PROPUESTA DE ACCIÓN ANTITAURINA Creemos conveniente

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PROPUESTA DE ACCIÓN ANTITAURINA
Creemos conveniente plantear en esta asamblea el debate sobre los derechos
pasivos de los animales y más en concreto de los festejos relacionados con la tauromaquia.
Chunta Aragonesista es un partido que estatutariamente marca su identidad en base a
valores como la dignidad, la solidaridad o la tolerancia, y que entre sus objetivos
programáticos plantea la defensa del entorno natural (incluidos los animales), el desarrollo
sostenible (ante tradiciones insostenibles) o la consecución de una sociedad libre, justa,
solidaria e igualitaria. Dicho esto, introducimos la definición de la tauromaquia que aporta la
UNESCO en 1980 como “el malhadado y venal arte de torturar y matar animales en público
y según unas reglas. Traumatiza a los niños y los adultos sensibles. [...] Desnaturaliza la
relación entre el hombre y el animal. En ello constituye un desafío a la moral, la ciencia y la
cultura.”
El derecho a luchar contra los actos y festejos taurinos lo podemos plantear desde
dos dimensiones, que configuran una realidad bastante compleja dado el cruce de
planteamientos identitarios con los ético-animalistas:
— Dimensión ético-animalista: engloba todas las argumentaciones que afirman
como la gran diversidad de espectáculos taurinos (desde vaquillas hasta las
corridas de toros) suponen un maltrato psicológico y físico sobre unos seres
vivos. Cada uno de estos actos tiene su nivel o escala de agresión, muy claro en
las corridas de toros donde el animal es torturado y asesinado en la misma plaza,
aunque debemos apuntar el maltrato no visible de las reses durante el transporte
y la estancia del animal en los toriles.
— Dimensión identitaria: el dictador Franco consagró la corrida de toros como la
“Fiesta Nacional”. El nacionalismo español ha hecho de esta tradición todo un
símbolo de su identidad estato-nacional. Se trata de una vergüenza como imagen
internacional del Estado español, que al final, sólo legitima una visión
estereotipada y contraproducente en relación a los valores de la ética, el
humanismo y el respecto con el resto de seres vivos.
Somos conscientes de que cada militante de Chunta Aragonesista puede elegir la
opción personal que desee respecto a estos espectáculos, pero también resulta obvio que el
partido a nivel ideológico, y de gestión y representación político-institucional debería asumir
este planteamiento como propio, tal y como están haciendo otros partidos de izquierda
nacional (BNG, ERC, Aralar...). En Aragón la tradición de los espectáculos taurinos tiene
una división geográfica, ya que en las comarcas del norte del país (Biello Aragón, Alto
Galligo, Sobrarbe y Ribagorça) apenas tiene arraigo, siendo bastante masivo por la ribera
del Ebro, y las comarcas ibéricas. Pero son datos engañosos: una reciente encuesta del
Instituto Gallup (año 2006) revelaba que el 72,1% de los ciudadanos del Estado no tenían
ningún interés por las corridas de toros, aumentando este creciente desinterés nueve puntos
más entre las personas de 15 a 24 años. Estos índices demuestran que se trata de una
tradición en declive, deslegitimada internacionalmente y sólo mantenida por meros intereses
económicos (ganaderos, toreros, etc.) y como estrategia identitaria del nacionalismo
español. Es una realidad que la sensibilidad antitaurina crece día a día: el ejemplo más
palpable lo tenemos en la numerosa manifestación de Zaragoza (octubre de 2007).
Por todo esto nuestro compromiso ha de ser total con esta lucha por erradicar tan
salvaje tradición, pero adecuando nuestras medidas de forma racional y planificada. Para
ello deberíamos buscar tres tipos de acciones, según los niveles de estructuración del
partido: 1) en el nivel político-institucional (a través de normativas y reglamentos que
restrinjan la celebración de estos actos; suspensión de ayudas y subvenciones a ganaderos
y al fomento de actividades taurinas; o negativa a gestionar con dinero público las propias
plazas de toros); 2) a nivel interno (fomentando el debate entre toda nuestra militancia a
través de charlas, creación de un rolde o colla que trabaje el tema, o diseño de campañas
de sensibilización); y 3) a nivel social (proyectando campañas de sensibilización social hacia
la ciudadanía, participando en movilizaciones a nivel estatal y nacional, y generando
nuestras propias dinámicas de acción en función de cada coyuntura).
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