¿por qué es un peligro continuar con almaraz?

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¿POR QUÉ ES UN PELIGRO CONTINUAR CON LA CENTRAL NUCLEAR DE ALMARAZ?
El invento militar y la construcción posterior de centrales nucleares en el mundo representa
la mas inquietante y traumática de las nuevas tecnologías del último siglo. Todos sabemos
que los humanos estamos expuestos a catástrofes naturales, pero es de insensatos el programar
a su lado una catástrofe, esta vez sí humana, para que su efecto sea aún mas devastador. Este es
el caso de Japón que además de un terrible terremoto, y una vez ocurrido, siguen sufriendo los
efectos de una industria civil atómica que no necesitamos, que nadie en el planeta necesita.
Denuncia, pues, a unos gobiernos irresponsables, y exigencia de cierre de todas las
centrales del mundo, es lo que nos convoca hoy.
Por eso, en este momento, no está de más recordar la situación de la que tenemos mas cercana
en Extremadura. Almaraz fue la cuarta central nuclear española en abrirse, tras José Cabrera
(cerrada en 2006), Garoña (aprobado el cierre para 2013) y Vandellos I (clausurada por un grave
accidente en 1989). Hoy con estas 3 centrales cerradas, la siguiente es Almaraz.
En 1981 los dos grupos atómicos de Almaraz inauguran, según la jerga de su industria nuclear,
una segunda fase de construcción, la denominada “segunda generación”, que venía a resolver
todos los problemas tecnológicos y de producción. La unidad I inaugurada no pudo entrar en
funcionamiento comercial hasta pasado un año y medio y la unidad II en 1983. Mal comienzo,
pues, para una nueva tecnología que prometía un progreso significativo, tanto en diseño como en
el cotidiano funcionamiento de la central.
¿Por qué tuvo que funcionar a bajo rendimiento durante varios años? En un principio se detecto un
mal diseño de los asentamientos de combustible de los dos grupos con respecto a los edificios de
contención. Desmentido inicialmente por el Consejo de Seguridad Nuclear, no tuvieron más
remedio que reconocerlo después y solucionar ese grave problema.
Pero, una vez en marcha los problemas técnicos se suceden día tras día: Accidentes,
calificados siempre de incidentes, errores, paradas no programadas, pequeños sabotajes, recargas
fuera de la especificación, afectando a elementos esenciales de la seguridad, fallos humanos
múltiples, faltas de previsión en la seguridad del recinto, alivios de presión sin los debidos controles
de radiactividad, contaminación por tritio del río Tajo, problemas de refrigeración en el embalse de
Arrocampo, transformadores incendiados, nueva inclinación de los edificios de combustible, fallos
en los sistemas de medición de temperatura en el circuito primario, inutilidad y desconocimiento del
plan de emergencia…, en definitiva, un cúmulo de problemas que han originado más de 4.000
modificaciones de diseño, algunas de gran envergadura, en sus cerca de 30 años de
funcionamiento.
Además es notoria la falta de información, el ocultamiento y la falsedad en las declaraciones de las
industrias propietarias de la central (Iberdrola, Unión Fenosa y Endesa), que luego han tenido que
rectificar, y la gran mayoría de las veces con la complicidad del órgano publico de control, el
Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Justo en el primer año de funcionamiento técnico, 1981, después de la corrección de los
asentamientos, se percibe un problema de diseño en origen en los generadores de vapor, que los
hace potencialmente peligrosos: al compararlos con los mismos en otras centrales nucleares en
funcionamiento, como la sueca de Ringhals, se detectan defectos y perforaciones provocados por
las vibraciones en los tubos… ¿Qué se hizo? Seguir adelante, taponando los tubos dañados,
asegurando que el desgaste estaba dentro de los márgenes de error previstos.
La indignación en la sociedad extremeña fue enorme, y de poco sirvieron los avisos y denuncias de
ADENEX para no autorizar la producción comercial de Almaraz. Sin embargo sí empezaron a calar
en la población serias dudas respecto a otros dos grupos atómicos, en esos momentos en
construcción, en Valdecaballeros. La presión democrática entonces hizo que la sociedad
extremeña detuviera el proyecto (En 1984, el Gobierno declara la moratoria).
Pero Almaraz continúa. ADENEX denuncia otro fallo técnico fundamental en caso de parada por
emergencia, como es el deficiente sistema de refrigeración, ya detectado en otras de su misma
generación, que podría dar lugar a la fusión de núcleo y por lo tanto a una catástrofe. Entonces, la
Junta Regional de Extremadura (ente preautonómico) pidió al CSN la retirada provisional del
permiso de funcionamiento, pero fue rechazado. Se informaba a la población de que no había
ningún peligro radiológico derivado de los continuos fallos, sin tener ningún estudio epidemiológico
previo que sirviera de medidor y estadística comparativa. Sin datos de ningún tipo así lo han
seguido repitiendo a lo largo de todo este tiempo. De poco sirvió entonces la protesta y denuncia
de los alcaldes de la zona, y de propio Consejero de Industria, Juan Serna.
Pero fue en 1986, con un nueva denuncia de ADENEX por la fuga de agua radiactiva a través de
una fisura de los tubos instalados en la brida de la vasija del reactor, cuando el presidente
Rodríguez Ibarra destituye al Consejero por admitir públicamente la reiterada falta de seguridad y el
peligro para la población de los dos grupos atómicos de Almaraz.
Año 1988, nuevo accidente de fuga radiactiva al exterior, originado por el mal estado de los tubos
de los generadores de vapor, ocultado a la población, lo cual origina un expediente sancionador por
parte del Ministerio de Industria, y que posiblemente tuviera serias repercusiones en la población
del entorno, todavía sin aclarar.
Y así sucesivamente.
Mientras los propietarios divulgaban y reclamaban con éxito la enorme producción energética y su
aportación al sistema nacional, algunos informes internos dentro de los municipios del entorno
reconocían la poca incidencia en el empleo y el desarrollo sostenible en la comarca, que daba los
mismos índices de paro que en cualquier otro lugar de la región.
Mientras, denuncias de nuevos escapes radiactivos en las piscinas de almacenamiento,
nuevamente ocultados, graves defectos en las barras de control, y el descubrimiento de que la tapa
de la vasija del reactor tiene importantes fisuras y agrietamientos. En 1996 admiten los errores de
diseño, fundamentales para la continuación de la central, y no tienen más remedio que cambiar los
generadores de vapor y las tapas de las vasijas de los reactores, entre otros elementos.
Año 1996: Se crea la Plataforma de afectados por la Central Nuclear, que apoyados por diversos
informes médicos particulares incide en la alta mortandad por cáncer y leucemia en la zona, incluso
con enfermedades solo vistas después del accidente de Chernóbil, que obligan a reconocer en
informes del CSN, y del Propio Ministerio que algo está ocurriendo anormalmente. Después de
cuatro años de lucha se reconoce la falta de datos verídicos acerca de la epidemiología de la zona
y la falta de un estudio previo en el momento de la construcción de la central, hace 30 años.
No han dejado de evidenciarse, negarse y reconocerse problemas, siempre sin incidencia
apreciable para la población y el entorno…, pero todo indica que los problemas de los nuevos
generadores de vapor, la corrosión de algunos elementos de combustible, el deterioro de la
vasija del reactor por agotamiento de los materiales, fallos continuos en las piscinas de
refrigeración, fallos humanos reiterados, la disminución de la plantilla y su renovación nos
pongan ante una falta de seguridad que por muchos millones que pongan para retocarlo
apuntan hacia el cierre definitivo que por el final de su vida útil le toca ya a los dos grupos
atómicos de Almaraz.
Ante un CSN que sigue olvidando y no reconociendo los defectos aun presentes y no resueltos en
Almaraz, desde ADENEX hacemos enteramente responsables tanto al gobierno regional como al
nacional, de mantener un peligro potencial sin ninguna necesidad, ni para la región ni para el
conjunto del estado en su sistema eléctrico actual.
Las anergias renovables, no crean problemas de seguridad nacional y en caso de una catástrofe
natural no añaden nuevas amenazas. Por eso seguimos pidiendo al gobierno regional que el
ahorro, la eficiencia y la energía solar activa y pasiva, son las anergias más limpias, seguras y
sostenibles, para Extremadura.
Por estas razones pedimos el cierre definitivo de la central nuclear de Almaraz,
Y
DE TODAS LAS CENTRALES DEL MUNDO
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