www.magnumastron.org LA GENTE NORMAL… AL FIN Y AL CABO En épocas remotas se ofrecían sacrificios humanos y “LA GENTE NORMAL” de ese entonces veía todo muy bien: al fin y al cabo se trataba de sacrificios a los dioses. “Alguien” les hizo comprender que estaban haciendo mal, suprimieron los sacrificios y la humanidad de ese entonces se alejó un poco del abismo donde se encontraba. En la antigua Roma los emperadores y “LA GENTE NORMAL” disfrutaban viendo la muerte de sus semejantes convertidos en teas humanas o destrozados por la fieras. “Al fin y al cabo” se trataba de los enemigos del sistema. “Alguien” les hizo comprender que también eran hermanos y no se debía sacrificar en esa horrorosa forma. Aun en el siglo el siglo 19 los hombres de negocios y la sociedad, es decir, “LA GENTE NORMAL”, esclavizaban a los negros marcándolos con fuego, despojándolos de sus hijas a las que violaban, y les cortaban sus miembros en señal de represión. Al fin y al cabo los negros no eran seres normales y Dios los había creado para el servicio del hombre civilizado y católico. “Alguien” les hizo caer en cuenta que estaban equivocados: la esclavitud fue abolida y la humanidad dio un paso más hacia la escala espiritual. En el súper-tecnológico tercer milenio los hombres asisten a un circo para ver morir lentamente a un noble animal, y la “LA GENTE NORMAL” ríe y aplaude el horrendo asesinato. Al fin y al cabo el toro no siente y el torero es un diestro. Afortunadamente cada vez más voces de personas evolucionadas declaran abiertamente que la matanza de animales —para cualquier fin– constituye un asesinato impropio de una civilización avanzada. Con este noble proceder la humanidad escala lentamente hacia una mejor evolución. “LA GENTE NORMAL” que adora a un dios que les da permiso de matar cruelmente a los animales para comer sus cadáveres, que revisen antes de creerse fervorosos y espirituales, a qué clase de dios cruel y sanguinario están adorando, quien les permite cometer tantas atrocidades: un hombre que asesine y comulgue con la boca untada de sangre y con el estómago repleto de cadáveres no puede ser un ser espiritual. “Cualquier religión que no se rija por las leyes de la compasión y el respeto por la vida carece de asiento moral.” Únicamente las personas que consideran a los animales como compañeros de existencia han conquistado el primer escalón en la escala espiritual. “LA GENTE NORMAL” tala los bosques para sus construcciones y muebles de madera, y contamina los ríos con toda clase de desechos e inmundicias. Al fin y al cabo, consideran, se trata de elementos “inanimados” disponibles para el derroche de la “civilización avanzada”. Algún día entenderán que la Tierra es un ser vivo, cuyas selvas son su piel, los ríos son sus venas y la atmósfera sus pulmones, y está muriendo por los abusos de una absurda civilización tecnológica y altanera la cual, irónicamente fundamenta su economía en el derroche de todos los recursos no renovables. Alguna clase de gente “NO NORMAL” comprendió todo lo anterior y algunos están retirándose a ECOCIUDADELAS racionalmente tecnológicas, y se rigen por principios de coexistencia inspirados en otras civilizaciones hasta ahora desconocidas. Al fin y al cabo algunas mujeres y hombres excelentes estaban destinados a dar ejemplo como seres verdaderamente evolucionados y lograron, por fin, la comunicación con “ALGUIEN” que podía ayudarles. Magnum Astron www.magnumastron.org