Nuestra prioridad es seguir ofreciendo una garantía global

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/ E N T R E V I S TA
“
Eduardo “
de Lecea,
Nuestra prioridad es seguir ofreciendo una
garantía global sobre la recogida y gestión
de un residuo de gran impacto ambiental
director general de Sigaus
La correcta gestión, durante más de 7
años, del aceite industrial usado que se
genera en cualquier punto de España,
su compromiso con la protección del
medio ambiente y el cumplimiento de la
normativa al respecto han convertido a
Sigaus (Sistema Integrado de Gestión de
Aceites Usados) en el auténtico
referente ambiental dentro del sector de
los lubricantes en España.
Durante este tiempo, Sigaus ha visto
recompensado su trabajo con el
respaldo del 90% de las empresas del
mercado de lubricantes, a las que ayuda
a cumplir con la regulación existente en
materia de aceites usados. El número
de sociedades adheridas no ha dejado
de aumentar y se sitúa ya por encima de
las 180 empresas. Asimismo, Sigaus
cuenta con el respaldo de todas las
Comunidades Autónomas, a las que
ofrece una información completa acerca
de la recogida, gestión y tratamiento de
los aceites industriales usados, en un
ejercicio de eficacia y transparencia.
Eduardo de Lecea, director general de
Sigaus, ofrece en esta entrevista una
perspectiva acerca del presente y futuro
de esta entidad.
David Muñoz
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Cuando nos adentramos en el último trimestre
de 2014, ¿qué balance podría hacernos acerca
del trabajo desarrollado por Sigaus?
Seguimos cumpliendo nuestros objetivos: recuperar el 95%
del aceite usado generado, regenerar el 65% y valorizar en
todo caso el resto del residuo recogido. En 2013, último
año cerrado, gestionamos 126.796 toneladas de aceites
industriales usados y regeneramos 80.163 t, lo que
permitió aportar al mercado unas 53.000 t de bases
regeneradas válidas para fabricar nuevos aceites industriales, cerrando el ciclo de vida del producto. Este volumen supone prácticamente una quinta parte de la
demanda nacional de lubricantes. Lo hicimos posible
a partir de 168.900 operaciones acreditadas en 89.000
documentos oficiales registrados e informatizados.
De esta forma, continuamos prestando un servicio
eficiente a todos nuestros fabricantes adheridos,
cuyo número ha seguido creciendo durante el año.
A su vez, hemos fortalecido nuestra red operativa,
y mejorado nuestros procedimientos de control y
financiación de la gestión del residuo. Con todo ello,
reforzamos la garantía de control ambiental que
ofrecemos a todos los agentes involucrados (desde
el consumidor a las empresas y las Administraciones) sobre un residuo que puede tener un alto
impacto en el medio ambiente si no se recupera y se
trata correctamente.
La situación económica continúa todavía
inestable, ¿cómo ha afectado la coyuntura de
los últimos años a la actividad de Sigaus?
Como sistema ligado a los agentes empresariales que
comercializan lubricantes hemos visto de cerca cómo la
crisis sacudía un sector que abastece a muchas ramas de
actividad productiva, y que ha experimentado un recorte
cercano al 40% respecto a cuando empezamos a operar.
Hemos sido testigos de una profunda reestructuración del
sector, que ha tenido que adaptarse a un mercado más
pequeño y exigente. Y debo decir que, en ese proceso de
adaptación, los aspectos medioambientales no sólo no
salido perjudicados sino que se han tomado como una línea
en la que mejorar y ser más competitivos.
En Sigaus cada vez contamos con más empresas asociadas
y percibimos que las empresas cada vez tienen más clara la
importancia, incluso como factor de negocio, de cuidar la
huella que su actividad tiene en el entorno. Lo que incluye,
por supuesto, asegurar que el producto tenga una nueva
vida tras su uso, pero también ser capaces de fabricar
productos con una menor incidencia ambiental. En ello, el
sector de lubricante está siendo un ejemplo.
Y volviendo a los datos macroeconómicos, lo cierto es que
el mercado de aceites industriales parece haber cambiado
su tendencia en los últimos meses, y somos optimistas de
cara al cierre de este 2014. En este sentido, somos también
un buen termómetro económico, puesto que recibimos
información actualizada de un gran número de empresas
que operan en sectores muy diversos.
Aceite usado.
“Sigaus ofrece un servicio universal y
gratuito a todos los productores,
desde grandes industrias a pequeños
talleres rurales”
¿Cómo explicaría a un ciudadano el porqué de la
necesidad de Sigaus?
El aceite usado es un residuo que puede ser muy contaminante, no solo por las sustancias peligrosas que puede
contener, sino por su alta persistencia si se vierte en el agua
o en el suelo, debido a que es muy poco biodegradable. Por
ejemplo, en el agua puede permanecer hasta 10 ó 15 años.
Por el contrario, si se recoge y trata correctamente, es un
residuo muy aprovechable. Así, 1 litro de aceite usado
contiene energía suficiente como para hacer funcionar un
aparato de aire acondicionado durante 5 horas. Si, en lugar
de producir energía, utilizamos ese mismo aceite usado
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para volver a fabricar aceite nuevo, obtendríamos
más de medio litro de aceite nuevo listo para
volver a ser utilizado.
Y a la vez, es un residuo que se genera en casi
cualquier sitio, porque ese litro de aceite usado
puede proceder de una cooperativa agraria, de un
pequeño taller en el medio rural, de un transformador eléctrico o de una estación de tren. Casi
cualquier actividad empresarial es susceptible,
en uno u otro grado, de generar alguna cantidad
de lubricante usado. Esta doble condición de
impacto ambiental y dispersión de su generación
lo ha hecho un residuo largamente legislado, ya
desde los años 70, estableciéndose mecanismos
que aseguren su recogida y reciclaje, subvencionando dichas actividades.
En este sentido, la creación de Sigaus responde a
una normativa (Real Decreto 679/2006) que regula los aceites industriales usados y que obliga
a aquellas empresas que introducen aceites en
el mercado, ya sea como producto o como componente, a garantizar, financiando, la correcta gestión de los aceites usados. Esa misma normativa
permite a las empresas cumplir sus obligaciones
a través de un sistema colectivo, como Sigaus. De
esta forma, Sigaus asume una financiación que,
hasta ese momento, y durante casi una década,
corría a cargo de subvenciones del Estado.
“A pesar de la crisis, percibimos claramente que el sector está cada vez más
comprometido con el medio ambiente”
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A nivel operativo, ¿cómo efectúa Sigaus la recogida y gestión del residuo?
Contamos con una amplia red de empresas gestoras, 130
en la actualidad, que abarca tanto las empresas que en
España realizan el tratamiento del residuo como una
inmensa mayoría de las que se dedican a recogerlo ‘puerta
a puerta’. Precisamente, una de las máximas de Sigaus es
ofrecer un servicio universal y gratuito a todos los productores de aceites usados, independientemente de su ubicación geográfica y de si esa recogida del residuo es o no
económicamente rentable para las empresas gestoras.
Sigaus atiende, mediante un servicio de recogida de gran capilaridad, a todos aquellos productores que requieran deshacerse de forma correcta de su aceite usado. En 2013
recogimos aceite usado en más de 70.000 lugares distintos de
4.500 términos municipales. Tres cuartas partes fueron municipios rurales, incluyendo más de 1.000 municipios de menos
de 500 habitantes en los que apenas reside el 0,5% de la
población española, pero que dispusieron del servicio Sigaus.
Sólo de esta forma se puede garantizar que el aceite usado,
provenga de donde provenga, no va a tener un impacto sobre
el medio ambiente, con más motivo si cabe en zonas no
urbanas de gran valor ambiental.
Para el control logístico de la gestión disponemos de un
potente sistema informático, el Sistema de Información
Tecnológico (SIT), que nos aporta información precisa de
dónde se está recogiendo el residuo, de qué tipo es, qué
agentes están interviniendo y qué se está haciendo con este
aceite usado. En definitiva, realizando la tan necesaria trazabilidad del residuo. Una información de gran valor añadido
para nosotros, puesto que, además, nos permite garantizar
que en España se está recogiendo aceite industrial usado
por encima del 95% y que más del 65% de este residuo se
está regenerando como establece la ley.
¿Podría darnos algunos datos de los beneficios
medioambientales que se logran con el trabajo
realizado por Sigaus?
El principal beneficio es la propia garantía aportada sobre
que el aceite usado se recoge, casi 60 camiones cisterna
cada día del año, y se gestiona correctamente, evitando su
posible impacto sobre el medio ambiente. En este sentido,
conviene señalar que el volumen recogido supone la práctica totalidad del aceite usado generado en nuestro país y
que, de no realizarse una gestión controlada, los efectos de
este residuo peligroso sobre el agua, el suelo o el aire que
respiramos podrían ser extremadamente negativos.
Más allá de este principal beneficio, la gestión del aceite
usado incentivada por Sigaus genera impactos ambientales
positivos derivados de los diferentes procesos de tratamiento
de este residuo. Como ejemplo, el aceite usado regenerado
en 2013 habría evitado, según diversas estimaciones, la
emisión a la atmósfera de 240.000 toneladas de CO2, mientras que el aceite usado valorizado contendría una energía
equivalente a 506 GWh, el consumo eléctrico anual de 138.000
hogares de tipo medio en España. Desde 2007, Sigaus ha
recuperado más de un millón de toneladas de aceites indus-
Descarga de aceite.
triales usados, de las que ha financiado la regeneración de
686.000 que, en términos ambientales, suponen la reducción
de la emisión de más de 2 millones de toneladas de CO2, equivalentes a lo que absorbe, en un año, un bosque con la mitad
de extensión que tiene la Comunidad de Madrid. En términos energéticos, la valorización como combustible de
355.000 toneladas de aceite usado equivaldría a la producción de 3.800 GWh, el consumo anual de más de un millón
de hogares.
Como sistema integrado de gestión de aceites
usados, ¿aprecian un uso cada vez mayor de
ecolubricantes en España?
Si por ecolubricante entendemos todo aquel sobre el que se
hayan aplicado mecanismos que ayuden a reducir su
impacto ambiental, es evidente que se trata de una tendencia en clara progresión, quizá la tendencia más acentuada
en la evolución de este mercado. Hoy día, y especialmente
en el sector de la automoción, los lubricantes son cada vez
más sofisticados, implican una mayor carga tecnológica y
contienen menos sustancias nocivas. Todo ello orientado a
reducir las emisiones y consumos de combustible de los
motores y alargar su durabilidad, para adaptarse a las
exigentes especificaciones de las marcas.
Como he señalado, el sector está muy concienciado con los
aspectos ambientales, y se están haciendo grandes esfuerzos en esta línea. También en esto Sigaus está jugando un
papel importante, trabajando desde hace años en la prevención, es decir, en las actuaciones encaminadas a reducir la
cantidad o la peligrosidad del residuo cuando el lubricante
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concluye su vida útil. A través de nuestros Planes de Prevención, desde 2010 hemos impulsado y coordinado las acciones desarrolladas por la industria fabricante para ofrecer
aceites industriales más duraderos y menos contaminantes,
procesos de aplicación más eficientes, incorporar bases
regeneradas en la fabricación de lubricantes y realizar un
buen número de acciones de formación dirigidas a utilizar
o consumir de la forma más correcta los lubricantes (y, por
tanto, generar menos residuo).
Este 2014 hemos presentado el balance del primer Plan de
Prevención, en el que han participado 160 de nuestras
empresas adheridas, poniendo en marcha una media de 12
acciones de este tipo en los últimos 4 años.
El uso de ecolubricantes ¿facilita también la
labor medioambiental de Sigaus en la gestión de
estos residuos?
En efecto, los lubricantes que contienen menos cantidades
de cenizas, fósforo o azufre generan un aceite usado con
menos sustancias contaminantes, por lo que se mejoran las
condiciones para su correcta gestión. De hecho, como decía
antes, ésa es una de las líneas de prevención que estamos
impulsando desde Sigaus. No obstante, durante su uso el
lubricante siempre se degrada y siempre requiere luego de
un proceso complejo de descontaminación.
Por otro lado, se ha alargado la vida útil de los lubricantes
utilizados en el sector del automóvil, por lo que ya no se
cambian cada 15.000 km sino cada 20.000 ó 30.000, favoreciendo que el consumo de estos productos sea menor y que,
por tanto, la generación de aceites usados también disminuya a largo plazo. En todo caso, nuestra función, y nuestro
objetivo va a seguir siendo recoger y reciclar el aceite usado
que se genere, sea cuál sea su cantidad, procedencia y
ubicación geográfica.
¿Existe a día de hoy un ecolubricante que al final
de su vida útil no se convierta en residuo? ¿Se
dará esto en el futuro?
Hoy por hoy no podríamos afirmar que exista un lubricante
que no genere una cierta cantidad de residuo. Aunque, como
digo, se está trabajando en diferentes líneas que reducen
tanto la cantidad como la peligrosidad del aceite usado
producido. En este sentido, el sector está trabajando en la
formulación y utilización de lubricantes biodegradables, que
también la contemplamos como línea en nuestro Plan de
Prevención. Según los datos registrados por Sigaus en el
periodo 2010-2013 nuestros adheridos comercializaron
1.848 toneladas de este tipo de aceites. Según la norma por
la que se regulan, OCDE 301, se trata de aceites que, como
mínimo, permiten la eliminación sin residuo del 70% de las
sustancias resultantes en un período de 28 días.
Se trata de una vía muy interesante y en la que, como en el
resto, los resultados han ido mejorando año a año. Como
ejemplo, calculamos que esos aceites introducidos en el
mercado habrían ahorrado la gestión que representan 144
camiones cisterna cargados de aceites usados.
¿Cuáles son los objetivos de futuro que se han
planteado en Sigaus?
Continuaremos trabajando en la protección del medio
ambiente a través de una cada vez más eficaz gestión de los
aceites industriales usados, contando con el firme y cada
vez más numeroso compromiso de los fabricantes, el reconocimiento de las Administraciones y el respaldo que suponen los resultados obtenidos hasta la fecha, tanto en
términos de servicio de recogida prestado en el conjunto del
territorio español, como de gestión del residuo recuperado.
Pretendemos, también, aumentar nuestra infraestructura
gestora, seguir siendo muy activos en la concienciación y
líderes en materia de prevención. Todo ello nos
permitirá ofrecer a la sociedad en su
conjunto una cada vez más amplia
y definitiva garantía acerca de
que el aceite usado no será
nunca más un problema
ambiental. /
Planta de regeneración.
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