Hallan un contenido excepcional de omega

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Hallan un contenido excepcional de omega-3 en bisontes prehistóricos
https://idescubre.fundaciondescubre.es/2015/01/14/hallan-un-contenido-excepcional-de-omega-3-en-bisontes-prehistoricos/
El trabajo, publicado en ‘Scientific Reports’, se ha realizado
conjuntamente entre investigadores pertenecientes al CeiA3, del Área de Tecnología de Alimentos, con
investigadores de la Academia Ciencias Rusa de San Petersburgo. Todas las muestras se han analizado en la
Universidad de Almería.
La hipótesis de partida planteada por los investigadores, liderados por el profesor José Luis Guil Guerrero,
miembro del Campus de Excelencia en Agroalimentación en el Departamento de Agronomía (Área de
Tecnología de Alimentos) de la Universidad de Almería, es que en Europa, durante la Edad del Hielo y tiempos
inmediatos, la grasa subcutánea de los grandes mamíferos desempeñó una función primordial en la alimentación
de los cazadores humanos del Paleolítico y Mesolítico, como fuente no sólo de energía, sino también de ácidos
grasos omega-3 y omega-6.
Importancia del trabajo
Los ácidos omega-3 son indispensable para la vida. Son precursores de hormonas y constituyentes de
membranas celulares en el cerebro, además de desempeñar muchas otras funciones para la vida y la salud. Su
ingesta deficiente conlleva la aparición de muchas patologías, mentales (depresión, déficit de atención, etc.),
cardiovasculares (arteriosclerosis, hipertensión y otras), reproductoras, endocrinas, dérmicas, y muchas más.
El conocimiento sobre la disponibilidad de ácidos grasos omega-3 para los seres humanos en la prehistoria es
muy relevante, ya que de ello se pueden sacar conclusiones útiles sobre los hábitos alimentarios saludables para
los humanos de hoy en día. Es decir, al margen de que el conocimiento tiene un interés intrínseco per se, el
hecho de dilucidar los hábitos alimentarios del ser humano en la prehistoria permitiría relacionarlos con las
enfermedades de la época (se conocen gracias a los restos óseos), para poder establecer pautas de alimentación y
así mejorar la nutrición de los humanos actuales.
Qué se ha estudiado antes en este tema
En un artículo nuestro de hace un año, se dio a conocer el perfil de ácidos grasos de los tejidos subcutáneos de
varios animales de la época glacial, a finales del Paleolítico: dos mamuts, dos caballos y dos bisontes. En este
trabajo se encontraron ácidos grasos omega-3 y omega-6 en los tejidos grasos subcutáneos de aquellos animales,
en algunos casos en concentraciones muy elevadas, los cuales podrían haber contribuido a cubrir las
necesidades de estos nutrientes para los cazadores humanos de tal época.
Contexto prehistórico
El Mesolítico fue un periodo de transición para los cazadores-recolectores en Europa, y comenzó
aproximadamente hace unos 10.000 años. Eran ya hombres de nuestra especie (Homo sapiens sapiens). Al
margen de la caza, que practicaban como mayor recurso alimentario, los productos de la recolección (raíces,
insectos, semillas, etc.) ocuparon progresivamente un papel relevante en la dieta, aunque marginal, y al final de
esta época se desarrollará la agricultura en algunas zonas del Creciente Fértil.
Hasta hace poco tiempo se creía que el mamut y el rinoceronte lanudo se habían extinguido al final del
Paleolítico, pero se han descubierto zonas de Siberia donde permanecieron hasta tiempos recientes. Estos
animales y la fauna asociada a ellos (bisontes, caballos, osos de las cavernas, etc.) continuaron nutriendo al
hombre del Mesolítico en amplias zonas de Asia, lo que conllevó a la extinción del bisonte prehistórico,
objetivo de este trabajo.
Qué se ha encontrado ahora
En el presente trabajo, se ha analizado la grasa de tres bisontes congelados encontrados en el permafrost de
Siberia (Rusia). Todos ellos procedentes del Holoceno temprano (con 8000; 8200; y 9300 años de antigüedad).
Las muestras se analizaron por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas y FID. Las muestras
de grasa de dos de los bisontes mostraron dos zonas bien diferenciadas, castaña y blanca. Esta última se hallaba
enriquecida en ácidos grasos saturados, y corresponde a una etapa intermedia de degradación de la grasa
(llamada adipocero), mientras que las zonas marrones se hallaban en buen estado.
Estas contenían ácido ?-linolénico (omega-3) en porcentajes muy elevados, además de otros grasos esenciales
omega-3 y omega-6. Como se demuestra en este trabajo, la grasa subcutánea de bisontes consumidos por los
cazadores de aquella época (Mesolítico) contenía ácidos grasos omega-3 en cantidades cuatro veces mayores a
las que se encuentran en la grasa subcutánea del bisonte actual. Por lo tanto, la grasa subcutánea del bisonte
podría haber contribuido a satisfacer la ingesta diaria recomendada de ácidos grasos omega-3 para mantener una
buena salud en el Mesolítico, en mucha mayor medida de lo que se pensaba.
Conclusiones
El excepcional contenido de omega-3 en los bisontes prehistóricos podría deberse al consumo de plantas
criptógamas (musgos sobre todo), ya que hemos encontrado restos de estas en su aparato digestivo. Así,
mediante consumo de grasa de bisonte, los cazadores del Mesolítico podrían haber satisfecho sus necesidades de
omega-3 sin necesidad de recurrir a pescado o fuentes vegetales de los mismos, al mismo tiempo que cubrían
sus necesidades de energía.
Aclaración importante
Este trabajo se ha centrado en la grasa subcutánea de bisontes prehistóricos, que es lo que mayormente
consumían los cazadores de la época, en lugar de la carne. El consumo de alimentos proteicos, como la carne,
tiene un límite diario (aproximadamente 1 kg) por ser tóxica en cantidades mayores. En aquella época, un
cazador-recolector necesitaba al día más kcal que los hombres actuales (por encima de 4.000 kcal), y la carne no
podía proporcionarlas, ya que 1 kg de carne produce sólo unas 2.000 kcal, y contiene omega-3 en escasa
proporción. Por tanto, el consumo de grasa fue prioritario en la prehistoria, en un contexto de escaso consumo
de alimentos vegetales energéticos. De este modo, la grasa de animales como el bisonte proporcionó al hombre
prehistórico energía y ácidos omega-3 simultáneamente.
Referencia bibliográfica:
José L. Guil-Guerrero, Ignacio Rodríguez-García, Irina Kirillova, Fedor Shidlovskiy, Rebeca P. Ramos-Bueno,
Grigoryi Savvinov & Alexei Tikhonov.
The PUFA-Enriched Fatty Acid Profiles of some Frozen Bison from the Early Holocene found in the Siberian
Permafrost. SCIENTIFIC REPORTS 2015; DOI: 10.1038/srep07926.
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