Poder Judicial de la Nación DAÑOS Y ELÉCTRICO, PERJUICIOS. DAÑO Y DESPERFECTO NEXO CAUSAL. SOBRECARGA DE TENSIÒN EN EL SERVICIO ELÉCTRICO. LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR (LEY 24.240,REF. POR LEY 26.361). VÍNCULO JURÍDICO ENTRE PROVEDOR Y CONSUMIDOR O USUARIO. RESPONSABILIDAD DE LOS INTEGRANTES DE LA CADENA DE PRODUCIÓN O COMERCIALIZACIÓN. (ART. 40 DE LA LEY). INVERSIÓN DEL ONUS PROBANDI. LAS PRESUNCIONES Y EL PRINCIPIO DE LIBERTAD PROBATORIA. LA DUDA DEBE JUGAR A FAVOR DEL CONSUMIDOR. VALORACIÒN DEL PRUEBA PERICIAL DEL CASO. LUCRO USO OFICIAL CESANTE. La relación de consumo es el vínculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario (conf. Arts. 1, 2 y 3 de la ley de Defensa del Consumidor. El art. 40 de la Ley extiende la responsabilidad a todos los integrantes de la cadena de producción o comercialización, establece una imputación objetiva de responsabilidad, prescindiendo de los factores subjetivos y de la prueba de culpabilidad, sustentada aquella imputación en el riesgo creado o el deber de garantía -según se trate de daños derivados de productos elaborados o en materia de servicios, respectivamente-, consagra la solidaridad entre todos los intervinientes y explicita como causa de liberación la ajeneidad del daño. Se invierte el onus probandi. El consumidor sólo deberá acreditar el defecto, el daño y el nexo causal entre el defecto y el daño, debiendo el proveedor demostrar que la causa del daño le ha sido ajena. En razón del principio de libertad probatoria, y la previsión contenida en el artículo 163, inciso 5°, nada impide que el defecto y la relación causal puedan ser probados por medio de presunciones .En el caso será suficiente que no exista ninguna otra explicación lógica más que la existencia de un defecto en la prestación del servicio. Sobre todo cuando ante la duda la presunción siempre debe jugar a favor del consumidor (Art. 3° de la Ley N° 24.240). Si bien el perito no decide y por lo tanto sus conclusiones no son obligatorias para el juez, le está vedado a este último apartarse de dicho informe sin fundamentos científicos que lo avalen. Ello por que es el experto a quien por su título habilitante, debe considerárselo dotado de los conocimientos pertinentes sobre la materia, la que indudablemente escapa por su cientificidad al saber de los profesionales del derecho quienes no pueden pretender sustituirlo en sus conclusiones científicas Corresponde tener por acreditado de parte del accionante los extremos exigidos, vale decir el desperfecto eléctrico, el daño y el nexo causal entre ambos (conf. Art. 386 del CPCCN). La demandada no pudo demostrar que su actividad fue ajena al daño; exigirle a la actora la prueba del correcto funcionamiento de las instalaciones, que por lo demás eran adecuadas a la energía que recibía, según lo afirmo el perito, sería, en el caso, exigir una prueba diabólica de imposible cumplimiento. Sobre todo cuando no existe ninguna otra explicación lógica más que la existencia de un defecto en la prestación del servicio ( Art. 3° de la Ley de Defensa del Consumidor). El lucro cesante está configurado por las ventajas económicas esperadas de acuerdo a probabilidades objetivas debida y estrictamente comprobadas, cuya admisión requiere una acreditación suficiente del beneficio económico (Conf.. Fallos: 326:640; 328:2654 y 4175). PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN R.S. I T.135 f* 49/52 //la ciudad de La Plata a los 6 días del mes de agosto de dos mil nueve, reunidos en Acuerdo los Señores Jueces que integran la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones de esta ciudad, toman en consideración el expediente N° 15.486/08 caratulado “ESTMAR S.H. c/ EDESUR SA s/ ordinario”, procedente del Juzgado Federal de Primera Instancia N° 3 de Lomas de Zamora, para resolver el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia d…. Practicado el pertinente sorteo el orden de votación resultó: Dr. Carlos Román Compaired, Dr. Julio Víctor Reboredo y Dr. Alberto Ramón Durán. EL DR. COMPAIRED DIJO: I. Las actuaciones se originaron con motivo de la demanda ordinaria por daños y perjuicios que promovió Estmar SA contra la empresa EDESUR SA encargada de la prestación del servicio eléctrico, en virtud del daño emergente y lucro cesante que motivó la sobrecarga de tensión (superior a los 380Kws que recibía normalmente) que sufriera dicho establecimiento el 7 de enero de 2003, dañando un capacitador trifásico de 10 kws y una fuente de alimentación de la unidad de Control “Dynhapat” para fresadora a control numérico marca Chevalier, e impidiendo la realización concreta de un trabajo ya presupuestado por la suma de $ 20.000 más IVA. Señala que vecinos de la zona sufrieron los mismos desperfectos, como es el caso de la empresa Neumáticos Montana SA, lo que demostraría la Poder Judicial de la Nación sobre tensión causante de los daños y, por ende, la responsabilidad de EDESUR en los perjuicios. II. La sentencia de primera instancia hizo lugar a la demanda y, consecuentemente, condenó a EDESUR SA a abonarle a la parte actora la suma de PESOS SEIS MIL CIENTO QUINCE ($ 6.115) y DOLARES ESTADOUNIDENSES TRES MIL SETECIENTOS (U$S 3.700), convertidos a pesos según la cotización del mercado libre de cambios tipo vendedor del Banco de la Nación Argentina a la fecha del siniestro, es decir, enero de 2003, en concepto de daño material y lucro cesante, con más intereses y costas. III. Contra dicho pronunciamiento interpusieron recurso de apelación la parte actora a fojas 426 y la demandada a fojas 428, ésta última expresó agravios a fojas 437/442. USO OFICIAL Cabe destacar que el accionante no expresó agravios en esta instancia, por lo que cabe declarar la deserción de su recurso (conf. Art. 265 y 266 del CPCCN). IV. La demandada se agravia de la sentencia por cuanto el juez de primera instancia le atribuyó responsabilidad en el siniestro motivo de autos. Subsidiariamente, también lo hace respecto de los montos fijados en concepto de lucro cesante. En cuanto a la primera cuestión, sostiene que las pruebas reunidas en la causa, en especial los testimonios colectados, no son suficientes para tener por acreditado la existencia de la sobretensión el día en que ocurrieron los hechos y, por tanto, el aludido nexo causal con el daño. Asimismo, señala que el perito de autos no pudo comprobar la existencia de reclamos en la zona ese mismo día, vale decir el 7 de enero de 2003, sumado a que informó que los límites de tensión registrados estaban dentro de los permitidos por la normativa. Con relación al lucro cesante, indica que el monto fijado por el juez de primera instancia en la suma de $ 6.000 resulta arbitrario toda vez que no existen constancias probatorias de las que pueda haberse valido el juzgador a dichos fines. V. Sentado ello, adelantaré mi opinión en el sentido de rechazar el agravio vinculado con la responsabilidad de la demandada por los daños reclamados en autos. En efecto, la Ley de Defensa del Consumidor N° 24.240, reformada recientemente por la Ley Ley N° 26.361, luego de expresar que su objeto es la defensa del consumidor o usuario, define estos conceptos como toda persona física o jurídica que adquiere o utiliza bienes o servicios en forma gratuita u onerosa, como destinatario final en beneficio propio o de su grupo familiar o social. Por su parte, al proveedor se lo identifica como la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada que desarrolla de manera profesional, aún ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación, construcción, transformación, importación, concesión de marca, distribución y comercialización de bienes y servicios destinados a consumidores y usuarios; quedando excluidos los servicios de los profesionales universitarios matriculados en colegios profesionales. Sentado ello, la relación de consumo es el vínculo jurídico entre el proveedor y el consumidor o usuario (conf. Arts. 1, 2 y 3 de la citada ley). En lo que se refiere al sub examine, la ley dispone que cuando el daño al consumidor resulta de la prestación del servicio responderán el productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o servicio; la responsabilidad es solidaria y sólo se liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del daño le ha sido ajena (conf. Art. 40). Con lo cual, la norma extiende la responsabilidad a todos los integrantes de la cadena de producción o comercialización, establece una imputación objetiva de responsabilidad, prescindiendo de los factores subjetivos y de la prueba de culpabilidad, sustentada aquella imputación en el riesgo creado o el deber de garantía -según se trate de daños derivados de productos elaborados o en materia de servicios, respectivamente-, consagra la solidaridad entre todos los intervinientes y explicita como causa de liberación la ajeneidad del daño. Se invierte el onus probandi. En tal sentido, el consumidor sólo deberá acreditar el defecto, el daño y el nexo causal entre el defecto y el daño, debiendo el proveedor -en este caso la empresa EDESUR SA- demostrar que la causa del daño le ha sido ajena. A tal fin, deben valorarse las pruebas reunidas en la causa y en el expediente de prueba anticipada que corre agregado por cuerda. De todos Poder Judicial de la Nación modos, en razón del principio de libertad probatoria, y la previsión contenida en el artículo 163, inciso 5°, nada impide que el defecto y la relación causal puedan ser probados por medio de presunciones (conf., en similar sentido, CNCiv., Sala B, “Pagnotta, Marta M. c/ Unilever de Argentina SA, fallo del 24/02/06, Lexis Nexis N° 35003162). En ese sentido, en el caso será suficiente que no exista ninguna otra explicación lógica más que la existencia de un defecto en la prestación del servicio. Sobre todo cuando ante la duda la presunción siempre debe jugar a favor del consumidor (conf. Art. 3° de la Ley N° 24.240). VI. Sentado lo expuesto, a fojas 50 y vta. del expediente N° 13.125 caratulado “Estmar SDH c/ EDESUR SA s/ prueba anticipada”, que corre agregado por cuerda, el perito ingeniero electricista señala que la USO OFICIAL instalación eléctrica en el sector de maquinarias es ordenada y acorde con la alimentación de energía que reciben las máquinas en cuestión, en cuanto a sus protecciones por temperatura de la carga, caída de tensión, dimensión del cableado, cálculo de simultaneidad, ubicación de bandejas porta cables, etcétera. Asimismo, informa que, habiéndose constituido en el domicilio de la actora…, constató que se encontraban dañados: 1) un capacitador trifásico de 10 Kvar, afectado por detalles de sobretensión; 2) una fuente de alimentación de unidad de control “Dynaphat” para fresadora a control numérico marca Chavalier reparada en forma parcial, con detalles de sobretensión y sobrecalentamiento y; 3) dos encoders para fresadora a control numérico. Señala: “La actora recibe energía trifásica, 380 voltios en la línea de suministro de energía eléctrica y dado el estado de la instalación de referencia los daños descriptos reciben energía de una sola fuente que y por lo tanto tiene entidad suficiente para haber ocasionado problemas debido a la tensión recibida de la línea eléctrica. En su caso, una tensión prolongada por sobre el 15 % ya comienza a provocar micro traumatismos en los componentes electrónicos y su eventual envejecimiento y colpaso. Dado el particular estado de la importación de componentes al presente, se hace imposible la reparación de estos teniendo que efectuar el recambio total o un sustituto de menor calidad.” (énfasis agregado). En la pericia…de la causa principal, señala que de los registros de la demandada surgen fallas y reclamos de vecinos del lugar donde ocurrieron los eventuales hechos durante el mes de enero de 2003 y, en particular, el día 7 de ese mes. Si bien no existen reclamos con la firma Montana Neumáticos, sí lo hay en la zona como en el lugar del cliente, figurando como “Sr. Alberto – Gomería”, siendo cinco los reclamos de fecha 6, 9, 9, 19 y 28 del mes de enero de 2003, los cuales describen como origen la sobretensión eléctrica. “El respectivo informe de la cuadrilla de la Proveedora de electricidad indica 410 voltios entre fases (trifásica) y 235 voltios entre fase y tierra (monofásica).” En este sentido, si bien señala que en el primer caso se encuentra en el límite de tensión permitido, lo cierto es que supera la tensión que debiera recibir la actora de 380 voltios. Continua informando el perito: “…al final del mes, el día 30, se verifica y se repara en el transformador que alimenta la potencia trifásica, entre otros, de dichos establecimientos –Estmar y Montana Neumáticos, el transformador PT23-100, ubicado frente a la planta Estmar – una reparación por falta de neutro y cambio de bulones de fase 2 y 3 apreciado en el Aviso 2127379 que se adjunta. Estas reparaciones indicarían una falla por falta del neutro y fases del mismo que da una configuración eléctrica que posibilita las fluctuaciones con distinta magnitudes de tensión hasta el momento de su reparación y puesta nuevamente en servicio.” (énfasis agregado). Finalmente, indica al contestar la impugnación de la demandada, que la tensión máxima detectada por EDESUR fue de 410 voltios pero pudo ser mayor, conforme las reparaciones que la demandada realizó posteriormente sobre el trafo, “…por cuanto en estos casos se genera una sistema subtransitorio y transitorio antes del sistema permanente de servicio donde las fluctuaciones de tensión en sistemas inductivos como el marras son mayores a la finalmente estabilizada (380 volts, 50 hz) y en su caso los daños eléctricos ocasionados en la empresa de la actora pudieron ser motivo de este inconveniente.” VII. Si bien el perito no decide y por lo tanto sus conclusiones no son obligatorias para el juez, le está vedado a este último apartarse de dicho informe sin fundamentos científicos que lo avalen. Ello por que es el experto a Poder Judicial de la Nación quien por su título habilitante, debe considerárselo dotado de los conocimientos pertinentes sobre la materia, la que indudablemente escapa por su cientificidad al saber de los profesionales del derecho quienes no pueden pretender sustituirlo en sus conclusiones científicas Sentado lo expuesto corresponde otorgarle plenos efectos probatorios a la pericia técnica (conf. Art. 477 del CPCCN), cuyas conclusiones se sostienen además con la prueba testimonial obrante a fojas 278 e informativa de fojas 234. En tal sentido, corresponde tener por acreditado de parte del accionante los extremos exigidos, vale decir el desperfecto eléctrico, el daño y el nexo causal entre ambos (conf. Art. 386 del CPCCN). Por su parte, la demandada no pudo demostrar que su actividad fue ajena al daño; exigirle a la USO OFICIAL actora la prueba del correcto funcionamiento de las instalaciones, que por lo demás eran adecuadas a la energía que recibía, según lo afirmo el perito, sería, en el caso, exigir una prueba diabólica de imposible cumplimiento. Sobre todo cuando no existe ninguna otra explicación lógica más que la existencia de un defecto en la prestación del servicio (conf. Art. 3° de la Ley de Defensa del Consumidor). VIII. El agravio referido al lucro cesante también debe rechazarse. El lucro cesante está configurado por las ventajas económicas esperadas de acuerdo a probabilidades objetivas debida y estrictamente comprobadas, cuya admisión requiere una acreditación suficiente del beneficio económico (Conf.. Fallos: 326:640; 328:2654 y 4175). Sentado ello, la prueba documental agregada a fojas 236 da cuenta que con fecha 20 de diciembre de 2002 la empresa Industria Metalúrgica AOA SA solicitó a la actora cotización para la realización de un carro de máquina para prensa automática estampadora de tornillos y bulones; ésta cotizó el trabajo requerido -el 26 de diciembre de 2002- en la suma de pesos veinte mil ($ 20.000) más IVA. Dicho presupuesto fue aprobado por la empresa solicitante el 3 de enero de 2003, pactándose que en el plazo de cinco días hábiles se haría un anticipo en el pago. Sin embargo, según señala el Presidente de Industria Metalúrgica AOA SA en el oficio de referencia, el 10 de enero de ese mismo año “…nos informaron que debido a un problema eléctrico, que generó que se quemara el control numérico; la empresa ESTMAR SH, nos avisó que no podían realizar el trabajo; motivo por el cual procedimos a contratar a otra empresa a los fines de realizar la tarea.” (énfasis agregado). Lo expuesto, se corrobora con la declaración testimonial del mencionado directivo…. En tales condiciones, de conformidad con lo previsto en el inciso 5° del artículo 163 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, corresponde confirmar la suma fijada por el juez a quo en concepto de lucro cesante. IX. Por tanto, en orden a las consideraciones que anteceden, propongo al acuerdo: 1) Declarar desierto el recurso de apelación interpuesto por la parte actora y; 2) Rechazar el recurso deducido por la demandada y, consecuentemente, confirmar la sentencia apelada, sin costas de Alzada atento la falta de sustanciación (conf. Art. 68, segundo párrafo, del CPCCN). Así lo voto. LOS DRES. DURÁN Y REBOREDO DIJERON: Que adhieren al voto que antecede. Con lo que termino el Acuerdo firmando los señores jueces de Cámara y el secretario actuante. Por ello, el Tribunal RESUELVE: 1) Declarar desierto el recurso de apelación interpuesto por la parte actora. 2) Rechazar el recurso deducido por la demandada y, consecuentemente, confirmar la sentencia apelada, sin costas de Alzada atento la falta de sustanciación (conf. Art. 68, segundo párrafo, del CPCCN). Regístrese, notifíquese y devuélvase.Firmado.Jueces Sala I Dres. Alberto Ramón Duran. Carlos Román Compaired.Julio Víctor Reboredo.