334 FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES Al lado del nexum se emplea el sponcio, para dar fuerza jurídica a las convenciones destinadas a producir obligaciones. La sponcio consiste en una interrogación del acreedor, seguida de una respuesta hecha por el deudor por medio del verbo spondere: spondesne spondeo. Algunos dicen que el sponsio salió de una simplificación del nexu, otros hacen derivar el sponsio, de un juramento prestado por el deudor sobre el altar de Hércules. Lo que parece es que tuvo primero un carácter religioso, las ceremonias que acompañaban, fueron descuidadas a continuación, a medida que tomó extensión. La stipulatio. Se deriva de la spontio cuando ésta perdió su carácter religioso y pudo utilizarse para los contratos con los extranjeros recibiendo un nombre que armonizaba más con su función, que era fortalecer la convención de las partes, éste fuera stipulatio. Esta manera de contratar se extendió a los extranjeros a condición de la utilización de otro término: stipulo: stipulas mihi dare centum ases? Stipulo o promittis, promito dabis. Dabo. Debe precisarse que el verbo spondere-spondeo, solo podía usarse entre los ciudadanos romanos, quedando sin validez el contrato que llevara otra forma. Posteriormente nacieron otros dos contratos derivados del nexum: el contrato litteris y el mutuum. Litteris. Se acababa de admitir después de la ley poetelia papiria que la comprobación de nexum, escrita por el acreedor con el consentimiento del deudor, basta para hacer nacer la obligación civil, como si hubiese nacido del empleo per aes et libram. Este tiene su origen en los asientos hechos en los libros o registros de contabilidad que llevaban los primitivos ciudadanos romanos, y que hoy llamamos de comercio. Mutuum. El contrato de mutuum se formó por la tradición traslativa de la propiedad de cierta suma al prestatario. Sin embargo, es posible que se añadiese con anterioridad a la entrega de la especie una estipulación, obligando al prestatario a devolver; posteriormente se libera de esta formalidad y se considera como obligado al que había simplemente recibido una suma a título de préstamo; dentro del contrato de mutuum se encuentran el comodato, el depósito y el pignus o contrato de prenda.