VOL. 3, N.2 2 EDITORIAL PAG.81 Editorial El por qué del mal funcionamiento de algunos hospitales "Llevadera es la labor cuando muchos comparten la Hay errores de bulto que se cometen de forma habitual por directivos de hospitales, aparentemente expertos, y a fatiga" Homero veces con una experiencia de muchos años de trabajo. Reflejan una indiscutible falta de profesionalidad. Algu­ Hay muchas causas por las que funcionan mal los nos adoptan una actitud altiva y distante, en la creencia de hospitales, pero una de las principales es la incompetencia que así ha de ser, si se pretende obtener un cierto respeto y falta de profesionalidad de sus directivos y mandos de los subordinados. Nada más erróneo. No se logra el intermedios. respeto sino un enorme distanciamiento psicológico. El Esta aseveración podría parecer la sentencia dema­ directivo hospitalario que se «protege» con estas tácticas, gógica de un sindicalista, y de hecho en m uchas ocasiones, pierde un tesoro básico en la gestión, la información lo es, por desgracia. Pero en la mayoría de los casos el verdadera de sus colaboradores. Y digo verdadera con deficiente funcionamiento de la institución, o de una parte auténtico énfasis en la palabra, porque información se de ella, se puede identificar fácilmente con la comisión obtiene siempre, no hay más que hacer preguntas, pero sistemática de flagrantes errores por parte de los directivos información verdadera sólo se obtiene dando y recibiendo de la misma. un alto grado de confianza profesional. Las actitudes El entorno de los errores más habituales tiene mucho altivas no favorecen cn nada una buena comunicación del más que ver con las actitudes y cualidades humanas de los directivo con sus colaboradores. La altanería se traduce en directivos, que con sus aptitudes profesionales. Los direc­ cosas tan sencillas como el no saludar por las mañanas al tivos del hospital fallan lamentablemente porque no pue­ llegar al hospital, el adoptar actitudes envaradas, e incluso den motivar a su gente a obtener de la misma la más alta agresivas. La forma en el trato es fundamental. Hay mu­ productividad, premisa fundamental del éxito. Es indispensable que los futuros profesionales de la chos directivos y mandos intermedios en el hospital que parecen disfrutar haciendo materialmente imposible la medicina también reciban enseñanzas sobre los aspectos convivencia normal en el trabajo. Estos mandos transpiran básicos del management, sobre la motivación, la comu­ una profunda inseguridad y la reflejan mediante un trato nicación, la coordinación, el control, la ética empresarial, áspero y desagradable con sus subordinados. Detrás de el trato humano, etc. Sin estas herramientas el postgradua­ cada violento hay un ser profundamente inseguro. Los do puede medir todo, menos lo realmente importante: la directivos fuertes exhiben sistemáticamente una actitud capacidad de sus colaboradores. Puede dirigir todo ... tranquila, muy especialmente en las situaciones más de­ desde la mesa del despacho, pero nunca desde la realidad licadas. Saben que cuando las cosas se ponen feas es del hombre. cuando más necesitan los subordinados una dirección serena y confiada, por lo menos en apariencia. La impaciencia que provocan actitudes de ordeno y mando, viejas maneras caciquiles, es foco de tremenda desmotivación. La táctica del miedo y la represión como Correspondencia: M. Cadierno política de reacción ante cualquier descontento o contes­ c/. Numáncia, 137 08029 Barcelona pero es seguro que será a medio plazo motivo de una cultu- 3 tación, puede que amortigüe a corto plazo la crítica intema, PAG. 82 MARZO - ABRIL 1991 EMERGENCIAS raplana, carente de creatividad, basada exclusivamente en de los oficiales prusianos .. Si son injustos al valorar las el conservadurismo. El miedo no hace otra cosa que acciones erróneas de los de abajo y de los de arriba, provocar elJalso halago y la ausencia de sinceridad. En mostrándose implacables con los primeros y comprensi­ estas circunstancias ¿es posible una buena comunicación? vos con los segundos El directiva del hospital debe de buscar la comunicación a teñidas de falsa ética o o . .oo Si muestran extrañas connivencias, : ¿Cómo va a funcionar el hospital? través de una actitud relajada y exquisitamente educada, El elemento humano es uno de los pocos elementos de un trato afable y cordial, de gran serenidad en todas las estratégicos que le quedan a la empresa hospitalaria mo­ circunstancias, especialmente las adversas, y de una derna. El directivo hospitalario condiciona de forma bá­ aceptación sin reservas al diálogo abierto y a la sincera sica su comportamiento, y lo hace con sus actitudes y con su ética particular. No cometer errores como los descritos crítica. Hay directivos en los hospitales que poseen una es­ exige una buena dosis de ética, pero sobre todo exige en el pecial valoración del principio que corre pareja con una directivo moderno del hospital la conciencia de que ocupar total ausencia de sensibilidad por los problemas del tra­ el puesto que ocupa no es ni m ucho menos un privilegio del bajo. cual disfrutar ampliamente, sino una obligación cargada Frecuentemente, por desgracia, nos encontramos con de incómodas circunstancias, de momentos difíciles, de directivos que tienen rigurosísimo sentido de la disciplina responsabilidad, de renuncias; en suma, una tarea cargada laboral ... con ciertos empleados. Casualmente estos sue­ de obligaciones y de sacrificio. Sólo así contemplada, se len ser los de los niveles más bajos. puede ejer�er con profesionalidad. Algunos directivos, de condición ética más dudosa, tienen anómalas relaciones con el mundo que les rodea. Fuentes bibliográficas Las ex/rañas connivencias se conocen, sin duda que se 1. KRA VETZ O. La revolución de los recursos humanos. Ediciones 1990. 2. ODIORl�E GS. The Human Side 01Managemenl. O.e. Healh and Company. London 1987. 3. NORMAl\'N R. Service Managemen/: Strategy and Leadership in Service Businesses. John Wiley & Sons Ltd. Chichester (England). conocen, y las historias de este tipo se extienden como reguero de pólvara y tienen funestos efectos sobre la moral del colectivo. Yo me pregunto: Si algunos directivos hospitalarios tienen actitudes altivas, falta evidente de comunicación con sus subordinados oo. Oeusto. 1989. Si les encanta la confrontación como sistema de dilucidar las diferencias laborales, y se Moisés Cadierno dedican a darle trabajo a los abogados por cualquier Hospital Sagrado Corazón - Q.S.A. fruslería 4 oo . Si tienen un concepto de la disciplina rayano al Barcelona