El precioso e importantísimo dibujo de Vicente Acero y Arebo (ca

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2| ACERO Y AREBO, Vicente
(Cabárceno, Santander, ca. 1675/1680 - Sevilla, 1739)
Proyecto para la fachada de la catedral de Cádiz (Ca. 1721)
Dib/18/1/877
Dibujo sobre papel amarillento verjurado : pluma, lápiz, tinta negra, tinta parda y aguadas
pardas y grises ; 298 x 139 mm.
El precioso e importantísimo dibujo de Vicente Acero y Arebo (ca. 1675/1680
- 1739) para la fachada de la catedral de Cádiz, la última y gran catedral barroca española, era conocido por una fotografía publicada por René Taylor
(1969). Unos años después pude estudiar el dibujo original conservado en
la Biblioteca Nacional y publicarlo en Catálogo de dibujos de arquitectura y ornamentación de la Biblioteca Nacional. Siglos XVI y XVII (1991). El motivo de
publicarlo en ese volumen fue que formaba parte del álbum facticio, con
dibujos de los siglos XVI al XVIII, que había pertenecido a Antonio García
Reinoso (1611-1677) y cuya portada le daba nombre (Rodríguez Ruiz
1991). Un análisis más pormenorizado sobre el dibujo y sobre Vicente
Acero pude hacerlo con posterioridad (Rodríguez Ruiz 1992). A esos trabajos se han añadido, en los últimos años, dos importantísimas aportaciones históricas y documentales sobre el arquitecto y sus obras (Sierra y Herrera 2004 y 2005; Romero 2004), a las que hay que añadir otras interpretaciones y precisiones interesantes (Sutera 2007; Marías 2005, rev. en
2007).
El dibujo representa el alzado y la planta de la mitad izquierda de la fachada para la catedral tal como debió concebirla Acero en 1721, aunque no
forme parte, por su tamaño, de los dibujos del proyecto original que presentó el mismo año. Es más, las diferencias, muy elocuentes, entre este dibujo y las copias de los originales —guardadas en el archivo de la catedral— que, en 1725, realizara Francisco Medrano, aunque no se conserva
el de la fachada (Gutiérrez Moreno 1928; Solé 1975, 1976, 1993 y 2003) hacen del dibujo de la Biblioteca Nacional el testimonio más próximo a su
primera idea, fundamentalmente borrominiana, aunque atenta a otras referencias italianas, sobre todo el tratado del padre Andrea Pozzo, el repertorio de Domenico de Rossi y, como él mismo pudo comprobar, la arquitectura construida, durante su viaje a Italia, en torno a 1716, y también a
través de la consulta de otros tratados y estampas, como ya ha sido estudiado (Taylor 1969; Pérez del Campo 1988; Rodríguez Ruiz 1991 y 1992;
Sutera 2007; Marías 2007).
Excepcional en el corte de piedra y en trabajos de cantería, Acero se
formó con Francisco Hurtado Izquierdo (1669-1725) y trabajó, con diferentes grados de responsabilidad, en las catedrales de estirpe siloesca (a
Diego de Siloe le dedica un elogio de admiración en un importantísimo y
polémico impreso, incluso como género, titulado Probocado Don Vicente de
Azero…, de 1729, publicado con motivo de las críticas que a su proyecto y
construcción de la catedral de Cádiz hicieran otros arquitectos, de Pedro de
Ribera a Leonardo de Figueroa, y que acabarían por desplazarle de la dirección de las obras en 1730) como las de Granada, Guadix, Cádiz y Málaga,
además del proyecto, en 1738, para la colegiata de San Sebastián de Antequera (Camacho 1980; Rodríguez Ruiz 1992), entre otras muchas, desde el
sagrario de la cartuja del Paular, en Segovia, a las órdenes de Hurtado Izquierdo, al proyecto para el palacio de los duques de Medinaceli en el
Puerto de Santa María en Cádiz, de 1724, o a su participación en la Fábrica
de Tabacos de Sevilla, en la que terminaría sus días. [DR]
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