DE HISTORIA NATURAL. 139 De su simple lectura como resumen se desprende: que de la serie profásicay sin cambiar de composición química, el hidra­ to de carbono se presenta bajo diversos estados ya isoméricos,, ya dotados de una cohesión diferente, cuales son la amilosa, granulosa y granulosa soluble. Que de la serie métafásica el último hidrato de carbono y soluble, llamado granulosa solu­ ble, sufre una serie de hidrataciones y desdoblamientos suce­ sivos, formándose cada vez maltosa y u n a nueva dextrina de peso molecular más bajo, de poder rotatorio más débil y de poder reductor más alto; y finalmente, que por una primera hidratación la última dextrina se transforma en maltosa, y por una segunda hidratación la maltosa se convierte en glu­ cosa, continuando sin perderse en estos cuerpos finales la ley general y constante compensada que dice, «que á la disminu­ ción en el poder rotatorio y gradual de estos cuerpos metafásicos corresponde un aumento en el poder reductor de los mismos». II. Digestión artificial.—Se llama así á la que experimentalmente logramos en los laboratorios partiendo de agentes completamente distintos ú los empleados por la naturaleza. Así sucede que, bien por una temperatura seca de 160°, ora por una ebullición prolongada en el agua, ya final y más r á ­ pidamente por la ebullición en la potasa diluida, ó en los áci­ dos minerales diluidos al abrigo siempre del calor, podemos conseguir la transformación del almidón en glucosa. De lo cual resulta que aquí no hay temperatura ordinaria, ni protoplasma acidulado, ni fermento amilasa, ni, por último, el ambiente celular de los tejidos como en la digestión natu­ ral amilácea; y cpn lo cual queda bien sentado que los medios empleados por el hombre para dar explicación experimental á estos fenómenos, no han sido, ni son, ni serán reflejo siquiera de los magistralmente ejecutados por la sorprendente y mara­ villosa digestión celular. En las condiciones antedichas, sin embargo, el hombre llega á transformar el almidón, haciéndole atravesar por todas y cada una de las fases que hemos explicado, hasta llegar al estado de glucosa, hermoso adelanto realizado, que por su mu­ cho provecho ha venido á dar un gigantesco paso á la difícil si bien encantadora ciencia de la q u i m b a biológica. Pero no es esto todo; sino que ejerciendo los ácidos diluidos