y que por tanto, nose han
104
sometido todavfa a! conocimiento de Ia Corte, las medidas provisionales que puede
ordenar Ia Corte a solicitud de Ia Cornision, ... asi como las prelimilzares de urgellciil
encomendadas a! Presidente en consulta con los jueces, deben considernrse como de
caracter excepcional y no como atribuciones normales de Ia competencia del propio
24
Tribunal y del Presidente" (Cursivas nuestras).
[30] La jurisprudencia de Ia Corte no ha sido todo lo explfcita cuanto se
requiere sobre este ultimo argumento de I~ con:~etenci~ de los organos de Ia
Convencion, a pesar de lo previsto en las dtspostcwnes cttadas ut supra ~·en lo
particular, de lo espedficamente pautado por el articulo 48.2 del primer mstrumento, que apenas atribuye a Ia Comisi6n <<en casos graves y ur~e~tes>> Ia
autoridad para realizar una <<investigacion in loco>> previo consenttrruento del
Estado acerca del cual se aleguen violaciones de los derechoshumanos salvaguardados por el sistema.
[31] La circunstancia de que en las normas estatutarias referidas a las con:petencias de Ia Comision se hable de medidas <<cautelares>>, en defecto medtdas
<<provisionales>> que es el cognomento genera~mente ut.ilizado de~tro del marco de las atribuciones fijadas a Ia Corte Interamencana; y vtsto, ademas, que Ia Comision, en su propio Reglamento, a! referirse a las <<medidas cautelares>>
incluye una norma generica segun Ia cual puede "tomar cualquier acci6n que
considere necesaria para el desempefto de sus funciones" y "pedir que sean tomadas medidas cautelares" ,25 mas nose indica enla norma a qui en o ante qui en puede
hacer tal requerimiento; pod ria, todo esto sugerir que Ia Comision al igual que Ia
Corte poseen similares potestades para el conocimiento y ordenacion de n:edi~as
preliminares conservativas de los derechos humanos. Empero, de haber stdo este
el espiritu del regimen establecido en Ia materia por el sistema del P~~to de San
Jose, resultaria absurda la prevision del articulo 63.2 de Ia Convencton, a cuyo
tenor la Comision debe dirigirse a Ia Corte para Ia realizaci6n del proposito arriba
I
indicado.
[32] Tal hipotesis interpretativa -cuyo valor negamos ab initio- s6lo podria
encontrar asidero en Ia sugerencia oblicua de Ia propia Comision Interamericana
contenida en su Resolucion del Caso Bustios-Rojas c. Peru, cuando en los numerales 10 y 11 de sus considerandos fija lo siguiente: "10. Que esas medidas
cautelares pueden solicitarse aun cuando nose haya definido Ia admisibilidad del
caso ante la Comision....... [y] .... ll. Que Ia solicitud de adopci6n de nzedidas cautela res
24
Resoluci6n del Presidente de Ia Corte I.D.H. de 14 de diciembre de 1992 (Caso Chipoco).
25
Cfr. numerates 1 y 2 del articulo 29.
105
par la Comisi6n y par la Corte, y su adopcion por el Estado en cuestion, no prejuzga
sobre la materia de la decision final...ni sobre la adrnisibilidad de la denuncia"
(Cursivas nuestras). 26
[33] El procedimiento cautelar, una vez ejercida la accion sobre la base de los
presupuestos antes mencionados, tiene caracter sumario e incidental yes bastante
sencillo. En los casos que ya cursan por ante Ia Corte, Ia solicitud respectiva puede
hacerse en cualquier estado y grado del proceso, pudiendo agregarse por via de
principia que, a! igual que ocurre con las excepciones prelirninares, su sustanciacion
en modo alguno puede suspender el procedimiento sobre el fondo. En los casos
que todavia no cursan por ante la Corte, las denuncias acerca de lo principal que
contengan requerirnientos cautelares deben cuando menos haber sido consignadas por ante la Cornision, no siendo necesario que esta se haya pronunciado sobre
su adrnisibilidad.
[34] La Cornision, conforme Io indica el propio Reglamento, no requiere de
estar reunida para que su Presidente presente Ia solicitud de medidas cautelares
a que se contrae el texto de la Convencion. Antes de decidir Io pertinente, el
Presidente o, en su defecto, uno de los Vicepresidentes deben consultar a los
rniembros de la Cornision de ser ello posible. Caso contrario, la decision de solicitar las medidas podra cursarse sin consulta, salvo Ia exigencia de comunicar el
contenido de tal providencia a los miembros de Ia Cornision en terrninos inmediatos. No queda clara, sjjl embargo, en el texto del articulo 29.3 del Reglamento de
la Cornision, la posibi!idad de que uno de los Vicepresidentes adopte la decision
en defecto delPresidente, vis to que la norma de referenda apenas indica que estos,
los Vicepresidentes, <<consultara[n]>> lo necesario por medio de la Secretaria;
pero, al sefialarse en ella la hipotesis segun la cual debe decidirse sin consulta,
atribuye a! Presidente y solo a el tal potestad. A todo even to, el sefialado instrumento facilita en su articulo 9 resolver la situacion, pues perrnite al Primer y
Segundo Vicepresidentes o a! rniembro mas antiguo de la Cornision sustituir al
Presidente en sus ausencias temporales y ·en el orden de sus respectivas precedencias.
[35] Recibida la solicitud por la Corte Interamericana, via cualquier medio de
comunicacion yen la persona de su Presidente, de cualesquiera de sus miembros
o de la rnisma Secretaria, el Presidente debe convocar ala Corte sin demora a fin
de que se avoque al conocirniento de la accion cautelar presentada. La decision de
esta, a pesar del requisito convencional de Ia <<urgencia>>, paradojicamente
26
106
debe.re~u~t;r.~el~~1n~:a~!~t~~~~;;r~~:~~:~:~~~~ea~~~~~~:: 1 ~~:J~~~~!~:~i
1
denCJa e n u
arte convocada a ser oida con las debJdas
que prescribe el derecho de to~a Eesolucion del Presidente de la Corte sobre la
efecto,
enCahumma,
. , su deci'sio' n de "convocar al Gobierno
garantiasY
. · d d Consta,
d' d enen
el Caso
sohc!tu
e
me
I lase
..
,
para
que
concude Guatemala y a a ormswn...
' a traves de sus
. , representantes,
" 2s
rran a una audiencia publica ... sobre el asunto en cuestwn....
. . an las normas del sistema la posibilidad de que. la Corte se
[36] No md!c
. lirnini litis>> e <<in audita parte>>,
pronuncie en 1~ materia. c.aute;ar :~~fin de cuentas mal podrian contar en la
ordenando medidas provi~Jona es q arantia otorgada por el requirente, que
practica con la contraparhda ~~ ~na ~eel mandamiento conservatorio ordenasalvaguarde los eventu~les pel')U~cws q 1 E tado requerido. Extrafiamente, la
1 c te pud 1ese ocaswnar a s
1
~~.f.~~i~d ;:l <a<Octe< <ontend::::.~~'!;.",:,:>=.:::,:: ~!:,:a;, ~~
derechos hu~anos nge en .est:isitivo de sus mecanismos. Incluso, dentro de la
juridico-pubhco y, por ende, mit d
gr Venezuela yen lo atinente a las decil~gislacion interna d~ al~~~::ho: ~ go:;~ti;s constitucionales se debate el ~unto,
swnes de
no espedfica al sefialar que una decision que
a]
aun cuan o a
. . , f
d averiguaciDn sumana que
de consideraciones ~e mera flor~a Y~m ~~~gg~:l~~~ /el derecho ala defensa.zg
la preceda", rompena con e prmc!p!O
:~p~~c:~n:e
"presc~nd[
favo!!: t~ ~.:~o":.,;~;.;::l:,;;:<inmediat"'> >t"';d;•::::d:~':'r!a'~~:i~~
1
d . abierta en sus dictados una pequefia fisura, en
de dafios irrep~rables por ~oh:~~ng~:~:~:es~~~~ JelJuez Ad Hoc; lo cual, asi
rnismas no requieren para :udee~~sminuir en la accion cautelar to do resabio de
lo creemos, habla .en favo
.en habla en contra de esta tendencia la perdida
origen con~actua~st~ r;;~l t::~~o el Presidente de la CIJ en favor del Plenario
de p~tes~a que, . es e
' torias o cautelares, lo que de suyo indica la neceinterriacional quede sujeta a debate entre las par-
~i~:;~~~~~e~e~:~~~~~~:~;
27
.
1 1 • . e del derecho de amparo a los derechos Y
Allan Brewer Carlas, "IntroducC16n gen~raf a ~:gu~rnanica de Amparo sobre Derechos y Garantias
garantlas constitucionales, en Ia obra co ec;.va
g del autor y Carlos Ayala Corao), Caracas,
Constitucionales (Introducci6n general y estu 10 pre tmmar
Editorial Juridica Venezolana, 1988, PP· 86, 87 Y 91 ·
28
. .
.. 'n I .D.H (Guatemala), Resoluci6n de 15 de julio de
Medidas provisionales sohC!tadas
por Ia Comtsl(
1991.
'
29
Brewer, op.cit., p.87.
r.
Resoluci6n 2/90 de 16 de mayo de 1990 (Caso 10.548).
107
tes. 3°Cabrfa observar, sin embargo, que una cosa es el tratamiento de medidas
cautelares en asuntos dominados por la estructura relacional entre los Estados y
otra, necesariamente, la que ha de corresponder a temas que, como el de los
derechos humanos, resultan de un transito desde la citada vision juridica internacional autonoma hacia otra de caracter heteronomo e <<institucional>>, restrictiva de la voluntad absoluta y paritaria de los Estados.
[38] En esta materia, a diferencia de cuanto acontece en el orden internode
los Estados, el sistema interamericano de derechos humanosha preferido apoyarse en un mecanismo gradual que, primafacie incita al Estado denunciado a proveer
de manera unilateral y soberana acerca de las medidas indispensables para evitar
o atenuar los efectos de situaciones o hechos denunciados ante la Comision como
violatorios del Pacto de San Jose. Asi se explica que, mediando los requisitos de
<<gravedad y urgencia>> que son propios ala accion cautelar, el Presidente de la
Corte pueda, previa consulta con la Comision Permanente y en espera de la
reunion del plenario, requerir "del gobierno in teresa do que tome [el]las medidas
urgentes necesarias" 31 que hagan posible realizar la finalidad de la accion cautelar.
Dentro de este marco, eventualmente, podria entenderse la hipotesis citada ut
supra, a cuyo tenor la Comision podria "pedir[le] al Estado interesado] que sean
tomadas las medidas cautelares ... para evitar que se consume el daiio irreparable .. ",32 sin necesidad de transitar por el mecanismo de la Corte.
[39] En este ultimo sentido cabe fijar, entonces, una neta separacion entre la
potestad de la Comisi611. o del Presidente de la Corte para requerir del gobierno
interesado que tome las medidas urgentes necesarias, por una parte y, por la otra,
la potestad exclusiva y excluyente de la Corte para tomar [ella misma y directamente] las medidas provisionales a que hace referenda el articulo 63.2 de la
Convencion en concordancia con el articulo 24.4 del Reglamentode la Corte. A qui,
probablemente radique la distincion que, de manera indirecta, introduce la Corte
Inter americana en los Casos de Honduras, cuando en sus considerandos acerca de
las medidas provisionales solicitadas por la Comision habla de "medidas especiales", llamadas tambien por este ultimo organo "medidas concretas". 33
.
arado del anterior val en algunas reflexiones
[40) Finalmente, como tema sedp . .
autelaresdelaCortelnteramericana
'd
f ctosdelas ec1s10nesc
.
d
acercadelcontem oye e
'f
. d
antoocurreenelordenmterno e
. es a d 1 erenc1a e cu
,
de Derechos Humanos,.P.~ '
d'd
utelares por parte de los organos
1 d'sposlc10n de me 1 as ca
'bl
los Estad os, a 1
. t !'mites expresos en cuanto a sus pos1 es
internacionales nose encuentra suje a a 1
formas y modalidades.
.
1 medidas provisionales, tanto las generales
[41] Las normas relati~as a Uas 'd
o en el sistema interamericano de
.
. t ema de Nacwnes m as com - lanporviadee ·emploque: " ... e1
relatiVas
a1 s1s
1 .
.,
d
h s humanos apenas sena
1 partes a que cumplan con 1as
o
. '
P roteccwndelos erec
·d d
d a mstar a as
...
Consejo de Segun a ... po ~
. bl ,,34 "la Corte [de la Haya] tendra
'd
. gue necesanas o aconseja es '
"35 "1
med1 as ... que JUZ
.d
. ionales que deban tomarse... ;
a
facultad para indicar .. .las medl as prloV1S d'das provisionales que considere
. l dra tomar as .me 1] podra pedir que sean tomadas
Corte [Interamencana ... po
•
, 36 "la Comisi6n [Interamencana
. ,
... ;
'd t [d la Corte Interamericana] ... requenra
P ertinentes
.
1
n.37 "el Pres1 en e
e
,
medidas caute ares... '
1 medidas urgentes necesarias... /s etc.
del gobierno interesado que tome as
t
ulta claro en primer lugar, que la
[42] De la apreciacio~ de estos
o~r:ro del De~echo de Gentes tiene un
determinacion de las medidas caut~ ares edo or un elenco abierto e inagotable
caracter generosamente discre~iona 'ma~ca ufunicos y necesarios Ifmites serian
de pos1'b'l'd
1 1 a d es. D e suyo' enconsecuenc1a,s
. n el obj'eto 0 el resultado caute1ar
. d dd 1
didaparacump1Irco
. .
1
tr tual institucional o bien comumtana
tanto la prople a e a me
quelejustifiquecuantola~atura ~zac~~ a~ro d~ la cual se adopte la corresponque revista la estructura mt~rnacwna en
diente decision conservatona.
d con las normas seftaladas es indispensable
[43] En segundo lu~ar: de ac~: ~ede formularle a un Estado el6rgano interdiscernirentreelrequenrmentoq f P.l.t
'ones o medidas propias al cumpli.
fi d
acometa o ac1 1 e acc1
.,
nacwnal, a n e que.
.
.
lo ue si nifica la adopcwn de memiento de sus obligacwnes mternacwn~l~s, ys ga'!antiz~r dentro el orden inter-no
didas cautelares espedficas, cuyo proposl o e
:ex
34
30
Rousseau, op.cit., p. 416.
31
Cfr. artkulo 24.4 del Reglamento de Ia Corte I.D.H.
32
Cfr. articulo 29.2 del Reglamento de Ia Comisi6n I.D.H.
33
Veanse, resoluci6n de Ia Corte I.D.H. de 15 de enero de 1988 asi como oficio de Ia Comisi6n a Ia Corte
de 18 de enero de 1988.
35
36
37
38
Articulo 40 de Ia Carta de San Francisco.
Articulo 41.1 del·Estatuto de Ia CIJ.
Articulo 63.2 del Pacto de San Jose.
Articulo 29.2 del Reglamento de Ia Comisi6n I.D.H.
Articulo 24.4 del Reglamento de Ia Corte I.D.H.
109
108
-----------------~~----------------------~
'
de un Estado no se desmejoren derechos o situaciones jurfdicas sometidas a
controversia en el ambito internacional.
[44] Esta ultima consideraci6n asume un especial significado dentro del
sistema interamericano de protecci6n a los derechos humanos, ya que en su seno
tienden todavfa a confundirse uno y otro plano cad a vez que se produce el ejercicio
de una acci6n cautelar por parte de la Comisi6n o cuando se adoptan las providencias respectivas en el ambito de !a Corte Inter americana. Asi, por ejemplo, en
el Caso de los Penales Peruanas la Comisi6n solicit6 del Gobierno de Peru a titulo
de medidas cautelares, entre otras,le diese autorizaci6n para realizar una <<inspecci6n in situ>> y que remitiese ala Comisi6n "la lista oficial de.personas que
resultaron muertas y desaparecidas a partir de los hechos ocurridos en el Centro
Penal Miguel Castro Castro". Y, es evidente que, tal y como lo sefial6luego el Presidente de la Corte, "algunas de estas medidas no pueden considerarse propiamente como de caracter cautelar y provisional",-'9 es decir, "no estan dirigidas a
evitar daftos irreparables a las personas" como asi lo sostuvo !a propia Corte en
el Caso Colotenango. 40
t
medidas sean necesarias para proteger la vida, integrida? corporal y
43
Por el contrano, en el Ca~o
B;stios Rojas, si bien la Corte toma nota de.las medidas adoptadas po: el prop1~
G b' rno a instancias del Presidente del Tnbunal, acuerda como med1da espeCl
f oa ~':equerir al Gobierno del Peru ... establezca autoridades civiles de ~nl~ce tn
{~rna, Ayacucho y Huanta para recibir las comunicaciones de urgenc1a e as
personas bajo proteccwn ·44
~~a:r~~ad de los testigos [mencionados en el caso ]... "
•
a) Las medidas cautelares constituyen un medio procesal, orientado a
evitar la sucesi6n 0 agravaci6n de dafios irreparables a las persor:~s en
casos en donde se encuentre comprometida 1~ eventual re~ponsab1hdad
del Estado y sea ella objeto de debate en los organos del s1stema, sea en
la Comisi6n o en la Corte.
b)
40
Resoluci6n de Ia Corte I.D.H. de 22 de junio de 1994.
41
Vid. nota 36 ut supra.
42
Vea~se, solicitud de medidas provisionales (Caso 10.959) de octubre de 1993 y resoluci<in del
Prestdente de Ia Corte I. D.H. de 19 de noviembre de 1993.
L s modalidades que pueden asumir tales medidas dependeran de la
factica 0 juridica comprometida dentro del.Estado
rido en atenci6n a las necesidades que imponga la efechva proteccw.n
de la ~ictima, evitandole dafios irreparables que pudie.s~n hacer nugatona
la ejecuci6n del pronunciamiento ~inal d~ r~sponsab1l~dad que se llegue
a dictar en la causa sometida a la mstanCla mteramencana.
ci~cunstancia
req~,e­
c) Corresponde a la Corte Interamericana, no asi al ~stad~ :~querido,
definir las medidas provisionales correspondientes, s.m p~~UlClO de que
la Corte asigne a dicho Estado la ejecuci6n de una obhgacwn cautelar de
<<resultado>> en los casos donde los medios, po: sf. ~6los, no s:~n
suficientes para evitar los daftos irreparables que JUStiflcan la accwn
incidental de tipo conservativo.
[46] Igualmente, en el Caso Chunima, la Comisi6n, al solicitar medidas provisionales a la Corte le insta "requerir al Gobierno de Guatemala que adopte
Resoluci6n del Presidente de Ia Corte de 14 de diciembre de 1992.
II
[47] De to dolo expuesto anteriormente, cab ria concluir qu~,las reglas basicas
del regimen cautelar en el sistema interamericano de proteccwn a los derechos
humanos se concretan a lo siguiente:
[45] Pero, ademas, siendo que las normas en la materia atribuyen ala Corte
la potestad para "tomar las medidas provisionales que considere pertinentes","I
lo cierto es que la misma, quiza influida por la vision relacional que priva dentro
del regimen clasico de derecho internacional, ha evitado indicar las medidas
correspondientes. Asf, por ejemplo, cuando en el Caso Reggiardo Tolosa la Comisi6n solicit6 a la COrte requerir "al Gobierno de Argentina la transferencia
inmediata de los menores [Juan Enrique y Maria Rosa] para que los mismos [fuesen] puestos en guarda provisoria en un lugar sustituto y sometidos a un
adecuado tratamiento psicol6gico hasta tanto se res[ olviese ]la entrega a su familia
legitima", en Resoluci6n de la Presidencia del Tribunal Interamericano se resolvi6
"requerir al Gobierno de la Republica Argentina ... adopte sin dilaci6n cuantas
medidas sean necesarias para proteger la integridad psfquica de los menores ... ".•2
39
' _.
d) Las potestades de la Comisi6n en esta materia, por ser d.e e~~acci6n
netamente jurisdiccional, no pueden ir mas alla del me:o eJ~,rclClO ~~ la
acci6n cautelar ante la Corte; ello, sin perjuicio de la.atnbucwn genenca
ue tiene la misma para requerir del Estado denunCiado cumpla con las
~bligaciones de respeto y de garantia de los derechos humanos que le
43
Solicitud de medidas provisionales (Caso 10.674) de junio de 1991.
44
Resoluci6n de Ia Corte I.D.H. de 17 de enero de 1991.
110
111
I
impone el Pacto de San Jose, adoptando las medidas pertinentes y, de ser
el caso, facilitando a la Comisi6n sus labores de investigad6n in loco.
e) En el ambito de la Corte, compete al plenario adoptar las medidas especiales o espedficas de corte cautelar que le sean solicitadas por la Comisi6n; sin perjuicio de que su Presidente, en espera del pronunciamiento del Tribunal, pueda ordenar al Estado requerido adoptar por propia
iniciativa las prevenciones o medidas conservatorias que juzgue conducentes para evitar el dafio irreparable cuya inminente sucesi6n haya sido
denunciada o, cuando menos, para que evite la sucesi6n de nuevas
situaciones de hecho o de derecho que impidan la ejecuci6n o hagan
inefectivas las medidas concretas y singulares que, de ser el caso, Ilegue
a ordenar la Corte en la oportunidad procesal correspondiente.
[48] En lo relativo a los efectos de las decisiones cautelares del Presidente o
del plenario de la Corte, es conveniente anotar, a manera de epilogo, que las
mismas tienen caracter vinculante para el Estado requerido, sin que este pueda
ale gar en su contra razones politicas o juridicas de ordeninterno que, en todo caso,
atentarian contra el principio general de la pacta sunt servanda. Su cumplimiento
es inherente ala naturaleza judicial del mismo pronunciamiento cautelar. Sostener lo contrario le restaria todo sentido a la funci6n jurisdiccional de que esta
investida la Corte por la Convenci6n Americana y acerca de la cual son libres los
Estados partes de aceQtarla o no, bajo condici6n de reciprocidad.
. o·I Company (1951) refierese al canicter de ordenanza o resoluci6n que
raman 1
.
. '
·udiciales de suyo desprovistos de la fuerza de
revisten tales pronunClarruentos J
. E,l Ouali ha dicho a prop6sito de este
ada inherente a las sentene1as.
'
·
Ia fuerza juridica de las m
d
den formal cuanto en 1a razon
raz~ne.s, n ~:diante una interpretacion de caracter teleol6gico; y, al efecto, ~bs~rcap tel~
ue "introduciendo una justicia interinaria para la salvaguarda e os
~::ec~~~~~ las artes,las medidas conservatorias tiene~ f_or fin~li.d.ad ma~tener
.
I
b t p ·a ....,;sma dellitigio en esperade la deClswn deflmtiva, evltando
mtacta a su s ancl au
46
todo perjuicio irreparable".
~~~:~~~!ue
edid~s cdoenss::~:t~::::~a~~~~:~:c~:s~~~
dentro del regimen del Pacto de San_Jose: ~~e en
[51] De cualduier manera,
modelo estructural de corte institucional e mqUlslhvo y
:j::~I:k:::~~~~::~~~::.~~~;:~~·~~,:~:~~~~;:~~~~!~~
par~;~:~;i~~~~~~i~;s~::i:~:~~~e~~er~;:f~ 1:r~e~~r:~~ne~e.los Estado~
1 ·urisdicci6n de la Corte y que forma parte JUnto con ~a norma
seg
~~~~:s!:~~~~~:~t:!ares de la secci6n atinente a la competen~ia YfunC1[7es del
Tribunal la declaraci6n citada le impone a los Estados partes reco.noce r co~~
. atori~ de lena derecho y sin convenci6n especial, la competencla ~e .~a Co .
~~~~e todos lo:casos relativos a Ia interpretacion o aplicaci6n de [Ia] Convencwn (Curslvas nuestras).
Lomas de La Lagunita, 15 de septiembre de 1994.
[49] En la experiencia de la Corte de La Haya este punto ha sido objeto de
amplia consideraci6n. Pero,la naturaleza contradictoria del proceso respective y
la tendencia dominante que sefiala que los Estados no estan obligados a conformarse con el fallo cautelar, tiene su origen y explicaci6n enla naturaleza voluntarista
y relacional que ha dominado buena parte de las relaciones juridicas internacionales. Otro tanto ocurre con la redacci6n del articulo 41 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, pues al referirse este a las medidas provisionales sefiala
que "la Corte tendra facultad para indicar .. .las que deban tomarse ... ". Y, es el caso
que la expresi6n a cuyo tenor "la Corte podra indicar" sustituy6 a otra mas categ6rica, contenida en el proyecto elaborado por uno de los miembros del Comite
de Redacci6n del Estatuto, segun la cual "la Corte podra ordenar..." (Cursivas
nuestras). 45
[50] Otro argumento esgrimido para rechazar la autoridad de las decisiones
cautelares de la Corte de La Haya, tal y como lo hizo Iran en el Caso de la Anglo
45
El Ouali, op.cit., p. 45.
46
Idem, p. 99.
47
Vid. nota 41 ut supra.
113
112
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