ONU-HÁBITAT Reducir la brecha urbana Anna Tibaijuka Directora Ejecutiva de ONU-HÁBITAT La brecha urbana es una de las mayores paradojas, algunos dirían escándalo, de principios del siglo XXI. Al fin y al cabo, las ciudades tienen todo lo que se llama "ventajas urbanas", es decir, numerosas oportunidades que, de los servicios básicos a la sanidad, la enseñanza, los servicios públicos y un empleo remunerado, nunca han sido tan propicias al desarrollo humano. Sin embargo, es muy frecuente que las ciudades también concentren unas grandes desigualdades inaceptables cuando esas oportunidades eluden a grandes sectores de la población. La igualdad de acceso a los servicios y oportunidades urbanos está limitada a menudo por todo tipo de obstáculos invisibles, pero los resultados son muy visibles. Tomemos, por ejemplo, en muchos países el número creciente de urbanizaciones privadas que impiden entrar a los desfavorecidos. Cuando paseamos por las calles de la capital de un país en desarrollo, podemos ver la parte de atrás de las limpísimas y equipadísimas sedes locales de empresas multinacionales frente a una hilera de tiendecitas destartaladas que atienden a los residentes de bajos ingresos. La mayoría de las veces, el bacheado camino de barro que pasa por ser una calle lleva a un tugurio, la más cruel de las brechas urbanas. La otra paradoja, o escándalo, de las sociedades de principios del siglo XXI es que las oportunidades que acompañan a la "ventaja urbana" están a menudo vetadas para las mujeres, los niños y los jóvenes, que desempeñarán un papel esencial en nuestro futuro colectivo. Las constantes privaciones que caracterizan al lado oscuro de la brecha urbana, independientemente del sustento, la salud y el desarrollo personal, tienen consecuencias tangibles en el cuerpo y la mente y aturden física y mentalmente a millones de personas de las generaciones actuales y futuras. Aunque sólo sean económicas, las marcadas desigualdades dan un aspecto paradójico a la brecha urbana. Las zonas comerciales y residenciales acomodadas suelen prosperar gracias a los numerosos contactos internacionales que tienen con la exclusiva red de ciudades "globales" que dominan la economía mundial. La prosperidad resultante es lo que atrae a los campesinos e inmigrantes pobres hacia las zonas urbanas, con la esperanza de obtener lo que consideran que les corresponde. Lo más triste es que, por falta de calificaciones u oportunidades, quedan confinados en general en una tierra de nadie informal barriobajera que parece una imagen en negativo de la productividad, la tecnología y los contactos comerciales de la radiante economía oficial. Casi han pasado 10 años del siglo XXI y la brecha urbana se ha vuelto tan grande que sus principales factores determinantes son, a su vez, más fáciles de identificar. Del mismo modo que los tugurios y las viviendas que no cumplen las normas mínimas son subproductos de políticas catastrales e inmobiliarias ineptas, la economía informal es vástago de una reglamentación inadecuada. Actualidades de la UIT 4 | 2010 Mayo de 2010 33 Reducir la brecha urbana Photo © Piotr Ciuchta La actual brecha urbana es esencialmente fruto de la parcialidad y la ineptitud de los tres principales sectores de gobierno, a saber, central, local y municipal. El Informe "The State of the Wor ld’s Cities 2010/2011: Bridging the Urban Divide" se publica en un año muy importante (2010), una fecha esencial a medio camino del plazo para la "meta de los tugurios" de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los esfuerzos de las autoridades públicas para reducir el número de chabolistas da algunos resultados positivos. Según nuevas estimaciones presentadas en ese Informe, en los países en desarrollo más de 200 millones de personas habrán salido de los tugurios entre 2000 y 2010. Dicho de otro modo, las autoridades públicas han rebasado colectivamente ese Objetivo del Milenio por un factor de al menos dos, aunque no de manera uniforme en todas las regiones. Ese éxito está notablemente sesgado hacia las economías emergentes más avanzadas, mientras que los países más pobres no lo han hecho tan bien y por ello no debemos estar satisfechos, porque durante esos mismos 34 Actualidades de la UIT 4 | 2010 Mayo de 2010 años el número de chabolistas aumentó 6 millones cada año. Según estas tendencias, se prevé que la populación chabolista mundial seguirá aumentando si no se toman medidas durante los próximos años. En la encuesta internacional sobre la que se fundamenta el Informe se hace algo más que identificar los factores subyacentes de las desigualdades económicas, sociales, políticas y culturales que siguen aquejando a tantas zonas urbanas del mundo. Los que contestaron a la encuesta y los analistas responden a los retos de la brecha urbana con varias recomendaciones muy precisas. Creo que la manera en que las autoridades públicas realizan su cometido es tan importante como lo que consiguen. Los gobiernos deben fortalecer las instituciones existentes, o crear otras nuevas. Su eficacia también depende de los vínculos y alianzas que deben establecerse rutinariamente entre los tres sectores de gobierno, en aras de la sostenibilidad, una mejor coordinación y la distribución de recursos independientemente de las tendencias o discrepancias políticas. Photo © Mauricio Hora Una evaluación realista de los activos específicos y oportunidades potenciales debe dar lugar a una "visión" global sostenida para cualquier ciudad, una visión que corresponda a las esperanzas de toda la población. La concretización progresiva de esta visión entraña la redistribución más equitativa necesaria para reducir la brecha urbana. Esa redistribución sostenible no puede ser simplemente económica: integrar a los pobres y marginalizados en la vida urbana normal obliga a redistribuir también las oportunidades. De este modo se mejora la calidad de vida, el capital humano y la integración política y cultural. También se consiguen ciudades más limpias y ecológicas, que se convierten en lugares propicios a los negocios para todos. La experiencia ha demostrado que la falta de planificación integradora acaba convirtiéndose en planificación de problemas. La visión sostenible del futuro de cualquier ciudad no puede ser más que integradora, no divisiva. Éstos son apenas algunos de los motivos que nos impulsaron a lanzar una nueva campaña mundial en la 5.ª Reunión del Foro Urbano Mundial de Río de Janeiro en marzo de 2010. Consideramos que Río es el principio de algo nuevo, la Campaña Urbana Mundial. Hemos lanzado esta campaña para mantener el impulso del foro, prestar atención a los mensajes de nuestros asociados de dentro y fuera de los gobiernos, el sector privado y, por supuesto, los que han respondido a nuestra encuesta. La idea es comenzar con las 100 mejores ciudades del mundo y pregonar sus ideas a los cuatro vientos en más y más ciudades hasta que sean 1.000 o incluso más. Así es como ONU-HÁBITAT y nuestros asociados presionarán para reducir la brecha urbana. Origen: Urban World, diciembre de 2009 – enero de 2010 y "The State of the World’s Cities 2010/2011: Bridging the Urban Divide". Reproducido con autorización de ONU- HÁBITAT. Actualidades de la UIT 4 | 2010 Mayo de 2010 35