Conservar Este número de Bienes Culturales se une a la recientemente renovada, e incluso abundante, bibliografía que sobre los retablos y su conservación viene a subsanar el inmerecido olvido a que estaba sometido este conjunto de extraordinario valor patrimonial, una de las manifestaciones artísticas más peculiares y originales del patrimonio histórico español. De los muchos retablos restaurados por el IPHE se han elegido dos ejemplos. Uno, es el retablo mayor del Monasterio del Paular de Rascafría, que todavía está en fase de proyecto porque creemos que es igualmente ilustrativo conocer las pautas en las que se apoyan las actuaciones y no sólo sus resultados. Además, no en vano el Paular es uno de los grandes monasterios donde el Instituto lleva a cabo una prolongada intervención de carácter integral que abarca desde la investigación arqueológica a su estudio como Paisaje Cultural. Otro, en este caso una intervención terminada en la primavera de 2002, es el retablo de la iglesia de San Mateo de Lucena. Su elección se debe a que la obra muestra novedades en las técnicas empleadas y una clara integración en su propio espacio con las bóvedas que forman un continuo con él, cuyas pinturas también se restauraron. Está claro que el volumen de esta publicación no permite otros ejemplos tan expresivos e ilustrativos como los anteriores; sin embargo, el creciente interés por los retablos permite disponer de estudios tan completos como el de recientísima publicación de este Instituto que damos a conocer aquí: el retablo mayor de la parroquia de San Juan Bautista de Carbonero el Mayor, una de las mejores muestras de la concurrencia del arte castellano y flamenco de Segovia. También nos ha parecido oportuno presentar otra publicación que resulta complementaria con el contenido de este número de Bienes Culturales y del que es autora la Dra. Bruquetas, una de las colaboradoras de este número. En ella el lector interesado puede consultar muchas de las técnicas que se utilizaron en la producción de retablos. La protección y conservación de este patrimonio tan específico, en su significado y complejidad, tiene un capítulo importante en su magnífica proyección americana, a la que tendremos algún día que atender en estas páginas. Baste decir que se lleva a cabo una labor conjunta de la que uno de sus resultados es la Carta de Cartagena de Indias, cuyo 133 134 texto insertamos en este número. Esa colaboración mutua entre especialistas en retablos de ambos lados del Atlántico se incrementa día a día. Con frecuencia nuestros técnicos visitan ejemplares de primer orden que están en restauración, como pueden ser el retablo de la Catedral de México, o, por el contrario, expresivas muestras del barroco popular como el del templo de Ñandejara Guazu, en la misión franciscana de Piribebuy, en el Paraguay. Igualmente esta fluida colaboración se manifiesta en la frecuencia de cursos y congresos sobre la materia y en el intercambio de especialistas, mediante becas y estancias.