24.600 24.600 49.200 24.600 arrobas de azúcar blanca id. de azúcar quebrado, id. de mieles de prima id. de mieles de tierra á 40 á 32 á 18 á 15 rs. id. id. ¡d. 784.000 787.200 885.600 369.000 123.000 ars. Total de los productos . . . 3.025.800 rs. Aqui podemos detenernos á hacer algunas reflexiones, que pueden servir para apreciar respectivamente las utilidades del cosechero y del fabricante. Primeramente vemos, que el valor de los productos de la caña elaborada, no llega á aumentar en f el valor que tendría aquella vendida en el mercado; es decir, que la elaboración que solo aumenta en 39 por 100 el valor de la materia primera, exige 5 0 por 100 de la cosecha. E n segundo lugar, siendo el uso ó costumbre mas general, cobrarse los ingenios de su trabajo con la mitad de los productos d é l a cosecha, mas los desperdicios de la limpia y monda de la caña, y de las espumas y raguas que deja la fabricación, entregando al labrador solo la otra mitad de los productos; ascendiendo estos á 1.512.900 reales vellón, y habiéndose invertido para obtenerlos 1.225.000 arrobas de caña, los cosecheros solo vienen a sacar un precio medio de l O f cuartos por arroba de caña limpia. Esto explica porque se ha desanimado tanto el cultivo, y que muchos labradores prefieren cortar sus cañas para verdear, cuando están sus marjales inmediatos á pueblos de consumo, como hacen los de Yelez Malaga. El sistema de Almuñecar, es mas favorable indudablemente al cosechero, pues suponiendo la producción mínima del marjal 250 arrobas de caña, y dando una tarea cada dos marjales; el costo de 500 reales por derecho de molienda, grava con un real los productos azucarados de cada arroba de c a ñ a ; y habiendo calculado que á los precios del día se obtiene de ellos en la proporción de dos reales 16 maravedises, queda aun al cosechero un sobre precio de un real 12 maravedises ósea 365 reales por la cosecha media de cada marjal, trasformada en azúcar y mieles. Agregúese á esto, que si el cultivo es mus esmerado y de consiguiente mayores los