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Primer informe observatorio económico Go Up! Empresa
Junior.
Tema: Global Entrepreneurship Monitor, comparación reportes nacionales
2002/03 y 2013.
Autores: Makarena Barrios, Pamela Canales, Variñia Lazo, Francisco Olguín e Ingrid
Reyes.
Objetivo: Identificar los puntos comunes y principales cambios que presentan el
emprendimiento e innovación en Chile entre los años 2002 y 2013 de acuerdo a los informes
Global Entrepreneurship Monitor (GEM).
Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es un proyecto internacional que cada año
estudia factores relacionados con la actividad emprendedora desde una visión holística y
dinámica, buscando integrar la amplia gama de elementos que contribuyen a generar espacios
de emprendimiento, así como la relación directa entre emprendimiento y crecimiento
económico. Su metodología se basa en fuentes de datos como encuesta a población adulta,
encuesta a expertos y diversas fuentes de datos complementarias sobre emprendimiento.
Al hacer una comparación de los GEM de los años 2002/03 y 2013, nos encontramos
con que la actividad emprendedora ha tenido un aumento exponencial, pues en 2002/03 tan
solo un 10,4% de población adulta se involucra en un emprendimiento, mientras que en la
medición de 2013 la cifra corresponde a un 24,3%.
En cuanto a los rangos de edades en que más se da el emprendimiento, nos
encontramos con que en 2002/03 eran los jóvenes entre 25 y 34 quienes concentraban la
fuerza emprendedora, mientras que en el 2013 ésta está en los adultos entre 35 y 44 años. En
ambas mediciones son las personas de género masculino quienes más se atreven a emprender.
Si hablamos del tipo de emprendimiento que predomina en el país, encontramos que
en 2002/03 el emprender un negocio era mayoritariamente por necesidad, en cambio en 2013
el emprendimiento motivado por la oportunidad se ha posicionado en un 59% sobre un 27%
por necesidad. Esto resulta relevante y positivo, pues el emprendimiento por necesidad está
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asociado a bajos niveles educacionales, por lo que se presupone un
crecimiento socioeconómico.
Otro de los cambios que se pueden reconocer entre estas dos
mediciones,
es
que
en
2002/03
el
emprendimiento
se
establecía
mayoritariamente en el sector de consumo (48%), siendo seguido por el área de
transformación (29%), en cambio en el 2013 el emprendimiento se orienta a los sectores de
servicios al consumidor en vez del sector primario.
Por otra parte, en 2002/03 cerca del 43% de la población no creía tener la capacidad
ni el conocimiento para administrar un negocio, incluso teniendo estudios universitarios, lo
que conlleva un número menor de emprendimientos en el país, sin embargo, el 2013 cerca
del 84% de los emprendedores consideran poseer las capacidades para iniciar un negocio, así
mismo un 46% de las personas sin estar involucradas con el emprendimiento creen tener la
capacidad y las características para estar al frente de un negocio.
Además, en 2002/03 un 30% de la población afirmaba que no emprendería por miedo
al fracaso, estas personas emprenden menos de la mitad que aquellos que no temen a fallar,
hoy en día el miedo sigue siendo un factor importante al momento de emprender, un 38% de
las personas que no tienen ninguna relación con el emprendimiento manifestaron que el
miedo al fracaso es una barrera a emprender.
En cuanto a las oportunidades para emprender, en 2002/03 sólo el 31% del total de la
población creía que se presentarían oportunidades, en cambio el año 2013 el 70% de las
personas emprendedoras creen que sí hay buenas oportunidades en Chile y así también lo
cree un 66% de la población adulta no directamente involucrada en actividad emprendedora.
En relación al apoyo financiero a los emprendedores, durante los años 2002/03, se
destaca principalmente la dificultad para encontrar financiamiento durante las etapas de
creación de una empresa y bajas oportunidades de crecimiento. El sistema financiero posee
un carácter conservador, los créditos poseen una alta tasa de interés y los bancos no están
dispuestos a correr riesgos, ya que no se preocupan del potencial del negocio, sino que de
poseer una garantía.
En cuanto a políticas de gobierno, las reformas laboral y tributaria no favorecen la
actividad empresarial, debido al aumento del impuesto y mayor rigurosidad al momento de
hacer contrataciones. Sin embargo, se destaca una estabilidad política y social que junto a los
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tratados de libre comercio (TLC) poco a poco van a permitir la
creación de nuevas empresas, la inversión y la transferencia
tecnológica. Además, el gobierno va desarrollando diversos fondos
como FONDECYT, FONDEF y FONDAP, reconociendo la importancia del
conocimiento y la innovación.
Respecto a las aspiraciones de los emprendedores del análisis GEM del año 2013, las
expectativas de crecimiento de las empresas tendrían directa relación con uno de los
principales objetivos de la política económica, la creación de puestos de trabajos. En Chile
un 3,1% de la población adulta posee un emprendimiento en etapa temprana, un 14% de los
emprendedores tiene altas expectativas de crecimiento en etapas iniciales, un 8% de los
emprendedores establecidos manifiestan crear 20 o más empleos en 5 años y un 68% de
emprendedores en etapas iniciales posee clientes en el extranjero, lo que indicaría una mayor
competitividad de emprendedores en mercados internacionales.
Por otra parte, en 2002/03 Chile era considerado como un país donde la apertura al
mercado era una fortaleza, según los expertos las empresas nuevas podían pagar el costo de
entrar al mercado y no ser bloqueadas por empresas existentes. Además, se consideró que a
pesar de que el chileno es un individuo adverso al riesgo, esto no era un impedimento y
participaba de muchos negocios. El mismo año, se observó que la percepción pública de los
empresarios había comenzado a cambiar, siendo cada vez más positiva, lo cual reforzaría la
creación de nuevos emprendimientos, los que serían creados en torno a la familia.
En el GEM del año 2013 resalta que en general las economías más desarrolladas
(economías basadas en la innovación) presentan mejores niveles que las basadas en
eficiencia y recursos. Se considera que Chile, se encuentra en un proceso de transición de
una economía basada en eficiencia a una economía basada en innovación, desarrollando
políticas gubernamentales pro-emprendimiento con una buena evaluación.
Se presentan además condiciones que complementan el contexto emprendedor, las
cuales serían: percepción de oportunidades, habilidades para crear nuevos negocios,
motivación para emprender, legislación de la propiedad intelectual, apoyo a la innovación
y, finalmente, apoyo a la mujer emprendedora.
Un tema considerado como importante a desarrollar en el país es el de uso de
tecnologías, puesto que, pese a que en el último tiempo se llevó el énfasis a potenciar la
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vinculación universidad-empresa, tanto por InnovaChile de CORFO
como por las propias universidades, se continúa con la opinión de que
habría una diferencia entre el acceso a las nuevas tecnologías y
conocimientos, dejando a las empresas por sobre los nuevos negocios en el
manejo de estas herramientas. Pero en relación a esto, se recalca que serían los mismos
emprendedores quieres dejarían fuera estos recursos.
Fuente: http://negocios.udd.cl/gemchile/reportes/reportes-nacionales/
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