¿Qué es la Administración? Una ciencia, una técnica, un arte?

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UNIVERSIDAD CATÓLICA ARGENTINA, Santa María de los Buenos Aires Doctorado en Administración Seminario: Administración General ¿Qué es la Administración? Una ciencia, una técnica, un arte? Antes que hombres de ciencia, deberíamos ser hombres
Albert Einstein
Abstract Este trabajo tiene por objeto abordar analíticamente y de forma crítica los interrogantes que tanto ocupan a la comunidad profesional y científica en relación con la Administración y su carácter científico. Se pretende con ello, aportar ideas, reflexiones y conclusiones que posibiliten comprender el espacio que la Administración ocupa en el contexto del abanico científico contemporáneo y su proyección prospectiva. El análisis parte de interrogantes de investigación propias del método hipotético‐
deductivo para poder desarrollar luego el análisis de forma interdisciplinar, buscando esclarecer, a partir de diferentes miradas, el lugar que la sociedad y la comunidad científica le han dado. Introducción ¿Y por qué ese afán de tener que demostrar que la administración es una ciencia en desmedro del arte y la técnica? ¿Por qué invertir tanta tinta, papel y energía en ello? ¿Qué habría de malo si fuese apenas un arte o una técnica? ¿Acaso son cuestiones éstas de menor valía en nuestra sociedad? En todo caso, ¿por qué y qué importancia concreta tendría para la Administración en sí y su aporte en general? ¿Y si fuese una combinatoria de las tres, una especie de factorial, una síntesis luego de tanta tesis y antítesis epistemológica? ¿Sería ello absurdo o descabellado, un atropello al saber o una simple confirmación de lo que todos aquellos interesados, defensores y detractores por igual, creen conocer respecto de la Administración? Se pretende con este breve ensayo generar una mayor reflexión, sinceramiento y debate sobre la materia con el solo propósito de arribar a una elevada comprensión, intentando despojarse de prejuicios y sesgos a veces difíciles de mitigar y/o eliminar en base a la subjetividad propia del ser humano. Análisis Etimológico Es necesario, previo a la discusión epistemológica que nos convoca, describir y luego comprender cómo es entendido cada uno de estos conceptos desde lo lingüístico para echar luz sobre y evitar suspicacias en el análisis posterior, que subjetivo por cierto, intentará realizarse con la mayor objetividad posible. Se ha tomado para ello una aproximación desde las definiciones que contempla la lengua española. Si bien gran parte de los conceptos de la disciplina administrativa (léase bien el término de disciplina, ya que no se hablará de ciencia sin haber arribado a algunas conclusiones) han sido creados en lengua inglesa, en particular norteamericana, y en segundo plano británica. El concepto de Ciencia RAE (Del lat. Scientĭa= el saber) Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales. El concepto de Arte RAE (Del lat. ars, artis, y este calco del gr. τέχνη). •
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Virtud, disposición y habilidad para hacer algo. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo. Maña, astucia. Disposición personal de alguien. Buen, mal arte El concepto de Técnica RAE (Del lat. technĭcus, y este del gr. τεχνικός, de τέχνη, arte). •
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Perteneciente o relativo a las aplicaciones de las ciencias y las artes. Dicho de una palabra o de una expresión: Empleada exclusivamente, y con sentido distinto del vulgar, en el lenguaje propio de un arte, ciencia, oficio, etc. Persona que posee los conocimientos especiales de una ciencia o arte. Conjunto de procedimientos y recursos de que se sirve una ciencia o un arte. Pericia o habilidad para usar de esos procedimientos y recursos. Habilidad para ejecutar cualquier cosa, o para conseguir algo. El concepto de Administración RAE (Del lat. administrāre). •
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Gobernar, ejercer la autoridad o el mando sobre un territorio y sobre las personas que lo habitan. Dirigir una institución. Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes. Desempeñar o ejercer un cargo, oficio o dignidad. Suministrar, proporcionar o distribuir algo. El concepto de Gestión RAE (Del lat. gestĭo, ‐ōnis). • Acción y efecto de gestionar. • Acción y efecto de administrar. Breve comentario del Análisis Etimológico Hasta aquí no puede confirmarse que la Administración sea una ciencia, más bien se asemeja a una técnica, un arte dependiendo la función que se ejerza, pero esencialmente una técnica de ‘acción’ que puede basarse en principios científicos para actuar de manera efectiva. Análisis Epistemológico Tal como lo plantea Ferrater Mora1 la ciencia es un modo de conocimiento que aspira a formular, mediante lenguajes rigurosos y apropiados – en lo posible, con auxilio del lenguaje matemático‐, leyes por medio de las cuales se rigen los fenómenos. Lo que tienen en común estas leyes es que son capaces de describir series de fenómenos, ser comprobables por medio de la observación de los hechos y de la experimentación, ser capaces de predecir acontecimientos futuros, ya sea por medio de la predicción completa o por medio de la estadística. Existen sí postulados más abstractos, encuadrados dentro de teorías, como la de la relatividad, que no pueden comprobarse empíricamente (aún). Otro rasgo de la ciencia es la aplicación de un método para la comprobación de las teorías. En cuanto a su clasificación, desde la antigüedad, especialmente en el mundo helénico, se ha efectuado una clasificación de las ciencias. Pero es a partir de la era moderna, en particular desde Francis Bacon, quien efectúa una primera división entre ciencias teológicas (teología natural), de la naturaleza y ciencias del hombre. A este enfoque le 1
Ferrater Mora, J., Diccionario de Filosofía, Barcelona, Ed. Ariel, 3ra. Reimp., 2004, pág.545‐557 siguieron otros como los de Hobbes, Schopenhauer y Comte (fuertemente positivista). Pero es Spencer2 quien efectúa la clasificación que adoptamos como paradigma en la actualidad y a la que tanto apego parece tener Bunge. Le siguieron luego otros autores como Wundt. Pero es a partir de Spencer que el concepto de ciencia se clasifica de la siguiente manera: Formales, Exactas‐experimentales y Aplicadas. La primera relación con el escenario de la Administración surge a partir de Von Mises y la Praxiología3, entendiendo ésta como una ciencia de la acción humana intencional. Von Mises4 hace hincapié en el sentido intencional de la acción humana en relación con los fines que se persiguen. Von Mises se opone a los postulados del positivismo y plantea que no es posible conformar las ciencias de la acción humana con la metodología de la física y de las demás ciencias naturales. Y continúa diciendo:”las teorías referentes a la conducta humana y a las realidades sociales no pueden ser deducidas a posteriori.” El aporte fundamental, se comulgue ideológicamente con Von Mises o no, está dado por ser quien comienza a hablar, en base a postulados científicos, de los fenómenos complejos en materia de la intervención del hombre y su accionar. Él afirma que la praxiología es una ciencia de carácter teórico y sistemático. Extrapolado esto al mundo de las organizaciones, es fácil establecer su relación con la Administración. Breve comentario del Análisis Epistemológico A partir del desarrollo de las ciencias sociales, considerando a la economía como una de ellas, el siglo veinte es el que ha instalado con convicción al hombre en el centro de la escena de la sociedad. Le cabe un mérito en ello a los fundamentales desarrollos económicos y sociológicos, en particular este último, a partir de lo que se conoce hoy en día como la sociología clásica, cuyos máximos exponente son Durkheim, Marx y Weber. Puede establecerse un primer punto de amarre, sin ser esto una afirmación, entre lo que la praxiología define en cuanto a la acción humana y el carácter de eficacia que rige a la Administración. De la definición praxiológica puede establecerse el nexo con la Administración a partir de la palabra ‘sistemática’. No tanto así del término ‘teórica’, ya que aún no puede establecerse que la Administración tenga entidad propia en el plano teórico. 2
Spencer, Herbert, La clasificación de las ciencias, 1864 Von Mises amplia el concepto ideado por el filósofo polaco Kotarbisnki, quien define a la praxiología como la ciencia de la acción eficaz, o ciencia que investiga las condiciones de las cuales depende la máxima eficacia. 4
Von Mises, Ludwig, La acción humana (tratado de economía), Valencia, Fund. Villalonga, 1960, pág. 111 3
Análisis Teleológico En el análisis epistemológico surgía como característica de la praxiología la intencionalidad y la finalidad, el por qué y para qué. Von Mises afirma no es un mero acto instrumental axiomático, sino que implica reflexionar acerca de la esencia de la acción. Es en este punto donde radica quizá el origen de la disputa o el debate. Esto puede explicarse a partir de que existen en la Administración diferentes niveles de responsabilidad y éstos a su vez implican una mayor o menor utilización de saber científico. Así el Gerente General de una compañía multinacional o el Alcalde de una gran Ciudad deben tomar decisiones con base en un cierto asidero científico para garantizar su eficacia, salvo que deseen incurrir en un solipsismo egocéntrico que los encierre en un subjetivismo radicalizado, con lo cual estarán priorizando su particular cosmovisión perdiendo la objetividad esperada para su función en base al cuidado de los intereses de los diferentes agentes intervinientes. Puede verse aquí con claridad el fenómeno de la Administración como cuestión compleja. En cambio, no puede exigirse a los niveles más operativos de la organización que creen saber científico, sí la utilización de dicho saber para su accionar. Así, el responsable de laboratorio podrá efectuar los análisis químicos basado en leyes de ciencias naturales y el ingeniero de planta tomar sus decisiones a partir de los estándares establecidos y los límites de tolerancia que garantizan la calidad del producto a elaborar, siguiendo estudios estadísticos. Del mismo modo, el actuario de una compañía de seguros, realizará el cálculo de probabilidad del riesgo de tal o cual seguro y el gerente de recursos humanos intentará comprender el clima organizacional a partir del trabajo etnográfico de su propio equipo de colaboradores internos y externos. Todo lo descripto con antelación es ciencia aplicada para el cumplimiento de los fines organizacionales. Breve comentario del Análisis Teleológico La Administración no pretende desarrollar el saber filosófico, ni desarrollar las leyes y teorías que explican el origen del universo, intenta comprender cómo estas ciencias pueden contribuir al logro de las metas de diferente tipo de organizaciones, con y sin fines de lucro, sean éstas estatales o privadas. En el centro de la escena se encuentra el hombre y su accionar. El saber científico se encuentra al servicio de la acción humana representada ésta en la actitud técnica de gestionar recursos y personas para el cumplimiento de metas específicas. Puede afirmarse que en este sentido la Administración opera como tecnología basada en saber científico. Administración y Sociedad Contemporánea El espacio que la Administración ha ocupado en la sociedad moderna y posmoderna desde la segunda mitad del siglo veinte a esta parte del nuevo milenio, es importante. La eficiencia y la competitividad son componentes vitales que abonan esta afirmación. La escasez, la lucha por los recursos y la hegemonía han producido avances exponenciales en el saber científico que retroalimentan su evolución y transformación ¿Es la ciencia o el hombre el genera el saber? ¿Y para qué? He aquí una respuesta. No hay ciencia sin el hombre. Es éste quien intenta buscar la verdad. La búsqueda de la verdad ha conducido a un mayor nivel de conocimiento y su difusión. Ese conocimiento está al alcance de la sociedad, para servirle a ella. La ciencia es producto de la sociedad. Por lo tanto hablar desde y para la ‘torre de marfil’ es anacrónico. La organización empresarial y el ente u organismo estatal son producto de la evolución democrática cuyo origen se remonta al comienzo de la modernidad y la era industrial en Europa. La Administración ha sabido garantizar la transición de la modernidad a la posmodernidad adaptándose a los cambios de la sociedad y siendo parte de ella. Basta para ello recorrer el diseño industrial de algunos bienes emblemáticos de la sociedad como muebles en el siglo XIX, el automóvil en el siglo XX y los artefactos electrónicos en el siglo XXI. Todos ellos forman parte de la sociedad que habitamos. La Administración ha contribuido a que sean posibles, no desde un accionar instrumental. Ese sería el último eslabón de la cadena, al que algunos autores pretenden circunscribirla. La gestión del conocimiento (Konewledge Management) se ha dado en mayor medida en los ámbitos organizacionales, a diferencia de lo que podía ocurrir en otras épocas. Este es un dato de la realidad relevante al momento de analizar las cuestiones de la Administración como posible ciencia. Conclusiones finales La Administración es desde un punto de vista etimológico lo más cercano a una socio‐
tecnología, centrada en el accionar del hombre y la gestión de los recursos. Desde la perspectiva epistemológica, existen evidencias de aplicación sistemática de las ciencias, tanto de las abstractas como de las experimentales y sociales, entendiendo esto desde una perspectiva del accionar humano. Desde este punto de vista, puede afirmarse, que es una proto‐ciencia, se encuentra en evolución hacia la construcción de un saber científico. La Administración centra su atención en cómo instrumentar y organizar recursos y personas para el cumplimiento de los fines de toda organización. La Administración es un medio para la concreción de las metas. En este punto puede afirmarse también que es una socio‐tecnología5. La Administración es un arte en tanto que el accionar humano representa al homo faber, al ser creativo que transforma su realidad. Sin inquietudes, tal la frase inicial de Albert Einstein, no hay ciencia posible. La Administración es hoy en día una disciplina más que una ciencia, encuadrada dentro de las ciencias sociales pero cada vez más con una fuerte convicción de adoptar un enfoque multidisciplinar convergente. Es quizá un nuevo concepto científico con el hombre en el centro de la escena, que a su vez requiere de un abordaje holístico de los fenómenos. Un renacimiento en el nuevo milenio. Como lo planteara Herbert Simon hace ya tiempo en base a su propia experiencia. El ser humano está en constante cambio y búsqueda de respuestas: “ Para entender decisiones presupuestarias hay que entender las decisiones en general. Y para entender las decisiones en general, aún sus aspectos racionales, hay que estudiar el proceso decisorio, y más generalmente, el proceso del pensamiento humano. Para hacerlo tuve que alejarme de mis estudios iniciales de ciencia política y economía, encaminándome hacia la psicología, la ciencia de la computación y la inteligencia artificial”6. Bibliografía J. Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía (tomos I a IV), Barcelona, Ariel, 3ra. Reimpresión, 2004 Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Buenos aires, Espasa Calpe, 22ª Edición, 2002 Simon, Herbert A., Nonmonotonic reasoning and causation, Cognitive Science, 15(2): 293‐
300. Von Mises, Ludwig, La acción humana (tratado de economía), Valencia, Fund. Villalonga, 1960, Krieger, Mario, Sociología de las Organizaciones: una introducción al comportamiento organizacional, Sao Paulo, Prentice Hall, 2001 5
Esta cuestión será abordada por el autor de este trabajo en la materia Ética de la Empresa, a partir del análisis entre el enfoque utilitarista, deontológico y dialógico. 6
Simon, Herbert A., Nonmonotonic reasoning and causation, Cognitive Science, 15(2): 293‐300. 
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