Asociación Argentina de Astronomı́a BAAA, Vol. 49, 2006 G. Dubner, M. Abadi, & S. Malaroda, eds. TRABAJO INVITADO El Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea G. L. Baume Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofı́sicas de la UNLP, IALP-CONICET, Paseo del Bosque s/n, La Plata, Argentina Abstract. A summary of the most relevant studies oriented to improve our knowledge of the galactic structure is presented. In particular, the works referring to the Third Galactic Quadrant (TGQ) are examined. The controversial presence of a dwarf galaxy in Canis Major is outstanding among other current issues here presented. It is also described the probable behaviour of the spiral structure and the shape of the Galactic plane in this region. The results of the different works that gave rise to each of the above-mentioned issues are discussed. Special attention is paid to the study of the fundamental parameters of a set of open clusters in the TGQ. Such studies are complemented by recent results from neutral hydrogen and CO clouds in the same region. Resumen. Se presenta un resumen de los estudios más relevantes destinados a esclarecer la estructura de la Galaxia. En particular, se examinan los trabajos referidos a la zona del Tercer Cuadrante (TGQ). Se presentan las ideas actuales, entre las que se destacan la controvertida presencia de una galaxia enana en Canis Major. Además se describe cómo es probablemente el comportamiento de la estructura espiral y del plano galáctico en esa región. Se discuten entonces, los resultados obtenidos en los diferentes trabajos que dan origen a cada una de esas ideas. En particular, se hace hincapié en los estudios de los parámetros fundamentales de un conjunto de cúmulos abiertos en el TGQ. Esos estudios se complementan con resultados recientes de hidrógeno neutro y de nubes de CO en la misma región. 1. 1.1. Introducción Breve reseña histórica A. La naturaleza y forma de la Vı́a Láctea La naturaleza de nuestra Galaxia comenzó a develarse a comienzos del siglo XVII cuando Galileo la observó por primera vez con un telescopio, comprobando que el considerado “fluido blanquecino” se hallaba en realidad compuesto por una mirı́ada de estrellas. Ası́, el Sol se encontraba inmerso en un sistema estelar. Posteriormente, a mediados del siglo XVIII, T. Wright y E. Kant describieron más precisamente la forma de la Vı́a Láctea, indicando que ella serı́a como un disco de estrellas. Paralelamente, Kant planteó, ya en esta época temprana, la 1 2 G.L. Baume Cúmulo globular Halo Disco Bulbo Figura 1. Esquema simplificado de la estructura de la Vı́a Láctea. idea de que nuestra Galaxia no serı́a la única y que deberı́an existir otros sistemas similares (Universos Islas). Más adelante, a fines del siglo XVIII, W. Herschel comenzó un estudio sistemático de la forma de la Galaxia a partir de recuentos estelares. B. La posición del Sol A principios del siglo XX, Kapteyn y van Rhijn (Kapteyn & van Rhijn 1920; Kapteyn 1922) hicieron un estudio similar al de Herschel y obtuvieron un modelo de la Vı́a Láctea bastante mejorado que fue conocido como “Universo de Kapteyn”, en el que el Sol se localizaba llamativamente cerca del centro. Paralelamente, Shapley estudió la distribución de los cúmulos globulares a lo largo del plano de la Vı́a Láctea en una serie de trabajos realizados entre 1915 y 1919 (ver Shapley 1919). En estos trabajos se estableció que dicha distribución no es uniforme, sino que presenta un pico notable en cierta dirección que fue asociada con la localización del verdadero centro del sistema estelar. De esta forma Shapley dedujo que el Sol se situarı́a a unos 15 kpc del centro de la Galaxia, contradiciendo lo encontrado por Kapteyn. Por otro lado, en esa misma época, los estudios cinemáticos de Kapteyn revelaron la presencia de diferentes corrientes estelares. Esta idea fue perfeccionada posteriormente (entre 1925 y 1928) por Lindblad y Oort (ver Lindblad 1927; Oort 1927) quienes propusieron que la Vı́a Láctea se encontrarı́a formada por varios subsistemas, cada uno con simetrı́a rotacional alrededor de un eje común. A partir de estas premisas se encontró entonces que el Sol se halları́a a unos 6 kpc del centro de rotación, o sea un valor intermedio entre los hallados a partir de los conteos estelares y a partir de los estudios de cúmulos globulares. Finalmente, las discrepancias entre los diversos estudios fueron solucionadas cuando se consideraron seriamente los efectos de la absorción interestelar tanto sobre los conteos estelares como sobre las observaciones de los cúmulos globulares. Estudios más precisos establecieron que el Sol se encontrarı́a a unos 8 kpc del centro de la Galaxia. 1.2. Estructura de la Vı́a Láctea La estructura general aceptada para la Vı́a Láctea indica que posee básicamente los siguientes componentes (ver Fig. 1): El Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea 3 Disco. Conformado por la población más joven de la Galaxia y subdividido a su vez en: disco fino (z = 125 pc), disco medio (z = 330 pc) y disco grueso (z ≈ 580-750 pc). Al disco se le asocia una estructura de brazos espirales. Halo. Una estructura aproximadamente esférica de unos 40 kpc de radio si se considera sólo el Halo clásico o de unos estimados 180 kpc si considera el Halo oscuro. Bulbo. Una estructura también aproximadamente esférica de unos 4 kpc de diámetro y conformada por la población más vieja de la Galaxia. A. Los Brazos espirales Dado que en otras galaxias se destacan claramente los patrones espirales, se ha tratado de encontrar esos mismos patrones en la Vı́a Láctea. Para ello, se han realizado diversos estudios basados en el análisis de los objetos que conformarı́an dichas estructuras. Esos objetos deben cumplir entoces ciertos requisitos básicos (ver Mihalas & Binney 1981), debiendo tratarse de: Objetos asociados a brazos espirales en otras galaxias Objetos jóvenes, de manera que no se aparten demasiado de su lugar de origen Objetos luminosos, para ser detectados a distancias suficientemente importantes en la escala de la Galaxia como para trazar su estructura. Objetos con magnitudes absolutas precisas y para los que se pueden corregir sin mucha dificultad los efectos de absorción y enrojecimiento. Entre los objetos ópticos que cumplen estas condiciones se encuentran las regiones HII, las asociaciones OB, los cúmulos galácticos jóvenes, las estrellas Cefeidas y cierto tipo de supergigantes. B. Distribución de los Brazos Entre 1950 y 1951, Morgan, Sharpless y Osterbrock identificanron unas 30 regiones HII. Posteriormente, en 1953, Morgan, Whitford y Code determinaron las posiciones de varias estrellas OB (la mayorı́a de ellas pertenecientes a cúmulos abiertos). Estos estudios permitieron delinear la estructura espiral cercana al Sol, encontrándose fundamentalmente la traza de tres brazos espirales identificados como: a) el brazo de Sagittarius; b) el brazo de Orion-Cygnus o Brazo Local y c) el brazo de Perseus. En 1951 se encuentra que la lı́nea de 21 cm del hidrógeno permitı́a también trazar la buscada estructura espiral de la Galaxia, aunque se debı́a adoptar un modelo cinemático para poder establecer las distancias. A fines de los años ’50, Oort et al. (1958) y Bok (1959) realizaron los primeros estudios de esta clase permitiendo obtener un esquema mejor de los brazos como: a) el brazo de Sagittarius; b) el brazo de Cygnus-Carina y c) el brazo de Perseus. El Brazo Local pasaba a ser entonces una ramificación (“spur”) del brazo de Cygnus-Carina. Finalmente, como estudio actualizado de la estructura espiral, cabe mencionar el realizado por Russeil (2003; ver Fig. 2) en base a la distribución espacial de las regiones de formación estelar. En este trabajo se adoptó, como más probable, un esquema de cuatro brazos identificados como: 4 G.L. Baume Norma-Cygnus Perseus Sagit-Carina Sol Scuttum-Crux Figura 2. Esquema de los brazos espirales según Russeil (2003). Se indican los nombres adoptados y la posición del Sol. Las escalas en los ejes están en kpc. El El El El brazo brazo brazo brazo de de de de Scuttum-Crux Sagittarius-Carina Perseus Norma-Cygnus o Brazo externo aunque un modelo de sólo dos o de tres brazos no se descarta totalmente. De hecho, Nakanishi & Sofue (2003), en base al procesamiento de los datos de relevamientos modernos de HI consideraron que un esquema de sólo tres brazos serı́a más apropiado. Además establecieron que el radio de la Vı́a Láctea serı́a de unos 17 kpc (hasta σ = 1M¯ /pc2 ) y confirmaron claramente la presencia en radio de que el plano la Galaxia es en realidad una superficie que se aleja del plano ideal hacia los bordes (“galactic warp”). C. El Halo La idea clásica revela que el halo de la Galaxia es un vestigio del colapso que la originó, no obstante, actualmente existe evidencia creciente indicando que el halo (o al menos parte de éste) se ha formado a partir de la acreción de pequeñas galaxias satélites. Entre estas evidencias pueden mencionarse las predicciones realizadas por varias simulaciones (Linden-Bell & Linden-Bell 1995, Johnston et al. 1996, 1999), la identificación de varios grupos y subestructuras en el halo que comparten la misma cinemática (Majewski et al. 1996, Helmi 1999) y la identificación de subestructuras a partir de sobredensidades (Ivezie et al. 2000, Yanny et al. 2000). En este último caso se destaca la identificación de una galaxia enana en Sagittarius (Ibata et al. 1994) y su estela de estrellas producida por efectos de marea entre esta galaxia y la Vı́a Láctea (p.e. Johnston et al. 1995, Ibata et El Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea 5 al. 1997). Aparentemente esta galaxia ha poblado el halo exterior con estrellas M (Ibata et al. 2002) y cúmulos globulares (Bellazzini et al. 2003). Evidencias similares se han encontrado en M31 (ver Ibata et al. 2001, McConnachie et al. 2003) 1.3. Los cúmulos abiertos como herramienta de trabajo Los cúmulos abiertos son objetos que permiten el estudio de diversas facetas de la Astrofı́sica, destacándose entre ellas: Restricciones evolutivas, mediante el estudio de estrellas WR, Be, Am/Ap, WD y de la validación de modelos evolutivos con o sin “overshooting” Función Inicial de Masa, pudiendo establecer su forma y su posible dependencia espacial y temporal Historia de la formación estelar, permitiendo establecer si ésta se produce en forma secuencial o simultánea Evolución quı́mica de la Galaxia, conociendo la evolución temprana del disco galáctico mediante el estudio de los cúmulos abiertos más viejos Patrones de gran escala en la Galaxia, delineando la estructura espiral (por medio de cúmulos jóvenes) o la edad de las diferentes componentes del disco 2. 2.1. El Tercer Cuadrante de la Galaxia Ideas generales El Tercer Cuadrante de la Galaxia (TGQ) posee una estructura espiral vagamente conocida y aparentemente complicada. Presenta la extensión hacia el sur del ya mencionado “galactic warp” y además se han encontrado poblaciones estelares de origen polémico. 2.2. Estudios en la zona En 1974, Fitzgerald & Moffat sugirieron la existencia de un brazo espiral a 15 kpc del centro de la Vı́a Láctea en l ≈ 241◦ . Más adelante, Fitzgerald & Moffat (1980) encontraron un exceso de estrellas luminosas en l ≈ 231◦ . Por otro lado, Vogt (1976) y Kaltcheva & Hilditch (2000) hallaron un exceso de estrelas OB en las direcciones de Monoceros, Canis Major (CMa) y Vela-Puppis, aunque estos estudios generalmente cubrieron sólo unos pocos kiloparsecs desde el Sol. Además, Carney & Seiter (1993) estudiaron “Diagramas Color-Magnitud” (CMDs) en varias direcciones en el TGQ y sugirieron la presencia del “galactic warp” en el óptico, aunque el principal problema que encontraron era lograr una estimación confiable del enrojecimiento en la zona. 2.3. La galaxia de Canis Major Entre los estudios más recientes se destacó el trabajo de Newberg et al. (2002). En este trabajo se identificaron nuevas estructuras en el halo de la Vı́a Láctea a partir de la fotometrı́a de unas 5 millones de estrellas realizada con el Sloan Digital Sky Survey. Algunas de esas estructuras fueron consideradas como los 6 G.L. Baume l = 240º, b = -8º RC l = 240º, b = +8º Comparison field BP Figura 3. CMDs de acuerdo con Martinez-Delgado et al. (2005) en los que se ha indicado la localización del BP y del RC. residuos ya mencionados de la galaxia enana de Sagittarius. Pero además se encontraron otras estructuras similares (“Anillo de Monoceros”) localizadas en l ∼ 180◦ . Estudios posteriores de fotometrı́a y espectroscopı́a (Ibata et al. 2003, Yanny et al. 2003) y de gigantes M del catálogo 2MASS (Rocha-Pinto et al. 2003) confirmaron la presencia del “Anillo de Monoceros”. Esta estructura se consideró entonces que podı́a ser: a) parte de una población de disco con una escala de altura de 2 kpc o b) restos dejados por otra galaxia enana siendo acretada por la Vı́a Láctea localizada en el TGQ y muy cerca del plano galáctico. Por otro lado, Martin et al. (2004) realizaron conteos utilizando los datos del catálogo 2MASS. En este estudio, las correcciones por enrojecimiento se hicieron en base a los mapas de Schlegel et al. (1998). Para realizar calibraciones en distancia, se seleccionaron estrellas de la “Rama de las Gigantes” de los CMDs y se compararon con datos de la galaxia enana de Sagittarius y de la Nube Mayor de Magallanes. De esta forma, se encontró una sobredensidad de estrellas M de forma elı́ptica en la constelación de CMa (l = 240◦ , b = −7◦ ) que fue situada a unos 12 kpc del centro de la Galaxia. Este mismo procedimiento también permitió identificar otras sobredensidades menores con forma de arco ubicadas a ambos lados del plano galáctico. La interpretación inmediata de estos resultados fue que la sobredensidad principal era la galaxia sugerida por Newberg et al. y los arcos eran los residuos asociados con la misma. Posteriormente, Bellazzini et al. (2004) y Martinez-Delgado et al. (2005) estudiaron datos fotométricos (BV y BR) en la zona de CMa y encontraron en los CMDs dos caracterı́sticas particulares (ver Fig. 3): a) un “Blue Plume” (BP) y b) un “Red Clump” (RC). Estas particularidades fueron consideradas como indicios de la presencia de una población vieja coherente con la esperable para una galaxia enana de 1-2 Gyr. Posteriormente, Dinescu et al. (2005) combinaron medidas de movimientos propios de estrellas del BP con medidas de velocidades radiales de estrellas del RC y dedujeron la órbita de esta nueva galaxia, revelando que su movimiento serı́a muy similar al de las estrellas del disco grueso, excepto en la componente W (perpendicular al plano de la Galaxia). El Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea 7 cúmulo BP cúmulo BP Figura 4. Diagramas color-color y color-magnitud en la región de NGC 2362 de acuerdo a Moitinho et al. (2006). Se indica además la ubicación de las estrellas del cúmulo y del BP asociado con una población joven. Estos resultados indicarı́an que habrı́a una nueva galaxia enana en CMa siendo acretada por la Vı́a Láctea. 2.4. Problemas con la nueva galaxia La afirmación de la presencia de una galaxia enana en CMa generó bastante polémica. En este sentido, el estudio de Momany et al. (2004) basado en datos del 2MASS, explicó la sobredensidad estelar supuestamente asociada con dicha galaxia y la presencia del RC como debidos a un efecto combinado del “galactic warp” y del “flare” del disco de la propia Vı́a Láctea, mientras que Bellazzini et al. (2004) y Martinez-Delgado et al. (2005) habı́an descartado esta posibilidad por encontrar que las estrellas en secuencia principal se encuentran muy acotadas en distancia. Más adelante, Carraro et al. (2005), Moitinho et al. (2006) y Vázquez et al. (2006), obtuvieron conclusiones muy reveladoras del TGQ en base a: a) estudios de varios cúmulos abiertos y b) análisis de observaciones de nubes de CO. En estos trabajos también se encontraron los BPs, aunque fueron relacionados muy claramente con estrellas de población joven (<100 Myr), pero no se hallaron evidencias convincentes de la presencia del RC (ver Fig. 4). Por otro lado, Giorgi (2006) encontró diferencias muy importantes al realizar el análisis del comportamiento del enrojecimiento en el TGQ (ver Fig. 5) y compararlo con los resultados obtenidos a partir de los mapas de Schlegel et al. (1998). En particular, apareció una diferencia muy notable entre l ≈ 230◦ y l ≈ 250◦ , coincidiendo curiosamente con la posición de la nueva galaxia. Además se encontró que parece haber una dependencia de esas diferencias con la distancia. Diferencias de esta clase también fueron halladas en otros trabajos (p.e. Bonifacio et al. 2000; Ahumada et al. 2001). Más recientemente, Bellazzini et al. (2006) sugirieron que las estrellas del BP serı́an en realidad estrellas “blue stragglers” de la población vieja de la galaxia enana, pero la cantidad necesaria para explicar las observaciones serı́a muy elevada. Por otro lado, Pandey, Sharma y Oruga (2006) también hicieron un 8 G.L. Baume a) b) Figura 5. Diferencias de los excesos de color en el TGQ (Giorgi 2006) al comparar los resultados de los estudios de cúmulos abiertos y BPs y los de los mapas de Schlegel et al. (1998). análisis de un grupo de cúmulos abiertos en el segundo y tercer cuadrantes (112◦ < l < 252◦ ) y también identificaron la presencia de poblaciones jóvenes. Todos éstos estudios hacen dudar de la realidad de la galaxia enana en CMa. 2.5. La estructura del Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea Los trabajos de Carraro et al. (2005), Moitinho et al. (2006) y Vázquez et al. (2006) establecieron también una aproximación a la estructura del TGQ a partir de la distribución de los cúmulos abiertos y los BPs en el óptico, y de las nubes de CO en radio. Se reveló ası́ que dichos objetos comparten la misma localización espacial en el disco fino y ambos describen el “galactic warp”. Este hecho fortalece a su vez la idea de que los BPs estan constituidos por una población joven. Se nota también que la estructura espiral en el TGQ no es simple, ya que a primera vista no surge ningun patrón claro. No obstante en base a los estudios globales realizados en los otros cuadrantes (principalmente el de Russeil 2003) y utilizando una extrapolación como primera aproximación, puede describirse el comportamiento de los siguientes brazos (ver Fig. 6): Brazo de Norma-Cygnus: Existe coincidencia espacial entre las observaciones ópticas y las de CO y a su vez de éstas con las de HI (“galactic warp”). El brazo se extenderı́a entre: l ≈ 215◦ (a unos 7 kpc) y l ≈ 260◦ (a unos 17 kpc), con un ancho entre 2-3 kpc y aparentemente se ensancharı́a a medida que se aleja del centro galáctico. El brazo se mantendrı́a a z ≈ 0 hasta l ≈ 220◦ , luego se alejarı́a del plano galáctico hasta aproximadamente 1.5 kpc a l ≈ 250◦ y finalmente comenzarı́a a acercarce al plano lentamente. Este brazo puede asociarse con el brazo descubierto en HI por McClure-Griffiths et al. (2004) en el cuarto cuadrante. “Orion Spur”: Moffat & Fitzgerald (1979) indicaron que se dirigirı́a hacia CMa aunque Vega et al. (1986) concluyeron que se dirigirı́a hacia Vela. Los datos HI revelan que ésta estructura se diluye como para dar una forma y ubicación precisa. Los datos ópticos indicarı́an una unión entre el Sol y el brazo de Norma-Cygnus cubriendo las longitudes de l ≈ 235◦ a l ≈ 250◦ y centrado en l ≈ 245◦ . Para valores mayores de l ≈ 250◦ , los datos de CO proveen la continuación del brazo en la dirección de Vela. Aparentemente las nubes moleculares se hallan algo retrasadas de las regiones en el óptico, tal vez debido a la rotación galáctica (ver p.e. Heyer & Terebey 1998). La El Tercer Cuadrante de la Vı́a Láctea a) b) 9 c) Figura 6. Trazado tentativo de la estructura espiral en el TGQ en base a la localización de cúmulos abiertos, BPs y nubes de CO. estructura se mantendrı́a a z ≈ 0 hasta 1 kpc del Sol y luego comenzarı́a a alejarse del plano hasta alcanzar el brazo de Norma-Cygnus. Brazo de Perseus: Este brazo se extiende claramente en el segundo cuadrante (Xu et al. 2006) pero aparentemente se diluye en el TGQ. Sólo se lo podrı́a relacionar con grupo de cúmulos y de nubes de CO en l ≈ 210◦ a unos 7 kpc del Sol. 3. Conclusiones En este trabajo se reafirma la utilidad de los cúmulos abiertos como una herramienta ventajosa para el estudio de la Vı́a Láctea y para resolver puntos conflictivos. Se pueden destacar entonces los siguientes resultados: Tanto las observaciones en el óptico como en radio producen una imagen coherente de la estructura del TGQ revelando en conjunto la presencia del “galactic warp”. Hay indicios importantes indicando que la galaxia enana de CMa no es real. Los BPs parecen corresponder a una población joven, mientras que la sobredensidad y los RCs detectados por algunos autores pueden ser debidos a diferentes causas o una combinación de ellas como son: sobrecorrección del enrojecimiento debido al uso de los mapas de Schlegel et al. 1998; efecto de acumulación por estar observando en una dirección aproximadamente tangente al “Orion spur”; efecto de selección debido a fluctuaciones en la absorción interestelar debido a huecos en la distribución del polvo y/o un efecto debido al “warp” y “flare” de la propia Vı́a Láctea. La absorción se debe estimar cuidadosamente para no cometer errores. En particular, los mapas de Schegel et al. (1998) se deben considerar sólo como una cota superior de los excesos de color. Agradecimientos. GLB abradece al Comité Cientı́fico de la 49a Reunión Anual de la AAA por la invitación ofrecida para brindar la presente charla invitada. Por otro lado tambien se agradece al árbitro y a los restantes miembros/colaboradores del “Grupo de Astrofı́sica de Cúmulos Abiertos” de La Plata (A. Feinstein, R.A. Vázquez, E.E. Giorgi, G. Carraro, A. Moitinho y J. May) quienes ayudaron a enriquecer el contenido de este trabajo. 10 G.L. Baume Referencias Ahumada A.V., Clariá J.J., Bica E. et al. 2001, A&A 377, 845 Bellazzini M., Ibata R., Ferraro F.R. & Testa V. 2003, A&A 405, 577 Bellazzini M., Ibata R., Monaco L. et al. 2004, MNRAS 354, 1263 Bellazzini M., Ibata R., Martin N. et al. 2006, MNRAS 366, 865 Bok B.J. 1959, The Observatory 79, 58 Bonifacio P., Monai S. & Beers T.C. 2000, AJ 120, 2065 Carney B.W. & Seitzer P. 1993, AJ 105, 2127 Carraro, G., Vázquez R.A., Moitinho A. & Baume G. 2005, ApJ 630, L153 Dinescu D.I., Martı́nez-Delgado D., Girard T.M. et al. 2005 ApJ 631, L49 Fitzgerald M.P. & Moffat A.F.J. 1974, AJ 79, 873 Fitzgerald M.P. & Moffat A.F.J. 1980, MNRAS 193, 761 Giorgi E.E. 2006 en Tesis Doctoral, FCAGLP (en preparación) Helmi A., White S.D.M., de Zeeuw P.T. & Zhao H. 1999, Nature 402, 53 Heyer M.H. & Terebey S. 1998, ApJ 502, 265 Ibata R.A., Gilmore G. & Irwin M.J. 1994, Nature 370, 194 Ibata R.A., Wyse R.F.G., Gilmore G. et al. 1997, AJ 113, 634 Ibata, R.A., Irwin M., Lewis G. et al. 2001, Nature 412, 49 Ibata R.A., Lewis G.F., Irwin M.J. & Cambrésy, L. 2002, MNRAS 332, 921 Ibata R.A., Irwin M.J., Lewis G.F. et al. 2003, MNRAS 340, L21 Ivezie Z. et al. 2000, AJ 120, 963 Johnston K.V., Spergel D.N., & Hernquist L. 1995, ApJ 451, 598 Johnston K.V., Hernquist L. & Bolte M. 1996, ApJ 465, 278 Johnston K.V., Zhao H., Spergel D.N. & Hernquist L. 1999, ApJ 512, L109 Kaltcheva N.T. & Hilditch R.W. 2000, MNRAS 312, 753 Kapteyn J.C. 1922, AJ 55, 302 Kapteyn J.C. & van Rhijn 1920, AJ 52, 23 Lindblad B. 1927, MNRAS 87, 553 Linden-Bell D. & Linden-Bell R.M. 1995, MNRAS 275, 429 Majewski S.R., Munn J.A., & Hawley S.L. 1996, ApJ 459, L73 Martin N.F., Ibata R.A., Bellazzini M. et al. 2004, MNRAS 348, 12 Martı́nez-Delgado D., Butler D.J. Rix H-W. 2005, ApJ 633, 205 McClure-Griffiths N.M., Dickey J.M., Gaensler B.M. et al. 2004, ApJ 607, L127 McConnachie A. W., Irwin M.J., Ibata R.A. et al. 2003, MNRAS 343, 1335 Mihalas D. & Binney J. 1981 en Galactic Astronomy, W.H. Freeman & Co. Moitinho A., Vázquez R.A., Carraro G. et al. 2006, MNRAS 368, L77 Momany Y., Bedin L.R., Cassisi S. et al. 2004, A&A 420, 605 Morgan W.W., Sharpless S. & Osterbrock D.E. 1952, AJ 57, 3 Morgan W.W., Whitford S. & Code A.D. 1953, AJ 18, 318 Nakanishi H. & Sofue Y. 2003, PASJ 55, 191 Newberg H.J., Yanny B., Rockosi, C. et al. 2002, ApJ 569, 245 Oort J.H. 1927, Bull. Astron. Inst. 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