El revés de la palabra

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Lic.Mariana Nocete
El revés de la palabra
La escucha psicoanalítica como escucha poética
¿ S e r i n s p i r a d o e v e n t u a l m e n t e p o r a l g o d e l o rd e n d e l a
poesía para intervenir en tanto que psicoanalista? Es
e s t o , e n e f e c t o , h a c i a l o q u e t i e n e n q u e v o l v e r s e (… ) N o
es del lado de la ló gica articulada aunque me deslice en
ocasiones hacia ella donde ha de sentirse el alcance de
n u e s t ro d e c i r … ( L a c a n , “ Ve r s u n s i g n i f i c a n t N o u v e a u ” ,
O r n i c a r? , 1 9 7 7 )
En Freud y en Lacan encontramos claras referencias a la literatura, la poesía,
y a la estructura poética que posee el lengua je, lo cual nos invita a pensar
acerca de cómo esta dimensión poét ica que atañe al psicoanálisis, atraviesa
tanto su práctica como su discurso.
¿En qué puntos se articula la poética con la práctica del psicoanálisis?
Para ir delineando las cuestiones que hacen a este interrogante, iré escogiendo
fragmentos de algunos escritores que han trazado mi lectura y que en su decir,
producen (a partir de un trabajo de interpretación personal) puntos de
encuentros con la práctica del ps icoanálisis.
Sabemos que el psicoanálisis trabaja en el marco de la escucha, en tanto que
atención exclusiva a la palabra, pero de una forma que no pr ioriza el
contenido discursivo en sí mismo, sino que intentamos escuchar aquello que
se encuentra más allá del relato del sujeto. Precisamente a este punto se
refería Freud con su atención libremente flotante: no procurar atención al
sentido del discurso del paciente, sino que él proponía escuchar el discurso
del sujeto de una manera “pareja” los significantes para poder distinguir allí
“eso” que habla. Pues bien, ¿cómo distinguimos “eso que habla” en el
discurso de un paciente? La respuesta está en no privilegiar el contenido en
sí, sino aquellas lagunas del discurso, aquellos “cortocircuitos” por los cuales
se desvanece el sentido, y aflora algo de otro orden relacionado con cierto
efecto de desconcierto y sorpresa.
Masotta explica que es justamente a través de esos cortocircuitos del discurso
por donde se filtra el deseo inconsciente y es a través de las pal abras que el
sujeto puede decir lo qu e no quiere en absoluto decir. Teniendo en cuenta la
relación del sujeto al deseo, ubica que el discurso del sujeto queda dicho sin
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que él mismo lo decida. “ Hay en la palabra para el psicoanálisis un operador
“tero”: no hay que buscar en ellas lo que ellas significan, sino otra cosa .” 1
Masotta proporciona esta metáfora del tero, en tanto que la “función tero de la
palabra” tiene que ver con la conducta de este pajarraco que pone el grito en
un lado y los huevos en otro l ugar; esto para dar cuenta que en un discurso lo
importante es lo no importante .
Ingresando al mundo de la poética, diremos que ésta se ubica en un lugar
donde las palabras asumen un valor distinto, que van más allá de la razón,
puesto que tiene que ver co n esta capacidad de poder agujerear el sentido, es
decir, atravesarlo. La poética sortea de alguna manera la sordera del signo,
para poder desplegar la propiedad multívoca que poseen las palabras y sus
combinaciones, y se caracteriza por ser creadora de varios sentidos; esta
capacidad de la poética tiene que ver con aquello del orden de lo no acabado,
y en el sentido de lo cerrado del signo, diremos que es justamente todo lo
contrario: está relacionado precisamente a la porción multívoca que posee la
letra y sus combinaciones.
Freud ya desde sus estudios sobre la histeria intenta localizar cual es el punto
de conexión entre la estructura de las palabras, (el sonido, su significado y
sus asociaciones) y el sentido del síntoma. Desde sus primeros escritos, Fr eud
va intuyendo que el paciente algo está comunicando en el padecer de sus
síntomas, y que los mismos son dignos de una interpretación.
El psicoanálisis se configura entonces como una praxis que toma a la palabra
como instrumento, se trata de una práctic a del “hacer con palabras” al igual
que la poesía.
D e lo qu e es to y s eguro e s de la bru sca re ve lac ión qu e e so s v er sos me
d epararon . Ha s ta esa no che e l lengua je no hab ía s ido o tra co sa para
m í que un m ed io d e comun icac ión , un m ecan ismo co tid iano de s igno s:
los v er sos de A lma fu er te que E va r is to Ca rr iego nos re c itó me
re ve la ron qu e pod ía s er tamb ién una mús ica, una pas ión y un su eño.
Hou sman ha e sc r ito qu e la po es ía es a lgo que se n timos con la carn e y
la sangre; (Borg es , J. L. ) 2
1
2
Maso tta, O (1976 ) L e cc ione s d e Introdu cc ión a l ps ico aná lis is. Ed. Ged is a. Pág .45.
Borg es , J. Mis c e lán e a. Vers ión e lec trón ic a. E -book.
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Interpretando este pasaje, ubicamos algunas cuestiones: la poesía en tanto que
revelación, la relación entre el cuerpo y el lenguaje, y este tratamiento
poético del lenguaje que menciona Borges.
Borges expresa aquí que el lenguaje cambia, deja de ser un mecanismo de
comunicación par a pasar a ser algo de lo cual se goza en cuerpo y sangre,
punto de encuentro con la praxis del psicoanálisis.
Poesía y psicoanálisis comparten este tratamiento diferente del lenguaje, que
de
manera
tan
lúcida
Borges
escribe
con
estas
palabras
dedicadas
exclusivamente a la poesía . Habla de una transformación subjetiva que se le
da a modo de revelación , a partir de que las palabras se le presentan ahora con
la posibilidad de ser música, pasión y sueño , es decir con esa posibilidad de
ser además otra cosa . De esta manera, el lenguaje deja de ser un sistema de
signos, una entidad comunicativa con la propiedad de transmit ir unívocamente
algo, para pasar a ser algo que transforma al sujeto, o más bien la relación de
éste con su decir.
A propósito, en Función y campo de la palabra, Lacan refiere: “A medida que
el lenguaje se hace más funcional, se vuelve impropio para la palabra, y de
hacérsenos demasiado particular, pierde su función de lenguaje”
De esto se desprende el paradójico hecho de que el lenguaje cuanto más
quiere comunicar, menor valor de palabra posee: y esto tomado en el sentido
de la comunicación como palabra vacía, que es esta palabra que cierra sentido
y no abre camino a la pregunta. Por el contrario, la palabra plena se viene a
ubicar próxima a la s formaciones del inconsciente. Se trata ría de aquella
palabra que abre un vacío a partir de un trastabill ar del discurso en forma de
equívoco, lapsus o incluso a través de un chiste, generando así un vacío de
sentido y permitiendo de esta manera l a irrupción de algo nuevo. Se abre así
la posibilidad de apertura hacia la asociación , y con ello la posibilidad hacia a
un trabajo de interpretación y/o construcción en el espacio analítico, para
atrapar eventualmente algo del saber del inconsciente del sujeto : una verdad
que le atañe solamente a él . Al respecto cito un poema de Alejandra Pizarnik
que a mi modo de ver, capta de una manera poética algo de la esencia del
trabajo en psicoanálisis :
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Lic.Mariana Nocete
La pa labra qu e sana 3
E sp erando qu e un mundo sea de s en ter rado por e l lengua je ,
a lgu ien canta e l luga r e n qu e s e for ma el s ilenc io.
Lu ego comproba rá qu e no po rque se mu es tre fur io so e x is te e l mar,
n i tampo co e l mundo.
Po r eso cada pa lab ra dic e lo qu e dic e
y ad emás má s y o tra cos a .
Conocemos a través de la cadena significant e, a través de estos rodeos “por
eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa” entiendo esta
frase como una metáfora de la función metonímica del lenguaje. El
significante antecede al sujeto, “desenterramos un mundo a través del
lenguaje”, sin embargo, sabemos que hay algo que se le escapa al lenguaje de
la poética y del psicoanálisis y es eso real imposible de decir. Hay un lugar de
encuentro entre analizante y poeta y es justamente ese punto de imposibilidad
del decir en la palabra:
E s cr ibo como qu ien con un cu ch illo a lzado en la o scu r idad
e s cr ibo como es to y d ic ie ndo
la s inc e r idad ab so lu ta con tinuar ía sie ndo lo impo sib le
¡ oh quéda te un poco más en tre nosotro s !
(…)
Hab lo en fác il hab lo en d ifíc il
s abiendo que no se tra ta d e eso
s iempre no s e tra ta d e e so
oh a yúdam e a e sc r ib ir el po ema más pres c ind ible
e l qu e no s ir va n i para
s e r in se rv ible
a yúdame a e s cr ib ir pa lab ras
e n es ta no ch e en es te mundo 4
Esta imposibilidad en las palabras del decir absoluto, está relacionado a lo
imposible de nombrar lo real, “sabiendo que no se trata de eso, siempre no se
trata de eso” en Pizarnik la muerte: “ la sinceridad absoluta continuaría
siendo lo imposible ”, pero del mismo modo el poema se abre a la posibilidad
3
P izarn ik, A (1955 -1972) Poe s ía Comp le ta . Ed Lu me n P ág 283.
Frag men to s d e l po e ma : “ En es ta noc he en e s te mundo” P iza rn ik, A . en: Poe s ía Comp leta,
ed. Lu men. P ág. 399 -400.
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de que el deseo siga circulando : seguir escribiendo palabras “en esta noche en
este mundo”.
Es
justamente
esta
imposibilidad
de
atrapar
con
la
palabra
algo
correspondiente a otro orden, y esa irresistible e inquebrantable búsqueda de
lo indecible, lo que atañe tanto al psicoanálisis como a la poética. Claramente
lo narra Octavio Paz a través de estas palabras que entrega en su poema “El
Río”:
A m itad d e l po ema m e sobre coge s ie mpre un g ran d esamparo ,
todo m e abandona,
no ha y nad ie a m i lado, n i s iqu iera e so s o jos que d esd e a trás
c on temp lan lo qu e es c r ibo,
no ha y a trás n i ad e lan te , la p luma s e reb e la, no ha y com ien zo n i
fin, tampoco ha y mu ro qu e sa ltar,
e s una e xp lanada d es ier ta e l poema, lo d icho no es tá d icho, lo no
d icho es inde c ib le …
(…)
No, no tengo nada que d ec ir, nad ie tien e nada qu e d ec ir, nada n i
nad ie ex cepto la sangre,
nada s ino es te ir y v enir de la sangre, e s te e s crib ir sob re lo es c r ito
y rep e tir la m isma pa lab ra en m itad d e l po ema,
s ílaba s d e tie mpo, le tras ro ta s, go ta s de tin ta, s angre que v a y
v ien e y no dic e nada y m e lleva con sigo . 5
De estas palabras de Octavo Paz se desprende también que el encuentro con la
cosa es algo del orden de lo imposible, y que si hay algo que decir, es porque
hay algo del cuerpo, de lo real que insiste. La palabra mata la cosa, dirá
Lacan, y esto es pronunciado, a mi modo de leer, con total nitidez en la obra
de Pizarnik:
No
las pa labras no ha cen e l amor
ha cen la aus en c ia
s i d igo agua ¿b eb er é?
s i d igo pan ¿c ome ré?
e n es ta no ch e en es te mundo
e x traord inar io s ilen c ia e l d e es ta no che
Lo que pasa con e l a lma es que no se ve
Lo que pasa con la men te es qu e no s e v e
5
Paz, O. “E l Río ” Ver s ión e lec trón ica . E - Book.
5
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Lo que pasa con e l esp ír itu e s qu e no se
¿d e dónd e vie ne e s ta con spira c ión d e in v is ib ilidad es?
n inguna pa lab ra e s v is ib le. 6
Hay un dominio común de la palabra que comparte el psicoanálisis con la
poética, y es esta capacidad de escuchar contra la razón del signo, haciendo la
pregunta contra la sordera del signo 7, se tratará entonces de un dominio en
donde “salir del símil es animarse a la pregunta” 8.
En términos de Žižek 9, hay un nivel performativo del lenguaje, relacionado
directamente con el nivel de la acción que todo poema posee, otro punto de
encuentro con el psicoanálisis, en tanto que el Acto analítico tiene algo de
performativo, porque atraviesa.
La subversión que propone Lacan a la lingüística Saussuriana con su
inconsciente estructurado como un lenguaje, rompe con esta soldadura del
signo lingüístico, ubicando la primacía del significante. Esto quiere decir que
hay un lenguaje que precede al inconsciente, y de allí lo performativo.
En el marco de un encuadre psicoanalítico, transferencia mediante, el analista
tendrá que estar atento a esos cortocircuitos del discurso del sujeto “ El
inconsciente, precisamente, solo se aclara y se nos confía cuando miramos un
poco al lado” 10 ¿Que hacemos cuando decimos algo sobre una obra literaria
por ejemplo, un poema? inevitablemente lo que hacemos es producir un efecto
de interpretación de esa obra de arte, que no es posible de realizar sino a
través de una manera de mirar en otra dirección. Esto se relaciona con l o que
plantea Lacan en el seminario 5 de las Formaciones del Inconsciente, acerca
de esta característica de agudeza que presentan algunas palabras en el
discurso de un sujeto, agudeza como irrupción del sin sentido en un discurso
que parece tener sentido . “La agudeza se sitúa en un nivel tan elevado de la
elaboración significante, que Freud se fijó en ella para encontrar un nivel
particular de las formaciones del inconsciente” 11
Frag men to s d e l po e ma : “ En es ta noc he en e s te mundo” P iza rn ik, A . en: Poe s ía Comp leta,
Ed . Lu men. P ág . 398 -399.
6
7
Meschonnic, H. (2007) La poética como crítica del sentido. Marmol/Izquierdo Editores.
8
Id em. P ág. 2.
9
Žižek, S. (2008) Cómo leer a Lacan. Paidós.
Lacan, J. (1957 -1958) “ E l Fam illona rio ” en Se min a r io 5 : L a s For ma c ion es d e l
In cons cien te . Pa idó s. Pá g. 24 .
11
Lacan, J. (1957 -1958) “ E l Fa tuo -m illonar io ” en Se min ario 5 : L as For ma c ione s de l
In cons cien te . Pa idó s . Pá g. 48 .
10
6
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Retomando la pregunta del comienzo de este trabajo, diremos dos cosas más:
una de las relaciones importantes que tiene el psicoanálisis con la poesía es
que la escucha en el análisis es poética, en el sentido de la metáfora, de
escuchar eso que no se dice en lo que se dice, es decir, eso que s e escapa una
y otra vez. Y además, encontramos en la instancia de la letra, otra relación
entre el psicoanálisis y la poesía, donde Lacan refiere que Freud asumía la
idea de una institución ideal par a la formación de los analistas: el Universitas
litterarum 12. Es esta referencia a la poética y la literatura la que nos hace
advertir que todo analista tendrá que ser un entendido de las posibilidades
poéticas que ofrece el lenguaje.
Para concluir tomo una frase de Borges: “El poeta no se dirige a todos, sino a
cada uno” y podríamos aportar desde nuestro quehacer : al igual que el
psicoanálisis, en tanto que profiere la clínica del uno por uno . Y tal como lo
expresó Lacan: “(…) un análisis no es más que una serie de revelaciones
particulares para cada sujeto”. 13
12
Lacan, J. (1966) E sc r itos I. Ed. S ig lo XX I
Lacan, J. (1953 -1954) “ La v erdad s urge de la e qu ivo ca ci ón” en : S e min ar io I : Lo s
es cr itos té cn icos d e Fr eud. P a idós. P ág. 388.
13
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Referencias
Borges, J. Miscelánea. Versión electrónica. E -Book.
Freud, S. (1910) OC.: Tomo XI: Cinco conferencias sobre psicoanálisis. Ed.
Amorrortu.
Lacan, J. (1966) Escritos I. Ed. Siglo XXI
Lacan, J. (1953-1954) Seminario 1: Los escritos técnicos de Freud . Ed.
Paidós.
Lacan, J. (1957-1958) Seminario 5: Las formaciones del Inconsciente. Ed.
Paidós.
Masotta, O. (1988) Lecciones de introducción al psicoanálisis. Ed.Gedisa.
Meschonnic, H. (2007) La poética como critica del sentido. Ed. Marmol/
Izquierdo.
Misgalov, N. Una introducción posible a la obra de Lacan: el registro
simbólico. (Ficha inédita)
Paz, O. Poema: “El Río”. Versión Electrónica. E -Book.
Pizarnik, A. (1955- 1972) Poesía completa . Ed. Lumen.
Žižek, S. (2008) Cómo leer a Lacan. Ed. Paidós.
8
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