,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN EL CRECIMIENTO POBLACIONAL EN ANDALUCÍA: ANÁLISIS DE LOS COMPONENTES Juan Antonio Hernández Rodríguez. Instituto de Estadística de Andalucía. Introducción Son muchas las cuestiones básicas que deben resolverse para analizar cualquier fenómeno antes de pasar a observaciones más complejas y detalladas. No es la población un caso excepcional, así, simplemente cuestionarse sobre cuánto y con qué velocidad crece la población, o mediante qué mecanismo la población aumenta o disminuye supone un gran paso en este sentido. Las poblaciones no son meras sumas de individuos, existen procesos que determinan su formación, conservación y desaparición. Estos procesos se reducen principalmente a la fecundidad, mortalidad y movilidad. La variedad de combinaciones de estos fenómenos, interdependientes entre si, determinan la velocidad de las modificaciones de la población, tanto en sus dimensiones numéricas como en su estructura que constituyen lo que conocemos como “ el crecimiento de la población”. A la hora de completar un estudio sobre el crecimiento de una determinada zona , se hace necesario, además de contrastar cuál ha sido el comportamiento pasado y actual en base a estadísticas ya disponibles, el arriesgar una serie de comportamientos que nos den información sobre su previsible evolución. Con esta finalidad es de gran interés la descomposición del crecimiento de la población en sus componentes, lo que permite analizar el problema generando previsiones para cada uno de ellos. Así nos encontramos ante la necesidad de formular una serie de hipótesis acerca de estos componentes que intervienen en el crecimiento y que ya hemos adelantado: fecundidad, mortalidad y movilidad.Sin lugar a dudas esta es una tarea compleja, no exenta de riesgos, pero por otro lado necesaria como trabajo previo en cualquier tipo de análisis futuro de la población y por tanto de su crecimiento. Hay que tener en cuenta también que los fenómenos demográficos tienen una cierta estabilidad o inercia en el tiempo, se transforman lenta y gradualmente y, en comparación con otros fenómenos sociales y económicos, presentan menos incertidumbre, al menos a corto y medio plazo; sin embargo, cualquier pequeño error de rumbo, si se mantiene por tiempo suficiente, provoca enormes errores en las previsiones. Es preciso señalar que este tipo de formulación de hipótesis no llevan asociados unos intervalos de confianza que nos permitan valorar el grado de precisión de la estimación, sin embargo esta limitación intenta ser superada mediante la preparación de varios escenarios que nos permitan construir distintas hipótesis sobre la evolución de los componentes del crecimiento de la población y poder disponer no sólo de un resultado previsible, sino de un abanico de posibilidades. Es ahora el momento de hacer un pequeño estudio sobre la evolución de los comportamientos demográficos en Andalucía y adelantar algunas hipótesis de futuro. Fecundidad Quizás sea la fecundidad el fenómeno que ha experimentado un mayor cambio sustancial dentro de estos comportamientos, reflejado en el gran descenso de la natalidad producido en los últimos años en 437 COMUNICACIÓN ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, Andalucía, siguiendo las pautas de España, curiosamente hasta hace poco, junto con Italia y Portugal países tradicionales de alta natalidad, si bien los indicadores de fecundidad andaluces continúan siendo superiores a los de España. Algunas razones demográficas, al margen de lo social, económico o cultural han sido la casi desaparición de los nacimientos del 3º hijo y el retraso en la edad media del nacimiento del 1º hijo. Los condicionantes biológicos asociados a este retraso en el calendario de la fecundidad producen por si solos una reducción de la intensidad, dado que el ciclo reproductivo de la mujer evidentemente se acorta. ,QGLFD GRUV LQWp WLFRGH IH FXQGLGD G $QGD OXFtD 3,5 3 2,5 2 ISF 1,5 1 0,5 0 ISF: número medio de hijos por mujer La proyección de los parámetros de fecundidad no puede basarse exclusivamente en la observación del pasado, al tratarse de un fenómeno muy condicionado por factores exógenos y porque nos encontramos muy probablemente en un momento de transición entre dos modelos de fecundidad. Sin embargo parece evidente el mantenimiento de un retraso en el calendario y de una disminución de la intensidad a corto plazo, aunque la muy favorable estructura por edades actual provoque un aumento de los nacimientos en los próximos años, si bien su importancia y duración dependerá del curso futuro de la fecundidad. El número de nacimientos terminará disminuyendo antes del final del periodo de proyección salvo que la fecundidad alcance el umbral de reposición de generaciones. Para proyectar con más exactitud la fecundidad sería necesario determinar en qué proporción se combinan lo coyuntural y lo permanente en la situación actual. La imposibilidad manifiesta de aportar una respuesta cierta a este interrogante nos lleva a plantear cuatro hipótesis distintas sobre el futuro de la fecundidad en Andalucía. Estas hipótesis cubren un abanico que va desde la continuación de las tendencias actuales (hipótesis baja) hasta una inversión de esas tendencias que permita alcanzar la hoy casi utópica meta del reemplazo de las generaciones (hipótesis de referencia alta). Esta última hipótesis se denomina ‘de referencia’ porque no se la considera en absoluto como probable y sólo sirve para medir la distancia entre las diversas situaciones que se estiman y lo que podría considerarse como la situación óptima que permite mantener a largo plazo la población, mientras que las otras tres pretenden concretar distintos escenarios futuros posibles. La hipótesis central concreta la idea de que los indicadores actuales pueden reflejar una etapa de transición hacia una situación estable de fecundidad más tardía y menos intensa. La hipótesis alta se basa en un escenario más favorable a la natalidad, en el que el despalazamiento hacia edades más altas de la fecundidad se acompaña de un incremento de la fecundidad de las mujeres jóvenes en las futuras generaciones. Estas distintas hipótesis acerca de la fecundidad nos llevan a la obtención de distintos resultados de población para cada una de ellas, consiguiéndose así una horquilla de futuros posibles que informe sobre la variabilidad de las estimaciones. 438 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN El método de proyección de los parámetros detallados del modelo ha consistido en fijar para el año 2006, horizonte de la proyección, los valores del indicador sintético y de la edad media al nacimiento de los hijos. +LSyWHVLVVREUHHOLQGLFDGRUVLQWpWLFRGHIHFXQGLGDG $QGDOXFtD 3,5 3 2,5 2 1,5 1 0,5 0 Hip. Baja Hip. Media Hip. Alta Hip. Referencia Alta Mortalidad Desde principios de siglo la expectativa de vida ha seguido un comportamiento básicamente creciente de mejora, salvo por los dos periodos excepcionales que supusieron la epidemia de gripe de 1918 y el periodo de guerra civil y posguerra de 1936 al 1944, teniendo Andalucía un comportamiento relativamente paralelo al de España pero con niveles de expectativa de vida ligeramente inferiores. En las últimas décadas la expectativa de vida a cero años ha continuado mejorando, sufriendo de hecho importantes ganancias, sobre todo a expensas de la disminución de mortalidad de los grupos de edad más altos. A pesar de este panorama general esperanzador, una nube ha aparecido sobre la evolución de la mortalidad en los últimos años, la desaceleración de la mejora de la expectativa de vida en varones, muy evidente a finales de los años 90. La principal razón que explica este estancamiento de la mejora de la expectativa de vida en varones, ha sido el claro aumento de la mortalidad en los jóvenes de este sexo. En la serie histórica de la mortalidad por grupos de edad de España es muy evidente este aumento de la mortalidad de los varones de 15-34 en los años 80. Es la primera vez, si exceptuamos los periodos de la gripe del 18 y la guerra civil del 36, que se produce un aumento de la mortalidad en los jóvenes, en lo que va de siglo, de una manera continuada y no achacable a alguna situación catastrófica dada. En el caso de Andalucía este aumento de la mortalidad en los jóvenes es màs retrasado y de menor intensidad que el producido en el conjunto de España, si bien de evolución muy paralela y localizado en el mismo periodo. 439 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN 7D V D H V SH FtILFD GH PRUWD OLGD GSD UD H OJUXSR D xRV $QGD OXFtD 160 140 120 100 80 60 40 20 0 varones mujeres Para aproximar cuáles podrían ser los niveles de mortalidad en Andalucía dentro de un número determinado de años, partimos de ciertas asunciones normativas que deberán tenerse en cuenta en nuestros modelos proyectivos. Una de las más importantes es la de la duración máxima de la vida, si bien la existencia de ese límite biológico parece muy evidente, es sin embargo mucho más complicado precisar su duración exacta, aunque se suele aceptar que ésta suele estar en torno al siglo. Sin embargo existen ciertas causas de mortalidad como la accidental o la endógena que deben ser tenidas en cuenta y que hacen que la expectativa de vida óptima poblacional será siempre más baja que el límite biológico óptimo de la vida individual. La evolución diferencial de la expectativa de vida en varones y mujeres durante el periodo estudiado muestra, tras una evolución prácticamente idéntica hasta principios de los 80, que existe una clara divergencia a partir de mediado de los 80. Esto nos obliga a utilizar dos acercamientos diferenciados para proyectar la evolución de cada sexo. La hipótesis utilizada es la de una progresiva normalización de la mortalidad masculina en Andalucía que llevaría, en el horizonte límite, fijado en el 2025, a que el nivel y la estructura de la mortalidad de los hombres fuera el correspondiente a la tabla tipo masculina asociada al nivel de esperanza de vida alcanzado por las mujeres en esa fecha (se corresponderían con una esperanza de vida de 84 años para las mujeres y de 78,8 para hombres). La hipótesis es, por lo tanto, la desaparición progresiva del exceso de mortalidad masculina específico de Andalucía, manteniendo la sobremortalidad masculina-tipo. Esta expectativa de los varones, que es superior a la obtenida por extrapolación logística, se justifica bajo la asunción de que los factores responsables de la sobremortalidad masculina a finales de los 80 tenderán lentamente a desaparecer o en todo caso a igualarse su distribución entre los dos sexos en el año 2025. 3UR\HFFLyQHVSHUDQ] DGHY LGD $QGDOXFtD 83 81 79 77 75 73 71 69 mujeres varones 440 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN La evolución de las defunciones está también muy marcada por un efecto de estructura, el aumento de la importancia relativa de los mayores. A pesar del incremento de la esperanza de vida proyectada, del orden de 2,4 años para las mujeres y de 1,9 años para los hombres, el número de defunciones crecerá, esto refleja la importancia del envejecimiento de la población. Movilidad En las últimas décadas Andalucía ha modificado también una de sus tradicionales características demográficas, su modelo migratorio. En los años 50 y 60 Andalucía ha jugado un papel básico como región exportadora de mano de obra no cualificada a otras regiones y países industrialmente más desarrollados. En los años 60 este fenómeno fue de hecho una auténtica sangría emigratoria, despoblando amplias zonas de nuestra región de los efectivos más jovenes y dinámicos de la población. En los años 70 se mantiene la tendencia, aunque este comportamiento emigratorio va paulatinamente desapareciendo, así en el quinquenio 81-86 aparece un saldo positivo, posiblemente debido a una migración de retorno. Si bien en el periodo 86-91 se aprecia de nuevo un saldo aún ligeramente negativo, los datos más actuales y recientes que nos suministra la estadística de variacions residenciales nos muestra un cuadro distinto. Al analizar esta serie en nuestra comunidad autónoma se puede observar un cambio de tendencia de manera que si hasta el año 89 los saldos eran negativos con el resto de Comunidades españolas, a partir de 1990 Andalucía se convierte en una región de fuerte atracción inmigratoria. Esta serie, positiva en los últimos cinco años analizados, no tiene una inclinación claramente creciente y tampoco decreciente, pero su nivel es alto, con media de casi tres mil movimientos inmigratorios más que emigratorios en cada año del periodo. 6D OGRPLJUD WRULR $QGD OXFtD 200000 100000 0 -100000 -200000 -300000 -400000 -500000 -600000 Saldo Para las estimaciones futuras, en el caso de las migraciones interiores se construye una matriz de flujos que distribuye los emigrantes de una provincia según la provincia de destino. Esta matriz está determinada por la proximidad espacial y por el peso de las dos provincias más pobladas, factores dotados de gran inercia, por eso ha parecido aceptable mantenerla constante en el tiempo. No existen, por otro lado, razones externas para postular en el futuro, con suficiente seguridad, variaciones sensibles de la importancia de los flujos, en un sentido o en otro. En estas migraciones se ejercen dos influencias contradictorias: la tendencia a un mayor equilibrio entre las provincias andaluzas, cuyo efecto sería reducir ciertos flujos internos, y la mayor integración del territorio andaluz en un espacio único, que tiende a incrementarlos. 441 ,&RQJUHVRGH&LHQFLD5HJLRQDOGH$QGDOXFtD$QGDOXFtDHQHOXPEUDOGHOVLJOR;;, COMUNICACIÓN En cuanto a los intercambios con el resto de España, la tendencia indica una cierta disminución de los intercambios entre comunidades autónomas. Sin embargo, considerando los bajos niveles ya alcanzados, no parece probable, que la disminución si se produce, sea muy notable. Por lo tanto se ha preferido mantener también constante en el tiempo la intensidad de la migración tanto interna como externa, esta opción afecta únicamente al volumen de la migración y no a su estructura. En cuanto a los inmigrantes, la hipótesis manejada es que en el futuro el flujo de inmigrantes estará formado sobre todo por trabajadores del Tercer Mundo, por tanto más jóvenes que los extranjeros actualmente en España. También se estima que va a aumentar la inmigración motivada por el proceso de reunificación familiar, expresamente previsto en la ordenación actual y uno de los objetivos de la integración social de los inmigrantes, lo que tenderá a incrementar la proporción de mujeres y jóvenes. 442