ración de ocupaciones "especiales" vinculadas a ciertas fases del

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ración de ocupaciones "especiales" vinculadas a ciertas fases del mismo, (como el caso de las mujeres maduras que ya no pueden salir al
campo y se emplean en las distintas casas de la localidad para el "desgrane" y selección de los ajos), conforman un mercado de trabajo
completamente opaco a los registros estadísticos. Durante los meses
estivales funcionan en Lás Pedroñeras en torno a una docena de almacenes que emplean un mínimo de 15 a 20 personas cada uno para las
diversas tareas.
5. LA ESTRATEGIA DEL PEQUEÑO CULTIVADOR:
, AGRICULTURA INDUSTRIAL Y TRABAJO FAMILIAR
5.1. El trabajo familiar
Los estrategia del agricultor pasa por la organización y planificación de su principal recurso: el trabajo familiar, y, especialmente, aquel
realizado por los grupos femeninos. Las especiales características del
cultivo, con un gran número de tareas no mecanizadas e intensivas en
trabajo, hacen poco viable su producción a gran escala, dados los precios de los distintos factores que deben ser aplicados (tierra, riegos,
abonos, semilla y, singularmente, los jornales), la incertidumbre de un
mercado de precios no regulados y la variabilidad añadida de la competencia internacional. Todos estos factores han permitido la consolidación de las producciones familiares que pueden rentabilizar su capacidad de trabajo.
Si estudiamos el balance tipo de una hectárea cultivada por un
pequeño agricultor podemos ver esta relación. En la Tabla VIII se expresa esta circunstancia partir de los datos aportados por Monsalve
(1991). Un agricultor medio, cultivando una parcela de 6 has., de obtendría en torno a los 5,4 millones de pesetas de beneficios brutos
que, una vez deducidos los gastos no superan el millón de pesetas.
Solo la aplicación extensiva e intensiva de un trabajo no contabilizado, familiar y de ayuda m^ tua, puede hacer rentable esta empresa,
elevando entonces el beneficio neto. El trabajo femenino será el pilar
de esta estrategia. Aplicado en todas las labores manuales, que suponen mas de un 30% de los gastos totales y en torno al 50% del total
de los salarios.
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TABLA VIII
Balance tipo para una hectárea de cultivo
A. Distribución de los gastos13
1. Arrendamiento de tierra (100.000 pts/ha)
2. Labor profunda ( 3 h./ha x 1.800 pts/hora)
3. Labor superficial (4.5 h. x 1.800 pts/hora)
4. Hasta 4 labores entrelíneas (8 h. x 1.500 pts/hora)
5. Abono (850 kg. x 35.6 pts/kg)
6. Segundo abono (400 kg. x 21.8 pts(kg)
7. Aplicación del abono (3 h. x 1.800 pts/hora)
8. Simiente (534 kg. x]00 pts/kg.)
9. "Desgrane" (7.5 jornales x 3.310 pts)
10. Siembra (8 jornales x 3.310 pts)
11. Surcado y otras labores (4.1 horas x 1.500 pts/hora)
12. "Escarda" (8 jornales x 3.310 pts)
13. "Despalotado" (7 jornales x 3.310 pts)
14. Tratamiento fitosanitario
15. Arranque de tractor (2 h. x 1800 pts)
16. Recolección (14 jornales x 3.310 pts)
17. Transporte (carga y descarga, etc.)
18. "Corte" y transporte a la Cooperativa
19. Clasificación y envasado (17 pts/kg. x 6.000 kg.)
20. Riegos (hasta 5 aprox. x 37.000 pts/riego)
TOTAL
'
B. Ingresos.'
Con una producción media de 6.000 kg x 150 pts/kg
C. Margen bruto de ganancias por hectárea (A - B) contatabilizando el trabajo familiar
D. Importe total del trabajo familiar (habitualmente no contabilizado (2+3+4+7+9+10+11+12+13+15+16+18) (*)
E. Margen bruto de ganancias sin la contabilización de los
gastos en trabajo familiar (C + D)
] 00.000 ptas
5.400 ."
8.100 "
12.000 "
30.286 "
8.736 "
5.400 "
53.400 "
24.825 "
26.480 "
6.150 "
26.480 "
23.170 "
34.500 "
3.600 "
46.340 "
30.620 "
49.910 "
102.000 "
185.000 "
782.397 "
900.000 "
117.621 pts
237.855 pts
355.476 pts
(*) Aquí podria añadirse el beneficio que revierte al propio grupo familiar con los jomales de
sus miembros empleados en la Cooperativa para Ilevar a cabo esta tarea y otros ahorrados por su
manipulación en la casa.
13 Los precios señalados sufren un cierta variabilidad, según la campaña, que tiende a
incrementarlos, por lo que es muy posible que tanto el precio de la tierra como de los riegos
y los jomales sea en estos momentos superior. Nótese también que no se han incluido otros
gastos menores, pero no menos importantes, como son los viajes preliminares para el "apalabramiento" de las tierras, el traslado del tractor y otra maqúinaria a la misma, los viajes
realizados por el agricultor, su manutención durante las estancias para los riegos y durante
los distin[os trabajos, etc. que, sin embargo, sí entrarían en un balance contable correcto
215
EI beneficio de este modo, no estará sólo en la producción y comercialización del cultivo sino en la capacidad familiar para internalizar buena parte de unos gastos "teóricos" en base a una peculiar articulación de las tareas y responsabilidades dentro del grupo de trabajo
doméstico. Cada agricultor establece así una planificación del cultivo
en función de la mano de obra familiar y la disponibilidad de aquellos
miembros ocupados en otra actividad.
5.2. La distribución sexual de las tareas
Los trabajos del hombre hace diez o quince años consistían casi
exclusivamente en el riego y en la atención de las otras actividades familiares (la viña, los animales, etc.). Mientras, la mujer se responsabilizaba de todas las demás tareas, mucho más penosas (siembra, "escarde ", "corte ", "descascarillado ") además del trabajo doméstico cotidiano. Los niños, hasta convertirse en adolescentes colaboraban en
ciertas tareas ("cortar", "desgranar") en la casa, con los abuelos. Se
trataba estas últimas de tareas asignadas a los miembros del grupo doméstico que no "salían al campo ".
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Se caracterizan como taieas masculinizadas las que implicán un
manejo técnico, esto es las mecanizadas, las que suponen la organización, el mantenimiento del cultivo. Aquellas que corresponden a la mujer son las tareas manuales más arduas, y las que se realizan en el espacio doméstico/local (la propia casa o en los almacenes u otras casas).
Solo sé desplazará hasta la tierra para la realización de las nuevas tareas intensivas en trabajo que requiere el cultivo. Veamos en detalle algunas de estas tareas feminizadas:
- La siembra o plantación, el agricultor deberá desplazar hasta la
tierra al grupo de trabajo compuesto por la familia y los colaboradores.
Este trabajo pueden realizarlo también chicos jóvenes aunque mayoritariamente se trata de una tarea realizada por mujeres.
- Escardar, acude toda la familia, incluidos los más jóvenes, es
más simple (arranque de todas las "hierbas malas ") y no exige una
destreza o delicadeza especial.
- El "desgrane" o selección de la semilla, requiere tanta mano de
obra como para la siembra. Se trata de seleccionar y escoger los dientes
más sanos y gordos, desechando los estropeados (se requieren de 600 a
900 kilos por ha.) y debe realizarse en los días inmediatos, lo que hace
necesaria una gran celeridad.
-"Despalotado ", se realiza manualmente y consiste cortar uno a
uno los escapos florales exteriores cada planta cuando tiene más de 4 0
5 cros. y se simultanea con el escarde de las malas hierbas tardías.
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El trabajo en los almacenes también reproduce estas divisiones en
función del sexo. Los varones suelen realizar labores de acarreo de cajas, carga de camiónes o transpoi•te. Solo por una renumeración más
elevada o "destajos" se emplearán en tareas como la elaboración de
motivos artesanales con los ajos ("ristras ", "ramos " y"lámparas "),
que son muy laboriosos y llevan a cabo sobretodo mujeres. En el almacén, las mujeres seleccionan los ajos, los limpian y clasifican según su
tamaño y las distintas calidades de comercialización (superflor, flor,
primera, segunda, tercera y destrio)14, "descascarillado" (de la corteza
exterior) y empaquetado.
6. LA REPRESENTACION DEL TRABAJO
6.1. El cultivo del ajo como modo de vida y la amenaza de la
mecanización
El cultivo del ajo marca la vida cotidiana en Las Pedroñeras. La comunidad domina la "destreza" del cultivo y puede vender la producción
con éxito. El cultivo es concebido así desde esta capacidad para transformarse automáticamente en dinero^s. El distintivo local del producto
(el ajo "morado ") y la conformación del mercado local con compradores que acuden a la cosecha permitió ese intercambio automático. La disolución del problema hereditario dada la necesidad de alquilar las tierras y la indispensabilidad de cada miembro del grupo familiar para la
estrategia global, facilitan muy pronto también fórmulas de remuneración a los hijos adultos que siguen trabajando con el grupo doméstico.
A.-... si es que aquí hay una norma... mira en mi casa yo
desde que teníamos dieciocho años... el que se case como si no
se casa... nos daban ajos ya...
B.-... si... que te siembran en la casa...
A.-... si... porque aquí la gente cuando va.a casarse les ponen ajos para que lleven unos principios... sabes y,así...
B.-... si pero no les dan los ajos... sino el dinero...
A.-... les dan a lo mejor un quinto de la recolección...
C.-... les dan una fanega... por ejemplo mi padre este año
siembra ocho o nueve fanegas... las venden... y e[ dinero que sa-
^^ Es[as calidades vienen reguladas por O.M. de 7-1-1980
'S Esta relación queda expresada en la anécdota del sacerdote local que llega a formalizaz peticiones de ayuda económica mediante donativos en especie que posteriormente eran vendidos o bien cultivaz unas hectáreas con destino a los gastos de la Iglesia
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