Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Rev .Logop., Fon., Audiol., vol. X, n.0 4 (184-190), 1990 PRESERVACIÓN DE LA COMPRENSIÓN VERBAL EN UN ADOLESCENTE CON LESIÓN EN EL ÁREA DE WERNICKE Por M. Jódar Vicente Becaria FPI del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona J. Fernández Lajara Becario residente en el Servicio de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universidad Autónoma de Barcelona C. Junqué i Plaja Profesora Titular del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona INTRODUCCIÓN A afasia adquirida en niños clásicamente se ha descrito caracterizada por un lenguaje espontáneo no fluente, con dificultad en la articulación del habla, errores de tipo sintáctico y una expresión telegráfica con ausencia de neologismos y jerga; es decir, caractetisticas propias de afasia motora o afasia de Broca (Lenneberg, 1967; Brown, 1976; Brown y Hécaen, 1976; Hécaen, 1983). Más controvertida es la discusión acerca del papel que desempeña la comprensión auditiva, aunque, en general, parece aceptarse el hecho de que ésta se halla preservada como mínimo hasta los 9 años de edad. Por encima de los 10 años se admite que el patrón de afasia se corresponde a la del adulto, en la que la característica de no fluencia se reduce a las lesiones frontales. Desde esta edad aumenta el número de casos en que se observa un lenguaje fluente, repleto de parafasias, neologismos y un trastorno de la comprensión verbal, es decir, afasia con característica de L sensorial o de Wernicke (Satz y Bullard-Yates, 1981). Lenneberg (1967), en base a los datos recogidos por Basser (1962), mantiene que durante los primeros años de vida se produce una equipontecialidad de funciones en los dos hemisferios cerebrales, en la cual las estructuras de lenguaje (o, al menos, el área de Wernicke) reparten su funcionalidad entre ambos hemisferios. De acuerdo con esta idea, durante el crecimiento se produciría una «lateralización progresiva» de funciones hacia el hemisferio izquierdo. Una vez culminado el proceso (12 años), una lesión cerebral sería igual en el niño que en el adulto. Algunas teorías apoyan el modelo de afasia de Broca en la primera infancia (Hécaen, 1976; Rankin, 1981; Satz, 1982), a pesar de la clara evidencia de falta de correlación entre las características clínicas y la topografía de la lesión. Esta contradicción se justifica con la idea de que, durante la infancia, las estructuras implicadas en el lenguaje se hallan todavía inmaduras. Correspondencia: Sección de Neurología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Av. Sant Antoni Maria Claret, 167. 08025 Barcelona. 184 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Un trabajo más reciente (Van Dongen et al, 1985) presenta el caso de varios niños con un patrón de afasia fluente, con parafasias y neologismos, que contradice la literatura clásica, y verifica, cuando menos, la posibilidad de ver una afasia de Wernicke en niños. Además, es interesante comprobar cómo el estudio neurorradiológico con tomografía computarizada (TC) que realizan muestra una correspondencia entre el trastorno de lenguaje que presentan los niños y las lesiones esperables en el lóbulo temporal. El presente estudio describe el caso de un adolescente de 15 años, diestro, con una lesión localizada en el área de Wernicke y una sintomatología en la que la comprensión del lenguaje se encuentra preservada. La lesión en la zona temporal y la edad del paciente contradicen, en parte, los datos hallados en la literatura. DESCRIPCION DEL CASO El paciente es un joven de 15, años, diestro, estudiante, sin antecedentes personales ni familiares de interés, que llega a nuestro Servicio remitido de una clínica de Alemania, en la cual fue ingresado por presentar un cuadro febril con pérdida de conocimiento, convulsiones en extensión y rigidez de nuca. La tomografía computarizada (TC) practicada mostró un empiema subdural en el territorio de los senos frontal y esfenoidal izquierdos, debido a lo cual fue sometido a intervención quirúrgica que consistió en una trepanación triple en agujero para realizar el drenaje del líquido purulento. Al retirar el catéter del trépano temporoparietal, la superficie del córtex comenzó a sangrar y se produjo una hemorragia subaracnoides temporo-parieto-occipital izquierda. Durante el postoperatorio, se observó inicialmente una hemiparesia derecha que, espontáneamente, remitió en pocos días. Tras realizar una nueva TC de control a los 20 días del postoperatorio, pudo visualizarse la reabsorción parcial de la hemorragia. Inmediatamente después del postoperatorio, cuando el joven despertó, apareció una afasia motora acompañada de alexia y agrafia. El lenguaje espontáneo estaba reducido a estereotipias verbales: kika y kiko. No se evidenció apraxia ideomotriz. Ya en nuestro hospital, se le practicó una nueva tomografía de control, que mostró una imagen de la hemorragia ya totalmente reabsorbida, sin signos de edema, atrofia, ni dilatación ventricular, y restando una hipodensidad temporoparietal izquierda residual. La resonancia magnética (RM), practicada posteriormente, mostró un aumento del espacio subaracnoideo a nivel frontal izquierdo con marcada asimetría respecto al hemisferio opuesto. Aparece una atrofia de la sustancia gris en esta zona, sin evidenciarse lesión necrótica residual (figs. 2,3 y 4). MATERIAL Y MÉTODO El examen neuropsicológico se practicó a los 3 meses tras el empiema. Se realizó en 2 sesiones distintas llevadas a cabo durante dos días consecutivos. Con la finalidad de explorar con detalle el trastorno de lenguaje, se usó el Test de Boston para el Diagnóstico de la Afasia (BDAE) y el Test de Vocabulario de Boston (Goodglass y Kaplan, 1986). Incluimos un test adicional para el diagnóstico de trastornos de la comprensión verbal, dada la importancia de determinar con precisión la naturaleza de este déficit: Token Test, en su versión abreviada (De Renzi y Faglioni, 1978). La memoria visual a corto plazo se exploró con el Test de Retención Visual de Benton (VRT), prueba que requiere del reconocimiento visual de figuras geométricas presentadas segundos antes (Benton, 1953). Para la evaluación de la memoria visual a largo término, se utilizó la reproducción de la Figura Compleja de Rey (Rey, 1941). Las funciones frontales se evaluaron mediante pruebas premotoras, como alternancias motoras y gráficas, coordinación recíproca de las manos, inhibición y reproducción de ritmos (según el procedimiento de Luria, en Luria-Christensen, 1979). El examen de las funciones prefrontales se realizó utilizando el Wisconsin Card Sorting test (Milner, 1964) que valora la capacidad del sujeto para la formación, mantenimiento y cambio de conceptos o categorías mentales. Para la evaluación de las funciones visuoperceptivas, visuoespaciales y visuoconstructivas, se utiliza185 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES gestos en imitación, como a movimientos simbólicos requeridos por orden verbal; b) ideatoria que implica el desarrollo de acciones en secuencia, y c) bucofacial. ron cuatro pruebas: 1) Test de Orientación de Líneas (Benton et al, 1983), que requiere de la estimación de la dirección de dos líneas por comparación con un abanico de ángulos que se presentan al sujeto. 2) Test de Discriminación Visual de Formas (Benton et al, 1978), consistente en el reconocimiento de unas figuras geométricas de entre unos modelos que se presentan simultáneamente. 3) Test de Reconocimiento Facial (Benton et al, 1978), prueba para examinar la habilidad en el reconocimiento de caras sin la implicación de elementos mnésicos. 4) Subtest Cubos del Test de WAIS (Weschler, 1955), que requiere la coordinación visuomanual para realizar construcciones sobre la base de un modelo unidimensional. La batería BDAE también incluye la valoración de la praxis: a) ideomotriz, tanto en lo que respecta a 1 LiNEA MELÓDICA (entonación) I RESULTADOS En la figura 1 se muestra el perfil de resultados obtenidos tras la evaluación de las características del lenguaje. Destaca una alteración de la fluidez verbal. El paciente no era capaz de expresar más que elementos aislados, sin existir, por lo tanto, ninguna posibilidad de mantener una línea melódica a lo largo del discurso. Se observa un déficit en la agilidad articulatoria, manteniéndose una articulación correcta en algunas de las palabras que el paciente consigue 2 3 I 1 ARTICULATORIA. facilidad a nivel fónico y silábico Siempre defectuosa 5 6 I I 1 7 I Abarca la totalidad de la oración 4 palabras 7 palabras Normal sólo en palabras o frases familiares Nunca defectuosa LONGITUD DE LA FRASE, emisión ocasional más larga ininterrumpida de palabras AGILIDAD 4 Limitada a frases cortas y expresiones estereotipadas Ausente FORMA GRAMATICAL, variedad de construcciones gramaticales, aunque fueran incompletas PARAFASIA EN HABLA SEGUIDA Normal P cada emisión REPETICIÓN, puntuación del subtest, de alta probabilidad ENCONTRAR PALABRAS, contenido informativo en relación a fluidez Fluida sin información contenido COMPRENSlÓN AUDITIVA, media de percentiles en los subtests de comprensión auditiva VOLUMEN: VOZ: Hipofónico Normal Elevado Susurrada Ronca Normal Lenta Normal Rápida VELOCIDAD: OTROS COMENTARIOS: Fig. 1. 186 Perfil de las características del habla. (Goodglass y Kaplan, 1986.) (subrayar el término apropiado) Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. el paciente obtiene una puntuación de 30, que puede considerarse normal. La lectura está alterada, sobre todo en lo que respecta a oraciones. Conseguía leer frases cortas tras rectificar las inversiones y parafasias que generaba cspontaneamente. Cabe destacar en este punto el pleno insight del sujeto al no conseguir verbalizar la palabra deseada. En cuanto a la valoración de la escritura, destaca una preservación de la mecánica, la escritura seriada y la escritura de la narración. Los errores cometidos durante cl dictado consistían básicamente en omisiones e inversiones de fonemas, consiguiendo, no obstante, hacerse inteligible. Sobresale también la dificultad en reproducir secuencias de tipo automatizado (alfabeto, meses del año, etc), hecho que podría tener relación con el pequeño déficit frontal hallado en la exploración neuropsicológica posterior. Los resultados obtenidos en la exploración general (tabla 1) muestran una ejecución del sujeto que se halla dentro de la normalidad. Únicamente se observa una dificultad en la reproducción de ritmos y una prueba dc alternancias gráficas. Por lo demás, el resto de funciones neuropsicológicas permanecen intactas, lo que nos permite ratificar la validez del caso, por su especificidad de disfunción de las áreas de lenguaje. expresar. No utiliza formas gramaticales de ningún tipo, y el discurso se caracteriza por la aparición de frecuentes parafasias predominantemente de tipo fonético, presentes en la casi totalidad de las emisiones. La repetición se halla igualmente alterada tanto en lo que respecta a fonemas como a palabras 0 frases largas. En cuanto a la evaluación de la denominación, no parece que exista un déficit anómico importante: el sujeto parece evocar sin dificultad los objetos que le son presentados, tanto reales como representados, pero fracasa en su intento de expresarlos verbalmente. Realiza intentos de aproximación fonética, que en casos aislados le permiten encontrar la palabra requerida. Por último, y lo realmente interesante de la evaluación, es la objetivación de que la comprensión verbal se halla muy bien conservada, sobre todo si la comparamos con el resto del perfil. Los resultados de la prueba de Token Test ratifican este hecho, dado que DISCUSIÓN El paciente estudiado posee un déficit de lenguaje, que, según muestran los resultados, se caracteriza por un trastorno dc la denominación, repetición y fluencia, con una comprensión prácticamente normal en relación con el resto de características del lenguaje. El perfil de afasia, de acuerdo con el BDAE, es de afasia dc Broca. Esta alteración del lenguaje no puede explicarse si atendemos a la lesión visualizada en la TC y RM, dado que, si bien aparece una lesión frontal que justifica el déficit de fluencia en el lenguaje espontáneo, aún existiendo una lesión evidente que afecta al área de Wemicke, la comprensión verbal está preservada. Los datos obtenidos son de interés relevante en el ámbito de la afasia infantil dado el carácter de con187 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES Hipodensidad temporoparietal izquierda con afectación del área de Wernicke. Figs. 3 y 4. (área de Cortes axiales de imágenes en T2 de resonancia magnética. troversia que aún persiste. La teoría que apoya una equipotencialidad de los dos hemisferios cerebrales durante la infancia (Lenneberg, 1967) mantiene que. durante los primeros años de vida, el hemisferio derecho adquiere un papel importante como mecanizador del lenguaje, y que, de una forma progresiva, se produce una lateralización hacia el hemisferio izquierdo. En cualquier caso, tal y como Satz (1981) anuncia en su revisión, los autores que apoyan esta idea apuntan la edad de 9 años (ll como excepción) como período en que tal lateralización está ya asentada. El caso aquí estudiado es novedoso en el sentido de que el sujeto tiene una edad de 15 años, período en el cual, según los autores, deberían hallarse bien consolidados todos los mecanismos de lenguaje. La teoría de la equipotencialidad hemisférica, con el límite de edad en el que está planteada, no es útil para explicar la falta de concordancia que hallamos 188 Hipodensidad temporal y atrofia frontal izquierd Broca). entre la tipología de la lesión y las características de la afasia. Los mismos criterios son aplicables a aquella otra teoría que, sin hablar de equipotencialidad, sí se refiere a la posibilidad de que el cerebro infantil, y concretamentc las áreas de lenguaje, se hallen de algún modo inmaduras (Hécaen, 1976; Satz, 1981). De nuevo, nuestro sujeto es un adolescente, ante. el cual es lícito poner en duda o bien plantearse el hecho de una inmadurez específica incluso a esta edad. Otros autores han defendido la falta de fundamento de estas hipótesis (Woods y Teuber, 1978; Woods y Carey, 1979; Rankin, 1981; Carter, 1982; Van Dongen et al, 1985). Van Dongen et al (1985) presentan casos de niños con afasias de predominio sensorial, y exponen los déficit metodológicos que poseen los trabajos realizados con anterioridad. Destacan sobre todo la falta de pruebas específicas para Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Tabla 1. Resumen de los resultados obtenidos en las pruebas neuropsicológicas realizadas CIM (WAZS) Clave de números Figuras incompletas Cubos Historietas Rompecabezas 107 pt = pt = pt = pt = pt = 10 12 10 10 13 Memoria Test de retención visual Figura compleja de Rey pc = 50 14* Normal Normal Normal Closing in Normal Normal - Normal Leve alteración Normal Normal Alterado 10/10 5/5 10/10 Normal Normal Normal F. frontales Alternancias motoras Alternancias gráficas Coordinación recíproca Inhibición Reproducción de ritmos Praxis Ideomotriz Ideatoria Bucofacial Habilidades visuoespaciales, visuoperceptivas y visuoconstructivas Discriminación de formas Percepción de caras Orientación de líneas Cubos WAIS Copia figura compleja de Rey guaje, y las características de las afasias adquiridas. Los tres casos que presentan en su trabajo como modelos de afasia sensorial se corresponden con una imagen en TC de lesión en la zona temporal izquierda, justamente invadiendo el área de Wernicke. Nuestro estudio, realizado con pruebas radiológicas (TC, RM) y neuropsicológicas específicas para la evaluación de la comprensió n (Token Test), contradice estos últimos datos que aparecen en la literatura, dado que el paciente presenta una lesión que afect aa la región temporal posterior (área de Wernicke) y no se corresponde con una alteración de la comprensión verbal. En este sentido sería interesante recopilar todos los estudios actuales de caso único en los cuales se analiza n a fondo las características de la afasia infantil y su correspondencia con las lesiones halladas a través de imágenes radiológicas. Sin duda, esto contribuirí a a aclarar una controversia ya clásica en la literatura de la neuropsicología infantil ya sentar las bases para establecer una teoría que explicara el modo de presentación de la afasia adquirida en niños. RESUMEN 16* 41* 29* pt = 10 pc = 100 Normal Normal Normal Normal Normal pt = puntuación típica; pc = puntuación corregida; * = puntuación directa. evaluar la comprensión del lenguaje, y la escasa validez de las muestras escogidas, y reconocen las nuevas posibilidades radiológicas (TC o RM) en el estudio de la afasia infantil. Según estos autores, probablemente existirían más casos de afasia de Wernicke descritos en la literatura, si pudieran corregirse los problemas metodológicos mencionados. Los mismos autores apuntan hacia la existencia de una correlación entre las áreas cerebrales del len- Algunos autores habían descrito previamente la afasia adquirida en niños, destacando un perfil de afasia de Broca hasta los 12 años de edad, y planteando teorías explicativas de este fenómeno. Este estudio presenta un caso de afasia infantil en un joven adolescente, cuyo trastorno del lenguaje mantiene las características del patrón descrito po rtales autores. Estableciendo una correlación con imágenes obtenidas mediante tomografía computarizada y resonancia magnética, hallamos que las características de la afasia no se corresponden con las áreas que aparecen lesionadas. El joven, que mantiene una comprensión verbal normal, presenta una lesión que afecta al área temporal del hemisferio izquierdo, concretamente el área de Wernicke. Los datos obtenidos no se hallan en concordancia con los revisados en la literatura y desencadenan un replanteamiento respecto a la validez de las teorías clásicas. 189 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ORIGINALES BIBLIOGRAFÍA Brown, J. W.: The neural organization of language: aphasia and lateralization. Brain and Language, 1976, 3, 482-494. Brown, J. W., y Hécaen, H.: Lateralization and language representation: observations of aphasia in children, lefthanders anomalous dextrals. 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