Asunto: Prórroga del término de duración de una sociedad, escritura pública de fusión y otros temas Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 2008-01-179430, por medio del cual formula una serie de interrogantes respecto de diversos temas societarios. Sobre el particular, se procede a dar respuesta a sus inquietudes, teniendo en cuenta para tal efecto la doctrina que con relación a los asuntos consultados ha proferido con anterioridad esta Superintendencia. 1. “ Si una sociedad, que estableció en sus estatutos una duración de diez años, y ésta por negligencia y con el paso del tiempo deja vencer ese término y no realizan una reforma de los estatutos antes del cumplimiento del termino, necesariamente entra en estado de disolución?, en este caso es válido realizar una reforma de los estatutos para ampliar o prorrogar el término a pesar de que este ya esté vencido y en estado de disolución para subsanar la causal?, o es necesario para seguir con su objeto realizar una escisión.” A este respecto resulta conveniente traer a colación la normatividad que se relaciona con el tema objeto de esta pregunta. Dispone el artículo 218 del Código de Comercio: “ La sociedad comercial se disolverá: 1. Por vencimiento del término previsto para su duración en el contrato, si no fuere prorrogado válidamente antes de su expiración. (…)” A su turno señala el artículo 219 del citado Código: “ En el caso previsto en el ordinal 1º del artículo anterior, la disolución de la sociedad se producirá, entre los asociados y respecto de terceros, a partir de la fecha de expiración del término de su duración, sin necesidad de formalidades especiales. (…)” De los preceptos transcritos se desprende de una parte, que en el caso del vencimiento del término de duración de una sociedad, su disolución se produce entre los socios y frente a terceros, desde el mismo momento de la fecha de expiración del referido término, momento que a su vez determina el ingreso de la compañía en etapa de liquidación, y de otra parte, que la prórroga del plazo de duración de una sociedad solo puede hacerse antes de su vencimiento, por lo que es dable concluir que encontrándose la compañía en período de liquidación, ya no resulta posible proceder a reformar los estatutos sociales para ampliar el comentado término. Ahora bien, en lo que a la posibilidad de que una sociedad en estado de liquidación opte por una escisión con el fin de continuar desarrollando su objeto social, este Despacho en el oficio 220-11760, publicado el 30 de abril de 2001, expresó: “ En efecto, cuando en el artículo 172 C. Co. y en el artículo 3 numeral 2 de la Ley 222 de 1995 se establece que habrá fusión o escisión cuando una sociedad se disuelve sin liquidarse para ser absorbida por otra o para crear una nueva, se consagra una excepción a la regla del artículo 222 del C. Co., conforme con el cual la disolución implica inexorablemente la liquidación de una compañía. Y ello porque si los máximos órganos sociales acuerdan disolver la sociedad para fusionarla o escindirla, la sociedad no comienza su proceso de liquidación, sino que éste se ve desplazado por el de una reforma estatutaria tendiente a la consolidación patrimonial de dos o más compañías. Pero esto, a su vez , no implica que a una sociedad que adelanta un proceso de liquidación le esté prohibido adelantar una fusión o una escisión, si con ello pretende la liquidación pronta y eficaz de la compañía absorbida o escindente.” Del concepto citado se colige que es viable que una sociedad en liquidación realice una reforma de escisión, siempre que tal operación se adelante con el fin de procurar la liquidación pronta y efectiva de la compañía. Finalmente, en cuanto al presente interrogante, es preciso indicar a título ilustrativo, que el legislador mercantil, consagró la figura de la fusión impropia o reconstitución, en los artículos 180 y 250 del Código de Comercio, como un mecanismo encaminado a que una sociedad en liquidación pueda a través de dicha figura continuar con la realización de su objeto social. Para estos fines puede consultar en nuestra página Web (www.supersociedades.gov.co) los Oficios 220-24650 y 220-032432 del 18 de mayo y 24 de junio de 2005 respectivamente, en los que esta Superintendencia se pronunció sobre las referidas figuras jurídicas. 2. “ Si una sociedad se fusiona con otra, aportando bienes inmuebles, lo cual queda estipulado en la escritura de fusión para efectos de registro en la oficina de registro e instrumentos públicos, se debe de realizar otra escritura, o solamente con la escritura de fusión.” Sobre este punto es preciso revisar lo dispuesto en el artículo 178 del Código de Comercio, a saber: “ En virtud del acuerdo de fusión, una vez formalizado, la sociedad absorbente adquiere los bienes y derechos de las sociedades absorbidas, y se hace cargo de pagar el pasivo interno y externo de las mismas. La tradición de los inmuebles se hará por la misma escritura de fusión o por escritura separada, registrada conforme a la ley. La entrega de los bienes muebles se hará por inventario y se cumplirán las solemnidades que la ley exija para su validez o para que surtan efectos contra terceros.” De la lectura de la norma se observa entre otros asuntos, que en una fusión la tradición de los bienes inmuebles que se surte ante la oficina de Registro e Instrumentos Públicos, puede efectuarse a través de la misma escritura pública de fusión o mediante escritura separada. 3. “ Si una sociedad esta en liquidación y adquiere créditos hipotecarios o personales con terceros, para cumplir con el pasivo, estos negocios son o no totalmente válidos o están viciados de nulidad.” En cuanto a esta inquietud, se ha de poner de presente que la Superintendencia de Sociedades, en ejercicio de la facultad legal de absolver consultas (artículos 25 C.C.A. y 2º Num. 18 Dec. 1080 de 1996), no cuenta con la posibilidad de pronunciarse sobre la validez o legalidad de los actos o negocios jurídicos que adelante una sociedad. Sin embargo, y a título meramente informativo, se ha de anotar que de conformidad con el artículo 222 del Estatuto Mercantil, una sociedad en liquidación no puede iniciar nuevas operaciones en desarrollo de su objeto social, conservando su capacidad jurídica únicamente para los actos necesarios a su inmediata liquidación. 4. “ Si una sociedad constituida antes de la vigencia de la Ley 1014 del decreto 4463 del 2006, que tiene un patrimonio inferior a los 500 S.M.L.M.V y menos de diez trabajadores, puede realizar la reforma a los estatutos mediante documento privado?.” Para dar respuesta a este interrogante, es necesario detenerse en las disposiciones legales que se ocupan del particular: Prescribe el artículo 22 de la Ley 1014 de 2006: “ Las nuevas sociedades que se constituyan a partir de la vigencia de esta ley, cualquiera que fuere su especie o tipo, que de conformidad a lo establecido en el artículo 2° de la Ley 905 de 2004, tengan una planta de personal no superior a diez (10) trabajadores o activos totales por valor inferior a quinientos (500) salarios mínimos mensuales legales vigentes, se constituirán con observancia de las normas propias de la Empresa Unipersonal, de acuerdo con lo establecido en el Capítulo VIII de la Ley 222 de 1995. Las reformas estatutarias que se realicen en estas sociedades se sujetarán a las mismas formalidades previstas en la Ley 222 de 1995 para las empresas unipersonales.” Por su parte prevé el artículo 2º del Decreto 4463 de 2006: “ Respecto de las nuevas sociedades que se constituyan conforme a lo dispuesto en el presente Decreto, incluidas las comanditarias, las reformas estatutarias podrán ser realizadas a través de documento privado que se inscribirá en la Cámara de Comercio del domicilio social. En dicho acto, el representante legal o su apoderado, según sea el caso, deberá indicar expresamente que la sociedad cumple con al menos uno de los requisitos a que se refiere el artículo 22 de la citada Ley, precisando a cuál de éstos corresponde.” De la primera disposición, se desprende que la posibilidad de realizar reformas estatutarias por documento privado (como acontece en las empresas unipersonales), se circunscribe a las nuevas sociedades constituidas a partir de la entrada en vigencia de la Ley 1014 de 2006 y de acuerdo a los requisitos del artículo 22 de dicha ley, lo cual reitera la segunda norma transcrita, la cual también contempla el comentado criterio de temporalidad, al permitir las reformas sociales por documento privado solo para las nuevas compañías constituidas de conformidad con el Decreto 4463 de 2006. Lo antes expuesto permite concluir que las sociedades constituidas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 1014 de 2006, no cuentan con la posibilidad de realizar sus reformas estatutarias por documento privado, así acrediten alguno de los requisitos de activos o trabajadores a que alude el artículo 22 de la comentada ley. En los anteriores términos damos respuesta a su consulta, manifestándole que el alcance del concepto expresado es el previsto en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.