Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en

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Hacienda Pública Española / Revista de Economía Pública, 160-(1/2002): 103-120
© 2002, Instituto de Estudios Fiscales
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar
de la deducción en el IRPF por rentas ganadas *
NURIA BADENES PLÀ
Universidad Complutense de Madrid e Instituto de Estudios Fiscales
JULIO LÓPEZ LABORDA
Universidad de Zaragoza
Recibido: noviembre, 2001
Aceptado: febrero, 2002
Resumen
La reciente reforma del IRPF ha operado un cambio significativo en el régimen fiscal de las rentas del trabajo perso­
nal. Si con anterioridad estas rentas disfrutaban de una reducción en la base y de una deducción en la cuota del
Impuesto, desde 1999 los beneficios fiscales se han subsumido en una nueva reducción en la base. En este trabajo se
valoran los efectos de estos dos instrumentos —reducciones y deducciones— sobre la renta disponible y el bienestar
de los individuos, siguiendo la metodología de Browning (1995) y utilizando una muestra de declarantes del IRPF
extraída del Panel del Instituto de Estudios Fiscales. El trabajo pone de manifiesto que aspectos como la estructura
impositiva, la distribución de la renta y el comportamiento de los individuos condicionan en gran medida los resulta­
dos alcanzados y, por tal motivo, deben ser considerados cuidadosamente a la hora de diseñar beneficios fiscales por
la obtención de rentas ganadas.
Palabras clave: IRPF, rentas del trabajo, reducciones, deducciones, renta disponible, bienestar.
Clasificación JEL: H21, H24, H31.
1.
Introducción
El tratamiento diferenciado de las rentas derivadas del trabajo personal constituye un
elemento tradicional del impuesto español sobre la renta de los individuos, también presente
en los sistemas fiscales de otros países. Aunque son muy variados los argumentos que se uti­
lizan para apoyar la tributación más favorable de las rentas del trabajo, el más recurrente es
el que subraya el mayor esfuerzo que deben realizar los individuos para obtener ese tipo de
rentas (denominadas «ganadas»), así como su carácter más inseguro y menos duradero, en
relación con las rentas del capital, o «no ganadas».
* Agradecemos las sugerencias formuladas por dos evaluadores de la Revista.
104
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
Como es sabido, la reciente reforma del IRPF ha operado un cambio significativo en el
régimen fiscal de las rentas del trabajo personal. Si con anterioridad estas rentas disfrutaban
de una reducción en la base y de una deducción en la cuota del Impuesto, desde 1999 los be­
neficios fiscales se han subsumido en una nueva reducción en la base.
El propósito de este trabajo es valorar los efectos de los dos beneficios fiscales —deduc­
ciones y reducciones 1— sobre la renta disponible y el bienestar de los individuos, adaptando
la metodología seguida por Browning (1995) para analizar el Earned Income Tax Credit
americano 2. En ambos ejercicios se utilizará una muestra de declarantes del IRPF extraída
del Panel del Instituto de Estudios Fiscales.
Aunque habitualmente se asocia a estos beneficios fiscales un efecto incentivador del
trabajo, éste no es un resultado que pueda ser predicado con generalidad. El impacto de las
deducciones sobre el trabajo, la renta disponible y el bienestar de los individuos dependerá
de una pluralidad de factores que, en algún caso, escapan de la capacidad de intervención del
decisor social. Entre esos factores se encuentra, sin duda, el propio diseño de las deducciones
y su relación —creciente o decreciente— con la renta de los individuos, pero también la es­
tructura de distribución de la renta del trabajo o el comportamiento de los individuos ante el
IRPF, en términos de elasticidades renta y sustitución. Combinaciones diferentes de estos
elementos producirán distintos efectos sobre la renta y el bienestar.
El trabajo se estructura de la siguiente manera. En la sección segunda se describe la de­
ducción por rendimientos del trabajo antes y después de la reforma del IRPF de 1999. En las
secciones tercera y cuarta se presentan y aplican, sucesivamente, los enfoques metodológi­
cos adoptados para cuantificar los efectos de las deducciones sobre la renta disponible y el
bienestar, y se discuten los resultados alcanzados. El trabajo termina con una sección de con­
clusiones.
2.
La deducción por rendimientos del trabajo en el IRPF
La justificación que se ha dado a la existencia de una discriminación positiva a favor de
las rentas del trabajo en el caso español es doble. Por un lado, hasta 1998, se permite la prác­
tica de un descuento de cierto porcentaje sobre los rendimientos del trabajo en concepto de
gastos de difícil justificación. Esta medida iría dirigida a tratar de evitar la discriminación de
los trabajadores dependientes frente a los que trabajan por cuenta propia, que pueden deducir
prácticamente todos los gastos en los que incurran para la obtención de sus rentas. Por otro
lado, la ley española articula una deducción en la cuota (hasta 1998) o una reducción en la
base (a partir de 1999) que trataría de compensar la desutilidad en la que se incurre por obte­
ner rentas del trabajo en términos de renuncia al ocio, o la desventaja que supone no disfrutar
de los privilegios que van ligados a la obtención de rentas no ganadas.
La deducción en la cuota para los perceptores de rentas del trabajo dependiente operaba
en 1998 de la siguiente manera. Con carácter general, la cuantía de la deducción era de
27.000 pesetas. No obstante, si la base imponible del contribuyente, excluidos los rendimien­
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
105
tos netos del trabajo dependiente, era inferior a 2.000.000 de pesetas, la deducción se calcu­
laba de la siguiente manera:
• Sujetos pasivos con rendimientos netos del trabajo iguales o inferiores a 1.071.000 pe­
setas: 72.000 pesetas.
• Sujetos pasivos con rendimientos netos del trabajo comprendidos entre 1.071.001 y
1.971.000 pesetas: 72.000 pesetas menos el resultado de multiplicar por 0,05 la dife­
rencia entre el rendimiento neto del trabajo y 1.071.000 pesetas.
En tributación conjunta, la deducción era de 27.000 pesetas por cada perceptor de este
tipo de rendimientos.
Deducción en cuota
80.000
60.000
40.000
20.000
0
0
2.000.000
4.000.000
6.000.000
Renta neta del trabajo
Figura 1.
Deducción en cuota por rentas del trabajo. IRPF 1998
En la figura 1 se muestra la evolución de la cuantía de la deducción al variar las rentas
del trabajo.
Además de esta deducción en cuota, el IRPF de 1998 permite la consideración de ciertos
gastos como deducibles, que se restan del rendimiento bruto para la obtención del rendimien­
to neto sometido a gravamen. Estos gastos constituyen una lista cerrada, que incluye las coti­
zaciones a la Seguridad Social y a Mutualidades Generales obligatorias de funcionarios, de­
tracciones por derechos pasivos, cotizaciones a Colegios de Huérfanos y similares, cuotas
satisfechas a sindicatos, y un porcentaje de los rendimientos íntegros en concepto de «gastos
de difícil justificación», que se concreta en un 5 por 100 con carácter general y un 15 por 100
cuando el contribuyente presenta alguna minusvalía, con los límites de 250.000 y 600.000
pesetas, respectivamente. En la figura 2 se muestra la evolución de la reducción general del 5
por 100.
En la siguiente sección del trabajo, la figura 4 integra la reducción de la base y la deduc­
ción de la cuota y cuantifica, por tramos de renta, el ahorro fiscal derivado de estos benefi­
cios.
Con el nuevo IRPF, la ventaja fiscal asociada al trabajo se articula en la base y no en la
cuota, en línea con las propuestas de determinación de la capacidad económica de los indivi­
106
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
300.000
5 por 100 Gastos
250.000
200.000
150.000
100.000
50.000
0
0
2.000.000
4.000.000
6.000.000
8.000.000
10.000.000
12.000.000
Rendimientos del trabajo
Figura 2.
5 por 100 gastos de difícil justificación. IRPF 1998
duos contenidas en el denominado Informe Lagares 3. La reducción se establece sobre los
rendimientos netos del trabajo (resultado de minorar los rendimientos íntegros en los gastos
deducibles), cuya forma de cálculo también es objeto de modificaciones. Se elimina el por­
centaje de reducción del 5 ó 15 por 100 en concepto de otros gastos, y se añade la deducción
de las cuotas satisfechas a colegios profesionales, hasta 50.000 pesetas anuales, y de los gas­
tos de defensa jurídica derivados directamente de litigios suscitados en la relación del contri­
buyente con la persona de la que percibe los rendimientos, también con un límite máximo de
50.000 pesetas anuales. Para el cálculo de la reducción se establecen tres tramos:
• Contribuyentes con rendimientos netos del trabajo iguales o inferiores a 1.350.00 pe­
setas: 500.000 pesetas.
• Contribuyentes con rendimientos netos del trabajo comprendidos entre 1.350.001 y
2.000.000 pesetas: 500.000 menos el resultado de multiplicar por 0,1923 la diferencia
entre el rendimiento de trabajo y 1.350.001 pesetas.
• Contribuyentes con rendimientos netos del trabajo superiores a 2.000.000 de pesetas o
con rentas distintas de las del trabajo superiores a 1.000.000 de pesetas: 375.000 pese­
tas.
La figura 3 refleja la evolución de la reducción por obtención de rentas del trabajo en
función del valor de las mismas, tras la reforma de 1999.
La figura 5 muestra, por tramos de renta, el ahorro fiscal derivado de la reducción.
3. Efectos de la deducción por rentas del trabajo sobre la renta
disponible
Para evaluar los efectos que la deducción por trabajo genera sobre la renta disponible,
adaptamos y aplicamos la metodología de Browning (1995) a dos años de análisis, el anterior
(1998) y el posterior (1999) a la última reforma del IRPF, utilizando para la aplicación empí­
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
107
600.000
Reducción
500.000
400.000
300.000
200.000
100.000
0
0
2.000.000
4.000.000
6.000.000
Rentas netas del trabajo
Figura 3.
Reducción en la base por rentas del trabajo. IRPF 1999
rica los datos de una muestra de 5.208 individuos solteros extraída del panel de declarantes
del IRPF del Instituto de Estudios Fiscales 4.
A efectos de la aplicación empírica que se va a realizar, se hacen algunos supuestos sim­
plificadores, considerándose que los gastos deducibles por cotizaciones a la Seguridad So­
cial constituyen un 6 por 100 de los rendimientos íntegros del trabajo para 1998 y 1999, y
que el trabajo dependiente es la única fuente de renta con la que cuenta el contribuyente.
La forma más sencilla de estimar el impacto de la deducción sobre la renta disponible es
calcular la diferencia en la renta neta de impuestos, antes y después de que se modifique el
tipo marginal de la deducción en un importe determinado. Nosotros supondremos una eleva­
ción de un punto porcentual. Pero en esta operación no se tendría en cuenta el efecto que a su
vez generaría la variación en la deducción en la oferta de trabajo vía efectos renta y sustitu­
ción, lo que modificaría, a su vez, la renta y las obligaciones tributarias. El efecto total sobre
la renta disponible cuando se incorporan los efectos renta y sustitución se puede descompo­
ner, entonces, en la suma de dos elementos:
dYD = dD + dY ⋅ (1 − m)
[1 ]
donde dD denota la variación de renta debida exclusivamente a una modificación en la de­
ducción y dY(1–m) incorpora la variación neta en la renta debida a los efectos renta y sustitu­
ción, siendo m el tipo marginal global que soportan las rentas del trabajo tras la modifica­
ción. Si prescindiéramos del segundo término de la expresión, no estaríamos considerando el
efecto comportamiento inducido por un cambio en la deducción.
En el factor dY se incluye tanto la variación por efecto renta, dYER, como por efecto sus­
titución, dYES. Es decir, dY = dYER + dYES.
Si la deducción por trabajo es más generosa y el ocio es un bien normal, el trabajador de­
cidirá demandarlo más, vía efecto renta, y trabajará menos horas. El impacto de dicha varia­
ción en la oferta de trabajo sobre la cuantía de renta disponible será igual al producto de la
108
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
elasticidad, εR, por la variación experimentada en la renta, dD. Como la elasticidad es una
medida adimensional, la siguiente expresión aparece expresada en las mismas unidades que
D, es decir, unidades monetarias:
dYER = ε R ⋅ dD
[2]
La variación en la deducción también genera un efecto sustitución al modificar el precio
del ocio: si la tasa neta de salario, w, se eleva (reduce), el ocio es más caro (barato), por lo
que el consumidor decidirá trabajar más (menos) horas, lo que repercutirá en la renta dispo­
nible final. Para cuantificar el efecto en términos monetarios de ese cambio en la oferta de
trabajo, habrá que multiplicar la variación porcentual de la oferta de trabajo ante un cambio
porcentual en la tasa de salario, εS, por la tasa de variación experimentada en la tasa de sala­
rio. Este producto indica la variación en términos de trabajo, y para contar de nuevo con una
magnitud expresada en términos monetarios, el resultado debe multiplicarse por la renta sa­
larial, Y, tal y como se muestra en la siguiente expresión:
dYES = ε S ⋅ dw ⋅ Y
donde dw =
−dm
1−m
[3]
es la variación en la tasa de salario neto, en tanto por uno.
En los ejercicios que vamos a desarrollar consideraremos dos escenarios alternativos. En
el primero, de respuesta moderada, trabajaremos con las siguientes elasticidades: εR = –0,2 y
εS = +0,3, coincidiendo con los parámetros utilizados por Browning (1995). En el segundo
escenario supondremos una respuesta elevada, utilizando los valores de González-Páramo
(1999): εR = –0,2 y εS = +0,7.
El tipo marginal global, m, se obtiene aplicando la metodología de González-Páramo y
Sanz (1994), que tratan de recoger la carga impositiva total que soporta el factor trabajo, te­
niendo en cuenta no solamente la que legalmente incide sobre este factor, sino también la so­
portada por traslación desde el consumo 5. El cálculo es el siguiente:
m = τ a +τ b
τa =
tc + 0, 06 + tmg IRPF
1+ tc
[4]
[5]
−tmd
[6]
1+ tc
donde tc representa el tipo marginal de gravamen sobre el consumo y toma valor de 8,52 por
100 (González-Páramo y Sanz, 1994); las cotizaciones sociales a cargo del trabajador se fi­
jan en un 6 por 100; tmgIRPF representa el tipo marginal correspondiente en el IRPF (en ade­
lante lo denominaremos, por simplificar, tmg); y tmd es el tipo marginal resultante de com­
putar las deducciones relacionadas con la obtención de renta salarial 6. Los datos se expresan
en tanto por uno.
τb =
La mayor complicación se encuentra en el cálculo de la deducción por trabajo en 1998 y
1999 antes de introducir la modificación (D), así como en el cálculo de la deducción que re­
109
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
sultaría de la elevación de su tipo marginal en un punto porcentual (D'). Por diferencia entre
ambas, se obtiene la variación en la renta ocasionada por la modificación en la deducción,
dD. La labor es compleja porque, según hemos visto en la sección precedente, a los distintos
tramos en que se divide la deducción o reducción, hay que añadir los diversos tramos de la
tarifa del IRPF. Ello nos obliga a parcelar la renta del contribuyente en varios niveles. El
cálculo de las deducciones se resume en los cuadros 1 y 2.
Cuadro 1
Expresiones de cálculo de la deducción antes y después de la modificación. 1998
Tramo
D
D'
I
II
III
IV
72.000 + 0,05 tmg Y
72.000 – 0,05(0,89Y – 1.071.000) + 0,05 tmgY
27.000 + 0,05 tmgY
27.000 + 250.000 tmg
72.000 + α.tmg Y
72.000 – 0,05(0,89Y – 1.071.000) + α.tmgY
27.000 + α.tmgY
27.000 + 250.000 tmg + K
Los cambios para elevar tmd en un punto porcentual se han supuesto producidos en el 5
por 100 de gastos de difícil justificación. Así, en los tramos I y III del cuadro 1, tenemos que
tmd = 0,05 tmg, y el tipo marginal de la deducción tras el cambio debe ser tmd' = tmd +
+ 0,01 = α.tmg, de donde se sigue que α = (0,05tmg + 0,01)/tmg. En el tramo II, la deducción
es decreciente a medida que aumenta la renta, lo que queda patente en el signo negativo de
tmd. En este caso, tmd = – 0,05·0,89 + 0,05 · tmg, y la modificación en el tipo marginal es
ahora un descenso en el mismo de un punto porcentual, tmd' = tmd – 0,01. En el tramo IV,
como la deducción es constante, tmd = 0, por lo que se ha optado por mantener la deducción
constante a medida que crece la renta e incrementarla para todos los contribuyentes en la
cuantía K = 50.000, que representa el incremento en la deducción que se produciría para la
última renta perteneciente al tramo III, es decir, una renta bruta de 5.000.000 ptas., para la
que el valor D' – D = 50.000 ptas.
Cuadro 2
Expresiones de cálculo de la deducción antes y después de la modificación. 1999
Tramo
D
D'
I
II
III
500.000 tmg
[500.000 – 0,1923(0,94Y – 1.350.000)] tmg
375.000 tmg
500.000 tmg + Q
[L – β · (0,94Y – 1.350.000)] tmg
375.000 tmg + Q
En 1999, la reducción del trabajo en la base del IRPF se calcula de tres formas distintas
según dos tramos constantes (I y III) y uno decreciente (II). Este año, el cambio en el tipo
marginal de la deducción se calcula en la pendiente del 19,23 por 100, porcentaje que habrá
que modificar de manera que en el tramo II se cumpla que tmd' = tmd – 0,01. Como el tipo
110
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
marginal de la deducción en el tramo II es negativo, si pretendemos que la modificación en la
deducción implique mayor cuantía deducible para todos los niveles de renta, es necesario
que tras el cambio sea «más negativa». Puesto que tmd = – 0,1923 · 0,94 · tmg, y después de
la modificación, tmd' = –β · 0,94 · tmg, se obtiene que – β = (– 0,1923 · 0,94 · tmg – 0,01) /
(0,94 · tmg).
El valor L que aparece en el tramo II del cuadro 2 se refiere a la cuantía por la que habría
que sustituir las 500.000 pesetas a partir de las cuales, con un decrecimiento del β por 100, se
logran 375.000 pesetas de reducción en la base al final del tramo II.
En los tramos de deducción constante (I y III) se concede un aumento de la deducción
por valor Q = 2.672 pesetas, que es el incremento de deducción que experimenta la renta más
baja del tramo II.
La representación en las figuras 4 y 5 de la deducción por trabajo en 1998 y 1999, antes
y después del cambio en tmd, puede ayudar a visualizar el funcionamiento de la deducción y
aclarar las expresiones precedentes.
Los cuadros 3 y 4 muestran, por tramos de renta bruta para 1998 y 1999, los valores de
los parámetros tmd, tmg, τa, τb, y m, expresados en tanto por uno.
Una vez que se conocen todos los datos necesarios para calcular la variación de la renta
disponible, en los cuadros 5 a 8 exponemos los resultados clasificados por tramos de renta
bruta, en los cuatro escenarios considerados que determinan dos años de análisis (1998 y
1999) y dos respuestas de comportamiento de los individuos (moderada y elevada). Los vaD
D’
K
Y
T1
T2
T3
Figura 4.
T4
T5
T6
T7
T8
T9 T10 T11
Ahorro fiscal en el IRPF 1998, por tramos de renta,
antes y después de la modificación
111
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
D
D’
Q
Y
T1
T2
T3
Figura 5.
T4
T5
T6
T7
T8
Ahorro fiscal en el IRPF 1999, por tramos de renta,
antes y después de la modificación
Cuadro 3
Valores de los tipos marginales de la deducción (tmd),
de la tarifa (tmg) y global (m = τa + τb). 1998
Tramo renta bruta (Y) 1998
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
1 (929.213, 1.203.371) (I)
2 (1.203.371, 1.304.494) (II)
3 (1.304.494, 2.214.607) (II)
4 (2.214.607, 2.578.658) (III)
5 (2.578.658, 3.926.966) (III)
6 (3.926.966, 5.000.000) (III)
7 (5.000.000, 5.686.170) (IV)
8 (5.686.170, 7.494.681) (IV)
9 (7.494.681, 9.441.489) (IV)
10 (9.441.489, 11.436.170) (IV)
11 (11.436.170, o mayor) (IV)
tmd
tmg
τa
τb
m
0,05·0,2
–0,05(1–0,06–0,05) + 0,05·0,2
–0,05(1 – 0,06 – 0,05) + 0,05·0,23
0,05·0,23
0,05·0,28
0,05·0,32
0
0
0
0
0
0,2
0,2
0,23
0,23
0,28
0,32
0,32
0,39
0,45
0,52
0,56
0,3181
0,3181
0,3457
0,3457
0,3918
0,4287
0,4287
0,4932
0,5485
0,6130
0,6498
–0,0092
0,0318
0,0304
–0,0106
–0,0129
–0,0147
0
0
0
0
0
0,3089
0,3499
0,3762
0,3351
0,3789
0,4139
0,4287
0,4932
0,5485
0,6130
0,6498
Cuadro 4
Valores de los tipos marginales de la deducción (tmd),
de la tarifa (tmg) y global (m = τa + τb). 1999
Tramo renta bruta (Y) 1999
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
Tramo
1
2
3
4
5
6
7
8
(1.117.021, 1.436.170) (I)
(1.436.170, 1.703.846) (II)
(1.703.846, 2.127.660) (II)
(2.127.660, 3.218.085) (III)
(3.218.185, 5.345.745) (III)
(5.345.745, 8.005.319) (III)
(8.005.319, 12.686.170) (III)
(12.686.170, o mayor) (III)
tmd
tmg
τa
τb
m
0
–0,1923·0,94·0,18
–0,1923·0,94·0,24
0
0
0
0
0
0,18
0,18
0,24
0,24
0,283
0,372
0,45
0,48
0,2997
0,2997
0,3550
0,3550
0,3946
0,4766
0,5485
0,5761
0
0,0300
0,0400
0
0
0
0
0
0,2977
0,3297
0,3949
0,3550
0,3946
0,4766
0,5485
0,5761
112
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
lores presentados se refieren a la media por tramos de las variables relevantes: dD, dYER,
dYES, dY(1–m) y dYD, siendo este último el valor de la variación de la renta disponible. Los
Tramos 0 se refieren a individuos cuya cuota impositiva es nula antes de modificar el tipo
marginal de la deducción, por lo que se supone que no experimentan ninguna modificación.
Empecemos analizando los resultados para 1998, suponiendo respuesta moderada de los in­
dividuos. Como se puede comprobar al observar los datos del cuadro 5, el impacto inicial del
cambio en el tipo marginal de la deducción en un punto porcentual implica un aumento medio de
la deducción dD de 17.753 pesetas. Pero el efecto final de variación de la renta debe incorporar
las alteraciones debidas a variaciones en la oferta de trabajo por efecto renta y sustitución. Si se
considera que el ocio es un bien normal, el efecto renta tendrá siempre signo negativo, ya que al
obtener más renta se demanda más ocio, se trabaja menos y la renta laboral cae. El efecto sustitu­
ción es positivo en los tramos crecientes (tramos 1, 4, 5 y 6), ya que la tasa de salario aumenta al
incrementar el tipo marginal de deducción, por lo que el ocio es más caro, se elige trabajar más
horas y se obtiene más renta laboral. En los tramos decrecientes (tramos 2 y 3) el efecto es el con­
trario por la caída en la tasa de salario neto. En los tramos constantes (tramos 7 a 11), el efecto
sustitución es nulo porque la tasa de salario neto no se modifica.
Cuadro 5
Variación de la renta disponible. 1998. Respuesta moderada
(εR = –0,2 y εS = +0,3)
Tramo
N
dD
dYER
dYES
dY(1–m)
dYD
dYD (en % de la
renta media
del tramo)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
1.467
282
167
1.489
420
863
274
86
98
36
10
16
0
10.842
12.587
17.321
23.838
31.567
43.631
50.000
50.000
50.000
50.000
50.000
0
–2.168
–2.516
–3.464
–4.768
–6.313
–8.726
–10.000
–10.000
–10.000
–10.000
–10.000
0
4.337
–5.349
–7.675
9.911
14.052
20.581
0
0
0
0
0
0
1.519
–5.040
–6.846
3.467
4.878
7.057
–5.713
–5.068
–4.515
–3.870
–3.502
0
12.361
7.538
10.474
27.305
36.445
50.688
44.287
44.932
45.485
46.130
46.498
0%
1,14 %
0,60 %
0,60 %
1,15 %
1,15 %
1,16 %
0,84 %
0,70 %
0,54 %
0,45 %
0,28 %
Total
5.208
17.753
–3.551
2.080
–817
16.936
0,87 %
Transformando en neta la renta incrementada debida a efecto renta y sustitución,
dY(1–m), se obtiene la variación en la renta que debe añadirse a la variación inicial en la de­
ducción. Como esta variación neta de la renta es positiva en los tramos crecientes, el efecto
final de variación de la renta, dYD, es superior al generado por el impacto inicial, dD. En el
resto de tramos ocurre lo contrario, ya que tanto el efecto renta como, en su caso, el sustitu­
ción inducen a trabajar menos. Considerando todos los tramos, el efecto medio es de 16.936
113
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
pesetas de variación en la renta (un 0,87 por 100 de la renta bruta), ante un aumento de la de­
ducción de 17.753 pesetas. Como se observa en la última columna del cuadro 5, el incremen­
to de la renta disponible en porcentaje de la renta media es claramente decreciente a partir del
séptimo tramo de renta.
Para el año 1999, y suponiendo el mismo escenario de respuesta moderada, los resulta­
dos se exponen en el cuadro 6.
Cuadro 6
Variación de la renta disponible. 1999. Respuesta moderada
(εR = –0,2 y εS = +0,3)
Tramo
N
dD
dYER
dYES
dY(1–m)
dYD
dYD (en % de la
renta media
del tramo)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1.633
507
485
665
1.028
697
138
42
13
0
2.672
1.358
2.292
2.672
2.672
2.672
2.672
2.672
0
–534
–272
–485
–534
–534
–534
–534
–534
0
0
–6.465
–8.675
0
0
0
0
0
0
–374
–4.454
–5.442
–345
–324
–280
–241
–227
0
2.298
–3.095
–3.151
2.327
2.348
2.392
2.431
2.445
0%
0,18 %
–0,20 %
–0,17 %
0,09 %
0,06 %
0,04 %
0,03 %
0,01 %
Total
5.208
1.663
–333
–1.710
–1.267
396
0,02 %
La estructura impositiva para 1999 es bien diferente de la de 1998, prueba de ello es que
no hay ningún tramo en el que el tipo marginal de la deducción sea positivo. Puesto que la
modificación nunca implica descenso en la cuantía de la deducción practicada, el efecto ren­
ta es siempre negativo al suponer que el ocio es un bien normal. Además, este efecto es de
menor magnitud en los tramos decrecientes que en los constantes, ya que la renta extra ini­
cial que les corresponde a estos tramos es la menor de todas. El efecto sustitución es siempre
nulo o negativo, debido a que en la estructura de deducción de este año no aparecen tramos
crecientes. En consecuencia, la variación de renta añadida al impacto inicial es siempre ne­
gativa, y la variación en la renta disponible es siempre menor que el efecto inicial de aumen­
to en la deducción. El caso extremo lo constituyen los tramos 2 y 3, en los que la renta final
desciende por debajo del nivel inicial, a pesar de contar con una deducción más generosa. En
términos relativos —última columna— el mayor incremento de la renta disponible se produ­
ce para el tramo 1, y a partir del tramo 4 el aumento relativo de la renta disponible es cada
vez más reducido. El efecto conjunto para todos los tramos es una elevación de la renta dis­
ponible de 396 pesetas (el 0,02 por 100 de la renta bruta), a pesar de que el incremento medio
de la deducción sea de 1.663 pesetas.
Para los escenarios de respuesta elevada, la variación en la renta disponible y los ele­
mentos previos para su cálculo se presentan en los cuadros 7 y 8.
114
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
Cuadro 7
Variación de la renta disponible. 1998. Respuesta elevada
(εR = –0,2 y εS = +0,7)
Tramo
N
dD
dYER
dYES
dY(1–m)
dYD
dYD (en % de la
renta media
del tramo)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
1.467
282
167
1.489
420
863
274
86
98
36
10
16
0
10.842
12.587
17.321
23.838
31.567
43.631
50.000
50.000
50.000
50.000
50.000
0
–2.168
–2.516
–3.464
–4.768
–6.313
–8.726
–10.000
–10.000
–10.000
–10.000
–10.000
0
10.119
–12.480
–17.908
23.127
32.789
48.022
0
0
0
0
0
0
5.568
–9.611
–13.136
12.375
16.687
23.392
–5.713
–5.068
–4.515
–3.870
–3.502
0
16.410
2.967
4.184
36.213
48.254
67.023
44.287
44.932
45.485
46.130
46.498
0%
1,51 %
0,24 %
0,24 %
1,52 %
1,53 %
1,54 %
0,84 %
0,70 %
0,54 %
0,45 %
0,28 %
Total
5.208
17.753
–3.551
4.852
992
18.745
0,96 %
Cuadro 8
Variación de la renta disponible. 1999. Respuesta elevada
(εR = –0,2 y εS = +0,7)
Tramo
N
dD
dYER
dYES
dY(1–m)
dYD
dYD (en % de la
renta media
del tramo)
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1.633
507
485
665
1.028
697
138
42
13
0
2.672
1.358
2.292
2.672
2.672
2.672
2.672
2.672
0
–534
–272
–485
–534
–534
–534
–534
–534
0
0
–15.084
–20.242
0
0
0
0
0
0
–374
–10.152
–12.344
–345
–324
–280
–241
–227
0
2.298
–8.794
–10.043
2.327
2.348
2.392
2.431
2.445
0%
0,18 %
–0,56 %
–0,53 %
0,09 %
0,06 %
0,04 %
0,03 %
0,01 %
Total
5.208
1.663
–333
–3.989
–2.678
–1.015
–0,05 %
Los efectos renta en los nuevos escenarios son idénticos a los anteriores, puesto que la
elasticidad-renta no se ha alterado, al igual que dD, que sigue respondiendo a la misma modi­
ficación que expusimos al principio. En consecuencia, toda la variación en los resultados se
debe a la variación en la renta neta que procede del cambio en la oferta de trabajo vía efecto
sustitución. Dada la mayor magnitud del efecto sustitución, cuando la renta cae por esta vía,
lo hace más que antes, y cuando aumenta, el incremento es también mayor (con la excepción
obvia de los tramos constantes, en los que no hay modificaciones con respecto al caso de res­
puesta moderada).
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
115
En 1998, el aumento final en la renta disponible es de 18.745 pesetas (el 0,96 por 100 de
la renta bruta), superior a las 16.936 pesetas que obteníamos en el escenario de respuesta mo­
derada. El efecto sustitución global es de 4.852 pesetas, y supera en magnitud las 3.551 pese­
tas de caída media de la renta debida al efecto renta, generando un aumento en la renta dispo­
nible, al contrario que en el escenario de respuesta moderada. Considerando una elasticidad
de oferta de trabajo mayor, la modificación en la renta debida al efecto sustitución es más in­
tensa que antes, de manera que los descensos y los aumentos son más acusados.
En 1999, al considerar un efecto sustitución más elevado, se genera un descenso de la
renta disponible que compensa incluso el impacto inicial ocasionado por dD. El efecto global
es un descenso medio de 1.015 pesetas (el 0,05 por 100 de la renta bruta media) respecto de
la situación previa al cambio en el tipo marginal de la deducción. Este resultado se explica
por la envergadura del efecto sustitución.
Tanto en 1998 como en 1999 se mantienen las tendencias ya detectadas en el escenario
de respuesta moderada con respecto a los tramos de renta que más se benefician proporcio­
nalmente de la variación en la renta disponible.
4.
Efectos sobre el bienestar de la deducción por rentas del trabajo
Para calcular los efectos que una deducción generará sobre el bienestar marginal medido
en unidades monetarias, podemos utilizar dos enfoques alternativos equivalentes. El primero
es directo, y consiste en agregar a la variación en la renta disponible el valor en pesetas del
ocio adicional debido a los efectos renta y sustitución. El segundo enfoque resta del coste
marginal presupuestario de la modificación en el tipo marginal de la deducción, el coste mar­
ginal de bienestar debido a la distorsión en la oferta de trabajo.
Browning (1995) muestra gráficamente la equivalencia de ambas aproximaciones consi­
derando el efecto total de la política, y no sólo el marginal. La ganancia de renta real para un
individuo se obtiene a partir de la transferencia lump sum que sitúa al agente en la misma
curva de indiferencia que la deducción en el IRPF. Esta ganancia equivale a la suma de la va­
riación en la renta disponible y del valor en pesetas del ocio adicional debido a los efectos
renta y sustitución. Si del coste para el sector público de la transferencia se deduce este bene­
ficio real, se obtiene el coste de bienestar de la política.
En este trabajo adoptaremos el segundo de los enfoques propuestos. El coste marginal
que para la Hacienda Pública supone el incremento en el tipo marginal de la deducción de un
punto genera un beneficio para el contribuyente, de modo que, como dD es positivo, implica­
rá una deducción marginal para el contribuyente y una desventaja marginal para Hacienda.
Además, el hecho de que la renta se modifique generará una variación en la recaudación
marginal igual a dY·m, que supondrá mayor (menor) recaudación para Hacienda si la renta
aumenta (disminuye), y menor (mayor) beneficio para el contribuyente. El coste marginal
presupuestario quedará reflejado, entonces, mediante la siguiente expresión:
CMP = dD − dY ⋅ m
[7]
116
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
El otro término que precisamos para determinar la variación marginal de bienestar es el
coste marginal laboral (CML), que mide el incremento en el pago de impuestos debido a la
variación de renta inducida por el efecto sustitución:
CML = dYES ⋅ m
[8]
La variación marginal de bienestar (VMB) se obtendrá como:
VMB = CMP − CML
[9]
En el cuadro 9 se exponen los resultados obtenidos en 1998 en el escenario de respuesta
moderada.
Cuadro 9
Variación marginal de bienestar. 1998. Respuesta moderada
(εR = –0,2 y εS = +0,3)
Tramo
N
CMP
CML
VMB
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
1.467
282
167
1.489
420
863
274
86
98
36
10
16
0
7.024
9.941
13.381
14.687
17.757
22.650
31.015
27.840
25.053
21.724
19.784
0
1.340
–1.871
–2.887
3.322
5.325
8.519
0
0
0
0
0
0
5.685
11.812
16.273
11.365
12.433
14.131
31.015
27.840
25.053
21.724
19.784
Total
5.208
11.155
786
10.371
El CMP resulta siempre positivo, y menor que el coste de la deducción, dD, en todos los
tramos. Ello se debe a que el aumento en la deducción genera un crecimiento de la renta que
supone mayor recaudación para Hacienda, minorando así el coste inicial derivado de la mo­
dificación de un punto porcentual en el tipo marginal de la deducción.
Este coste marginal presupuestario supone un beneficio marginal para el contribuyente,
pero el efecto final debe tener en cuenta además CML. El coste marginal laboral es negativo
solamente en los tramos decrecientes, y restado de CMP genera un aumento marginal de bie­
nestar todavía mayor que el debido a CMP. La variación marginal en el beneficio es positiva
en todo caso. El aumento marginal medio en el bienestar es de 10.371 pesetas, y los tramos
que experimentan aumentos mayores, en valores absolutos, son los tramos constantes, ya que
es en ellos en los que se disfruta de los incrementos más generosos en la deducción.
En 1999, cae la renta en los tramos 2 y 3 y, por ello, en ambos se cumple que CMP es su­
perior a dD (cuadro 10). En el resto de tramos, el efecto es el contrario, ya que solamente hay
117
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
Cuadro 10
Variación marginal de bienestar. 1999. Respuesta moderada
(εR = –0,2 y εS = +0,3)
Tramo
N
CMP
CML
VMB
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1.633
507
485
665
1.028
697
138
42
13
0
1.983
2.379
3.536
1.846
1.746
1.532
1.339
1.263
0
0
-2.131
-3.426
0
0
0
0
0
0
1.983
4.510
6.962
1.846
1.746
1.532
1.339
1.263
Total
5.208
1.519
–636
2.154
efecto renta que hace descender la renta, pero no hay un efecto sustitución del mismo signo,
por lo que la renta final aumenta, haciendo que el incremento de la deducción no le cueste
tanto a Hacienda como supondría el mero impacto inicial. La variación marginal de bienestar
es positiva en todo caso y mayor en los tramos 2 y 3 por el aumento del ocio inducido por el
efecto sustitución. El aumento marginal medio en el bienestar es de 2.154 pesetas.
El escenario de respuesta elevada para 1998 presenta algunas modificaciones dignas de
ser destacadas (cuadro 11). El CMP es ahora menor que con respuesta moderada en términos
globales (aunque aumenta en los tramos decrecientes, desciende en los crecientes, y no varía
en los constantes) por la preponderancia de los tramos crecientes, donde el efecto sustitución
genera aumento de la renta final y proporciona más recaudación. El efecto sustitución es
también superior en un escenario de respuesta elevada, y provoca que la magnitud de las va­
riaciones por esta vía sea más elevada. De nuevo, la preponderancia del efecto de los tramos
crecientes hace que CML sea mayor que antes. Un minuendo menor y un sustraendo mayor
explican la disminución que se experimenta en la variación marginal de bienestar, hasta
8.644 pesetas de media (además, el tramo 6 experimenta una variación marginal de bienestar
negativa).
En 1999 también se producen resultados destacables al elevar la elasticidad compensada
de la oferta de trabajo (cuadro 12). El CMP es mayor que con respuesta moderada (recorde­
mos que con baja elasticidad la renta total aumentaba, mientras que con respuesta elevada
descendía). Al coste que supone hacer la deducción más generosa (un aumento medio de
1.663 pesetas) hay que añadir la pérdida de recaudación por disminución de la renta, por lo
que el valor medio de CMP es de 2.041 pesetas (mientras que con respuesta baja era de
1.519). El CML es más negativo que antes porque en los dos tramos en los que el efecto sus­
titución modifica la renta, al ser mayor que antes la hace caer más. Minuendo y sustraendo
son de mayor magnitud, y el resultado es un aumento del bienestar marginal medio, hasta
3.525 pesetas.
118
NURIA BADENES PLÀ, JULIO LÓPEZ LABORDA
Cuadro 11
Variación marginal de bienestar. 1998. Respuesta elevada
(εR = –0,2 y εS = +0,7)
Tramo
N
CMP
CML
VMB
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
1.467
282
167
1.489
420
863
274
86
98
36
10
16
0
5.773
11.540
15.747
11.701
13.283
15.888
31.015
27.840
25.053
21.724
19.784
0
3.126
–4.367
–6.736
7.751
12.424
19.878
0
0
0
0
0
0
2.648
15.906
22.483
3.950
858
–3.990
31.015
27.840
25.053
21.724
19.784
Total
5.208
10.477
1.833
8.644
Cuadro 12
Variación marginal de bienestar. 1999. Respuesta elevada
(εR = –0,2 y εS = +0,7)
5.
Tramo
N
CMP
CML
VMB
0
1
2
3
4
5
6
7
8
1.633
507
485
665
1.028
697
138
42
13
0
1.983
2.379
3.536
1.846
1.746
1.532
1.339
1.263
0
0
–4.972
–7.994
0
0
0
0
0
0
1.983
9.230
14.252
1.846
1.746
1.532
1.339
1.263
Total
5.208
2.041
–1.484
3.525
Conclusiones
El objetivo de este trabajo ha consistido en la evaluación de los efectos que generan so­
bre la renta disponible y el bienestar de los individuos las deducciones y reducciones por ob­
tención de rentas del trabajo en el IRPF. Para valorar adecuadamente los resultados obteni­
dos, es preciso empezar recordando algunas limitaciones de la investigación. En primer
lugar, todos los ejercicios se han realizado con una muestra de contribuyentes del año 1994.
Además, sólo se ha considerado la obtención de rentas del trabajo dependiente, y no se ha
trabajado más que con individuos solteros. Finalmente, y dada la compleja estructura en la
que se insertan las reducciones y deducciones en el IRPF español, no se ha podido simular un
Efectos sobre la renta disponible y el bienestar de la deducción en el IRPF
119
único cambio en el tipo marginal de la deducción, común a todos los supuestos analizados, lo
que obliga a ser cautelosos a la hora de hacer comparaciones, tanto entre los dos ejercicios
contemplados, 1998 y 1999, como en cada uno de los mismos.
De acuerdo con nuestro análisis, una elevación de un punto porcentual en el tipo margi­
nal de deducción aumenta la renta disponible en los dos escenarios de respuesta analizados,
con la estructura impositiva existente en 1998, mientras que en 1999 la renta desciende en el
escenario de respuesta elevada. En porcentaje de la renta, los primeros tramos se comportan
de una forma irregular, pero luego las ganancias en renta disponible decrecen al aumentar la
renta de los individuos. Finalmente, la modificación de los beneficios fiscales genera, en
todo caso, un incremento global en el bienestar.
Comparando ambos años se observa que el sistema de 1998 produce un impacto mayor
que el de 1999. Como la distribución de la renta y la respuesta de los individuos ante los
cambios fiscales son las mismas en los dos ejercicios, la diferencia de efectos debe explicar­
se —con las cautelas señaladas más arriba— por el distinto diseño de las deducciones y por
la modificación experimentada por la tarifa del impuesto.
En definitiva, el trabajo ha puesto de manifiesto que, como se anticipaba en la sección
introductoria, factores como la estructura impositiva, la distribución de la renta y el compor­
tamiento de los individuos condicionan en gran medida el impacto producido por las deduc­
ciones por la obtención de rentas ganadas y, por tal motivo, deben ser considerados cuidado­
samente a la hora de diseñar tales beneficios.
Notas
1. Cuando nos refiramos genéricamente a ambos tipos de beneficio hablaremos de «deducciones».
2. La literatura americana ofrece otros trabajos referidos a efectos económicos derivados de la implantación y re­
formas del EITC (Earned Income Tax Credit), como Levy y Murname (1992), Holtzblatt et al. (1994), Scholz
(1994 y 1996), Triest (1994), Eissa y Liebman (1995 y 1996), Liebman (1997), Meyer y Rosebaum (1999).
Entre los estudios aplicados británicos referidos al Family Credit pueden señalarse Duncan y Giles (1996) y
Blundell, Duncan y Meghir (1998).
3. Véase Comisión para el estudio y propuesta de medidas para la reforma del IRPF (1998, pp. 99-100).
4. La muestra se refiere al año 1994, el más reciente del que se disponen datos en el momento de la realización del
presente estudio.
5. Para una reciente actualización de este trabajo, véase Romero y Sanz (2001).
6. tmd = dD dY . El tipo marginal de la deducción es la variación que experimenta la deducción, D, ante modifi­
caciones en el valor de la renta bruta, Y.
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Abstract
The recent reform of the Spanish Personal Income Tax has generated a significant change on labour earnings taxa­
tion. Labour income enjoyed an allowance and a tax credit before the reform, and from 1999 these benefits are inclu­
ded as an only allowance. In this paper the effects on disposable income and welfare of both instruments —tax cre­
dits and allowances— are evaluated. The sample used for the empirical analysis is provided from the Spanish
Institute for Fiscal Studies, and the methodology is the one proposed by Browning (1995). This work shows how tax
structure, income distribution, and individual behaviour, greatly condition results, and they must be considered
when designing tax advantages on earned income.
Keywords: Personal income tax, earned income, allowances, tax credits, disposable income, welfare.
JEL classification: H21, H24, H31.
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