Apuntes de Frank Gehry Lugar y fecha de proyección Música de

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Apuntes de Frank Gehry
Lugar y fecha de proyección
Fecha: viernes 21 de noviembre de 2008
Hora: 21.30 h.
Lugar: Aula Magna. Facultad de Ciencias
Música de sala
“Affinity” (1979).
Bill Evans (piano) & Toots Thielemans (armónica)
Apuntes de Frank Gehry
Título original: Sketches of Frank Gehry
Año: 2005
País: EE.UU -Alemania
Duración: 87 min.
Director y Guión: Sydney Pollack.
Fotografía: George Tiffin, Claudio Rocha y Marcus Birsel (Color 16mm-VideoNTSC).
Montaje: Karen Schmeer.
Música: Jonas Sorman & Claes Nystrom.
Productor: Ultan Guilfoyle.
Producción: Mirage Enterprises /Thirteen-WNET New York American Masters /LM Media.
v.o.s.e.
In memoriam
SYDNEY POLLACK
(1934-2008)
En A Scanner darkly de Richard Linklater, un personaje decide suicidarse mediante la ingestión masiva de tranquilizantes y alcohol mientras
sostiene en la mano un ejemplar de “El manantial”, la novela de Ayn Rand en la que se basó King Vidor para realizar su famosa película. No sé si
interpretar este gesto diletante como una celebración o como una forma de protesta, aunque la película proporcione algunas pistas al respecto, pero no
hay duda de que podría ser cualquiera de las dos cosas: el protagonista de la obra literaria, interpretado por Gary Cooper en la versión filmada,
siempre se ha identificado con la exaltación del individualismo típicamente yanqui, pero su condición de arquitecto le confiere connotaciones
opuestas, pues la construcción de un edificio resulta imposible sin la existencia de un gran equipo detrás de la gran mente creadora. Todo esto nos
llevaría a interminables discusiones sobre las intenciones y los resultados, lo que se desea que aparezca en una obra y lo que realmente emerge en el
resultado final, la singularidad del concepto de “ideología” cuando viene referido a la cultura norteamericana y otras complejas cuestiones por el
estilo. Y, sin duda alguna, no va a ser una película tan humilde como APUNTES DE FRANK GEHRY la que resuelva el jeroglífico, entre otras
cosas porque no es lo que pretende. Y, sin embargo, este curioso documental de Sydney Pollack sobre el célebre arquitecto no deja de tender
numerosos puentes entre todos estos agujeros negros.
Lo más fácil a la hora de enfrentarse a APUNTES DE FRANK GEHRY es definirla como el diálogo entre dos artistas, un cineasta y un arquitecto,
en el que el primero intentaría reflexionar sobre su oficio a partir del trabajo del segundo. Ahí estaría Pollack, pues, con su cámara de vídeo y sus
preguntas capciosas, con su mirada inquisitiva y su actitud de merodeador, para convencernos de que Gehry es, en realidad, lo que él no ha podido
ser: alguien que ha conseguido la expresión puramente personal a través de su trabajo artístico, sin obstáculos ni trabas, muy lejos de las
constricciones que convierten Hollywood en una especie de tumba de la creatividad, una cantera de filósofos frustrados. En un momento dado, no
obstante, es precisamente Gehry quien recuerda una afirmación de su amigo Pollack según la cual el sello de la personalidad artística sólo puede
imprimirse circulando por ciertos resquicios: los pasillos por los que la industria y el Sistema permiten transitar al creador. Y APUNTES DE
FRANK GEHRY, desde ese momento, se convierte no en la gran oda a lo sublime que hubiera podido ser, sino en una modesta aceptación de las
contingencias de la tarea de todo aquel que quiere moldear la realidad capitalista sin enfrentarse directamente con las estructuras que la hacen
posible. ¿Hace falta añadir que ése ha sido siempre el equilibrio que han debido mantener los directores mainstream del cine norteamericano, desde
Griffith hasta el propio Pollack?
En consecuencia, el responsable de grandes éxitos comerciales al estilo de Tal como éramos y Memorias de África, pero también de pequeñas obras
maestras como Yakuza o Las aventuras de Jeremias Johnson, no se sitúa en ningún momento por debajo de su objeto de estudio, sino siempre a su
altura. Ambos son artistas norteamericanos, educados en una cultura que siempre ha querido equilibrar el genio individualista y el trabajo de equipo,
una noción que Gehry destaca con vehemencia en otra escena de la película refiriéndose a sus socios y ayudantes. Pero Pollack es un cineasta que está
filmando material sobre un personaje concreto -real, pero personaje al fin y al cabo-y ello le lleva a permanecer en un discreto segundo plano, sin
pretender en ningún momento el autorretrato sino más bien la conversation piece, el retrato de familia, de grupo. Y en ese sentido actúan los demás
interlocutores, concebidos como secundarios que interpretan papeles altamente codificados: por un lado, el psicólogo de Gehry, el ángel de la guarda
que le mostró el camino; por otro, el crítico de arte que pone en cuestión su obra, un tipo especialmente torvo y melifluo cuya concepción
excesivamente idealista del arte, parece decirnos Pollack, lo aleja de la realidad. Se puede decir, entonces, que APUNTES DE FRANK GEHRY no
es una claudicación sino una fiesta. Pollack y su criatura celebran la vida, lo que ésta les ha permitido hacer y la belleza de las cosas que contiene,
sean creadas o no por la mano del hombre: los planos de los edificios de Gehry, entre ellos el Guggenheim de Bilbao, nacen del goce y la alegría de
alguien que filma a otro que construye, de hombres que se observan mutuamente mientras trabajan. ¿Conformismo, posibilismo, autocomplacencia
reaccionaria? Yo diría que más bien se trata del manifiesto de un cineasta que quizá hubiera podido ser más personal de haber nacido en Europa, pero
que a su vez no lamenta su destino, como ocurre con los melancólicos personajes de sus mejores películas. Y luego está el plano final, seguramente el
más largo de la obra de Pollack, esa mano que intenta dejar su huella en la pared construida: quizá el sueño del artista, pero también la realidad de un
arte nacional que nunca podrá dejar de ser espectáculo, como lamenta el crítico de arte, trátese de una película de Robert Redford o de una sala de
conciertos construida en el corazón de Europa.
Fuente: http://veu.ugr.es/pages/auladecineycineclub/proyecciones/curso_08_09/noviembre/proyeccion6
Última versión: 2016-11-18 07:20
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alguien que filma a otro que construye, de hombres que se observan mutuamente mientras trabajan. ¿Conformismo, posibilismo, autocomplacencia
reaccionaria? Yo diría que más bien se trata del manifiesto de un cineasta que quizá hubiera podido ser más personal de haber nacido en Europa, pero
que a su vez no lamenta su destino, como ocurre con los melancólicos personajes de sus mejores películas. Y luego está el plano final, seguramente el
más largo de la obra de Pollack, esa mano que intenta dejar su huella en la pared construida: quizá el sueño del artista, pero también la realidad de un
arte nacional que nunca podrá dejar de ser espectáculo, como lamenta el crítico de arte, trátese de una película de Robert Redford o de una sala de
conciertos construida en el corazón de Europa.
Texto: Carlos Losilla, “Apuntes de Frank Gehry: Pollack, documentalista”, rev. Dirigido, Diciembre 2006.
Fuente: http://veu.ugr.es/pages/auladecineycineclub/proyecciones/curso_08_09/noviembre/proyeccion6
Última versión: 2016-11-18 07:20
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