Hace 58 años debutó el único Salón de la Fama venezolano en

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Hace 58 años debutó el único Salón de la Fama
venezolano en Grandes Ligas: Luis Aparicio
Caracas, 17 Abr. AVN.- Este jueves, 17 de abril, se cumplen 58 años del debut en las filas de los
Medias Blancas (White Sox) de Chicago de las Grandes Ligas del expelotero venezolano Luis Ernesto
Aparicio Montiel, uno de los mejores campocortos en la historia del béisbol mundial y el único
venezolano exaltado al Salón de la Fama de las Ligas Mayores.
Aparicio, quien nació el 29 de abril de 1934, se convirtió en el sexto criollo en jugar en las mayores.
En su partido debut, ante los Indios de Cleveland, enfrentó a su paisano Alfonso "Chico" Carrasquel,
quien un año antes (1955) defendió los colores de los patiblancos, y entregó el testigo a Luis, a
quien el propio Chico ya consideraba como un gran pelotero.
Fue un juego reñido que culminó 2-1 a favor de Chicago. Ese mismo día, el pelotero de 21 años
conectó su primer imparable en las mayores. Lo hizo en su tercer turno al bate, con un hit hacia el
jardín izquierdo ante el lanzador Bob Lemmon.
Después de ese inolvidable debut, Luis jugó durante 18 temporadas continuas en la Gran Carpa,
desde 1956 hasta 1973. Ese primer año en Chicago, ganó el premio Novato del Año en la Liga
Americana, primer latinoamericano en alcanzar tal proeza.
El criollo jugó con los patiblancos hasta 1963. Ese año fue cambiado a los Orioles de Baltimore,
organización que representó hasta 1967.
Al finalizar esa temporada, Aparicio regresó a los Medias Blancas, donde jugó entre 1968 y 1970.
Luego fue cambiado a los Medias Rojas de Boston, equipo con el que se uniformó desde 1971 hasta
su retiro en 1973.
Aparicio, quien ganó la Serie Mundial con Orioles en 1966, era considerado en su momento como
uno de los mejores y más veloces campocortos de todos los tiempos.
Exaltación al club de los grandes
Luis Aparicio ganó en total nueve guantes de oro, hazaña superada después por otro gran
campocorto venezolano, Omar Vizquel, quien alcanzó ganar 11 premios al mejor campocorto.
El jugador venezolano dominó por nueve años consecutivos el renglón de bases robadas en la Liga
Americana. En total estafó 506 almohadillas.
Luis impuso varios récords defensivos para un campocorto en las Grandes Ligas: Más partidos
jugados, con 2.581; más lances, con 12.564; más dobleplays, con 1.553, y más asistencias, con
8.016.
Además, el hasta ahora único Salón de la Fama venezolano participó en 10 juegos de estrellas.
El 15 de mayo de 1969 en el estadio de Detroit, el originario de Maracaibo se convirtió en el primer
venezolano que llegaba a conectar 2.000 hits en el béisbol mayor.
Después de su retiro, luego de seis años como candidato, en 1984 fue exaltado al Salón de la Fama
de las Ligas Mayores por su gran desempeño y contribución al béisbol. Ese año recibió el primer
lugar en las papeletas con 341 votos, 84.62 % de los electores del selecto grupo de Cooperstown, al
que entró junto con los grandes peloteros Harmon Killebrew y Don Drysdale.
En su primer año de elección al Salón de la Fama, en 1979, cinco años después de su retiro, compitió
contra el legendario Willie Mays, quien también se hallaba en su primer año de candidatura.
Aparicio frecuentemente participa en actividades con las que se rinden honores y homenajes a los
mejores peloteros de las Grandes Ligas.
Una de las más destacada fue la invitación que le hicieron en la Serie Mundial de 2005, donde fue el
encargado de realizar el lanzamiento inaugural de la gran final del béisbol de ese año. Esta serie
tuvo como característica ser la primera en la que participaban los White Sox desde 1959, cuando
Aparicio defendía la camiseta de los Medias Blancas en el campocorto.
Esa serie de 2005 resultó con el Campeonato Mundial para Chicago, bajo la dirección del venezolano
Oswaldo Guillén, quien en su carrera como pelotero activo también se vistió como shortstop de los
patiblancos.
Aparicio en Venezuela
Aparicio dio sus primeros pasos como pelotero en la Liga Profesional de Béisbol Venezolano,
exactamente el 18 de noviembre de 1953 con el equipo Gavilanes de Maracaibo, que pertenecía a la
desaparecida Liga Occidental.
Ese 18 de noviembre, el estadio Olímpico de Maracaibo contaba con la presencia de más de 7.000
espectadores. Ese día, uno de los mejores peloteros de Venezuela anunciaba su retiro Luis Aparicio
Ortega, “El Grande”, quien entregó su testigo a su hijo, Luis Ernesto, sin saber que sería el inicio del
único venezolano inmortalizado en el Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Desde entonces, Luis Ernesto jugó en Venezuela durante 13 temporadas, repartidas entre las divisas
Leones del Caracas, Tiburones de La Guaira, Águilas del Zulia, Tigres de Aragua y Cardenales de
Lara.
En el béisbol amateur, Luis vio acción desde muy joven con las novenas Valdespino de Caracas, La
Deportiva, y Garaje La Principal.
Luego de su paso por la pelota venezolana y el béisbol estadounidense, tras su retiro como pelotero
activo, Luis siguió vinculado a la pelota como mánager.
En Venezuela, el zuliano se encargó de dirigir a varios equipos criollos: Águilas del Zulia, Cardenales
de Lara, Navegantes del Magallanes, Petroleros de Cabimas y Tiburones de La Guaira.
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