TIERRA FÉRTIL No. 36 pag 4 y 5.cdr

Anuncio
REVISTA INFORMATIVA
Año IX, No 36
Marzo 2010
L A T I N
A M E R I C A
Representando la Industria de la Ciencia de los Cultivos
INNOVACIÓN
aumenta productividad agrícola
EDITORIAL:
La tecnología al servicio de la agricultura
NOTICIAS:
¿Cuánto vale investigar y desarrollar
un producto fitosanitario?
DE PORTADA
Innovación
aumenta productividad agrícola
63 innovaciones en Centro América y la
Región Andina aumentan la competitividad
de la agricultura. Son iniciativas que
ayudan a controlar de manera efectiva
plagas, malezas y enfermedades.
R
esultados preliminares de un análisis sobre el impacto en
la productividad agrícola en doce países de América
Latina, revela que 63 iniciativas de innovación han
aportado al aumento de rendimientos y a una mayor
competitividad agrícola en la región. Las iniciativas
encontradas están relacionadas con el manejo de plagas,
malezas y enfermedades que acechan los cultivos, y que según
datos de la FAO, generan por lo menos un 30% de las pérdidas
en las cosechas en el ámbito mundial.
El análisis es realizado para el Centro de Estudios de CropLife
Latin America, por dos consultores independientes; en
Centroamérica, el ingeniero agrónomo, Álvaro Meléndez y en la
Región Andina, el economista y profesor universitario,
Alejandro Guzmán.
Los consultores indagaron en las ocho principales compañías
del sector de investigación y desarrollo del área agroquímica y
de biotecnología, por el concepto de innovación y de las
iniciativas que en la última década han tenido un mayor
beneficio para los agricultores.
Se encontró que en todos los casos mencionados las iniciativas
innovan hacia una agricultura más productiva, rentable,
competitiva y sostenible. El inventario de iniciativas incluye
nuevos productos de bajo impacto ambiental, equipos de
aplicación, una oferta de manejo integrado de cultivos, y
trabajo conjunto con entidades gubernamentales y organismos
de investigación. En este último caso se destaca la iniciativa
para erradicar la mosca de la fruta del Mediterráneo en alianza
con el programa Moscamed en Guatemala y el Departamento
de Agricultura de Estados Unidos.
2
El evento más radical y significativo con respecto a
las técnicas de producción para la región y para los
diez años analizados fue la introducción de la
biotecnología en los cultivos de soya, maíz y
algodón, en Honduras, Colombia y Bolivia.
Las innovaciones en insecticidas, fungicidas y
herbicidas están en su mayoría dirigidas a los
cultivos de papa, maíz, arroz y caña en la Región
Andina; y a banano, melones y vegetales en
Centroamérica. Una de las características de los
nuevos productos que destaca el análisis es que
algunos son de origen natural, como un insecticida
que se deriva de la fermentación de un organismo
natural del suelo. Otros pertenecen a nuevos grupos
químicos, con modos de acción novedosos, como el
control de insectos mediante la ingestión del
producto y no por contacto, protegiendo a la fauna
benéfica. El aumento en la productividad agrícola
puede ser del 10 al 20% en los cultivos de banano,
piña y melón con estos nuevos productos.
Sobre todos estos beneficios se indagará
directamente a los productores agrícolas en la
segunda fase del estudio, en la que los
investigadores visitarán unidades productivas en
donde las innovaciones se han implementado, para
verificar con técnicos, productores y autoridades, el
aporte real o percibido de la innovación en
productividad, rentabilidad, sostenibilidad y
competitividad.
NOTICIAS
¿Cuánto vale
investigar y desarrollar
un producto fitosanitario?
E
sta cifra ha ido en aumento, explica la consultora inglesa, Phillips
McDougall, que concluyó hace unas semanas un análisis de los
costos de producción de los plaguicidas. En 1995 el costo de la
investigación y el desarrollo era de 152 millones de dólares y en el año
2000 llegó a 184 millones de dólares.
El análisis logró establecer que es en el proceso de desarrollo de un
plaguicida en donde los costos han aumentado significativamente (ver
gráfico). A destacar el incremento del 116% en pruebas de campo y el
80% en desarrollo químico.
Este incremento −sostiene el estudio−, puede explicarse por el mayor
volumen de estudios y pruebas que deben presentarse a las autoridades
para el registro de los productos en cada país. Situación que también ha
aumentado el tiempo que va desde la síntesis hasta la comercialización
de una molécula. Mientras que en 1995 se requería un promedio de 8,3
años; actualmente se necesitan 9,8 años.
Cerca de 256 millones de
dólares es la inversión que
actualmente requiere la
investigación y el desarrollo
de una molécula antes de
que llegue a manos de los
agricultores a proteger los
cultivos de insectos, hongos
y malezas.
Costos de la investigación y desarrollo de un nuevo producto
fitosanitario 1995 - 2008(En millones de dólares)
Total $256 m.
$ m.
300
En 2007 la inversión total en I&D fue de
2.328 millones de dólares, cifra
equivalente al 6,7% de las ventas de las
compañías.
25
Total $184 m.
250
11
16
200
13
13
150
18
18
Desarrollo
67
18
10
30
50
Desarrollo
79
Investigación
72
Desarrollo
146
La inversión para el monitoreo y
seguimiento de los productos por medio
de programas de capacitación y asesoría
técnica al productor y la adecuada
disposición de los envases vacíos es de 264
millones de dólares anuales.
Investigación
85
Los costos de registro de un plaguicida son
en promedio 25 millones de dólares,
equivalentes a 9,8% del total del proceso
de I&D.
54
25
20
9
18
100
24
32
Total $152 m.
44
Algunos datos de las inversiones
de la Industria de Investigación y
Desarrollo:
36
11
Investigación
94
32
32
41
42
1995
2000
2005-8
0
Registro
Pruebas de Campo
Biología
Química Ambiental
Química
Química
Toxicología
Tox / Amb Química
3
COLUMNISTAINVITADO
Agricultura Certificada,
una respuesta al cambio climático
Por: Gastón Fernandez Palma*
El autor propone cómo mitigar el cambio climático con el secuestro y
almacenamiento de carbono mediante la conservación del suelo; tema
abordado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), creado
en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
L
os pronósticos no son nada alentadores, lo sabemos. Si se
supone un rápido crecimiento económico mundial y un
cambio hacia una mezcla equilibrada de fuentes de energía,
el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático pronostica que las emisiones anuales de carbono (C) se
duplicarán para el año 2050. En forma paralela, las Naciones
Unidas indican que la población mundial ascenderá a 9.000
millones en el mismo período, mientras que las proyecciones de la
FAO muestran un aumento en el consumo de alimentos, fibras y
productos forestales. Afortunadamente, hay muchas estrategias
diferentes que podrían reducir la brecha entre la demanda
humana sobre la naturaleza y la disponibilidad de la capacidad
ecológica. Y desde la actividad que genera un tercio del total de las
emisiones de gases de efecto invernadero, la agricultura, no es
tanto una alternativa como una enorme responsabilidad.
El tratado de Kyoto establece la importancia de controlar y reducir
las emisiones, al tiempo que destaca las oportunidades que
supone un mejor manejo de los reservorios del carbono (C), su
secuestro en bosques y el manejo del suelo de forma sustentable.
En los ambientes nativos, el promedio del C orgánico del suelo en
los primeros 30 centímetros es de 15 toneladas por hectárea,
aproximadamente. Al cultivar tradicionalmente, en climas
templados, cerca de un 20-30% del mismo es relanzado a la
atmósfera, y entre un 50-75%, en las regiones tropicales. También
la deforestación tropical indiscriminada contribuye con un
promedio de entre 1.1- 2.1 gigatoneladas (un millón de tn) de C al
año de emisiones a la atmósfera. Este proceso se ve acelerado por
la erosión y otros procesos de degradación.
La respuesta viene de la mano de la aplicación de tecnologías de
conservación del suelo, por medio de la siembra directa. Suelos
bajo este sistema son importantes reservorios de C, y su manejo
adecuado puede transformarlos rápidamente en depósitos de alto
valor estratégico. Es una alternativa propia del sistema, que
incluye rotación de cultivos y salud del suelo, mediante la
recomposición de nutrientes. Al reconvertir suelos agrícolas a
bosques y pasturas con permanente cobertura y manejo técnico
adecuado, el promedio normal de secuestro de carbono se estima
entre 300-400 kg de carbono (C) por hectárea/año. Convertir
suelos de labranza tradicional a suelos en siembra directa puede
brindar, se estima, entre 250-700 kg de C por hectárea/año.
Un paso más allá, el secuestro de C puede ser económicamente
rentable, si se certifica y se mantiene el sistema en forma
permanente. Si se laborea, las ganancias obtenidas se pierden.
El manejo de los suelos por medio de la Agricultura
Certificada y sus protocolos, permitirá aumentar el
nivel de materia orgánica, proveyendo beneficios
ambientales y de producción: edáficos, de estructura,
infiltración, almacenamiento de agua, menor erosión y
mejor calidad del agua superficial y subterránea. A la
vez, el aumento de la materia orgánica, permite reciclar
nutrientes, estimulando la biología y la biodiversidad
de los suelos. Mejorar la retención del agua también
colabora para mitigar el efecto de las sequías, sean
estas cíclicas, normales o tendencias del cambio
climático.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático
(IPCC), sugiere un incremento del 10% en el secuestro
estimado de carbono en el suelo, si se hace una
conversión de la labranza convencional a la siembra
directa. Este factor puede ser aplicado a una
profundidad de 30 cm, a lo largo de un período de
veinte años.
Los mercados de carbono globales, nacionales y locales
están recién comenzando a desarrollarse en Estados
Unidos, Canadá y la Unión Europea. Los créditos
ofrecidos por el secuestro de una tonelada de dióxido
de carbono (CO2), son altamente volátiles, indicando la
fragilidad de estos mercados.
El factor clave deseable para la Agricultura Sustentable
Certificada, es que esta posibilidad de secuestro y
almacenamiento sea incorporada en su totalidad,
tanto por el Panel Intergubernamental de Cambio
Climático (IPCC), como por los gobiernos locales y,
fundamentalmente, por los productores, peleando por
el precio del almacenamiento y la oportunidad y el valor
de disminuir las emisiones.
Todos estos mecanismos serían nuestro mejor aporte a
la problemática del cambio climático y el recalentamiento global. Y esto sin afectar nuestra
productividad, ni someternos a los caprichos
internacionales que atentan contra el desarrollo de
nuestra soberanía agrícola. Es un compromiso que
deben asumir tanto el Estado, como los sectores
académicos y los productores agroinnovadores, con la
mirada puesta en un futuro no tan lejano.
Buenos Aires, Argentina, febrero de 2010.
* Gastón Fernández de Palma, Presidente de la Comisión Directiva de Aapresid y miembro de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
www.aapresid.org.ar
4
NOTICIAS
Diez países de LATAM cultivan con biotecnología
D
urante 2009 el área de cultivos con biotecnología aumentó un 7% en todo el mundo, llegando a 134 millones de hectáreas,
asegura el informe anual del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, por
su sigla en inglés).
En América Latina diez países han adoptado la biotecnología. Brasil y Argentina encabezan la lista con 21,4 millones de
hectáreas, registrando en el 2009 un aumento del 35% en el área de cultivos biotecnológicos (soya, maíz y algodón).
Otros países de América Latina
Top 10 de los países con cultivos biotecnológicos
Área
(millones de
hectáreas)
Área
(millones de
hectáreas)
Ranking
País
7
Paraguay
2,2
Soya
Cultivos biotecnológicos
Ranking
País
9
Uruguay
0,8
Soya, maíz
1
Estados
Unidos
64,0
Soya, maíz, algodón, canola, squash, papaya,
alfalfa, caña de azúcar
10
Bolivia
0,8
Soya
2
Brasil
21,4
Soya, maíz, algodón
15
México
0,1
Algodón, soya
3
Argentina
21,3
Soya, maíz, algodón
16
Chile
- 0,1
Maíz, soya y canola
4
India
8,4
Algodón
17
Colombia
- 0,1
Algodón
5
Canadá
8,2
Canola, maíz, soya, caña de azúcar
18
Honduras
- 0,1
Maíz
23
Costa Rica
- 0,1
Algodón, soya
Cultivos biotecnológicos
Foro internacional:
Un desafío para América Latina
Otto Solbrig, de la Universidad de Harvard; Juan Ignacio Domínguez,
Universidad Católica de Chile y exministro de Agricultura de Chile y
Fernando Cilloniz, consultor y director de Informacción en Perú,
compartirán cuáles son los factores clave para que América Latina
consolide su posición como despensa agrícola global.
Además una exposición sobre el despertar agrícola de Perú.
Exportaciones, empleos, productividad y competitividad.
Reunión Anual CropLife Latin America 2010
Lima, Perú en mayo 12 Swissotel
Información: www.croplifela.org
5
NOTICIAS
La agricultura se merece un lugar en
agenda política en América Latina
S
an José, Costa Rica. “Hemos trabajado
en los últimos ocho años, en la
ejecución de acciones integrales para
lograr que los gobiernos retomen como
prioridad, la agricultura dentro de sus
planes de desarrollo”, aseguró
Christopher Hansen, vicepresidente del
Instituto Interamericano de Cooperación
para la Agricultura (IICA) en diálogo con
Tierra Fértil.
como pilar fundamental para el desarrollo de
su país, brindando facilidades en ciencia y
tecnología.
Christopher Hansen,
vicepresidente IICA.
Para que América Latina responda a los desafíos de la
agricultura y mejore el nivel de vida de más de 120 millones de
personas que viven en zonas rurales, se requiere el apoyo de las
administraciones, el trabajo conjunto de la empresa privada y el
diseño de políticas que permitan el acceso a los mercados. Bajo
estos tres ejes, el IICA diseñó una ruta a largo plazo, que ha
logrado que algunos gobiernos consideren al sector agrícola
¡Solicítelo ahora!
El continente perdió competitividad por el
reducido apoyo de las administraciones a la
agricultura. Situación que se refleja en la
dificultad que tienen muchos productores
para adoptar y aplicar herramientas
tecnológicas que contribuyan a aumentar la
productividad agrícola. Muchos procesos
productivos aún no se han tecnificado, y trabajan
como se hizo hace más de treinta años, lo que ha
generado pérdida de competitividad del sector. Para
cambiar este panorama se necesita que los
gobiernos mantengan con determinación el
desarrollo del sector agrícola en sus agendas,
concluyó Hansen.
Tenga en cuenta
en su agenda:
Más de 100 mil toneladas
de envases vacíos de
plaguicidas han sido
recolectados y reciclados
en América Latina
durante los últimos 10
años. Para seguir
aumentando esta cifra,
es necesario que los
agricultores adopten el
hábito del triple lavado,
perforen el envase y lo
lleven a centros de
acopio. Solicítelo y
póngalo en un lugar
visible en agropuntos,
almacenes de
insumos, alcaldías,
municipalidades y
súmese a esta
c a m p a ñ a d e
concientización.
www.croplifela.org
6
Abril 22
Día de la Tierra
Abril 26
Día Mundial de la
Propiedad Intelectual
REVISTA INFORMATIVA
Dirección
Mónica Velásquez
Colaboración
Leonardo Perico, Orlando Elizondo,
Saul Mejía.
Diseño e Impresión
[email protected]
Tierra Fértil es una publicación de CropLife Latin America.
Se permite su reproducción total o parcial, siempre y cuando
se mencione la fuente.
EDITORIAL
La tecnología al servicio de la agricultura
H
Sin embargo, la adopción de la biotecnología todavía es
incipiente. A pesar del récord de seguridad y eficacia de
los cultivos genéticamente modificados, GM, como lo
asegura una de las últimas ediciones de la revista
Science, las políticas reguladoras permanecen casi tan
restrictivas como lo eran hace trece años. Se requiere
una evaluación del marco regulador que priorice la
evidencia científica y la experiencia obtenida.
an transcurrido catorce años desde que fue
aprobado el primer cultivo biotecnológico en el
mundo, hoy 134 millones de hectáreas están cultivadas
con esta tecnología en 25 países del mundo. Hemos
consumido cultivos genéticamente modificados desde
hace trece años cuando se comenzaron a comercializar
sin incidentes.
Organizaciones como la FAO resaltan la importancia de
la agrobiotecnología para contribuir al desafío
alimentario y proveer de alimentos suficientes a una
población en aumento, en medio de la incertidumbre del
cambio climático. La Fundación Bill y Melinda Gates que
trabaja para aumentar la productividad de los pequeños
productores de África, con el fin de reducir el hambre y la
pobreza, han manifestado que la biotecnología, como
los fertilizantes y plaguicidas, son herramientas que
ayudan a reforzar la producción agrícola.
De los 25 países con cultivos biotecnológicos, 15 son en
vías de desarrollo. En América Latina, Brasil y Argentina,
pioneros en la adopción de esta tecnología, son
potencias agrícolas en la región. Otros países como
Bolivia, Honduras, Colombia y, recientemente, México y
El Salvador dieron su voto de confianza a la
biotecnología en medio de acalorados debates; como
actualmente en Perú, en donde la evidencia científica
queda relevada por prejuicios populares, retardando la
adopción de una herramienta eficaz para la agricultura.
En el mismo sentido, el Banco Mundial y el Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA) coinciden en que el acceso a nuevas tecnologías
por parte de los agricultores es una condición para
aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida
rural. Ya se ha probado que los cultivos biotecnológicos
extensivos como el maíz, el algodón, la soya y la canola
han incrementado la productividad agrícola y los
ingresos de los agricultores. Los productores han
adoptado esta tecnología con mayor rapidez que
ninguna otra: ellos saben medir su valor y el retorno que
reciben por su compra.
América Latina debe sintonizarse con la preocupación
global sobre cómo aumentar la productividad de todos
los cultivos, de los convencionales y los GM. Cómo
hacerlo en un marco de sostenibilidad, que permita
adaptar la agricultura a las temperaturas que van en
aumento, a la escasez de agua en algunas regiones, y a
las inundaciones en otras; a la amenaza que representan
plagas, malezas y enfermedades resistentes, para
nombrar solo algunos de los desafíos por superar y
garantizar suficiente alimento para las próximas
generaciones. Escenario en el que la ciencia y la
tecnología contribuyen a cumplir con estos desafíos.
L A T I N
A M E R I C A
Representando la Industria de la Ciencia de los Cultivos
Comprometidos con
la productividad agrícola
en América Latina
PERÚ
La agricultura
desde las cámaras de nuestros lectores
Agricultores durante la faena de colocación de semillas
de maíz en Balzar, Guayas, Ecuador. Angel Ayala.
Floración del café, en Santa María Ixhuatan, Santa Rosa,
Guatemala. Armando Soto.
Entrevista con productor en cultivo de remolacha en São
Paulo, Ibiúna, Brasil. Marcelo Agaiata.
Cosechando Futuro, cosecha de piña para exportación en
Chorrera, Panamá. Luis Suira.
Cultivos sanos para un mejor vivir, cultivos de banano en
el Valle del Cauca, Colombia. Oscar Jurado Zapata.
Muestreo de Plagas en cultivo de fresa en Francisco
Morazan, Honduras. Miguel Angel García.
FOTOSINTESIS es un espacio para los apasionados por el agro, que quieran compartir imágenes
que reflejen el trabajo que hay detrás de cada cultivo. Comparta sus fotografías sobre
productividad y sostenibilidad agrícola; creatividad y esfuerzo, sobre el arte y la ciencia de cultivar.
Ingrese a www.croplifela.org y envíe sus fotografías.
Descargar