Hallazgos Arqueológicos en Comacalco

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HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN EL PREDIO DE LA SUBESTACION
COMALCACO POTENCIA.
Como parte del desarrollo de la infraestructura eléctrica de nuestro país, la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) tiene programado construir en el 2011,
una subestación eléctrica denominada COMALCALCO II POTENCIA BANCO 1, en
el municipio de Comalcalco, Tabasco, por ello y con el fin de realizar las
diversas actividades previas que se llevan a cabo para todos nuestros
proyectos, la Residencia Regional de Construcción Peninsular de la
Coordinación de Proyectos de Transmisión y Transformación (RRP), solicitó al
Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) Tabasco, la
inspección sobre el predio en donde se realizará la construcción, con la
intención de obtener la anuencia para la obra en materia de protección y
salvaguarda de los posibles vestigios arqueológicos que se pudieran localizar.
Derivado de lo anterior, el Centro INAH Tabasco comisionó al arqueólogo
Ricardo Armijo Torres para hacerse cargo del proyecto de Salvamento
Arqueológico, el cual tuvo dos temporadas de campo, iniciando en diciembre
de 2010 y concluyendo en junio de 2011. Los trabajos de prospección y
excavación arqueológica, se realizaron de forma coordinada entre el Centro
INAH Tabasco, la RRP y la Residencia de Obra Zona Tabasco-Chiapas, con el
apoyo del Arqlgo. Juan Carlos Manzanilla Haas, adscrito a la RRP.
El terreno de la subestación se localiza en la Ranchería Norte, 1ra. Sección del
Municipio de Comalcalco, en el Estado de Tabasco; a 2.8 kilómetros de
distancia de la Gran Acrópolis (Zona Arqueológica de Comalcalco), la cual es
considerada como el sitio más importante de la región de la Chontalpa.
Imagen 1. Ubicación de la SE.
Como resultado del salvamento arqueológico, se recuperaron un total de 116
entierros y 66 urnas funerarias, así como decenas de silbatos de cerámica que
representan tanto a animales como a personas ricamente ataviadas, desechos
de talla, navajas prismáticas, cuchillos de pedernal y obsidiana, múltiples
fragmentos de metates y alrededor de 70 mil tepalcates (fragmentos de
cerámica) relacionados con los entierros. El análisis preliminar de estos
materiales sugiere que los entierros datan del período Clásico Terminal (750850 d.C.), aunque todavía falta el estudio integral que lo confirme.
Imagen 2. Excavación en el montículo B.
Imagen 3. Entierro directo y urna funeraria.
Los análisis preliminares también sugieren la presencia de individuos de ambos
sexos, cuyas edades al morir fluctuaban entre el año y medio y los 50 años. En
lo que atañe a los esqueletos que están al interior de las vasijas funerarias, se
han encontrado adultos que presentan rasgos culturales como la deformación
craneal tabular oblicua, la horadación y el limado de dientes, las cuales son
características propias de la élite de la sociedad maya.
Imágenes 4 y 5. Cráneo con deformación y mutilación dentaria.
Hasta el momento, de las 66 vasijas funerarias encontradas, sólo 56 han sido
sometidas al proceso de micro excavación, es decir, una excavación detallada
en un espacio reducido y bajo condiciones de temperatura y humedad
controlados, en la cual se realiza un registro minucioso de los restos óseos, los
contenidos de las urnas, las muestras de tierra y demás elementos
relacionados con el objeto de estudio; es un proceso que se hace bajo estrictas
medidas de limpieza, a fin de no contaminar las piezas.
Imagen 6. Micro excavación de urna.
Imagen 7. Urna funeraria con entierro
infantil después de micro-excavación.
En breve se iniciará el proceso de investigación, restauración, conservación,
digitalización y análisis de la información, a fin de obtener una sólida base de
datos, que permita realizar el estudio integral de los contextos arqueológicos
excavados. Como ejemplo de dichos contextos podemos mencionar la valiosa
participación de la restauradora Luisa Mainou que durante el análisis preliminar
de los huesos, detectó que uno de los cráneos presenta residuos de textil sobre
la mandíbula, así como en uno de los húmeros.
De igual forma, se realizará el análisis de huesos y de ADN con el que se
determinará la edad, el sexo, así como patrones patológicos, alimenticios y
genéticos de estos humanos, lo que ayudará a saber si hay entre ellos
individuos externos a la región de Comalcalco, si estaban enfermos o
desnutridos, por mencionar algunos de los posibles descubrimientos. A su vez,
esto permitirá interpretar el tipo de ritual que se realizó en este lugar, puesto
que es la primera vez que se excava y recupera un contexto funerario tan
complejo, debido a la gran cantidad de individuos que ocupan este depósito, ya
que todos ellos corresponden a una sola ocupación. Sin embargo, esto se
podrá definir hasta que se realicen los estudios interdisciplinarios pertinentes.
Imagen 8. Restauradora Luisa Mainou consolidando un cráneo.
Para la Comisión Federal de Electricidad la herencia cultural de nuestros
antepasados es un valor único que se debe conocer, cuidar, proteger,
conservar y difundir. Este hallazgo es un ejemplo del trabajo coordinado entre
la CFE y el INAH, que permite el cumplimiento de los objetivos de ambas
Instituciones, logrando demostrar una vez mas, que el desarrollo es
perfectamente conciliable con la protección y cuidado del patrimonio cultural
de todos los mexicanos, consiguiendo además, coadyuvar con la investigación
arqueológica en México.
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