Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa

Anuncio
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
Mecanismos psicológicos de
adaptación y defensa
Dr. Armando Hinojosa
MECANISMOS DE ADAPTACIÓN
El curso de la vida humana supone una serie de procesosi adaptativos que
tienen por objeto, evitar la ansiedad y los conflictos, y ahorrar energía y
esfuerzos, permitiendo al sujeto reaccionar de manera automática ante la
diversidad de situaciones que la vida le plantea, pero que aparecen ante él
como conjuntos cuyos elementos tienen entre sí alguna semejanza fundamen
tal, por implicar representaciones simbólicas del mismo tipo, es decir, aso
ciadas a formas de experiencia semejantes.
La serie de procesos adaptativos va integrándose en una estructura que
se adquiere y modela por la experiencia y constituye lo que llamamos el
carácter. La afinidad por un determinado tipo de carácter, principia con
la disposición temperamental del individuo, que se manifiesta ya desde los
primeros años de la vida, como cualquiera puede notar en las diversas per
sonalidades observables en los niños pequeños, que aún no han modelado
su carácter. El temperamento condiciona la viveza, intensidad y persistencia
de las reacciones de una persona, así como también su actividad, energía
y, en buena medida, sus facultades intelectuales. De aquí que haya resultado
tan difícil distinguir en la práctica un rasgo caracterológico, de una actitud
temperamental. Aunque en definiciones y conceptos pueda hacerse esa dis
tinción, en la práctica clínica es frecuente que sea muy difícil su dife
renciación.
Recuérdese que para Adler, el desarrollo de este proceso supone la
formación de lo que él llamó un estilo de vida. Jung consideró que podían
desarrollarse fundamentalmente dos tipos o formas de carácter: el introver
tido y el extravertido. "En mi labor práctica con enfermos nerviosos, se me
han evidenciado dos tipos: el tipo de extraversión y el de introversión".1
"Al considerar el proceso de la vida humana, observamos que el interés de
unos está más por los objetos que les importan (extravertido), mientras el
de otros lo está más por la propia intimidad, por el sujeto (introvertido). El
[71]
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Mecanismos de adaptación y defensa
72
punto de vista introvertido es el que procura por encima de todo, supraordinar
al yo y el proceso psicológico subjetivo, al objeto. El punto de vista extravertido, por el contrario, subordina el sujeto al objeto, atribuyéndose a éste
un valor superior", ".. .son dos orientaciones distintas; la una lo ve todo
desde el ángulo de su concepción propia, la otra, desde el terreno del acaecer
objetivo".
vincula a cosas diferentes, de maneras también diferentes. El introvertido se
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
"El hombre se explica siempre por las cosas a que se relaciona y se
aferra a lugares, amigos, objetos y afirmaciones, en forma tozuda y apasio
nada, persistente, pero altamente selectiva, Rechaza a la comunidad y elige
y se aproxima (según la intensidad de su introversión), a unas pocas cosas,
y queda con las reacciones que estos contados objetos ysituaciones escogidos
por él le producen. El introvertido se justifica ante sí mismo más que frente
a los demás, quizá porque no se interesa en estos últimos".2
"El extravertido se rige por el consenso tradicional, los usos y costum
bres sociales, más que por su propia conciencia. El extravertido vive menos
un yo propio. Sus múltiples relaciones con el ambiente, son la razón funda
mental de su vida. Su objetividad, sentido práctico e imparcialidad, le traen
menos proporción de fricciones con el ambiente, que al introvertido. Aparen
temente, el extravertido es más expresivo que el introvertido, hace más uso
de lenguaje y de los movimientos susceptibles de interpretación, pero en el
fondo repite moneda acuñada por el introvertido, sólo que sus mensajes los
expende y divulga a mayor auditorio".
Jung aclara que esta caracterología no es aplicable a pie juntillas ni de
modo esquemático. Un mismo sujeto podrá parecemos introvertido por de
terminado conjunto de rasgos y extravertido por otros. El carácter es una
estructura compleja de mecanismos adaptativos a los procesos de la vida.
La primera caracterología verdaderamente dinámica fue diseñada por
Freud. Los tipos de carácter por él descritos forman verdaderas entidades
clínicas que pueden ser reconocidas por cualquier observador. La peculia
ridad esencial de esta caracterología consiste en que deriva de la teoría de la
libido, según sus diversas fases evolutivas, tal como es descrita en su primera
teoría de los instintos. A pesar de que Freud fue el autor de esta caractero
logía, no dejó descrito con detalle más que el tipo anal. Del tiro oral se
encuentran las mejores descripciones en Abraham, quien dice: ".. .el pri
mero, y por lo tanto quizá el más importante paso que el individuo da hacia
el logro de una actitud normal en sus relaciones sociales y sexuales defini
tivas, consiste en el manejo exitoso de su erotismo oral, ya que este impor
tante proceso del desarrollo puede sufrir trastornos de diferentes maneras".
"En ciertos casos, el carácter entero de la persona se halla bajo la influencia
oral. Para tales personas la succión fue tranquila y altamente placentera, y
Mecanismos dé adaptación y defensa
73
desde aquel feliz período conservan la convicción de que todo va a salir bien,
un imperturbable optimismo que frecuentemente les ayuda a que alcancen
sus logros en la vida. En otros casos, se encuentran tipos que creen que
siempre habrá una persona amable, un substituto de la madre, que se encar
gará de ellos y les dará todo lo que necesiten. Esta tendencia optimista les
condena a la inactividad. Su actitud total hacia la vida demuestra que eterna
mente esperan que les nutra el pecho materno. Tales personas no hacen
ninguna clase de esfuerzo y en algunas ocasiones desdeñan trabajar para
ganarse el sustento". ".. .Si el período oral, por el contrario, pasó sin grati
ficaciones, las consecuencias son completamente distintas. En su conducta
social, las personas de esta tipo parecen siempre estar pidiendo algo, modes
ta o agresivamente. Ruegan e insisten, puede decirse que se pegan como
sanguijuelas a otras personas. Les molesta estar solos, incluso por corto tiem
po. En ciertos casos, cuando ha habido una regresión a a fase anal, aparecen
elementos de crueldad". Añade también la tendencia a comunicarse abun
dantemente por la vía oral y, en forma sublimada, la curiosidad y el deseo
de saber.3
Cuando la libido ha pasado a la fase anal, los rasgos típicos del carácter
serán diferentes. Dice Freud: "Las personas que me propongo describir pre
sentan regularmente asociadas tres cualidades: son cuidadosos, económicos
y tenaces. Cada una de estas palabras sintetiza, en realidad, un pequeño
grupo de rasgos característicos afines. La cualidad de "cuidadoso" compren
de tanto la pulcritud individual como la escrupulosidad en el cumplimiento
de deberes corrientes y la garantía personal; lo contrario de cuidadoso, sería
en este sentido, descuidado o desordenado. La economía puede intensificarse
a la avaricia y la tenacidad convertirse en obstinación, enlazándose a ella
fácilmente una tendencia a la cólera e inclinaciones vengativas. Las dos últi
mas condiciones mencionadas, la economía y la tenacidad, aparecen más
estrechamente enlazadas entre sí que con la primera. Son también la parte
más constante del complejo total. De todos modos, me parece indudable que
las tres se enlazan de alguna forma entre sí".4
A la fase anal del carácter, sigue la genital, en la cual la libido se localiza
finalmente en la zona definitiva y característica de la madurez, con lo que
se logra la madurez del carácter: "Una última parte de la organización'
sexual, corresponde al período genital adulto, posterior a la pubertad, en la
que la primacía de los genitales es puesta en aras de la reproducción. Sólo
en este momento llega a coincidir la polaridad sexual con masculino y fe
menino. Lo masculino corresponde al sujeto, la actividad y la posesión del
pene. Lo femenino integra el objeto y la pasividad. La vagina es reconocida
ya entonces, como albergue del pene y viene a heredar el seno materno".5
"... A la actividad genital del hombre se une una actitud sentimental posi-
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Mecanismos de adaptación y defensa
74
tiva hacia el objeto de su amor, extendiéndose dicha actitud hacia otros
objetos; se expresa generalmente en su capacidad para la adaptación social,
en su devoción a ciertos intereses e ideas, etc.".
Los tipos caracterológjcos de Fromm, son, en lo fundamental, entidades
clínicas correspondientes a las de Freud, excepto el tipo mercantilista, que
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
Fromm agrega, considerándolo como un derivado de la forma de vida
característica de los países con gran desarrollo industrial.
Las clasificaciones de ambos, difieren básicamente en su interpretación
profunda. Fromm hace a un lado la teoría de la libido y considera que la
formación del carácter deriva da las peculiaridades de la existencia humana,
que llevan al hombre a la búsqueda constante de mejores soluciones a los
problemas de su existencia. A diferencia del animal, que a través de sus ins
tintos viva de manera casi automática y de acuerdo con su marco natural,
el hombre no puede vivir de un modo tan espontáneo y natural. A causa de
su extraordinaria dotación cerebral, que implica gran desarrollo de la inteli
gencia, de la imaginación y de la memoria, se ve obligado a romper los
vínculos primarios que le unen con la naturaleza. Se ve compelido a refle
xionar sobre el sentido de_ su existencia y sobre su muerte; se plantea infinidad
de angustiosas interrogantes y percibe su soledad. Esta situación, caracterís
tica del ser humano, puede llevarle a detener su desarrollo o a adoptar
actitudes regresivas que le sirvan de defensa y lo alejen del confrontamiento
con las condiciones de su vida, como ser inteligente, dotado de reflexión y
voluntad. En esta situación, la vida plantea al hombre cinco necesidades
fundamentales:
1. Necesidad de relación. Habiendo perdido los vínculos naturales con
su medio, el hombre debe establecer nuevas relaciones, de modo específica
mente humano. Ante él surge el problema de relacionarse de otra manera
que las relaciones puramente instintivas. El afecto y el amor son las formas
creativas de esta relación. El trabajo y la cooperación social también pueden
significarlas.
2. Al percibir su existencia limitada y sujeta a las contingencias del
azar, experimenta la necesidad de trascender las limitaciones de la vida y
de su pensamiento. De aquí que tienda a desarrollar una creatividad que
afirme el sentido de su yo, sus sentimientos de poder y de fuerza, su expe
riencia como ser humano individual.
3. Experimenta, además, una necesidad de arraigo, o sea, tanto de adap
tarse a las necesidades de su ambiente como de modificarlo y hacerlo suyo.
El arraigarse a un lugar, significa una inversión y un gasto de energía. Per
mite en cambio, la tranquilidad y estabilidad necesarias para realizar una vida
creativa, a diferencia del nómada, que vive en un perpetuo cambio, que le
impide construir, en un sistema de relaciones constantemente inestables.
Mecanismos dé adaptación y defensa
75
4. Necesidad de un sentimiento de identidad. O sea el poder experi
mentar profundamente el sentimiento de "yo soy yo". Este sentimiento, en
apariencia tan banal, no es tan frecuente como pudiera suponerse. Requiere
que el sujeto pueda sentir que él es realmente un centro de experiencia, de
recuerdos, sentimientos, acciones e ideas que tengan unidad, realismo y
continuidad histórica, vividos de manera profunda y auténtica.
5. Necesidad de una estructura que oriente y relacione. El hombre ex
perimenta la necesidad de explicarse el mundo. Si un hombre primitivo
contempla un rayo, puede imaginar que un dios irritado lo lanza o buscará
otra explicación de carácter mágico, pero para él aceptable. Si tiene menta
lidad científica, estudiará el fenómeno y tratará de comprenderlo racional
mente, pero en cualquier caso, trazará en su mente un marco de referencia
que lo libre de la angutsia de lo desconocido y lo saque de la confusión. De
esta manera se han construido, no solamente el cuerpo de las ciencias, sino
también, las filosofías y las religiones. En esta situación de ansiedad vital, el
hombre trazará en su mente un cuadro articulado y coherente, dentro del
cual los fenómenos que ocurren tanto a su alrededor como dentro de sí
mismo, tengan un sitio. Pocas cosas aterrorizan al hombre tanto como lo
extraño o lo incomprensible.6
A través del curso de su desarrollo, el hombre va asimilando e integrando
el material que proviene de su experiencia, y al quedar registrado y con
vertido en parte de su propio ser, realiza el proceso de asimilación, que
aparte del de socializarse, crea sus propias dificultades. De este modo, en su
necesidad de socializarse, por una parte y de asimilar de su medio, por otra,
maneja sus potencialidades y energías en cuatro formas diferentes.7
Si el sujeto es improductivo, la primera será:
a) Recibiendo, de modo simple y pasivo, lo que da origen al tipo de
carácter receptivo.
b) Tomando activamente del medio, en forma pueril y agresiva. Esta
situación da origen al carácter explotativo.
c)
Acumulando indiscriminadamente y bloqueándose al medio exterior,
en el temor de reducirse y empobrecerse; actitud que origina la orientación
acumulativa.
d) Intercambiándose con el medio ambiente, para lo cual se requiere
que el sujeto se experimente a sí mismo, como una cosa y da origen al
carácter mercantilista.
Las cuatro formas mencionadas suponen un carácter básicamente impro
ductivo; pero si el sujeto logra alcanzar un desarrollo predominante de la
productividad o creatividad, su carácter podrá adoptar actitudes positivas
que superan a las antiguas formas improductivas de vivir. El receptivo se
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
76
Mecanismos de adaptación y defensa
transforma en un sujeto "aceptativo",* lo que implica capacidad para recibir
discriminada y críticamente.** El explotativo se transformará en "profi
gran importancia y no puedan plantearse los problemas de la personalidad
ciente", o sea en un sujeto creativo, dotado de actividad e iniciativa. El
acumulativo se transformará en "acrecentativo", con lo que se indica que
una clasificación general, pero el carácter patológico o enfermo escapa a
mercantilista se desarrolla en su capacidad para lograr una ágil flexibilidad,
aceptar los cambios positivos, conservar la alegría juvenil y el entusiasmo de
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
77
ni de los mecanismos defensivos, sin referirse a la estructura caracterológica.
Naturalmente que la estructura de carácter normal puede caber dentro de
ya no simplemente acumula y retiene, sino que se preocupa por atesorar
material verdaderamente valioso, útil para su crecimiento y desarrollo. El
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
Mecanismos de adaptación y defensa
vivir, transformándose así en "transmutativo".
Aunque Fromm considera como un tipo de carácter aparte, al que llamó
"productivo", nosotros lo hemos considerado como actuando a través de los
aspectos positivos de las cuatro orientaciones arriba mencionadas.
Desde luego que, en la práctica clínica, se encuentra que un sujeto, en
mayor o menor proporción, posee todas las diversas orientaciones del carác
ter. El predominio de algunas de ellas o de una combinación (la receptivoexplotadora, por ejemplo, es muy frecuente), será lo que lo caracteriza.
este tipo de clasificación, del mismo modo que dentro dela fisiología pueden
explicarse los fenómenos funcionales normales del organismo, pero cuando
éste se halla enfermo y sufre de trastornos, se requiere de otro tipo de disci
plina científica, que es la patología, para ordenarlos y comprenderlos adecua
damente. El análisis del carácter resulta uno de los principales objetos del
conocimiento piscodinámico de una persona. Contiene la historia de su for
mación y enlaza las tendencias e impulsos de naturaleza inconsciente con la
estructura del yo y el principio de la realidad. El carácter supone una estruc
tura integradora en la que aparecen representados todos los estratos y ele
mentos de la personalidad, que pueden ser rastreados a través de su estudio
profundo.
Mecanismos de defensa
Durante el transcurso de la vida, el carácter evoluciona constantemente desde
Aparte de las estructuras adaptativas que suponen las formaciones carac-
la infancia hasta la madurez y desde ésta hasta la senectud, y en cualquier
momento se halla expuesto a las posibilidades de sufrir una regresión y a la
desintegración de sus valores. Ya que el carácter funciona como una estruc
tura de ahorro, protección y adaptación, es un instrumento móvil, que aun
cuando en lo fundamental permanezca más o menos estable durante toda la
serie de mecanismos defensivos, recursos defensivos generales que pueden
ser utilizados en determinado momento, independientemente de la estructura
caracterológica del individuo, aunque desde luego, tanto la manera de usarlos
vida, al variar constantemente hará que la situación vital sufra oscilaciones
como el contenido de los mismo, estarán estrechamente relacionados con
y modificaciones que se realizarán fundamentalmente hacia lo productivo,
pero más o menos dentro de los mismos lincamientos u orientaciones que
la estructura del carácter.
habían venido caracterizando a la persona.
Dado que el carácter es el más importante instrumento. de relación, se
comprende fácilmente que en la psicología actual se conceda a su estudio
* En un estudio, publicado en el libro "Análisis psicológico del estudiante universi
tario"^ hemos hecho el estudio de una técnica para el diagnóstico del mismo y al
percatarnos de que no puede seguirse empleando la misma nomenclatura para designar
los tipos derivados de actitudes productivas y de lasi improductivas, hemos propuesto
la nomenclatura arriba señalada entre comillas, para designar las formas positivas. Los
nombres indican su más característica cualidad.
** "Aun suponiendo que el desarrollo anatómico cerebral sea completo, de nin
guna manera bastaría esto para que funcionara adecuadamente; el solo desarrollo ana
tómico no es suficiente. Es indispensable que en el curso de su vida vaya recogiendo
innumerables experiencias que quedan registradas bajo la forma de "engramas". Un
cerebro sin engramas podría compararse, en cierta forma, a un cerebro electrónico al
que se pusiera a trabajar con tarjetas sin perforar. El "dato" de la experiencia consttituye el material indispensable para el funcionamiento del sistema nervioso central. Y
este dato proviene tanto del propio sujeto, como de las diversas impresiones e influen
cias del ambiente en que se ha desrrolldo, o se el mundo externo". "... Los conoci
mientos de bioquímica nos enseñan cómo las experiencias pueden quedar registradas en
las moléculas de ácidos nucleicos y la fisiología comparada nos muestra la realización
de este proceso de "troquelado".2
terológicas, más o menos propias y estables en cada persona, existe una
Los mecanismos de defensa surgen cuando el yo se ve amenazado por
la angustia. Esta suele aparecer en situaciones de "peligro" o sea conflictiva,
que obligan a confrontarse con alguna realidad angustiosa, ya sea externa
o interna, o con impulsos o fantasías con la suficiente fuerza para imponerse
como una realidad operante. La angustia resulta un signo de alarma, de
modo semejante al dolor físico que aparece como revelador de un sufrimiento
corporal. De este modo, cuando una idea reprimida, un impulso, un complejo
o una percepción dada, amenazan con hacerse conscientes, el equilibrio psí
quico puede mantenerse, aunque de manera inestable, recurriendo a alguno
de los mecanismos defensivos. Sin embargo, el uso de ellos produce a su vez
una nueva situación de inseguridad que debe ser cubierta, y en el caso de
un carácter neurótico, se llega a construir un complicado edificio inestable
y costoso. Kafka, en su novela "El proceso", traza de la manera más inge
niosa y profunda todas las complicaciones de esta situación, que termina con
la muerte psíquica del procesado.
Pueden citarse los siguientes mecanismos de defensa:
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Mecanismos de adaptación y defensa
78
1. La negación.
Cualquier situación traumática, tal como una enfer
medad grave, un hábito peligroso o un vicio, pueden ser negados. Es notable
la frecuencia con que los médicos niegan su propio diagnóstico de cáncer,
conociendo datos con los cuales no dudarían en diagnosticarlo en cualquiera
de sus pacientes. Otra persona puede decirse: "No está bien comprobado
que el tabaco contribuya al cáncer pulmonar"; oímos decir a personas fran
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
camente alcohólicas: "No estoy realmente viciado, dejaré esto en cuanto me
lo proponga". Con frecuencia, la simple negación no basta, y el hueco que
deja puede ser cubierto con fantasías compensatorias, frecuentemente de
poder, riqueza, fama y grandeza, cariño y reivindicación.
2. La racionalización. Suele tener una gran importancia por ser un
mecanismo muy frecuentemente empleado y de alta eficacia. Consiste bási
camente en emplear la razón y la lógica para justificar actitudes, ideas,
afectos y tendencias, que de otra manera resultarían conflictivos y por lo
tanto inaceptables, a la vez que difíciles de renunciar y por lo mismo, causa
de conflicto. Desde luego que se trata de un uso inadecuado y tendencioso del
razonamiento, ya sea por falsear las premisas o por derivar conclusiones
inconsecuentes. Hay racionalizaciones de todas las categorías, desde las pue
riles de un niño pequeño, o las tontas de un sujeto poco inteligente, hasta
las sutilezas de la lógica, difíciles de descubrir. Actualmente se escucha a
todos los partidos políticos, religiosos o de cualquier tipo, decir que trabajan
y luchan en pro de la paz. Detrás de esta bandera blanca y defendidas con
toda clase de razones, se esconden las más diversas y contradictorias actitu
des, tanto conscientes como inconscientes, quedando amparadas por raciona
lizaciones, toda clase de tendencias y facciones. Tenemos que hallar una
justificación que parezca razonable a nuestras tendencias indeseables, pero
que sirva primeramente para convencernos a nosotros mismos.
3. Reprimiendo. Ya se vio cómo la represión constituye uno de los
conceptos fundamentales de la psicología freudiana. Como ya fue explicada,
sólo se añadirá que el trabajo analítico tiene por misión fundamental liberar
al material inconsciente reprimido, ayudando con esto a darles una solución
racional. Debe recordarse que en el concepto moderno de represión, se in
cluye no solamente a la censura.de los elementos sexualmente prohibidos
o considerados como inmorales, destructivos o antiestéticos, sino también a
valores de orden positivo, cuyo manejo ocasione un conflicto.
4. La conversión es un mecanismo defensivo particularmente notable
Mecanismos de adaptación y defensa
79
una ceguera de tipo funcional, una anestesia o una parálisis histéricas, una
cefalea u otros síntomas que pueden ser del orden más variado.
5. Por medio de la proyección, se atribuyen a otros sujetos o situacio
nes, contenidos psíquicos que en realidad no les corresponden y son propios.
Fácilmente se teme al sujeto al que se es hostil. Se ven caras malhumoradas
y malos modos cuando se está "de malas" o se es agresivo; los sujetos homo
sexuales creen encontrarse con un homosexual a cada paso y poseen "signos
infalibles" para distinguirlos; la situación económica del país anda mal cuando
andan mal los propios negocios, o al contrario. Se considera a la proyección
como uno de los más característicos mecanismos de la paranoia.
6. El desplazamiento tiene también mucha importancia por su frecuen
cia y eficacia. Por medio de él, se coloca a una determinada persona o situa
ción, en el lugar de aquella a la que le corresponde la carga emocional. Eso
nos permite la continuación de una situación anterior, por lo general de raíz
infantil, con sólo cambiar los personajes o el ambiente. Fulano llega irritado
de su trabajo y agrede a su esposa, hijos o sirvientes, culpándolos de su
malestar o problemas. Otra persona es un fracaso, pero en vez de odiarse
a sí mismo, se llena de odio y envidia hacia los que han obtenido logros que
están fuera de su alcance. Cargas de afecto positivo pueden también despla
zarse hacia seres ideales o hacia animales, cuando la expresión amorosa
directa y humana se halla bloqueada. Un caso muy interesante de desplaza
miento es la reacción de transferencia, que ocurre habitualmente durante el
curso de un tratamiento psicoanalítico. Es de observación habitual, desde
que Freud lo hizo notar, que el psicoanalista pronto se ve objeto de una
serie de afectos de diversa índole por parte de sus pacientes. Estos afectos
pueden implicar amor u odio y se envuelven en actitudes, exigencias y fan
tasías que —cuando se trata de verdadera transferencia— la personalidad
del análisis y la situación psicoanalítica no justifican, de ninguna manera.
Si la transferencia no es advertida y valorada a tiempo, el tratamiento puede
echarse a rodar, pero su análisis proporciona, por otra parte, una excelente
oportunidad de conocer las reacciones más características y arcaicas del pa
ciente, trasladadas a la actualidad y en un campo de observación neutral
y objetivo.
7. Sobrecompensación. En este mecanismo, el sujeto hipertrofia de
terminadas áreas de su personalidad, en el intento de suplir deficiencia a
inhibiciones de su desarrollo, ya sea social, intelectual, afectivo o de cual
quiera otro tipo, porque en el fondo son causantes de sentimientos de minusvalía, culpa o vergüenza. Se puede, por este camino, buscar irracionalmente
y típico de la histeria, padecimiento que muestra una franca tendencia a
desaparecer, pero que fue muy frecuente a finales del siglo pasado, cuando
el brillo social, las distinciones, el poder sobre los demás, la prepronderancia
Freud comenzó sus estudios sobre el inconsciente. El conflicto y la tensión
nerviosa resultante, se transforman o convierten en síntomas determinados:
económica, el éxito y el reconocimiento, o adoptar cualquiera otra actitud
que compense la primitiva deficiencia. Aunque a veces, los mecanismos de
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Mecanismos de adaptación y defensa
80
compensación pueden conducir a logros notables en algún terreno creativo,
no hay que olvidar que, por lo común, se trata de logros espúreos, que su
ponen un inútil gasto de energía y no de la auténtica realización en la vida.
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
8. Regresión. Cuando una situación vital es demasiado angustiosa y
demanda esfuerzos fuera de lo habitual, se pueden adoptar actitudes regre
sivas que evitan el confrontamiento con la realidad. Así, por ejemplo, un
sujeto aún joven, que perdió a su esposa, de la cual dependía mucho, como
si hubiera sido para él una segunda madre, pero cuyo casamiento le permitía
funcionar socialmente de manera adecuada y sin que desde el exterior pu
dieran advertirse grandes fallas, cayó en estado de profunda depresión, acom
pañada de síntomas hipocondríacos y apareciendo ante los demás como un
ser desvaüdo e impotente. Con esta actitud logró despertar el interés y el
cuidado de los demás —aun de sus hijos niños— y obtener de modo regre
sivo las gratificaciones de un huérfano, atemorizado y enfermo.
En las situaciones de duelo, particularmente, pueden aceptarse mimos
y cuidados que en otra situación serían rechazados con repugnancia. Pero
también en situaciones de intensa alegría pueden adoptarse actitudes re
gresivas y pueriles, en la tentación de vivir de nuevo, épocas en que la irres
ponsabilidad hacía más placentera una situación paradisíaca.
9.
Mediante el enquistamiento, aislamos un suceso traumático del resto
de nuestra experiencia. Se le coloca como un hecho aislado, rompiendo sus
ligas asociativas y relegándolo al olvido, inoperante e inofensivo. Pero aun
en esta situación, representa un peligro potencial dentro del campo del in
consciente, por la posibilidad de ser reactivado y constituir una especie de
cuerpo extraño. En esta situación pueden quedar diversos errores de con
ducta, equivocaciones molestas, humillaciones sufridas y experiencia inde
seables.
10.
Identificación e introyección.
Durante el curso de la vida, a través
de la experiencia, se va asimilando material tomando del medio ambiente,
que sirve para elaborar el modelo de vida. De esta manera se toman diversas
actitudes, imágenes, ideas y pautas de reacción y comportamiento, que el
niño tiene la oportunidad de captar en las personas y en el ambiente que
lo rodea.
La identificación constituye uno de los procedimientos para lograr un
buen desarrollo normal, y la identificación adecuada, con progenitores de
carácter productivo, es una de las formas más útiles para construir un carác
ter creativo. Es muy sabido que una deficiente o equivocada identificación
puede ser causa de trastornos sexuales posteriores. Durante el proceso de
identificación puede haber una selección inconsciente de las características
de la persona introyectada, que la idealiza o deforma; pueden introyectarse
elementos conflictivos o contradictorios y, al ser inconsciente de determina-
Mecanismos dé adaptación y defensa
81
das identificaciones, el sujeto llega a tener problemas en rasgos de carácter
cuya motivación no acierta a comprender.
En el estado adulto, este mecanismo sigue produciéndose, pero con un
sentido un tanto diferente. El identiifcarse con determinada persona, ideo
logía, credo religioso o político, constituye un eficaz procedimiento para
anular los sentimientos de soledad y el miedo a la vida, a experimentarse
como ser único, diferente y por lo mismo expuesto a caer en el desamparo.
De la identificación pueden también extraerse sentimientos de valer, impor
tancia y fuerza, o dar un sentido a la vida y evadir la responsabilidad in
dividual.
11. Después de haber citado los más importantes mecanismos defensi
vos, se expondrá el mecanismo de sublimación que es otro de los conceptos
fundamentales de la psicología freudiana, pero que ofrece problemas de orden
teórico, al menos si se le concibe al pie de la letra, tal como lo planteó
Freud, quien pensó, que estando el hombre sujeto a toda clase de impulsos
sexuales, destructivos, agresivos o perversos, no tiene otra alternativa que
reprimirlos o realizarlos, viviéndolos conscientemente. En este último caso,
se convertiría en un perverso polimorfo y en caso de reprimirlos llegaría a
ser un neurótico, agobiado por la ansiedad, con vitalidad empobrecida y
llena de inhibiciones. Freud supuso que la estructura de la mente humana
ofrecía un tercer camino, que sería la sublimación. Mediante ésta, los im
pulsos instintivos indeseables podrían ser transformados y realizados a través
de objetivos que no ofrezcan conflicto y que aun pueden resultar dignos de
aplauso. De esta manera, aunque la satisfacción instintiva indirecta no pro
porciona igual gratificación placentera que la directa, brinda al menos una
satisfacción de consuelo, que es la única a que el hombre civilizado puede
aspirar, habiendo renunciado a la satisfacción de los primitivos impulsos.
Así, la sublimación constituye la base para la formación de la cultura.8 La
capacidad para sublimar es variable de unas personas a otras y constituye
una de las más importantes cualidades de la personalidad madura, indispen
sable para lograr la convivencia social.
Resulta discutible la afirmación de que las actividades más específica
mente humanas, sean el resultado de la descarga indirecta de un impulso
sexual o destructivo, al menos si se entienden los conceptos de instinto sexual
al pie de la letra. Pero dejando a un lado esta discusión, de índole teórico, es
indudable que la actividad que trasciende los niveles puramente instintivos,
resulta indispensable para conservar la salud mental y el sentimiento de ale
gría de vivir. Pero estos hechos se comprenden mejor si son interpretados
a la luz de teorías que consideran a la naturaleza del hombre en un aspecto
más integral.
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Mecanismos de adaptación y defensa
82
Referencias.
1.
2.
Jung, G. G: Tipos psicológicos. Ed. Sudamericana. Buenos Aires. Argentina, 1943.
Htnojosa, A. y Cosío Pascal, A.: Análisis psicológico del estudiante universitario.
3.
Abraham, K.: The influence of oral erotism on character formation. Selected
papers of Kral Abraham. Basic Books Inc. Pub. New York, 1954.
4.
Freud, S.: Character and anal erotism. (1908). Collected Papers. The Hogarth
5.
Freud, S.: Three enssays on the theory of sexuality the transformaron of puberty.
6.
Fromm, E.: Psicoanálisis de la sociedad contemporánea. Fondo de Cultura Eco
nómica. México, 1956.
Fromm, E.: Etica y psicoanálisis. Fondo de Cultura Económica. México, 1953.
La Prensa Médica Mexicana. México, 1967.
Press. Londres, 1953.
Algunas consideraciones sobre
metodología de la investigación social
Eigentum des Erich Fromm Dokumentationszentrums. Nutzung nur für persönliche Zwecke.
Veröffentlichungen – auch von Teilen – bedürfen der schriftlichen Erlaubnis des Rechteinhabers.
Propriety of the Erich Fromm Document Center. For personal use only. Citation or publication of
material prohibited without express written permission of the copyright holder.
Irnago Pub. Co. Londres, 1952.
7.
8.
Dr. Joaquín Cravioto
Freud, S.: Civilization and its discontents. Collected Papers. The Hogarth Press.
Londres, 1955.
En contraste a la física y la química, cuyo modo preferido de evaluar
sus teorías es el método experimental, las ciencias sociales en general y en
particular las de la conducta, hacen poco uso de él, llegándose a decir que
el método experimental es imposible de aplicar en estas disciplinas y que los
científicos sociales deben buscar otros instrumentos de investigación, com
pletamente diferentes. Por otra parte, con relativa frecuencia se oye decir
que fuera del método experimental no hay nada valedero y que mientras las
ciencias sociales no hagan uso de él, las pruebas de la validez de sus teorías
no pasan de ser meros ensayos literarios de buenas hipótesis o elucubraciones
en espera de la prueba experimental.
Entre las razones que explican tan diferentes puntos de vista, destaca la
falta de información sobre otro método fundamental, como es el ecológico
y, por otra parte, de la confusión que hace un gran número de practicantes
de las ciencias de la conducta entre validación de una terapéutica y valida
ción de una teoría científica.
Uno de los responsables de esta confusión, es el creador de la teoría
psicoanalítica. Freud hizo que sus discípulos, directos e indirectos, se apo
yaran exclusivamente en métodos de observación pasiva. Estos métodos con
sistieron fundamentalmente en atención autoanalítica hacia los concomitantes
subjetivos y las consecuencias de ciertos fenómenos, tales como errores, sue
ños y fallas de memoria. Más aún, Freud preconizó la observación dentro
del contexto del tratamiento psicoanalítico, no sólo como un vehículo para
derivar los conceptos, sino también para probar su validez. Si se aceptan
como legítimas las premisas epistemológicas de Freud, el psicoanálisis, como
una teoría de la personalidad, puede ser evaluado en forma adecuada a través
de observaciones realizadas en individuos que estén bajo análisis. Es rela
tivamente sencillo, ya sea como analista o analizado, encontrar un buen
número de ejemplos de conducta que pueden ser referidos o descritos por
medio de conceptos analíticos. De esta manera, se establece un sistema ce
rrado que no admite observaciones independientes a lo que transpira en la
[83]
Hinojosa, A., 1968a: Mecanismos psicológicos de adaptación y defensa. In: A. Aramoni (Ed.), Humanismo y pediatria. Las bases psicosociales para la práctica pediátrica, México
(Fondo Editorial Nestlé de la Academia Mexicana de Peditría) 1968, pp. 71-82.
Descargar