LA DIMENSIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA INTEGRAL IMPROPIA EN EL DISEÑO DE SECUENCIAS DE ENSEÑANZA Alejandro S. González-Martín (Université de Montréal – Canadá) Carlos Correia de Sá (Universidade do Porto – Portugal) Mostramos las fundamentos del diseño de una secuencia de enseñanza del concepto de integral impropia, que trata de mejorar su comprensión en los estudiantes universitarios. Esta secuencia se basa en análisis de tres dimensiones del concepto: didáctica, cognitiva y epistemológica. Mostramos los resultados principales del análisis epistemológico (con énfasis en el uso del registro gráfico) y cómo éstos proporcionaron una base para crear nuestra secuencia de enseñanza. 1.- INTRODUCCIÓN Para definir la integral de Riemann de una cierta función f(x) en un intervalo [a, b], se necesita que el intervalo de integración sea cerrado y acotado y que la función esté acotada dentro del intervalo. Cuando una de estas dos condiciones no se cumple, se define la integral impropia como una generalización de la integral de Riemann. Este concepto, de múltiples aplicaciones (probabilidades, normas funcionales, transformadas de Fourier, …), ofrece una gran resistencia a los estudiantes universitarios, que lo aprenden sin darle significado y restringiéndose a cálculos algebraicos y a la aplicación de criterios de convergencia (González-Martín, 2002). Para hacer frente a esta situación, decidimos crear una secuencia de enseñanza para ayudar a los estudiantes a aprender este concepto coordinando los registros gráfico y algebraico, dándole así más significado. Nuestra secuencia de enseñanza juega a la vez el rol de instrumento de investigación; por ello, se decidió utilizar una ingeniería didáctica (Artigue, 1992). Esta metodología desarrolla análisis, previos a la construcción de la secuencia de enseñanza, de tres dimensiones clásicamente consideradas: epistemológica, didáctica y cognitiva. Nuestra revisión de bibliografía (ver GonzálezMartín, 2006) nos mostró que el aprendizaje de la integral impropia no ha sido directamente abordado por la investigación internacional, por lo que el estudio de la dimensión cognitiva (ver sección 4) resultó de gran utilidad para identificar algunas dificultades y obstáculos. Este artículo da algunos breves detalles de los análisis cognitivo y didáctico y se centra más en el análisis epistemológico, dando algunos detalles de procedimientos utilizados históricamente por los matemáticos para calcular áreas infinitas. Los resultados de estos tres análisis serán utilizados para describir los fundamentos principales de la secuencia de enseñanza que construimos para mejorar la comprensión de las integrales impropias en nuestros estudiantes. 2.- MARCO TEÓRICO El diseño de nuestra ingeniería didáctica se basa en la teoría de las situaciones didácticas de Brouseau (1988) y en la importancia dada a las variaciones del contrato didáctico usual. En cuanto a la parte cognitiva, una de nuestras principales elecciones fue el uso del registro gráfico para mejorar la comprensión de nuestros estudiantes, motivada por los resultados encontrados en la historia. Sin embargo, varios resultados de investigación han señalado la reticencia (que parece ser mayor en el nivel universitario) que tienen los estudiantes de matemáticas para utilizar el registro gráfico cuando tienen que resolver problemas. Mundy (1987) ha señalado que los estudiantes normalmente sólo tienen una comprensión mecánica de los conceptos básicos del Análisis porque no han alcanzado una comprensión visual de las nociones básicas subyacentes. Nuestros resultados (González-Martín & Camacho, 2004) muestran también que las preguntas no algorítmicas planteadas en el registro gráfico plantean grandes dificultades para los estudiantes; incluso muchos no reconocen el registro gráfico como un registro para el trabajo matemático. Por estas cuestiones, nuestro trabajo considera también la teoría de Duval (1995) de los registros de representación semiótica y la importancia de la coordinación de al menos dos registros (en nuestro caso, algebraico y gráfico) para lograr una buena comprensión de los objetos matemáticos. 3.- DIMENSIÓN DIDÁCTICA DE LA INTEGRAL IMPROPIA Nuestro análisis de ciertos manuales (González-Martín, 2006) nos permitió ver que las integrales impropias son normalmente presentadas de forma algorítmica, poniendo énfasis en el aprendizaje y la aplicación de criterios de convergencia y utilizando sólo el registro algebraico. En países como España, los primeros programas de Matemáticas de muchas universidades fueron inspirados por la Reforma de las Matemáticas Modernas, cuyo paradigma (aún vigente en muchos casos) era enseñar los conceptos matemáticos de forma algebraica y algorítmica. Este paradigma, lejos de las ideas intuitivas y geométricas, oculta los métodos históricos utilizados para calcular áreas infinitas. La siguiente sección resume algunas consecuencias de este tipo de enseñanza. 4.- DIMENSIÓN COGNITIVA DE LA INTEGRAL IMPROPIA González-Martín (2002) muestra los resultados de nuestra investigación sobre la dimensión cognitiva de la integral impropia, además de identificar algunas dificultades, obstáculos y errores que aparecen durante su aprendizaje. Algunos resultados de esta investigación fueron: 1. Muchos estudiantes no coordinan los registros gráfico y algebraico; algunos no aceptan el registro gráfico como un registro matemático válido (González-Martín & Camacho, 2004). 2. Muchas dificultades para comprender el concepto de integral impropia provienen de dificultades con los conceptos de límite, convergencia e integral de Riemann. 3. Muchos estudiantes usan sólo modelos estáticos para concebir los procesos límite, lo que puede x producir dificultades para comprender lim F ( x) = lim ∫ f (t ).dt . x→∞ x →∞ a También identificamos el obstáculo siguiente, inherente a la integral impropia: Ligación a la compacidad: tendencia a creer que una figura encerrará un área (o volumen) finita si y sólo si la figura es cerrada y acotada. Algunas de estas dificultades y obstáculos parecían profundamente ligados al concepto de integral impropia, por lo que un análisis de la dimensión histórico-epistemológica de la integral impropia se hizo necesario. También queríamos observar qué registros habían sido favorecidos por los matemáticos, en particular antes del establecimiento de una teoría. 5.- DIMENSIÓN EPISTEMOLÓGICA DE LA INTEGRAL IMPROPIA 5.1.- Las configuraciones no acotadas de Oresme Uno de los textos más antiguos en donde se muestran porciones no acotadas del plano con un área finita proviene de Nicolás de Oresme (1325-1382). Si, por ejemplo, tomamos dos cuadrados de a) b) E F G (a) E F G 2 lado 1m, tendremos un área total de 2m . Dividiendo uno de los cuadrados en dos partes iguales, luego una de las mitades en dos Figura 1 partes iguales, y así indefinidamente, se tiene una división del cuadrado como la de la figura 1-a. Oresme reordena las partes, lo que obviamente no altera el área total, como se ve en la figura 1-b. Así, se obtiene una figura infinitamente larga, pero cuya área total de 2m2 queda inalterada. Este ejemplo, visual y fácil de comprender, puede facilitar el camino para la aceptación del estudiante de la pertinencia de estudiar integrales impropias y de la existencia de figuras infinitas con un área finita. En este caso, el área finita se conoce a priori, antes de crear la figura infinita, lo que puede ayudar a superar el obstáculo de ligación a la compacidad. 5.2.- El sólido infinitamente largo de Torricelli El primer ejemplo tridimensional de lo que llamaríamos actualmente una integral impropia convergente data de alrededor de 1643 y es a menudo llamado la trompeta de Gabriel, descubierto por Evangelista Torricelli (1608-1647). Haciendo rotar un segmento (sea la rama y ≥ 1) de la hipérbola equilátera x.y = constante alrededor de su asíntota OY, obtenemos un sólido de revolución infinitamente largo que, a pesar de no estar acotado, encierra un volumen finito (figura 2). Dado su carácter paradójico, este sólido tuvo un gran impacto en la comunidad científica del siglo XVII (ver Mancosu, 1996, p. 129). En Inglaterra, el matemático John Wallis (1616-1703) y el filósofo Thomas Hobbes (1588-1679) estuvieron envueltos en una discusión sobre varios temas matemáticos, siendo uno de ellos este Figura 2 sólido. Hobbes no podía aceptar un sólido como éste, con área superficial infinita y un volumen finito; figuras de este tipo eran aceptadas sin problemas por Wallis. Mancosu (1996) da detalles de esta polémica y muestra fragmentos de la correspondencia entre ambos, en donde Hobbes afirma que para entender este tipo de figuras “un hombre no debe ser un geómetra o un lógico, sino que debe estar loco” (p. 146-147). Este tipo de controversias históricas nos muestran la dificultad existente para comprender y aceptar este tipo de figuras geométricas, por lo que no debería sorprendernos que los estudiantes también experimenten problemas para concebir y aceptar estas figuras (especialmente, si tenemos en cuenta el obstáculo de ligación a la compacidad). 5.3.- La cuadratura de Fermat de hipérbolas y parábolas de orden superior Pierre Fermat (1601-1665) probó que el área bajo la curva y = xn entre x = a y x = b es igual a b n+1 − a n +1 para cualquier número racional n distinto de -1, basándose en propiedades de las n +1 progresiones geométricas y en que, dada una progresión geométrica decreciente a1 , a2 , a3 , ⋅⋅⋅, an , ⋅ ⋅ ⋅ de suma S, entonces se da la igualdad a1 − a2 a = 1 . Mediante el uso de construcciones a2 S − a1 geométricas y de propiedades de las progresiones, Fermat realiza la cuadratura de hipérbolas de orden superior, como x2.y = constante. De este modo, Fermat concluyó que el área bajo esta curva era igual al área de un rectángulo dado. Su procedimiento, en notación moderna, para calcular el área de la región no limitada de la curva x 2 ⋅ y = k y las rectas x = a e y = 0 es el siguiente. Sobre el eje x, se toman puntos con abscisas a, ar , ar 2 , ar 3 , ⋅⋅⋅, ar n , ⋅⋅⋅ , (r > 1), y se construyen los rectángulos de base ar n +1 − ar n y altura 1/(arn)2. Las áreas de estos rectángulos son: ar − a r − 1 ar 2 − ar r − 1 1 ar 3 − ar 2 r − 1 1 , = . , = . ,… = a a r a r2 a2 a2r 2 a 2r 4 De este modo, las áreas de los rectángulos forman una progresión geométrica decreciente, cuyo r −1 r r −1 1 primer término es y la razón es . La suma de estas áreas será, por tanto, S = a = . 1 a a r 1− r Mientras más próximo esté r de 1, mejor aproximarán los rectángulos el área que queremos calcular. El límite cuando r tiende a uno de esta suma es 1/a, que equivale al área bajo la curva. 5.4.- Algunas observaciones Esta sección muestra que las integrales impropias aparecen en la escena matemática como una generalización de resultados, de modo que las técnicas empleadas no son sino una generalización de técnicas ya conocidas. Los matemáticos, en este período, están más interesados en explorar casos particulares y en calcularlos, pero no hay un establecimiento de la teoría sobre las integrales impropias, ni un estudio a priori de su convergencia. También hemos visto que algunos resultados paradójicos produjeron sorpresa, e incluso polémica, aunque la actitud de los matemáticos fue la de aceptarlos como nuevos elementos del paisaje matemático de la época. Fue en el siglo XVIII que el punto de vista cambió y los matemáticos comenzaron a estudiar las propiedades de las funciones en el intervalo de integración. El enfoque pasa de ser geométrico a ser analítico. Pero en el siglo XIX reaparece un enfoque geométrico, aunque esta vez recubierto del formalismo desarrollado en la etapa precedente. En nuestra opinión, este hecho puede producir que, para los estudiantes, el enfoque geométrico normalmente utilizado para introducir la integral de Riemann quede completamente oscurecido por la notación empleada. 6.- EL DISEÑO DE NUESTRA SECUENCIA DE ENSEÑANZA Nuestra secuencia de enseñanza trata de regresar al registro original en el que apareció la integral impropia: el registro gráfico. Esta elección aspira a mejorar la comprensión de los estudiantes, interpretando gráficamente la mayoría de resultados. Este enfoque es el que se dio en la historia: generalizar resultados y calcular áreas. Además, el interés en la convergencia y en la clasificación de resultados no aparece en nuestra secuencia hasta que se ha hecho un primer acercamiento al nuevo concepto y se han descubierto algunos resultados utilizando herramientas ya conocidas. Como ya hemos dicho (sección 2), utilizamos la teoría de las situaciones didácticas (ver Brousseau, 1988), dando gran importancia a las variaciones del contrato didáctico típico en la universidad y a la construcción de un medio adecuado para cada actividad, para que produzca contradicciones, dificultades o desequilibrios y que permita el trabajo autónomo y la aceptación de la nueva responsabilidad por parte de los estudiantes. 6.1.- Metodología Nuestra secuencia se desarrolló con estudiantes de primer curso de la Licenciatura en Matemáticas y en ella participaron regularmente unos 25 estudiantes. Inspirados por el desarrollo histórico, decidimos articular el registro gráfico con el algebraico. Nuestras actividades incluyeron el estudio de funciones positivas, en primer lugar, y la interpretación gráfica del cálculo de áreas, justificando la definición de integral impropia en un intervalo no acotado por medio de límites: ∫ ∞ a A b f ( x).dx = lim ∫ f ( x).dx (figura 3). b →∞ Figura 3 a ∞ El estudio del comportamiento de estas dos integrales: a) ∫ e − x dx = 1 0 ∞ b) ∫ x −1 / 3dx = ∞ 1 , hizo que los estudiantes se dieran cuenta de que dos funciones con gráficas muy similares (en particular, cuando se hacen a mano) pueden encerrar áreas muy diferentes. Este hecho empujó a los estudiantes a pensar en la posibilidad de predecir cuándo diverge la integral. El registro gráfico permitió a los estudiantes asegurar que, para f(x) positiva, si a partir de un cierto valor de x se tiene que: f(x) ≥ k > 0, entonces la integral será divergente. Esta conclusión, junto con los dos ejemplos anteriores, permitió a los estudiantes ver el potencial del registro gráfico para concluir la divergencia de una integral dada, así como sus limitaciones para predecir la convergencia, lo que justifica el desarrollo de herramientas más formales. De este modo, los estudiantes comenzaron a desarrollar algunas intuiciones y experiencias sobre este nuevo concepto antes de comenzar a institucionalizar la teoría, reproduciendo así en cierto modo el proceso histórico. El registro gráfico (con la teoría de series) también permitió la construcción de contraejemplos útiles para cuestiones que suelen producir dificultades a los estudiantes. Por ejemplo, es posible construir una función no negativa, no n * 1/n3 acotada y sin límite en el infinito cuya integral es convergente, mediante la construcción de rectángulos de área 1/n2 sobre cada entero n (figura 4). Figura 4 Este tipo de ejemplos ayudan a los estudiantes a ver que es posible tener funciones no acotadas cuya integral es convergente. También, a ver que el hecho de tener una integral convergente no implica que la función deba tender a cero. Con este tipo de ejemplos, fáciles de construir y de comprender utilizando la teoría de series, quisimos dar a nuestros estudiantes un repertorio de funciones para ayudarles a superar el obstáculo de ligación a la compacidad (en este caso, un área finita no está encerrada por una línea cerrada y acotada). Más detalles de nuestras actividades y de la secuencia pueden ser encontrados en González-Martín (2006). 6.2.- Toma de datos, análisis y discusión Nuestra secuencia fue evaluada de varias formas. Durante su implementación, dimos a los estudiantes algunas hojas de trabajo para trabajar en pequeños grupos, respondiendo a nuevas cuestiones utilizando los elementos introducidos hasta el momento; también se les pidió completar una tabla de convergencia de la integral de las funciones usuales, así como la resolución de algunos problemas. La secuencia, de manera global, se evaluó mediante un test de contenidos. Finalmente, los estudiantes completaron un cuestionario de opinión sobre los aspectos más relevantes e innovadores de nuestra secuencia. Las observaciones de clase nos permiten afirmar que los estudiantes aceptaron gradualmente el registro gráfico para formular algunas conjeturas desde el momento en que se ilustró el criterio de divergencia. Para completar la tabla del estudio de la convergencia de la integral de las funciones más usuales, los estudiantes utilizaron mayoritariamente razonamiento gráfico para concluir la divergencia de ciertas integrales y afirmaron que este registro les ayudó a evitar largos cálculos. Además, el trabajo desarrollado en pequeños grupos de trabajo se ponía en común bajo la supervisión del profesor, lo que ayudó a la institucionalización de este registro como un registro matemático. Posteriormente, en el análisis de las hojas de trabajo distribuidas a los estudiantes, podemos ver gran presencia de razonamiento gráfico. Además de lo anterior, los estudiantes mostraron su satisfacción con el uso del registro gráfico en sus respuestas al cuestionario de opinión y expresaron que este registro les había ayudado enormemente a comprender mejor los conceptos. Por otro lado, en el test de contenidos (26 estudiantes), las preguntas que necesitaban del registro gráfico y de la construcción de contraejemplos fueron respondidas por un porcentaje representativo del total, dando muestras de una comprensión de la integral impropia y de la coordinación de registros. Para más información sobre el análisis de datos, consultar González-Martín (2006). 7.- CONCLUSIONES Este trabajo muestra elementos de una secuencia de enseñanza de la integración impropia que intenta, además, reforzar el estatus matemático del registro gráfico en los estudiantes universitarios. La idea de utilizar este registro activamente provino en primer lugar como una consecuencia de nuestro análisis de la génesis histórica de las integrales impropias, y en segundo lugar de nuestro interés en mejorar la comprensión de los estudiantes y en ayudarles a superar algunas dificultades relacionadas con el concepto de integral impropia. Nuestra experimentación nos permitió ver que el trabajo de construir ejemplos y contraejemplos, junto con la interpretación gráfica de los resultados, permite a los estudiantes reconocer este registro y aceptarlo. Además, el conocimiento de nuestros estudiantes sobre las integrales impropias parece ser más fuerte y resistente. Restan algunas preguntas abiertas que serán abordadas en futuras investigaciones. Por ejemplo, el uso regular de nuestra secuencia durante un semestre (y sus efectos en la actitud de los estudiantes hacia el registro gráfico) es una pregunta interesante, así como la integración de actividades históricas en la secuencia para analizar su influencia en el aprendizaje de los estudiantes. Referencias Artigue, M. (1992). Didactic Engineering. En R. Douady & A. Mercier (Eds.), Research in Didactics of Mathematics: 41-65. Grenoble: La Pensée Sauvage. Brousseau, G. (1988). Le contrat didactique : Le milieu, Recherches en Didactique des Mathématiques, 9 (3), pp. 309-336. Duval, R. (1995). Sémiosis et Pensée Humaine. Registres sémiotiques et apprentissages intellectuels. Neuchatel: Peter Lang. González-Martín, A. S. (2002). Dificultades, obstáculos y errores en el aprendizaje del concepto de integral impropia. Tesina (Tesis de Maestría), Universidad de La Laguna (España) – sin publicar. González-Martín, A. S. (2006). La generalización de la integral definida desde las perspectivas numérica, gráfica y simbólica utilizando entornos informáticos. Problemas de enseñanza y de aprendizaje. Tesis Doctoral, Universidad de La Laguna: España, ISBN: 84-7756-679-8. González-Martín, A. S. & Camacho, M. (2004). What is First-Year Mathematics students’ actual understanding about improper integration? International Journal of Mathematical Education in Science and Technology, 35 (1), 73-89. Mancosu, P. (1996). Philosophy of Mathematics & Mathematical Practice in the Seventeenth Century. Oxford University Press, New York and Oxford. Mundy (1987). Analysis of Errors of First Year Calculus Students. Theory, Research and Practice in Mathematics Education – Proceedings ICME5.