REFLEXIONES EN TORNO AL CENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL Septiembre 24, 2010 En los últimos tres días se llevaron a cabo una serie de eventos para conmemorar los 100 años de nuestra Universidad. Quisiera compartir con ustedes unas breves líneas primero para agradecer la oportunidad de haber participado en estos eventos representando a toda la comunidad del Instituto de Neurobiología. Para mí ha sido un privilegio representarlos en esta conmemoración histórica. Segundo, espero transmitirles en un breve recorrido la emoción y el orgullo de pertenecer a la Universidad de todos los mexicanos. Los festejos iniciaron el martes por la noche en el Antiguo Colegio de San Ildefonso con la inauguración de la exposición “Tiempo Universitario” que relata la historia de nuestra Universidad con fotos y documentos originales. La exposición fue inaugurada por el señor Rector, José Narro Robles, y por el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa acompañado por su señora esposa. Una sorpresa agradable fue observar al Presidente y a su esposa vistiendo los colores azul y oro. El discurso del Pdte. Calderón superó las expectativas de varios de los presentes pues haciendo un recorrido histórico reconoció el papel fundamental que la UNAM ha tenido en el desarrollo del país. El miércoles 22 se llevó a cabo la Procesión Universitaria. Ésta inició en la esquina de la Plaza de la Constitución y la Catedral Metropolitana después de develar una placa conmemorativa. La procesión siguió por la Calle de Moneda, dando vuelta en Correo Mayor, siguiendo por Justo Sierra hasta llegar al Antiguo Colegio de San Ildefonso. Durante el recorrido, que recreó la caminata que encabezó Justo Sierra en 1910, llamaron la atención varios detalles. No hubo vallas ni presencia de policías. Se unieron a la procesión muchas personas que no tenían relación directa con la UNAM. Durante el recorrido los “Goyas” fueron constantes y no faltó el apoyo espontáneo desde los balcones y las vecindades de los habitantes del centro histórico. Al ver a dos adultos que con lágrimas en los ojos lanzaban vítores a la UNAM, se me hizo un nudo en la garganta. Más adelante una señora nos gritaba emocionada “ustedes son nuestra esperanza” tal vez porque para sus hijos o nietos la UNAM es su única oportunidad de movilidad social. En el anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso se llevó a cabo una sesión solemne del Consejo Universitario de la cual quisiera destacar las palabras de la Maestra Marielena Mansilla de la Facultad de Derecho “La Universidad es nuestra, cuidémosla, protejámosla, defendámosla, en reconocimiento y reciprocidad por todo lo que de ella hemos recibido y por lo que con toda generosidad dará en el futuro”. Posteriormente nos trasladamos a la sesión solemne del Congreso de la Unión en la que todos los partidos en sus discursos, algunos de ellos muy pobres, resaltaron la importancia de la UNAM en el desarrollo del país. Quiero destacar el discurso de Jorge Carlos Ramírez Marín presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados quien evocó el reclamo del Rector Narro sobre los Ninis, cito: “Atendamos a su llamado; o los Ninis seremos nosotros: ni escuchamos, ni vimos, ni sentimos los llamados más profundos, y también los más sensatos, a redefinir y reencauzar nuestro acceso al futuro a través de la educación y de la dignificación de la juventud mexicana”. Por la tarde en la Sala Netzahualcóyotl, otra joya Universitaria, se realizó el concierto conmemorativo por la Filarmónica de la UNAM con las obras: Marcha de Zacatecas, Dios Nunca Muere y Huapango. No se usaron cuetes ni juegos pirotécnicos espectaculares pero se estrenó la Sinfonía número cuatro “Conmemorativa” encargada específicamente para esta fecha a Federico Ibarra. La Sinfonía está compuesta por 4 movimientos, los expertos juzgarán la calidad de la misma, a mí en lo particular me gustaron el primero y el cuarto movimiento. El jueves por la mañana en una ceremonia solemne y con mucha tradición. La UNAM otorgó 16 doctorados “Honoris Causa” a destacadas personalidades nacionales y extranjeras. El momento más emotivo, al menos para mí, se dio posteriormente en la comida ofrecida a los galardonados. El Doctor Narro solicitó que a su nombre agradeciéramos a toda la comunidad de nuestras dependencias: trabajadores, profesores, investigadores y estudiantes, razón de ser de nuestra Universidad, por el trabajo diario que da fundamento a lo que hoy es nuestra Universidad. Agradecimiento que hoy hago patente a toda la comunidad. Con la voz entrecortada el Rector reconoció no haber derramado ninguna lágrima estos días pero que ciertamente se había aguantado miles de ellas. Estoy orgulloso de tener un Rector que pide al “Congreso un pacto de rescate social” que disminuya la gran diferencia entre los pocos ricos muy ricos y los muchos pobres muy pobres. Estoy orgulloso de tener un Rector que exige resolver los desequilibrios sociales o de desarrollo humano y no preservar los equilibrios financieros o fiscales. Estoy orgulloso de tener un Rector que le pide al Congreso “respetuosamente” que no se hagan…… y que piensen en el país. Estoy orgulloso de tener un Rector que puede dar en 3 días, cuatro discursos diferentes con un mensaje claro y de contenido social Estoy orgulloso de tener un Rector que defiende la “Institución Académica” cito: “La universidad es una institución académica. Para cumplir con sus fines debe preservar la libertad de cátedra, de investigación, de expresión y de crítica. Tal libertad implica que no debe subordinarse ni comprometerse con los intereses emanados del ejercicio de la política. En la universidad caben todas las ideologías, todas las corrientes de pensamiento, ya como objeto de estudio, ya como forma de análisis de la realidad. Sin embargo, en ella no cabe la política que tiene por objeto la obtención del poder”. Estoy orgulloso de pertenecer a una Universidad pública, gratuita y laica que igual forma en sus aulas sociólogos, historiadores, escritores, artistas, ingenieros…. profesores, investigadores, que al hombre más rico del mundo, Carlos Slim, y otros muy influyentes como Alfredo Harp. Estoy orgulloso de pertenecer a la mejor Universidad de Ibero América. Estoy orgulloso de pertenecer a una Universidad con muchos problemas, dificultades y retos, pero con la capacidad de afrontarlas y resolverlas a pesar de la resistencia interna a los cambios. Estoy orgulloso del azul y oro. Estoy orgullos del Goya Universitario que a pesar de escucharlo varias veces en los últimos 3 días, ha tenido un significado distinto. Estoy orgulloso del reto de seguir trabajando por la UNAM para que en 100 años las futuras generaciones de mexicanos puedan celebrar el bicentenario de nuestra Universidad como hoy festejamos el centenario. Estoy orgulloso de lema de Vasconcelos “Por mi Raza Hablará el Espíritu” Dr. Raúl Paredes Guerrero Director Instituto de Neurobiología UNAM Campus Juriquilla