l`homme et la societe - Aleph Ciencias Sociales

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RESEÑA DE REVISTAS
L'HOMME ET LA SOCIETE
Patricio E. Marcos
L'HOMME et la Société, revista trimestral francesa de investigaciones y síntesis sociológicas, tiene por objetivo difundir las últimas reflexiones sobre
aquellos temas que más preocupan a
los sociólogos, ya sea porque se refieren a cuestiones teóricas que por carecer de una sistematización rigurosa
levantan serias polémicas, o porque
tratan problemas de aquellas áreas que
en la actualidad han cobrado una especial significación desde una perspectiva geopolítica. Se trata de una revista
dirigida a un auditorio especializado,
interesado en conocer el desarrollo de
las investigaciones sociológicas que están llevándose a cabo principalmente
en Francia, pero también en aquellos
países en donde la sociología es todavía un instrumento de análisis y de crítica. Dicho de otra manera, es una revista que intenta erigirse en vanguardia de la sociología crítica bajo la di-
* La presente reseña fue producto de la
colaboración de Jacquelíne Peschard, ayudante de investigación del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias
Políticas y de Bahia Arviabi.
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rección del pensamiento y la práctica
sociológica francesa.
Del examen de los colaboradores
franceses y extranjeros más destacados
puede inferirse que la revista posee
una orientación marxista. Entre los colaboradores franceses más asiduos encontramos a Henri Lefebvre, ampliamente conocido por sus trabajos sobre sociología marxista; Adam Schaff,
quien ha incurrido en el campo de la
sociología del conocimiento; Jean Marie Vincent, autor de Fétichisme et
Société; Robert Kalivoda, autor de
Marx et Freud; Fierre Fougeyrollas,
autor de Marx-Freud et la Révolution
Totale y Fierre Naville, autor de De
Valiénation a la jouissance. En una palabra, son todos sociólogos abocados
al estudio del pensamiento contemporáneo desde una perspectiva marxista.
Estas mismas características distinguen
a los colaboradores extranjeros, entre
los cuales se hallan distinguidos sociólogos latinoamericanos como André
Gunder Frank, Fablo González Casanova, Femando Henrique Cardoso,
Enzo Faletto y Teotonio Dos Santos.
De manera general, los temas a los que
L'Homme et la Société ha concedido
especial atención durante los tres últimos años (1973-75 ) se refieren prioritariamente a problemas filosóficos de
la teoría marxista (66% de los ensayos) y sólo de manera secundaria a
la aplicación de ésta a fenómenos y
casos específicos (34%).
De la amplia gama de ensayos teórico-filosóficos, destacan sensiblemente aquellos temas que si bien fueron
esbozados por la teoría marxista clásica, no han alcanzado aún una sistematización considerable, debido en
gran parte a los descubrimientos de
disciplinas como la lingüística y la psicología, los cuales han venido a ampliar tanto las áreas de conocimiento
como la conceptualización marxista.
Son temas, entonces, que buscan reivindicarse como ramas de la sociología
marxista con un rango concreto y autónomo, así como con elementos y movimientos propios. Tal es el caso de las
investigaciones sobre Ideología y Sociología del Conocimiento (15% de
los artículos teóricos). Es indudable
que Marx sentó las bases para la construcción de una teoría científica de las
ideologías, sin embargo resta aún un
largo trecho por recorrer para alcanzar
dicho objetivo. No es sorprendente,
pues, que tantos estudios estén hoy
orientados a la discusión sobre ideología. Los artículos sobre lingüística y
estructuralismo (10% de los ensayos)
cobran una significación específica por
su contribución epistemológica a la
teoría marxista. El 9% de los ensayos
está dedicado a temas relacionados
con nuevas técnicas de investigación
como el análisis institucional y el socioanálisis. Un último tema tratado
con considerable recurrencia es el relacionado con problemas de la educación (8.5% de los ensayos).
En lo que se refiere a los artículos
que presentan estudios de caso, el tema que recibe atención privilegiada es
el del imperialismo en su relación con
los países capitalistas dependientes o
periféricos, junto con el Tercer Mundo
(35% de este segundo apartado). El
hecho de que este tema aborde dicha
relación se explica porque la experiencia de los países con incursión tardía
en el sistema capitalista no puede comprenderse sino en su conexión con la
presencia y la hegemonía del imperialismo.
Título: Rapporís de L' Economie et du Politique
Dans la Croissance de L'Agriculture:
Le Cas de L'Algerie.
Autor: Osiris Cecconi
Núm. 33-34, julio-agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, 1974,
pp. 89-110.
EN este artículo, Osiris Cecconi hace
una reflexión metodológica sobre las
relaciones existentes entre la economía
y la política, en base al 4o. Plan argelmo (1970-1973), que se proponía
eliminar las secuelas del colonialismo.
Este plan ilustra un tipo de concepción
agrícola caracterizada por dos puntos.
Por una parte, el origen central y autoritario de las prioridades y de los
señalamientos indicativos en materia
de racionalización agrícola. Por otra
parte, el problema de las relaciones entre la agricultura y la industria, que es
el problema del modo de crecimiento,
no está expuesto en términos netamente tecnoeconómicos sino sociopolíticos.
Después de un balance del periodo
1962-1969, Osiris Cecconi analiza más
específicamente el papel de la agricul-
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tura dentro del 4o. Plan. Observa: 1)
que la casi totalidad de las inversiones
son hechas por el sector público, 2)
la disminución de las inversiones previstas para la producción de los bienes de consumo y para la infraestructura social y 3) la aceleración de la
exportación de las riquezas naturales
(hidrocarburos: investigación, extracción, transporte, refinación).
El 4o. Plan sacrifica la agricultura,
pero el autor piensa que esto es provisional: Argelia espera constituir un
excedente (divisas e infraestructuras)
que le permitirá, después del 4o. Plan,
crear un mercado interior capaz de
absorber una parte de la producción,
mientras el país se asegura una posición económicamente dominante en el
Maghreb. Desde luego, Osiris Cecconi afirma que la agricultura tiene un
papel estratégico en el proceso de desarrollo económico, aunque ésta carezca de medios reales.
El problema, según el autor, es saber si el bajo rendimiento y la mala
organización del sector agrícola se explican por la insuficiencia del reclutamiento técnico, por la inarticulación
del sector, por la psicología campesina
o por una tensión y una contradicción
sociales y "políticas" que reflejan la
"estrategia" de conjunto y el modo de
"control" de la práctica agrícola.
El problema agrario en Argelia se
plantea para el campesinado más en
términos económicos que en términos
psicológicos y sociales. Y esto proviene de que, según el autor, la vida social, y en especial en la agricultura,
está aún estratificada en clases sociales, trasluciéndose éstas en lo "político". En realidad, la apropiación colectiva de los medios de producción constituye sobre todo un instrumento en
manos de la burguesía y de los propietarios terratenientes. En cuanto a la
nacionalización, ésta no aparece más
que como plataforma para el capitalismo agrario.
El autor concluye afirmando que
Argelia no es un país capitalista en
síricto sensu, a causa de las nacionalizaciones del sector autogestionado,
de la existencia de un plan, de las macrodecisiones políticas y de su ideología. Tampoco es un país realmente socialista, puesto que aún subsisten clases sociales. Podemos decir, entonces,
que la agricultura en Argelia sigue
siendo el principal problema porque
la relación contradictoria entre lo "político" (expresión de las clases sociales) y lo "económico" (expresión de
una realidad esencialmente agrícola)
está lejos de desaparecer.
Título: Síructures Agraires et Sous-Developpemení en A frique eí en Amerique
Latine.
Autor: Rodolfo Stavenhagen.
Núm. 33-34, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, 1974,
pp. 37-53.
RODOLFO Stavenhagen analiza en este
artículo al capitalismo como obstáculo
mayor a un desarrollo agrícola equilibrado en los países subdesarrollados
de África y América Latina. El estudio del autor se basa en tres puntos:
1) los modos de producción precapitalistas, tanto en África como en Amé204
rica Latina, 2) el proceso de colonización caracterizado por la penetración
del capitalismo en el sector agrícola
tradicional y 3) el desarrollo del capitalismo agrícola.
Observamos a partir de la mitad del
siglo XX una grave crisis agrícola en la
mayoría de los países del Tercer Mim-
do. El autor piensa que esta "crisis" no
es debida a la agricultura de subsistencia; lo imputa, por el contrario, al
descontrolado crecimiento del sector
primario de exportación, acorde con la
implantación del modo de producción
capitalista. Es éste el obstáculo mayor
a un desarrollo equilibrado de la producción agrícola, toda vez que un segmento primordial de ésta se destina a
satisfacer la elevada demanda exterior.
Después de hacer un análisis histórico de América Latina y de África, el
autor señala que este último continente, con las nuevas políticas que se
adoptaron alrededor de los años 70's,
tiende a configurar una situación agraria semejante, aunque no identifica a
la que prevalece en América Latina.
Esto quiere decir que el campesinado
africano está sufriendo un proceso de
marginalización similar al que, en condiciones históricas diferentes, se está
desarrollando en América Latina.
En efecto, los programas de desarrollo regionales en África no benefician
mas que a una clase de grandes o medianos propietarios terratenientes, ya
incorporados al desarrollo del capitalismo comercial. Por lo cual, la gran
masa de la población rural quedó asociada con la economía de subsistencia,
y servirá de mano de obra tanto a los
sectores agrícolas modernos como a
los sectores no agrícolas de la economía.
R. Stavenhagen concluye su artículo
diciendo que los grandes problemas de
las poblaciones rurales se agravarán
mientras se mantenga una estrategia
capitalista de desarrollo, lo cual significa un crecimiento sin desarrollo.
Título: Le transferí de Technologie et les Conditions de L'Industrialisaíion dans
le Tiers-Monde.
Autor: Moisés Ikonicoff.
Núm. 33-34, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre, 1974,
pp. 63-71.
MOISÉS IKONICOFF analiza en este artículo el grave problema de la transferencia de tecnología que actualmente
preocupa, tanto a los políticos como a
ciertos intelectuales del Tercer Mundo,
por sus implicaciones de dependencia
y dominación. Su estudio se circunscribe a lo que él designa como la ambigüedad de las relaciones entre el concepto de "tecnología apropiada" y las
realidades a las que éste se aplica.
Es evidente que esta ambigüedad
existe, ya que una tecnología creada
en los países desarrollados no corresponde en stricto sensu a las realidades
de desarrollo de los países del Tercer
Mundo. Si bien es cierto que en un
país desarrollado la estructura socioeconómica es homogénea, o sea articulada, en un país del Tercer Mundo se
presentan las características contrarias,
ya que su estructura socioeconómico
es heterogénea, puesto que no hay articulación entre sus factores económicos. En efecto, en los países del Tercer Mundo constatamos un crecimiento de la productividad y una modernización de los modos de consumo
(aunque ésta se produce en una minoría), pero sin haber ni un progreso técnico ni una transformación de
formas de producción. En este sentido hay una falta total de comprensión de la naturaleza profunda del
fenómeno del subdesarrollo, puesto
que se toma al subdesarrollo como
un hecho, y no como un fenómeno
que se crea en el interior de las fronteras nacionales por una élite económica, la cual se formó en un medio
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de importación de productos manufacturados provenientes de países desarrollados cuando aquélla exportaba materias primas. La transición de la importación a la producción local no implica la expansión del mercado interno,
sino que se desarrolla exclusivamente
sobre la demanda preexistente. Esto
quiere decir que el tipo de productos
relacionados con esta demanda deben
presentar las mismas características
que los productos fabricados en el exterior (a los cuales la élite está acostumbrada). Entonces, la tecnología se
convierte en una variable predeterminada por la naturaleza de la demanda;
lo que significa que la elección de la
tecnología, lejos de ser una imposición
pura y simple del exterior no es más
que una racionalidad particular al funcionamiento de los mecanismos de estos países.
El autor también anota una incomprensión del tipo de racionalidad que
condiciona el desarrollo. En efecto, la
tecnología importada no aplica los recursos de que disponen los países subdesarroUados. Siendo el recurso humano el más importante en estos países,
la tecnología aplicada ahorra precisamente este recurso y, al contrarío, emplea en muchas ocasiones materias pri-
mas caras o inexistentes en estos países de aplicación, cuando éstos se distinguen por una gran variedad y cantidad de materias prunas baratas. En
este sentido, cuando el Estado trata de
corregir estas distorsiones entrando en
la vida económica como agente productivo, no las elimina, sino las acentúa.
Moisés Ikonicoff señala también el
costo de la dependencia causada por
los tres puntos precedentes. Este es
muy elevado, puesto que el precio por
concepto de los costos directos e indirectos de las compañías que importan
tecnología implica una gran fuga de
capital.
El autor ve como solución el reexamen de las articulaciones entre:
A) agricultura / industria,
B) industrias ligeras / industrias de
base,
C) técnica trabajo intensivo / técnica capital intensivo.
Para esto, la introducción del progreso tecnológico debería limitarse a
los métodos productivos, o sea: aumento de la eficacia en la utUización
de los recursos nacionales, eliminando
la introducción de productos nuevos e
inadecuados a las necesidades y demandas del país.
Título: Place des Cultures Traditionnelles Ajricaines Dans la Conscience Politique
des Masses.
Autor: Alphonse Tyle Sara.
Núm. 27, enero, febrero, marzo, 1973, pp. 143-148.
ALPHONSE Tyle Sara, sociólogo africano, se pregunta en este artículo la forma de reinstaurar una África africana,
que restituya y asegure al pueblo su
personalidad y su dignidad confiscadas
desde la colonización. La cuestión es
fundamental porque todos los problemas que se pueden observar actualmente en África son aspectos o modalidades que giran en tomo a esta
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cuestión. Vemos en este artículo que
el autor analiza al africano actual tomando en cuenta sus circunstancias
históricas, sus condiciones de existencia y el aspecto de la sujeción a la
opresión colonial.
En efecto, antes de la colonización,
se podía notar en estas sociedades un
equilibrio entre su estructura económica, política y social e inclusive men-
tal, con el desarrollo de sus fuerzas
productivas del momento; contrariamente a lo que sucedió a partir de la
colonización y después de ésta. El colonizador, viendo sus "intereses", construyó hábilmente dispositivos para dislocar la sociedad y así gobernarla mejor. Los colonizadores que han invertido y los neocolonizadores que siguen
invirtiendo lo mejor de sus energías
intelectuales para destruir la personalidad cultural nacional, comprendieron
claramente el lugar preponderante de
lo cultural en las fuerzas constitutivas
de un pueblo.
El autor piensa que es relativamente
más fácil superar una derrota económico-social, que una derrota cultural,
porque esta alienación oculta las relaciones de fuerzas y destruye toda voluntad de sustraerse a la opresión. Las
circunstancias históricas, las condiciones de existencia y las sujeciones a la
opresión colonial han forjado las es-
tructuras mentales del africano y determinan aún su psiquismo. Sin embargo, la historia nos enseña que, en la
mayoría de los casos, son las aportaciones exteriores las que han favorecido el surgimiento de civilizaciones
adormecidas bajo estructuras inadecuadas.
El hecho más observable es que la
alienación cultural hizo perder al africano toda confianza en sus capacidades creativas. Así, la inhibición de las
energías intelectuales es uno de los factores de bloqueo de cualquier progreso. Es a consecuencia de este nivel
que, según Alphonse Tyle Sara, interviene la utilidad y aún la necesidad de
regresar a la cultura tradicional. La
rehabilitación de las culturas tradicionales y su aplicación correcta podrán
contribuir decisivamente a una representación más justa de las dimensiones
históricas del mundo africano.
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Impreso en México
Imprenta Madero, S. A.
Avena 102, México 13, D. F.
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