[WWW.DARTAGNAN.CL] Enero de 2015 Arrepentimiento Me arrepiento de las cosas que no hice. De no permitir que mi codicia haya competido con la avaricia de otros, y así autocontrolarla. Lamento no haber creído antes que de eso se trata la verdadera ética y responsabilidad social, en vez de dar cátedras desde un púlpito de superioridad moral y regalar los oídos. Mirándome al espejo me absorbe una pena sobrecogedora. Hubo señales que a lo largo de mi vida debieron advertirme de los errores cometidos. Pensaba que era fuerte e invencible, que ante cualquier peligro podía correr al refugio construido con mis conexiones, mi casta, mi reputación. Pensaba que todo el trabajo de mi vida, adornado con talento, sagacidad y oportunidad que pocos tenemos, había generado un anhelado salario y rentas como fruto justo. Lamento haber creído que la gloria iba a durar por tiempo indefinido. Lamento haber creído que las reglas de los reinos más avanzados nunca tocarían mi puerta. El tiempo de la admiración, encomio y ser considerado un ejemplo a seguir han pasado. Me siento débil, expuesto y abandonado. Me arrepiento de las cosas que hice, aunque es demasiado tarde. De haber pensado y hacer creer a otros que mis actos, alimentados por la anomia que se respira, eran parte normal de eso a lo que llaman modelo; de los abusos cometidos, de las riquezas mal habidas que las fallas del sistema permitían obtener desde mi posición de privilegio. De entregar diversas donaciones, unas de portada fácil y otras sin toque de trompeta pero necesarias para que mis ideas fallidas prevalecieran. Era mi más preciado Ethos. Me arrepiento de las cosas que no hice. De no permitir que mi codicia haya competido con la avaricia de otros, y así autocontrolarla. Lamento no haber creído antes que de eso se trata la verdadera ética y responsabilidad social, en vez de dar cátedras desde un púlpito de superioridad moral y regalar los oídos. Lamento haber creído y predicado que la est-ética es un don que todo empresario debe cultivar para estar en paz con su alma. Lamento no haber expuesto estas ideas con valentía. [WWW.DARTAGNAN.CL] Enero de 2015 Pero si este arrepentimiento, después de que los hechos fueron revelados de la forma más vergonzosa, tiene algún valor, que sirva como un primer paso. Todo el daño es tan claro y evidente ahora. La pérdida social supera mi fortuna perecedera. El tiempo perdido es impagable. Parece que la única forma de aprender es mediante la rigurosidad del dolor. ¿Cómo podré reivindicarme, enfrentar mi pasado y pedir perdón? ¿Será este el fin? ¿Será esta la forma en que seré recordado? Nunca antes mi resiliencia se había sometido a semejante adversidad. Desde ahora se empieza a escribir una nueva hoja en blanco, el nuevo ladrillo, con la misma pluma que trazó mi oscuro pasado. Sólo cuando haya terminado de resistirme a que este arrepentimiento debe ir acompañado de obras, estaré a salvo. Le saluda cordialmente, su servidor, D´Artagnan