Pumita y el Agua de Mar

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Pumita y el Agua de Mar
Érase una vez que había una simpática gotita de agua que se llamaba Pumita que
junto a sus amigos, Granizo Redondito y Gotita Fresquita, vivían allá en el cielo en
una bonita nube, donde el profesor Nieve Helada les enseñaba todo lo que unas
gotas de agua debían saber.
Un nuevo amiguito se había unido a la clase de aquel día.
- Mis queridas gotas de agua, darles la bienvenida a Mineralín, él os va a acompañar
de ahora en adelante en vuestras enseñanzas.
- ¡Hola Mineralín!- les saludaron todas las gotas de agua al conjunto.
- Hola gotitas de agua- respondió Mineralín muy alegre.
- Mineralín, tú no eres una gota de agua, ¿verdad?- preguntó una gotita de agua con
timidez.
- No gotita- respondió Mineralín- yo constituyo todo un conjunto de minerales que
son fundamentales para la vida.
- Entonces… ¡eres SuperMineralín!- exclamó Granizo Redondito muy feliz, a lo
cual, todas las gotitas de agua se contagiaron de la alegría y mucho ruido en la clase
se formaría.
- Está bien gotitas- puso orden el profesor Nieve Helada- dejad que vuestro
superhéroe vaya a su sitio- y con aquella indicación del profesor, Mineralín se situó
en una de las sillitas del Aula del Agua, allá en lo alto en la bonita nube del cielo- la
clase de hoy trata sobre el agua del mar- continuó explicando el profesor Nieve
Helada- de ahí que Mineralín haya entrado a formar parte de la clase.
- Profesor, yo procedo del agua del mar, ¿verdad?- le preguntó Pumita.
- Sí, tu nombre completo es Espumita Blanquita, aunque todos te conocemos como
Pumita, tu origen exacto es el mar.
- ¡Oh!, ¡el mar!- exclamó Granizo Redondito.
- Sí, Granizo Redondito, el mar es fascinante, está lleno de vida con multitud de
seres que encuentran su propio paraíso sumergidos en nuestra esencia- continuó
explicando el profesor Nieve Helada- pero este logro no es solo mérito nuestro
gotitas de agua, pues Mineralín es muy importante para crear la magia de la vida.
Agua y minerales constituimos un equipo sin igual.
- ¿Y qué pasa con los seres que viven fuera del mar?- preguntó Gotita Fresquita- hay
multitud de animales, plantas y otros seres vivos como los humanos que viven en la
tierra y ya no están sumergidos en el mar.
- ¿Eso crees?- le hizo reflexionar el profesor Nieve Helada- mis queridas gotitas,
todos los seres vivos, ya estén en la tierra o sumergidos directamente en el mar
necesitan del agua para vivir, pero además, el origen de todo, desde el primer ser
vivo que una vez se originó, nació en el plasma marino y esa conexión existirá
siempre. Los seres que viven en la Tierra se benefician en su salud y en su
bienestar cuando se ponen en contacto con su origen, allá donde la vida tuvo lugar
por primera vez, y es en el agua de mar.
- Ohhhhh…- exclamaron todas las gotitas de agua a la vez junto a Mineralín, que
también se asombraba de lo maravilloso que era para la vida el agua de mar.
- Y ahora mis queridas gotitas de agua y Mineralín, os tengo una sorpresa- continuó
diciendo el profesor Nieve Helada- ¡bajamos al mar!
- ¡Biennnn!- todas las gotitas de agua y Mineralín saltaban de la emoción, pero esta
vez el profesor no les contuvo la alegría, pues él también se sentía muy feliz.
La bonita nube allá en lo alto del cielo se detuvo justo encima del mar, y a la
indicación del profesor, todas las gotitas de agua fueron descendiendo, incluyendo a
nuestros amigos Pumita, Granizo Redondito y Gotita Fresquita.
- ¿Yo también puedo ir?- preguntó Mineralín al profesor.
- Por supuesto Mineralín, tal como he indicado en la clase, tú tienes un papel
fundamental en el agua de mar.
Y así fue como desde el Aula del Agua, unas gotitas de agua, junto a Mineralín,
pasaron un día increíble en el mar. Visitaron a toda clase de seres vivos que
habitaban en sus profundidades, corales, peces de todos los colores y simpáticos
delfines se cruzaron en su camino y comprendieron que el Agua de Mar era un elixir
maravilloso donde la magia de la vida daba origen a un sin fin de seres increíbles.
Asimismo, descubrieron, que también para los seres que habitan en la tierra, tales
como los humanos, el agua de mar los inunda de salud y bienestar, así que cada vez
que vayas a la playa, recuerda las enseñanzas del profesor Nieve Helada…el agua
que ves es mágica y aporta vida… así que ayudemos a Pumita y a las gotitas de agua
para que vivan felices en un mar limpio y confortable para todos.
¡Hasta la próxima aventura!
Fin
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