folleto

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Biblioteca de Estudios Sociales
Vol. V.
EL PROBLEMA DEL HIJO
FRENTE A LA CLASE OBRERA
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Dr. Juan Marín R.
M é d l o o d e la Asoolaolori del
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Trabajo.
(Cartilla sanitaria dedicada a los padres
i a los que van a serlo).
1923
SANTIAGO
IMPRENTA
DE
CHILE
SANTIAGO -ESMERALDA
23
072-76
Biblioteca de Estudios
Sociales
Vol. V.
EL PROBLEMA DEL HIJO
FRENTE A LA GLASE OBRERA
POR
EL
Dr. J u a n Marín R.
M é d i c o d e la A s o c i a c i ó n del T r a b a j o .
(Cartilla s a n i t a r i a dedicada a los p a d r e s
i a los q u e van a serlo).
1923
SANTIAGO
IMPRENTA
DE
CHILE
SANTIAGO.-ESM ERALDA
19 2 3
872-76
Al Señor
RICARDO
LYON,
PRESIDENTE
i al S e ñ o r
ENRIQUE
CABALLERO
DIRECTOR
JENEKAL
C.,
d e la Asociación del T r a b a j o d e C h i l e .
EL
AUTOR.
La Eujenesia, ciencia del Porvenir
F r u t o de la maravillosa agudización a que va llegando la exploración científica en todos los ordenes de la
vida h u m a n a , ha nacido La E u j e n e s i a , ciencia que trata de evitar la degeneración de la especie h u m a n a . No
actúa ella, como la H i j i e n e t r a t a n d o de extirpar las enf e r m e d a d e s i m e j o r a n d o las condiciones de la vida de
los hombres. Nó; ella va m u c h o mas lejos, profundizando en lo apenas todavía entrevista del misterio de
la jeneración i la herencia.
Ella ha logrado precisar, por el estudio de los microscópicos componentes de las células jeneradoras del
h o m b r e i la m u j e r , leyes rigurosísimas, según las cuales tal h i j o de tales padres será o nó, u n dejen erado
•en este u otro sentido. Un individuo de aspecto absol u t a m e n t e sano, dará lugar a hijos criminales o idiotas
por ejemplo, s i m p l e m e n t e porque lleva en sí u n a herencia de sus antepasados que v e n d r á a revelarse o
descubrirse solo en segunda o tercera generación; es
decir, en nietos o biznietos.
La E u j e n e s i a ha precisado en toda E u r o p a , cuales
razas, habitantes de tales zonas jeográíicas convienen
o nó a la inmigración nuestra, en vista de estos estudios.
La E u j e n e s i a t r i u n f a n t e en algunos estados de Norte-América ha conseguido que se «esterilice» a miles
d e criminales, para que estos no p u d i e n d o j e n e r a r hijos, no carguen a u n mas la raza con estigmas de dejeneraciones.
He c o m p r e n d e r á fácilmente la i m p o r t a n c i a de esta
ciencia, q u e j u n t o con revelarnos sutilezas como la de
a n u n c i a r si u n niño d e t e r m i n a d o cuyos padres han
sido estudiados t e n d r á los ojos azules o negros, el cabello rubio o castaño, etc., entra, ademas, de lleno en la
sociolojía regulando las leves de la inmigración i el
m o v i m i e n t o de las razas sobre la Tierra.
DR.
J I A X
MARÍN
R.
M é d i c o d e la A s o c i a c i ó n d e l T r a b a j o .
EL PROBLEMA DEL HIJO
FRENTE A LA GLASE OBRERA
POR
EL
DR. JUAN MARIN R.,
M e d i c o d e la A s o c i a c i ó n d e l T r a b a j o
INTRODUCCION
Será este el p r i m e r capitulo del vasto plan de acción
médico-social que, como facultativo del Servicio Médico
de la Asociación del T r a b a j o , debo desarrollar. E s p o n d r é
l o m a s esencial de cada t e m a en f o r m a tal que los obreros i obreras—a quienes está especialmente destinado
— p u e d a n obtener de su lectura el m á x i m u m de provecho.
El presente folleto tratará de los hijos, los pequeños
herederos de cuanto sus padres deseen legarles, sean
virtudes o vicios, sea la salud o la e n f e r m e d a d i la
m u e r t e . Interesa m u i p a r t i c u l a r m e n t e a las madres.
PRIMERA PARTE
Conceptos jenerales
El porvenir de un pueblo está en la salud de sus niños; las cifras estadísticas son el síntoma que los sociólogos—verdaderos médicos de la h u m a n i d a d — e x a -
m i n a n como el pulso o la lengua de un enfermo. P u e s
bien, en Chile, sin citar n ú m e r o s , está establecido que:
muere» mw niñón que los que nucen, que muchos de los
q u e logran sobrevivir algunos meses caen despues víct i m a de, la n(filis hereditaria, hi tuberculosis o las enferme(hules intcslinules, ios tres grandes pulpos que están acabando con la flor de nuestra raza.
No he resistido al deseo de copiar el siguiente dato
estadístico q u e u n distinguido facultativo tomó de ia
1. a Circunscripción del Itejistro Civil de Santiago; ai
el mes de Enero de 1923 se anotaron 68 matrimonios,
190
nacimientos i 457 defunciones. Esto es sencillamente la
liquidación de la raza; m a y o r elocuencia no se p u e d e
pedir a las cifras!
Parece u n contrasentido que en este pais, cuyas condiciones n a t u r a l e s de clima, t e m p e r a t u r a , jeografía,.
etc., son las m e jores del m u n d o , t e n g a m o s la cifra m a s
alta de m o r t a l i d a d i n f a n t i l de todas las naciones.
La m a d r e q u e se convenza de la importancia d e su
misión social i q u e sea «de verdad» la m a d r e d e sus
propios hijos, merece el respeto i g r a t i t u d de la P a t r i a
i la H u m a n i d a d . Si la lectura de estas pajinas, realiza
en u n a sola m u j e r este anhelo del a u t o r i logra salvar
la vida de u n solo niño, salvación q u e significa la d e
millares de descendientes en lo infinito del t i e m p o ,
su esfuerzo i el de la Asociación del T r a b a j o , patrocinante de este t r a b a j o , estarán satisfechos.
Nociones de hijiene
A nuestro alrededor i dentro de nosotros m i s m o s vive u n m u n d o invisible de millares de seres infinitam e n t e pequeño.« llamados «microbios». Ellos soirlos
causantes de casi todas bis enfermedades; es pues, necesario defenderse de ellos no sólo c u a n d o ya h a n hecho presa en nuestro cuerpo,sino t a m b i é n antes;—estelo señala la hijiene. F u e r a de los desinfectantes hai otros
medios naturales para matarlos, por ejemplo: la luz del
sol, !n ebullición, lo i;r»fihiri»n, etc. Sepan las m a d r e s entonces que: la leche de vaca que dará a su hijo—si por
— 9 —
desgracia no puede darle la de su pecho, deberá ser
hervida. L a s vacas tuberculosas son causantes d e la
m a y o r í a de las tuberculosis intestinales. Sepan las madres que: el aire con su oxíjeno purifica nuestra sangre i da vida a nuestros tejidos; el a m b i e n t e de la pieza
sin ventilación; a d e m a s de estar lleno de ácido carbónico, que es u n v e n e n o mortal, está cargado de millones de microbios q u e acechan n u e s t r a boca, p u l m o n e s ,
estómago, garganta, etc. C o m p r e n d e r á n entonces q u e
toda habitación para sus hijos h a de ser v e n t i l a d a i
asoleada. Sepan q u e el escupo de u n a persona tuberculosa—-tosedores—contiene millones de microbios q u e
en el suelo se desecan i, al barrerlos, suben hasta nosotros i se m e t e n en nuestros pulmones. Estos m i s m o s
enfermos, con un vaso, u n a servilleta, pueden contajiar; i g u a l m e n t e los sifilíticos q u e suelen tener en su
boca el c o n t a j i o i, con u n beso t r a s m i t e n su t e r r i b l e
e n f e r m e d a d . No se debe, en consecuencia, p e r m i t i r q u e
besen a las guaguas. Sepan que: la superficie de nuestra piel debe m a n t e n e r s e siempre l i m p i a p a r a evitar
que por ella penetren los microbios a la sangre i para
facilitar la respiración que por ella se hace t a n t o como
por el p u l m ó n .
La herencia
H a i e n f e r m e d a d e s q u e se t r a s m i t e n de padres a hijos en la m i s m a f o r m a en q u e están en ellos, es decir,
los propios microbios vivos pasan por la sangre materna al cuerpo del h i j o q u e a u n está en sus entrañas. Un
e j e m p l o de esto es la sífilis q u e causa casi todos los
abortos (niños m u e r t o s antes de nacer y espulsados
p r e m a t u r a m e n t e ) i produce en las guaguas toda la gam a infinita de las e n f e r m e d a d e s , desde las placas o llagas contajiosas en la boca, nalgas, etc. hasta las deformaciones m a s m o n s t r u o s a s del cuerpo o intelijencia.
H a i otras e n f e r m e d a d e s q u e no se t r a s m i t e n directamente, en sustancia, a los hijos, sino que, por el enven e n a m i e n t o q u e provocan en los tejidos de padre i madre, hacen q u e los hijos salgan deformes, dejenerados,
—
10 —
raquíticos, locos o idiotas; pertenecen a esta clase, adema* de la síjilis, la tuberculosis i el alcoholismo.
La herencia del tuberculoso
Ks variada en sus manifestaciones, i, por lo tanto,
difícil de reconocer; el contajio de padres a hijos se
hace siempre despues del nacimiento, desde el momento en q u e el niño, al respirar, i n h a l a los microbios que
el aire a m b i e n t e contiene. Bi los microbios son absorbidos por las vías respiratorias, no esperemos ver en el
niño la tisis p u l m o n a r de las personas grandes (tos,
desgarro, fiebre, hemorrajia); los microbios en el niño
se irán a localizar en los ganglios linfáticos, que son
órganos de defensa de nuestro cuerpo. A q u í el microbio p e r m a n e c e t r a i c i o n e r a m e n t e en espera de u n a ocasion favorable para atacar.
Si los microbios e n t r a n por la via dijestiva, es decir,
son traga/los, sea en u n beso, en u n biberón o cuchara
infectada, o bien con la leche de vacas tuberculosas, la
e n f e r m e d a d irá a localizarse en el intestino i en los
ganglios abdominales.
U l t i m a m e n t e se ha d e m o s t r a d o q u e la infección tuberculosa en el niño se hace, con gran frecuencia, por
los ojos.
A diferencia de la inoculación sifilítica, la tuberculosis no d e j a u n a huella de su e n t r a d a (chancros) i la
víctima no se da cuenta de su e n f e r m e d a d . E n todo
caso, el microbio está en acecho dentro de n u e s t r o organismo; si las circunstancias no le son favorables, allí
p u e d e p e r m a n e c e r i n d e f i n i d a m e n t e i aun morir; pero,
si por el contrario, i como sucede con infinita frecuencia, la p e q u e ñ a víctima sufre, por ejemplo, otra enferm e d a d pasajera, (cualquiera fiebre intestinal, alfombrilla, influenza, resfriado, tos convulsiva, etc., etc.), la
tuberculosis estalla invadiendo r á p i d a m e n t e todos los
órganos, i, en especial, ciertas partes del sistema nervioso (meninjitis tuberculosa), cuyo curso siempre es
fatal hacia la m u e r t e rápida.
La prevención de esta e n f e r m e d a d en el n i ñ o consiste
11 —
s e n c i l l a m e n t e en el aislamiento ele sus padres tuberculosos desde el m o m e n t o de nacer; es lo q u e hace en
F r a n c i a la F u n d a c i ó n Grancher, q u e cria i desarrolla
a estos niños en pleno campo, tonificados por la múltiple acción del sol, el aire puro, los ejercicio?, la altura, etc., etc. Si por desgracia el niño se ha infectado en
los primeros tiempos, t e n d r e m o s esos e j e m p l a r e s de
pequeños anémicos, paliduchos, atrasados en su peso i
en su crecimiento, cuyos huesos i dientes son siempre
anormales, s u f r i e n d o f r e c u e n t e s diarreas, etc., etc.
N u n c a debe ser t a r d e p a r a t r a t a r de curarlos, estimulando sus defensas orgánicas con m e d i c a m e n t o s , alim e n t a c i ó n i clima.
El alcohólico
D a r á a la sociedad hijo? marcados con todos los estigmas de la degeneración, epilépticos, cretinos, distróficos, etc.
¿Cuál es la causa? podrá p r e g u n t a r s e m a s de alguno
d e vosotros. Todo el m u n d o bebe vino i nadie m u e r e
de borracho....
L a respuesta es u n poco larga i entra, por desgracia,
en gran parte, en pleno terreno científico. Sin embargo, t r a t a r é de deciros a l g u n a s palabras para convenceros del mal inmenso q u e el alcohol hace en n u e s t r a especie.
E l alcohol es u n veneno; esto está d e m o s t r a d o química i biolójicamente; destruye la m a t e r i i viva q u e
c o n s t i t u y e nuestras células. No es a l i m e n t o como u n
t i e m p o se aseguró; al e n t r a r a circular en la sangre le
roba el o x í j e n o q u e ésta lleva a los tejidos produciéndose ácido acético. La f a l t a de oxidacion en las células
trae como consecuencia dejeneracion grasosa de ellas;
el sistema nervioso, el cerebro—centro de n u e s t r a actividad intelectual,—el hígado, estómago, etc., s u f r e n
p e r t u r b a c i o n e s gravísimas. Como todos los venenos,
tiene q u e eliminarse por los p u l m o n e s , piel i orina,
a c a r r e a n d o la dejeneracion de estos órganos.
E l alcohol h a sido considerado por m u c h o s como u n
—
12 —
estimulante, activador, de todas las f u n c i o n e ? orgánicas; error p r o f u n d o . . . . El período de excitación q u e —
igual q u e todos los tóxicos—provoca es s u m a m e n t e
corto, sobre todo si se le compara con el período de depresión i e m b o t a m i e n t o que viene despues.
E n paises de E u r o p a se h a establecido q u e si se representa el poder de t r a b a j o de u n h o m b r e en 1 d i a p o r
la cifra 100', el s u j e t o que en ese dia bebe 1 vaso d e
cerveza pierde un 8 % de su eficiencia; si bebe 3 vasos
un 4 0 % m a s o ménos. Si es u n intelectual, pierde u n
7 0 % de su m e m o r i a .
E x i s t e u n error de concepto entre los que creen q u e
p o r q u e u n a persona no se ha embriagado n u n c a , no es
alcohólica; está m a s e n f e r m o el individuo que bebe todos los dias u n poco que aquel q u e bebe m u c h o d e
vez en cuando. ¿Por qué? Por la sencillísima razón d e
que este último, entre u n a i otra crisis de embriaguez,
alcanza a eliminar c o m p l e t a m e n t e el veneno de su
cuerpo, m i e n t r a s q u e el primero se está i n t o x i c a n d o
siempre, sin alcanzar a espulsar el tósigo de u n dia o
de u n a hora antes de q u e llegue u n nuevo c a r g a m e n t o
de él a sus células.
La alcohofilia es la transmisión de padre a h i j o del deseo o incitación de beber, verdadera degeneración, u n a
entre t a n t a s como ocurre entre los consumidores de alcohol.
Creemos que con lo dicho bastará para q u e piensen
nuestros lectores cuanto bien harían s u p r i m i e n d o el
licor de sus hábitos i diversiones, a sus s e m e j a n t e s , i,
en especial, a sus descendientes, y a que, como alguien
ha dicho:
«Los padres q u e beben diariamente, sacrifican la
tercera parte de sus hijos».
La herencia sifilítica
E s variada: depende, e n t r e varias otras circunstancias, del período de evolucion de la e n f e r m e d a d en los
padres i del t r a t a m i e n t o médico m a s o menos i n t e n s o
o nulo que éstos h a y a n seguido.
— 13 —
H a b l a r e m o s primero d é l a e n f e r m e d a d en los padres
para referirnos, en seguida, a sus herederos.
El h o m b r e o m u j e r contraen la sífilis (ordinariamente) d u r a n t e el acto sexual i su p r i m e r a manifestación es el chancro sifilítico, llamándose así u n a ulceración (vulgarmente peladura o llaga) q u e puede, a veces
por lo pequeña, pasar desapercibida; otras veces su desarrollo es considerable i t e n e m o s entonces los chancros destructivos, fajedénicos o roedores que van seguidos de adenitis o inflamación de los ganglios (vulgo:
incordios. La p u e r t a de e n t r a d a o chancro p u e d e sit u a r s e según el m o d o del contagio, en los órganos jenitales, labios, garganta, seno etc. etc., i su aparición es
mas o m é n o s 20 o 30 dias posterior al contacto. Dos o
tres meses despues aparecen los s í n t o m a s del l l a m a d o
«periodo secundario» que, como los del anterior, pueden pasar desapercibidos. Ellos son: dolores de cabeza
i huesos en jeneral, m u i especialmente en la noche; la
roséola o sea m a n c h a s rosadas pálidas que brotan en
todo el cuerpo; dolor de garganta i ronquera; caida del
pelo, molestia general con pérdida de las fuerzas, aparición de las placas mucosas o especies de llagas m u i
n u m e r o s a s en la rejion jenital i anal, i en el interior
de la boca, etc.
Pasado este período, la sífilis parece esconderse en
los órganos p r o f u n d o s i t r a b a j a s o l a p a d a m e n t e en el interior de los tejidos; sus manifestaciones posteriores a
este lapso de tiempo son v e r d a d e r a m e n t e terribles; en
todos los organos, en todos los tejidos, especialmente a
lo largo de los vasos del sistema arterial, produce lesiones d e f o n n a t i v a s o destructivas cuya variedad infinita de f o r m a s hace imposible u n a descripción detallada. Diremos solamente q u e las manifestaciones m a s
c o m u n e s de este período son: inflamación o dilatación
de la aorta, h e m o r r a j i a cerebral, parálisis, e n f e r m e d a d e s
del corazón, úlceras de la piel, afecciones d é l o s huesos,
hígado, pulmones, m é d u l a espinal, etc. etc.
Todas estas lesiones aparecen generalmente 10 o 20
años despues de la infección, de m a n e r a que, el enfermo, no las relaciona j a m á s con aquel p e q u e ñ o inciden-
—
14 —
te de su j u v e n t u d , í, n a t u r a l m e n t e , se a s o m b r a cuando
«1 médico le hace n o t a r dicha relación directa de causa
o efecto.
La sífilis en el hijo
P u e d e nacer de p a d r e sifilíticos u n hijo con aspecto
aparentemente sano; sin embargo, ese niño crecerá poco,
no s u b i r á de peso; presentará deformidades de sus
huesos, t e n d r á erupciones o comezones en su piel, etc.
F á c i l m e n t e , i al ser victima de a l g u n a fiebre, tendrá ataques nerviosos, con convulsiones o asfixia, pud i e n d o morir de m e n i n j i t i s (vulgo: a t a q u e al cerebro).
Al ser u n poco m a s grande, sus dientes serán notablem e n t e malos, en «serrucho» o mal i m p l a n t a d o s ; su intelijencia estará atrasada o bien, por el contrario, será
u n «portento», u n o de esos niños de cabeza e n o r m e
sobre u n cuerpo pequeñito i deformado.
Al cruzar por las etapas superiores de su vida, estos
e n f e r m o s serán presa fácil de las e n f e r m e d a d e s epidémicas, las cuales t o m a r á n en ellos u n a virulencia especial i mortífera.
Tales son, trazadas a grandes rasgos, las condiciones
q u e ei h i j o puede traer a su vida, condenado a ellas
desde antes de nacer.
D e p e n d e de la v o l u n t a d de los padres q u e así se realice.
E n la segunda parte de este trabajo, analizaremos i
espondremos los cuidados q u e el niño necesita desde
el m o m e n t o de nacer hasta su segunda i n f a n c i a .
SEGUNDA PARTE
Del recien nacido
P a s a n d o por alto todo lo r e f e r e n t e al acto i m o m e n to del «parto», e n t r a m o s a ocuparnos del hijo. Diremos, sí, q u e siempre el parto debe verificarse, si nó en
u n a m a t e r n i d a d , por lo menos ser atendido por médi-
— 15 —
co o m a t r o n a i en u n sitio a b s o l u t a m e n t e limpio; de
esta circunstancia depende la vida del niño, i, sobre todo, la
de la madre, (infección puerperal).
E l recién nacido ha de ser bañado, curado de su herida del ombligo, f a j a d o i acostado en su cuna, d e n t r o
de u n a pieza bien t e m p e r a d a i aireada. Su peso norm a l será de 3.500 gramos i su l o n j i t u d de 50 centímetros, t é r m i n o medio.
D e b e r á n trascurrir 12 horas antes de que el niño
t o m e por p r i m e r a vez el pecho m a t e r n o ; el único alim e n t o posible i necesario para él es 1a, leche de su madre; cualquier otra sustancia q u e se le dé a i n j e r i r le
será perjudicial. E x i s t e la práctica a n t i g u a i perniciosa de d a r p u r g a n t e al recién nacido; n a d a m a s errado;
debemos reaccionar contra ello i abstenernos de purgantes.
D u r a n t e el primer m e s el niño será bañado todos los
dias en agua hervida, a 35° de t e m p e r a t u r a i despues
c r u d a a igual t e m p e r a t u r a .
La leche materna
E s la sustancia «viva», «la única» que el n i ñ o con
su r u d i m e n t a r i o aparato dijestivo puede dijerir i asimilar.
Toda m a d r e puede i debe a m a m a n t a r a su hijos; las
escepciones son contadas i se refieren a e n f e r m e d a d e s
m u i avanzadas de la madre, que le i m p i d e n secretar
leche, (ultimo periodo de la tuberculosis, cáncer, c'iabetes,). Las e n f e r m e d a d e s agudas (fiebres) no contraindican la lactancia, lo m i s m o q u e u n nuevo embarazo o los períodos menstruales.
L a m a d r e q u e cria a su n i ñ o debe hacer vida hijiénica, a l i m e n t a r s e en a b u n d a n c i a pero no en exceso; las
l e g u m b r e s i el p a n favorecen la secreción de leche. No
conviene a su alimentación, por poder d a ñ a r al niño,
la comida c o n d i m e n t a d a : mariscos, ají, espárragos.
E l bebé t o m a r á el pecho cada tres horas, d e j a n d o
siempre libre u n intervalo de descanso en la leche no
m e n o r de 6 horas.
— 16 —
La leche de vaca
Nunca deberá ser introducida en la alimentación inf a n t i l antes del tercer mes de edad, i m e j o r a u n , antes
del noveno mes. Esto rije especialmente en verano,
época en que los calores exacerban las f e r m e n t a c i o n e s
i pululacion de microbios con la consiguiente descomposición de las materias constitutivas de la leche.
C u a n d o u n a imperiosa necesidad obligue a usar leche
de vaca en la alimentación del lactante, ella deberá ser
r i g u r o s a m e n t e hervida i m a n t e n i d a despues en tiestos
m u i bien lavados i cerrados en hielo o agua fria.
N u n c a deberá darse p u r a antes del octavo o noveno
mes, debiendo antes, si hubiere necesidad, recurrirse a
las mezclas, con cocimientos de cereales (avena o
Quaker, cebada, arroz, trigo o maiz).
La madre que no pueda criar a su h i j o por sí m i s m a
deberá recurrir: primero, a la a y u d a de otra m a d r e en
lactancia. Si esto no t u e r a posible, se valdrá de las leches de animales, entre las cuales la mas conveniente
es la de burra.
Dentición
Los primeros dientes q u e aparecen en el i n f a n t e son
los incisivos medianos inferiores, a la edad de seis meses; le siguen en el orden de aparición los incisivos medianos superiores, a los ocho meses m a s o ménos. Dur a n t e este período los cuidados con el niño deben ser
m a s rigurosos, pues él se e n c u e n t r a en circunstancias
especiales, para a t r a p a r cualquiera e n f e r m e d a d , especialmente intestinal. Los cambios de r é j i m e n alimenticio en esta edad deben ser, pues, evitados.
RESUMEN
A las madres
1.° Toda m u j e r sana debe a m a m a n t a r a su hijo, i
n i n g ú n pretesto la eximirá de c u m p l i r este deber.
— 17 —
2.o T o d a o t r o . alimento, que no sea la leche m a t e r n a
es veneno para el niño.
3.o El recien nacido no m a m a r á antes de las 24 primeras horas; i ese dia m a m a r á dos veces; el tercero,
tres; el cuarto, cuatro.
4.° M a m a r á cada dos horas i m e d i a a partir del quinto dia h a s t a el fin del tercer mes, i n t e r r u m p i e n d o siempre de noche, hasta las cinco de la m a ñ a n a .
5.o Del tercer mes en adelante, m a m a r á cada tres
horas, con la m i s m a interrupción nocturna.
6.o E n c u a n t o sea posible, se d a r á sólo u n pecho cad a vez, alternándolos.
7.° E l n i ñ o m a m a r á , cada vez de 15 a 30 m i n u t o s , i
si vomita, redúzcale 5 m i n u t o s de tiempo.
8.o N i n g ú n niño h a m u e r t o de llorar, i sí m u c h o s
de m a m a r a toda hora.
9.° Antes de dar el pecho lávese el m a m e l ó n con
agua hervida.
10. Si no tiene leche suficiente, hai que dar de mam a r ; m i e n t r a s m a s se m a m a el pecho dá m a s leche.
11. Las ropas del niño deben ser lijeras.
12. M a n t é n g a s e al niño siempre limpio, bien ventilado i al abrigo de las moscas.
13. Por la noche déjese la v e n t a n a cerrada evitando
siempre el e n f r i a m i e n t o .
14. E l niño debe d o r m i r sólo en su cuna, todo el
t i e m p o q u e quiera i siempre de costado, a l t e r n a n d o el
lado.
15. D o n d e entra ei sol no e n t r a el médico.
16. Despues de dos semanas, u n paseo diario es indispensable.
17. Báñelo en agua fresca todos los dias.
18. C u a n d o llore no hai q u e cargarlo. C u a n d o despierte, paséelo paradito s ó b r e l a s p a l m a s de las m a n o s .
19. Al fin del tercer mes debe vacunarse contra la
viruela; en caso de epidemia, i n m e d i a t a m e n t e .
20. Si se e n f e r m a , póngale a dieta de agua hervida i
llámese al medico.
21. N u n c a se le dé p u r g a n t e , si el médico no lo m a n da. Ni medicinas de p a t e n t e , ni cápsulas.
22. Abusar de los lavados internos es c o s t u m b r e perniciosa.
23. D u r a n t e el primer mes, el niño debe t e n e r tres
o cuatro asientos i despues dos o tres. Si se t o r n a n blanquizcos, amarillo verdoso (/verde, consulte al médico,
a u n q u e el niño parezca sano.
24. E l niño m a s gordo no es siempre el m a s sano.
25. Desde el octavo mes el niño podrá t o m a r leche,
con preferencia de cabra o burra.
Final
T e r m i n a m o s estas breves palabras dedicadas a las
m a d r e s obreras, agradeciéndoles s i n c e r a m e n t e el trab a j o q u e se h a y a n t o m a d o en leerlas, i suplicándoles
las t r a s m i t a n a sus amigas, compañeras de taller, o vecinas de su hogar. H a b r á n hecho con ello u n i n m e n s o
bien a la sociedad h u m a n a i a la Patria chilena.
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