Tratamiento de los ejes transversales en Educación Primaria Autora: Lourdes Mateo Villodres Introducción Una vida moderna con sentido autocrítico necesita de la ética, ya que cuanta más libertad y cuanto más poder están en juego, más reflexión ética se requiere en todas las esferas de la vida. Por ejemplo, ya desde la educación. Si queremos contribuir desde el campo educativo a un proceso reflexivo de humanización, además de la ineludible tarea de la familia, la educación ética tiene que cultivarse desde la escuela. El nuevo Sistema Educativo Español exige la acción educativa en un sentido amplio, incluyendo los valores y las actitudes como parte esencial, al considerar que la educación tiene, entre sus finalidades, la integración de los niños/as y jóvenes en la cultura del grupo social y también de la formación ético-cívica en aquellos valores que sería deseable defender y/o aspirar en nuestro mundo actual y futuro. En definitiva, la función docente, debe transmitir aquellos valores que hacen posible la convivencia democrática, preparando así al alumnado, para su futura participación autónoma y responsable en las distintas actividades sociales. En cuanto a la manera de transmitir dicho valores, el Sistema Educativo plantea dos formas diferentes. En primer lugar, a través de los contenidos actitudinales de cada materia y en cada etapa educativa. Y, en segundo lugar, a través de los ejes transversales. Con ello, el Sistema Educativo intenta desplazar la educación en valores, la transmisión de una educación moral, desde el currículo oculto, donde había estado tradicionalmente, hasta el currículo explícito. Los ejes transversales no son ninguna materia ni asignatura, sino que son líneas teóricas que atraviesan, impregnan, vinculan y conectan todas las asignaturas del currículo y, por tanto, favorecen una visión de conjunto. De hecho, su tratamiento ha de ser necesariamente multidisciplinar, pues su propia naturaleza excluye su encasillamiento en un área o materia concreta del currículo. Los docentes están obligados a transmitir los denominados ejes transversales así como los contenidos actitudinales, equiparándolos a los tradicionales contenidos conceptuales. Es obligatorio educar para la paz, para la defensa del medio ambiente, para la igualdad de los derechos entre ambos sexos, para la pluralidad religiosa y cultural, para la tolerancia, para el respeto de los derechos humanos, etc…De suerte resulta evidente, que una sociedad democrática, las instituciones educativas deben 1 esforzarse en transmitir a sus educando/as una educación moral basada en la libertad, la igualdad y la tolerancia. Aunque las instituciones educativas juegan un papel fundamental a la hora de educar o transmitir los valores democráticos a las nuevas generaciones, no es menos cierto que dichas instituciones no pueden asumir la responsabilidad absoluta en dicha misión. Dicho de otro modo, la familia y los medios de comunicación no pueden delegar en las instituciones educativas la transmisión de unos valores, los democráticos, que luego les van a ser exigidos por la sociedad en la que tendrán que insertarse. ¿Qué entendemos por ejes transversales? La transversalidad es un concepto que la Reforma educativa implantada por la LOGSE ha puesto de moda. Los temas transversales son un conjunto de contenidos educativos y ejes conductores de la actividad escolar que, no estando ligados a ninguna materia en particular, se puede considerar que son comunes a todas, de forma que, más que crear disciplinas nuevas, se ve conveniente que su tratamiento sea transversal en el currículo global del centro. Los temas transversales suponen una oportunidad de globalizar la enseñanza y de realizar una verdadera programación interdisciplinar (Yus, 1996). La alta presencia de contenidos actitudinales en estos temas, junto al hecho del carácter prescriptivo de las actitudes y valores, como componentes de los objetivos de etapa y contenidos de áreas curriculares, convierte a estos temas en un elemento esencial del desarrollo curricular. Siguiendo a Lucini (1994), la incorporación de los ejes transversales supone formalizar una educación en valores y actitudes no de forma esporádica sino constante a lo largo de cada curso. Es importante ser consciente que los valores no se pueden imponer de forma autoritaria, sino que son un cúmulo de actitudes autoimpuestas por la propia voluntad. Los temas, líneas, áreas o ejes transversales son enfoques educativos que responden a problemáticas relevantes interrelacionadas que han constituido el núcleo de preocupación tradicional de los movimientos sociales, y que han sido recogidos por colectivos de renovación pedagógica para su definición curricular. La transversalidad hace un cuestionamiento al conjunto de la tradición y de la actividad educativa, su discusión y puesta en marcha requiere otros presupuestos. Sin embargo, existen posibilidades reales de iniciar procesos de reflexión crítica que nos permitan transformar nuestra práctica docente. Así, la transversalidad significa un cambio de orientación, de mirada, de presupuestos metodológicos y de finalidades educativas. (Woods, 1995). Estos temas tienen la ventaja, y a la vez el inconveniente, de que están a la orden del día en la sociedad: en las familias, en los medios de comunicación, con los amigos. La ventaja es que partimos de intereses cercanos al alumnado y el inconveniente puede ser las teorías implícitas que traigan de su contexto. 2 Una de las críticas que se han hecho a los diseños curriculares, es su falta de concreción respecto al modelo de hombre que se pretende educar, así como la ineficiencia de métodos para su formación; lo anterior unido a la débil inclusión de aspectos humanistas en los alumnos. Entre las diferentes soluciones para corregir estas deficiencias, están los ejes transversales, que contribuyen a complementar nuestra educación y que responden a problemas de gran trascendencia en la época actual, sobre los cuales nuestra sociedad reclama una atención prioritaria. En ese sentido y de acuerdo con Garrragori ya no es importante que el alumno sepa sumar, restar, leer, o dividir, sino que sepa aplicar dichos conocimientos en cualquier problemática a la que se enfrente en su vida diaria; es lo que se busca hoy en día, formar alumnos competentes. En segundo lugar, una de las prioridades de la Educación Primaria es favorecer en los alumnos la integración de saberes y experiencias desarrolladas en las distintas asignaturas de cada uno de los grados. Se busca que dicha integración responda a los retos de una sociedad que cambia constantemente y que requiere que todos sus integrantes actúen con responsabilidad ante el medio social y natural, la vida, la salud y la diversidad cultural (Carboneli). ¿Cuáles son los ejes transversales? Los ejes transversales son: Educación ambiental Los alumnos tienen que comprender las relaciones con el medio en el que estamos inmersos y conocer los problemas ambientales y las soluciones individuales y colectivas que pueden ayudar a mejorar nuestro entorno. Hay que fomentar la participación solidaria personal hacia los problemas ambientales que están degradando nuestro planeta a un ritmo preocupante. Educación para la paz La concepción de la paz como la ausencia de violencia física y conflictos ha dado paso a nuevos enfoques que se denominan paz positiva, entendiendo ésta como situaciones sostenidas de elevada justicia y reducida violencia asociadas a conceptos como el desarrollo humano, la cooperación, la igualdad en las relaciones, el respeto a los derechos de todos, etc... En la escuela conviven muchas personas con intereses no siempre similares por lo que es un lugar idóneo para aprender actitudes básicas de convivencia: solidaridad, tolerancia, respeto a la diversidad y capacidad de diálogo y de participación social. Educación para el consumidor El consumo está presente en nuestra sociedad y ha llegado a unos puntos de acumular productos que no se necesitan de forma autómata e irreflexiva por falta de 3 educación. Es necesario dotar a los alumnos de instrumentos de análisis hacia el exceso de consumo de productos innecesarios. La Educación para el consumidor en la etapa de Educación Primaria pretende iniciar la formación de los niños y niñas, contribuyendo a que sean cada vez más conscientes y críticos, dotándolos de conceptos, procedimientos y actitudes que les permitan resolver los problemas que genera el entorno más próximo y que son propios de la sociedad de consumo. Por otra parte, una educación para el consumidor no puede olvidar la influencia del mundo de la imagen, de los medios de comunicación y, por tanto, de la publicidad. Entre las capacidades que deben desarrollarse en este campo estarán, por tanto, dotar a los niños y niñas de actitudes críticas y selectivas que les ayuden a descubrir los peligros que la publicidad conlleva de manipulación, aislamiento social, uniformidad y masificación. Educación vial El tema transversal de la educación vial está muy ligado, en sentido amplio, con la educación para la salud y la calidad de vida, en la medida de las consecuencias negativas que puede tener y la responsabilidad que supone el proceso de prevención de accidentes, propios y ajenos, y también ligado a la educación para el consumidor y del usuario, en el sentido de que el alumno es y será usuario y consumidor de las vías y medios de comunicación, cada vez más importantes en una sociedad como la actual. Del mismo modo, la educación vial se relaciona con la educación moral y cívica, en la medida en que los alumnos serán usuarios de unas vías y unos medios de comunicación sociales o individuales. El conocimiento y la utilización de la vía pública es, especialmente en las grandes ciudades, de una gran importancia por lo que su educación tiene que comenzar en la escuela. Educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos La constitución española comienza con el derecho a la igualdad sin distinción de sexos, razas o creencias. Sin embargo, una parte de la sociedad sigue siendo machista, racista e intolerante, por lo que se hace imprescindible transmitir al alumnado este derecho de la humanidad. Las discriminaciones derivadas de la pertenencia a un determinado sexo son de tal envergadura social que justifican plenamente su entidad como tema propio. Las mujeres dejarán de estar marginadas en la medida en que todas las personas sean educadas para ello. El alumnado debe entender y comprender que no existen diferencias entre el hombre y la mujer, en cuestiones de trabajo y profesionalidad y que las diferencias fisiológicas hay que entenderlas como algo natural y biológico y no como una diferencia social. Para ello, los educadores deben corregir que no exista entre el alumnado un lenguaje sexista, la valoración de todos los trabajos deben tener el mismo criterio con independencia de quien lo ha desarrollado, y nunca hay que ser discriminatorio en función del trabajo ni de los juegos. Educación para la salud 4 En la escuela hay que crear desde la infancia unos hábitos de higiene física, mental y social que desarrollen la autoestima y mejoren la calidad de vida. La educación para la salud la podemos definir como cualquier combinación de actividades de información y educación que lleve a una situación en la que la gente desee estar sana, sepa cómo alcanzar la salud, haga lo que pueda individual y colectivamente para mantener su salud y busque ayuda cuando lo necesite. Educación sexual Se trata, no sólo de conocer los aspectos biológicos de la sexualidad, sino informar, orientar y educar sus aspectos afectivos, emocionales y sociales, entendiéndola como una actividad plena de comunicación entre las personas. Se trata de educar la sexualidad como un aspecto significativo de la identidad de cada persona, la sexualidad como una característica personal que puede convertirse en fuente de comunicación, de satisfacción, de placer y en definitiva, de bienestar personal. Educación moral y cívica Es el eje referencial en torno al cual se articulan el resto de los temas transversales, ya que sus dos dimensiones engloban el conjunto de los rasgos básicos del modelo de persona que participa activamente para solucionar los problemas sociales. La dimensión moral promueve el juicio ético acorde con unos valores democráticos, solidarios y participativos, y la cívica incide sobre estos mismos valores en el ámbito de la vida cotidiana (MEC, 1993). Con la educación moral se pretende contribuir a la construcción personal por medio de experiencias morales significativas, que permitan integrar de una manera coherente y cohesionada en los niños y niñas de Educación Infantil y Primaria, los valores, las actitudes, los hábitos y las conductas más deseables en este sentido. El alumnado debe participar en las actividades de grupo como recurso para fomentar la elaboración y la solidaridad de sus compañeros, que más tarde la tendrá con el resto de su entorno, con este tipo de actividades se apremia la valoración de las ideas de los compañeros desencadenando la actitud al respeto frente a las diferencias existentes entre las personas y los grupos humanos. La aceptación de las normas del grupo y respeto hacia los códigos sociales más comunes, conlleva al respeto y aceptación de las normas de los juegos colectivos y la conservación de los materiales de uso común. También hemos de mencionar la cultura andaluza, ya que estará presente en las diferentes áreas a lo largo de la Educación Primaria. Características de los ejes transversales 5 Los ejes transversales tienen una serie de características comunes (Celorio 1992) y (González Lucini, 1.994): 1) Los contenidos transversales no aparecen asociados a ninguna asignatura ni área concreta de conocimiento sino a todas, y solamente pueden abordarse desde su complementariedad. Son, pues, contenidos que han de desarrollarse dentro de las áreas curriculares, las cuales deberán adquirir otras dimensiones. 2) Son contenidos que hacen referencia a los problemas y conflictos de gran trascendencia (social, política, humana y didáctica), que se producen en la época actual, y frente a los que urge una toma de posición personal y colectiva: problemas como la violencia, el subdesarrollo, el paro, las situaciones injustas, el consumismo y despilfarro, el hambre en el mundo, la degradación ambiental, los hábitos que atentan contra la vida saludable (como el tabaco, las drogas, el alcohol…). 3) Son, a la vez, contenidos relativos fundamentalmente a valores y actitudes. Los temas transversales tienen una ineludible carga valorativa: están llenos de valores más que de informaciones. A través de su programación y desarrollo se pretende que los alumnos elaboren sus propios juicios críticos ante los problemas, siendo capaces de adoptar frente a ellos actitudes y comportamientos basados en valores racionales y libremente asumidos. 4) Destacan la importancia de introducir toda esta problemática en la escuela no como materia curricular, sino como enfoque orientador crítico y dinámico. 5) Propugnan una profunda renovación de los sistemas de enseñanza-aprendizaje que, desde la reflexión crítica, sea capaz de transformar las visiones tradicionales que se ofrecen del mundo y de sus interacciones, con una decidida voluntad de comprensión-acción. 6) Por su carácter dinámico, necesitan una constante revisión, como se comenta, va cambiando según los valores y necesidades. 7) Exigen la interrelación de las materias transversales entre sí, un tema transversal nace de la necesidad de otro o bien lo complementa. 8) Para no perder su fuerza curricular, deben ser tenidos en cuenta a lo largo de todo el proceso de planificación de la práctica educativa, desde el diseño del Proyecto Educativo del Centro hasta la concreción del trabajo cotidiano en el aula, pasando por el Proyecto de casa Etapa Educativa (Infantil, Primaria, Secundaria) y las programaciones de las distintas áreas curriculares. 9) Intentan promover visiones interdisciplinares, globales y complejas, pero que faciliten la comprensión de fenómenos difícilmente explicables desde la óptica parcial de una disciplina o ciencia concreta. 10) Pretenden romper con las visiones dominantes que son las que acaban por justificar el etnocentrismo, el androcentrismo y la reproducción de injusticias y desigualdades. 6 11) Expresan la necesidad de conseguir aulas plenamente cooperativas, en las que el alumnado se sienta implicado en su proceso de aprendizaje y donde el profesorado sea un agente creador del currículo intelectual y crítico. 12) Reconocen la importancia de conectar con elementos de la vida cotidiana, provocar empatía, recoger las preocupaciones socio-afectivas de nuestros alumnos. Otra característica importante es el carácter abierto de los temas transversales. La Administración no llega a detallar qué tipos de enseñanzas transversales han de abordarse en los centros, sino que éstas han de ser seleccionadas y priorizadas por la comunidad educativa. No obstante, en el caso de la Comunidad Andaluza, la Orden de 17 de enero de 1996 establece la organización y el funcionamiento de los programas sobre Educación en Valores y Temas transversales del currículo que complementa la orden de 19 de diciembre de 1995 que establece el desarrollo de Educación en Valores en los centros andaluces. Una última característica que queremos resaltar es su importancia en la consideración curricular de la noción de complejidad. Es decir, las relaciones entre variables se caracterizan por la multicausalidad y la no linealidad; el análisis de todo problema transversal solamente tiene sentido hacerlo desde un punto de vista sistémico. Los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales se han de trabajar simultáneamente; no se puede esperar a que un aumento en el campo de los conocimientos conceptuales comporte siempre un cambio en las actitudes o en los comportamientos, ni viceversa. Debemos tener en cuenta que a la hora de la introducción de la transversalidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje nos vamos a encontrar una serie de obstáculos. Los elementos obstaculizadores pueden ser bien internos, cuando surgen de la propia inercia o actividad del centro, o bien externos, cuando son elementos definidos por el entorno social o administrativo al margen de la propia dinámica interna del centro. Así, se podrá decir que los obstáculos internos están compuestos por: La apatía y la monotonía provocada por la formalidad. Las limitaciones de la organización y de las prescripciones de sistema educativo. La ausencia de estrategias claras y prefijadas para abordar la transversalidad dentro del currículo. No contar con el conocimiento y la cultura del entorno, partir sólo de modelos formales. Ausencia de coordinación e interdisciplinariedad en el desarrollo de las distintas áreas. No arriesgar en la línea de la creatividad, lo lúdico, lo vivencial por miedo a perder el marco formal y “de serenidad” que le supone a la instructora escolar. 7 Los obstáculos externos están compuestos por: La existencia de una cultura dominante que intenta determinar una modalidad educativa homogénea que impide dar respuesta a necesidades diversas. Las resistencias sociales y familiares a los cambios metodológicos y de aplicación de un modelo educativo más crítico. Las presiones que desde el entorno familiar y social reciben los jóvenes para que reproduzcan este sistema dominante. La impugnación que el mismo profesorado tiene de este sistema de valores y prácticas sociales dominantes, que genera un conflicto en la propia persona. Importancia de los ejes transversales En razón de esa presencia en el currículo, en sus distintas áreas, los temas transversales tienen un valor importante tanto para el desarrollo personal e integral de los alumnos, así como para un proyecto de sociedad más libre y pacífica, más respetuosa hacia las personas y también hacia la propia naturaleza que constituye el entorno de la sociedad humana. La L.O.G.S.E. propugna la educación integral del ser humano que, junto a los conocimientos, desarrolle el sentido de la responsabilidad, el compromiso con las libertades, el razonamiento lógico, la capacidad de defender las propias convicciones sin ceder a las presiones del entorno, etc.; para lo cual se han diseñado los ejes transversales que tratan de favorecer la educación en valores democráticos y el fomento de una personalidad equilibrada educando hábitos y actitudes. Entre sus objetivos prioritarios está la mejora de la calidad educativa. El alumno necesita asimilar conocimientos pero desde la perspectiva de una educación integral, necesita también desarrollar capacidades y destrezas, asumir y defender valores y aprender a tomar decisiones tras someter las distintas opciones a reflexión y crítica. Los ejes transversales potencian decisivamente esta línea educativa. Los alumnos, en los distintos niveles educativos, estudian una serie de materias como Matemáticas, Lenguaje, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, etc; cuyos conocimientos son necesarios para desarrollar hábitos intelectuales y para aprender a expresarse con corrección o aproximarse a las leyes de la Naturaleza y a los problemas sociales, pero educar no es lo mismo que instruir. Instruir no es una tarea desdeñable, ya que los alumnos necesitan adquirir conocimientos y desarrollar destrezas pero no todo lo que instruye educa. Educar es algo de mucho más calado porque consiste en formar personas, no sólo en instruir a las personas. La transversalidad puede considerarse como estrategia metodológica, ya que a través de ella se logrará la incorporación de los ejes integradores, es decir, de una perspectiva integrada de los conocimientos. Estos ejes permiten al alumnado reconocer las formas de construcción del conocimiento, el desarrollo de estrategias para la búsqueda de soluciones innovadoras y la formación en el alumnado de valores personales, humanos y sociales. La finalidad de los ejes transversales es el desarrollo integral de la persona: 8 Fomentan habilidades culturales, sociales… Desarrollan una educación integral (intra e interpersonal). Hacen significativo el conocimiento en una correcta aplicación del mismo. Ámbitos de actuación en transversalidad a) Educación formal En las primeras etapas del desarrollo infantil, el principal agente educativo y socializador es la familia. En esas edades han existido experiencias en educación preescolar y en otros espacios de juego y aprendizaje, en estos ámbitos el agente educativo es habitualmente el/la docente. En la escuela primaria es donde el mayor número de experiencias se han realizado y donde más analizadas y evolucionadas están las diferentes estrategias de incorporación de la transversalidad al Sistema Educativo. Permanece la polémica de si es conveniente crear temas transversales o si por el contrario es mejor integrarlos de una forma globalizadora y holística en los currículos escolares. La opción de una u otra alternativa, sin duda condicionaría el tipo de docente que es necesario y por tanto, la formación que debe tener ese/a educador/a. En un caso se trataría de una formación más integral que explorará las posibilidades de desarrollar actividades de transversalidad en distintas áreas: Sociales, Naturales, Lengua y literatura... La formación de docentes para esta propuesta implica un trabajo personal que consiste en conocerse, comprenderse y aceptarse, transformando nuestra personalidad para poder conocer y aceptar al alumnado creando una forma de vida y relación que es la base de su vivencia de la transversalidad. La escuela y los temas transversales La inclusión de temas transversales en el campo del currículo fue realizada por César Coll (1991), en el contexto de la reforma educativa española. Como su nombre lo indica, son temas que atraviesan el currículo tanto de forma horizontal como vertical (Álvarez, Balaguer y Carol, 2000). Son temas que pueden constituirse como ejes vertebradores del trabajo académico en un mismo ciclo escolar (trimestre, semestre o curso anual), por la posibilidad de ser trabajados en diversas asignaturas en un mismo lapso de tiempo escolar, de ahí su horizontalidad. O bien, pueden constituirse en elementos que atraviesen varios ciclos de organización curricular, lo que significa que se pueden trabajar en el primer semestre o trimestre y luego en los posteriores; de ahí también su verticalidad (Martínez, 1995). En sentido estricto, la perspectiva no es nueva en el campo curricular. Los llamados centros de interés de la escuela activa o el modelo pedagógico denominado globalización de la enseñanza en la década de los años sesenta, constituyen un importante antecedente en el ámbito de la didáctica. Mientras que en el desarrollo del campo del currículo fue Tyler (1949/1971) quien estableció lo que en su momento definió como relaciones verticales y horizontales del contenido. 9 La educación está configurada por los aspectos conceptuales, habilidades o procedimientos y por pautas de conducta, normas sociales, valores morales. Por eso los decretos de enseñanza han planteado la necesidad de reafirmar la función moral de la escuela, desdeñada en otros momentos por enfoques técnicos, de modo que todo el currículo esté impregnado de valores morales y cívicos. La escuela debe intervenir explícitamente, sin delegar, aunque sí compartiendo en la producción de valores y actitudes sociales ético-cívicos. Muchos profesores y profesaras tienen serias dudas, cuando no desconcierto, a la hora de articular todos los nuevos temas transversales y cuestiones morales con lo que hasta ahora habían entendido que tenían que enseñar y educar, y particularmente con el cómo hacerlo en las tareas cotidianas de clase y en la educación conjunta del centro. La LOGSE y la normativa de desarrollo curricular posterior han señalado claramente los objetivos generales de la educación en esta dimensión y ha apuntado algunas formas de llevarla a cabo (contenidos de actitudes, temas transversales, Proyecto de Centro...). No obstante, la contextualización en cada centro le ha impedido entrar en los modos específicos de traducción a la práctica docente en cada tema. Las diversas propuestas, más que buenos materiales autosuficientes e individualizados sobre aspectos y temas transversales específicos, que exigen un tiempo y un espacio propios de los que no siempre se dispone para llevarlos a cabo en las aulas, hacen difícil su integración en las áreas por requerir reorganizar horarios, profesorado y programaciones, propuestas orientativas sobre cómo enfocar la educación en valores y los temas transversales, y cómo insertarlos en el conjunto de tareas docentes y educativas del centro. b) Educación no formal La potencialidad de la educación no formal en la formación de valores y actitudes de niñas y niños y adolescentes, así como su papel en la transformación de conductas de las personas adultas con el efecto multiplicador que esto tiene, ha sido sugerido y demostrado desde hace tiempo. La mayor cercanía del agente educador al educando, la facilidad para crear un clima de empatía, el aprendizaje entre grupos de iguales, se han propuesto como ventajas de esa educación. Pero el campo de lo no formal es tan amplio y caben en él tantas cosas diferentes e incluso contradictorias, que es difícil hacer generalizaciones. En un rápido repaso de distintos ámbitos de educación no formal donde se realiza o es posible realizar enseñanzas con temas transversales tenemos: - Los movimientos sociales. Tienen especial importancia las aportaciones realizadas por los movimientos y grupos de educación ambiental, para la paz, y en derechos humanos, que desde hace varios años son pioneros en métodos pedagógicos y técnicas participativas en estos temas. - Las organizaciones no gubernamentales o civiles (ONG’s), (OC’s). Vivimos un evidente crecimiento del número y de la incidencia social de las ONG’s u OC’s. Estas organizaciones formadas en su mayor parte por personas voluntarias, han venido poniendo en práctica experiencias de educación con diferentes 10 temas transversales. Las vías de intervención en el mundo educativo de estas organizaciones son muy variadas. Por ejemplo, la actuación directa en el medio escolar (Educación en Derechos Humanos) colaborando con el profesorado. La labor de estas organizaciones en la formación del personal docente, mediante cursos, seminarios, talleres... es asimismo importante. - Las organizaciones religiosas. La influencia religiosa a través de sus pastorales y congregaciones puede desempeñar un papel importante en la educación de los temas transversales. - Los municipios. Como instancia más cercana a los ciudadanos y ciudadanas, los ayuntamientos pueden emprender numerosas tareas de sensibilización, información, canalización, con los temas transversales, mediante actividades culturales, oficinas, edición de folletos y materiales, subvenciones a proyectos... - Los medios de comunicación. Por último, habría que profundizar en el papel de los medios de comunicación y por tanto, del desempeño de los y las periodistas, como agentes fundamentales en la transmisión de la información. No sólo los alumnos se incorporan a la escuela con unas teorías implícitas sobre estos valores, también los profesores y personal de administración y servicios se relacionan con sus ideas sobre cada tema transversal. El conjunto de relaciones formales e informales que se dan entre los diferentes miembros de una comunidad educativa, influyen sobre la vida diaria del centro y sobre los sujetos que coexisten. Todo esto da lugar a lo que se denomina como currículo oculto que hace referencia a todo lo que se aprende y se enseña de forma implícita, sin intencionalidad y que pasa, en gran medida inadvertido. Una de las tareas de la Comunidad Educativa y de cada docente es desvelar y analizar el sistema de valores o contravalores que están operando en el centro y las posibles contradicciones. Se trata de planificar la acción educativa (MEC, 1993). Estrategias para desarrollar los ejes transversales Las áreas curriculares constituyen el eje organizador fundamental del trabajo escolar, con un énfasis más acentuado conforme se va subiendo el nivel de cada etapa. En la etapa infantil y primeros ciclos de la Educación Primaria se recomiendan enfoques globalizadores, para pasar a la interdisciplinariedad y finalmente se alcanza la disciplinariedad en el último ciclo de la Educación Secundaria. Podemos distinguir estas opciones (Yus, 1996): Disciplinariedad científica. Representa la situación más normal y a la que se adscribirán la mayoría de los centros, especialmente en la etapa secundaria. Supone un currículo estructurado disciplinalmente en el que los diferentes temas transversales son repartidos entre un número determinado de áreas curriculares. Disciplinariedad transversal. Es prácticamente inviable pues se trataría de dar un giro al currículo disciplinar y convertirlo en transversal, de manera que, los temas transversales fuesen los verdaderos ejes estructuradores del currículo. 11 Interdisciplinariedad. Supone que dos o más disciplinas comparten unos mismos objetivos y metodología sobre un tema transversal concreto, desdibujando los contornos de cada uno de ellos a favor del tema en cuestión. Multidisciplinariedad. Se trata de una estructuración bastante cercana a la disciplinariedad científica, si bien en esta modalidad aparece como un paso adelante. Supone el tratamiento de un tema transversal desde diferentes áreas, siguiendo un plan establecido que se desarrolla simultáneamente en un tiempo acotado, en el que tan sólo se ha cuidado de hacer un "reparto" de contenidos en función de la epistemología de cada ciencia. Globalización. Parte de la consideración de una realidad global y trata de aproximarse a la forma que tienen los alumnos más pequeños de percibir la realidad. Esto supone la desaparición de las disciplinas, en tanto que supone una compartimentación de esa globalidad. Se parte de un "centro de interés" a partir del cual se va haciendo girar o confluir las distintas disciplinas y los temas transversales que mantengan relaciones con el núcleo de interés. Se trata de una estructuración sólo posible en los niveles más bajos al poder abordarse por un solo profesor. Podemos ordenar las formas de tratamiento de los temas transversales de mayor a menor alcance educativo: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. Disciplinariedad transversal. Globalización. Interdisciplinariedad. Multidisciplinariedad. Disciplinariedad científica. Experiencia innovadora. Actividad puntual. El tema se aborda sólo en un día, normalmente con ocasión de una efeméride. Una de las formas más frecuentes para la introducción de los temas transversales ha sido el aprovechamiento de un día conmemorativo o efemérides (día de la paz, día de la mujer trabajadora, día mundial del medio ambiente...). Frecuentemente, se ha criticado una actuación didáctica de un tema transversal determinado, reducida a tan sólo estas circunstancias. Sin embargo, sus posibilidades son mayores pues la celebración de una efeméride puede ser el punto de partida de un programa, el punto de llegada o el punto de inflexión de un programa. Por otra parte, en lo que se refiere a la aplicación de la transversalidad en el aula, se puede llevar a acabo de la siguiente manera: - Elegir un tema actual de una noticia trascendente del país (huracán, temblor, deporte, inundaciones, etc.) que sea de interés para los alumnos, o también sugerir algunos donde se practiquen valores (cambio climático, prevención de accidentes, responsabilidad, higiene, entre otros). - El siguiente paso es buscar en cada materia el contenido que se relacione con dicho tema, así como el bloque, la lección, paginas del libro de texto e identificar las actividades sugeridas. 12 - Finalmente realizar las actividades acordes con cada materia, puede ser en una semana 1 o 2 horas cada día, trabajar con las actividades de 2 asignaturas. Proceso para la inclusión y tratamiento de los ejes transversales Partiendo de los Objetivos Generales los Ejes Transversales y la Educación en Valores han de concretarse y especificarse en el Proyecto Educativo, definiendo su sistema de valores en su Carácter Propio y se desarrollará a través de las finalidades del Proyecto Curricular de Centro, Proyecto Curricular de Etapa, y en sus correspondientes áreas y ciclos hasta perfilarse en las respectivas programaciones de aula. Tanto en los documentos del M.E.C. como en los de la CEJA, las enseñanzas o ejes transversales impregnan el currículo establecido en sus distintas áreas, hasta el punto de que carece de sentido que el profesorado se plantee si está desarrollando un área determinada o un tema transversal concreto. La impregnación tiene que ser recíproca: los ejes transversales están presentes en las áreas y éstas se hallan presentes en los Ejes Transversales. Hablar de enseñanzas transversales no es hablar de contenidos nuevos que no estén ya reflejados en los contenidos de las áreas, sino que simplemente se trata de organizar algunos de esos contenidos alrededor de alguno de los ejes transversales. Entre los contenidos curriculares relevantes para las enseñanzas transversales, hay conocimientos conceptuales, procedimentales pero sobre todo, actitudes y valores, ligados a una dimensión ética que debe propiciar la autonomía moral de los alumnos y alumnas. Puesto que han de impregnar toda la acción educativa, las enseñanzas transversales constituyen una responsabilidad de toda la comunidad educativa y muy especialmente del equipo docente. El currículo ha ser abierto y flexible. Dicho modelo apuesta claramente por la autonomía pedagógica del profesorado en aras de facilitar respuestas educativas ajustadas a las características de cada centro y a las peculiaridades de sus alumnos y alumnas. Para que ello sea posible, el currículo establecido por la Administración Educativa sólo prescribe los elementos básicos que integran cada etapa educativa, de forma que sean los Equipos Docentes de cada Centro los que los desarrollen y concreten. Desde este punto de vista, los Ejes Transversales, al igual que el resto de los componentes del currículo, han de ser tomados en consideración a lo largo de todo el proceso de desarrollo curricular. Es decir, estas enseñanzas también han de ser planificadas para hacer explícitas las intenciones educativas de cada Centro respecto de las mismas; así como para que se vayan concretando progresivamente esas intenciones o propósitos u objetivos-finalidades, mediante la adopción de acuerdos y la determinación de las actuaciones que se piensan llevar a cabo. Para ello, es necesario que la comunidad educativa de cada centro reflexione, seriamente, sobre estos dos puntos: 1) Sobre la importancia de los ejes transversales en la formación de los alumnos. 13 2) Sobre que den lugar a decisiones compartidas que se incorporen al Proyecto Educativo, al proyecto curricular de cada etapa, a las programaciones de las áreas y, lo que es más importante, a la práctica cotidiana del aula. Conclusión Podemos coincidir en que una de las funciones más importantes de la escuela, es la de contribuir a la formación de los alumnos en aquellas capacidades que se consideran necesarias para desarrollar valores, que revelen el ideal de hombre que nuestra sociedad se ha propuesto formar. La educación con temas transversales va dirigida a la totalidad de ciudadanas y ciudadanos, y su meta deber ser el crear nuevas formas de convivencia, nuevas actitudes. Es un proceso de transformación personal. El trabajo de la escuela primaria, en el sentido de los ejes transversales, debe incluir el conocimiento gradual por parte de los profesores y alumnos de todos aquellos contenidos que permitan y propicien el desarrollo humano pleno, recordando que el espectro de dichas temáticas es amplio: la educación ambiental, para la igualdad, para la paz, educación en valores, para la salud, la educación sexual, vial e intercultural, educación para el desarrollo y para los derechos humanos. Son temas que constituyen el núcleo de las intenciones educativas que nuestra sociedad necesita, por lo que requieren ser asumidos por todo el colectivo escolar y que transciendan al estricto marco curricular, al impregnar la totalidad de las actividades del centro educativo. Hoy día se está dando paso a una escuela formativa que considera como objetivo fundamental de su tarea, ayudar a los niños y niñas de nuestro medio a aprender a ser. Este es el sentido que, deben tener los Ejes Transversales en la actividad cotidiana de la Educación Infantil y Primaria. Bibliografía - - Álvarez, M. N., Balaguer, N. y Carol, R. (2000). Valores y temas transversales en el currículum. Madrid: Grao. Carboneli, S. (2000). El laberinto de los transversales. Aula de Innovación educativa, 46, (69-72). Barcelona: Paidós. CEJA (1.992). Colección de Materiales Curriculares para la Educación Primaria. Sevilla: Autor. Celorio, G. (1992). Reflexión sobre los valores. En: Hacia una escuela coeducadora. I Postgrado de Coeducación. Emaxunde. E.U. Formación de Profesorado. Álava. Coll, C. (1991). Psicología y currículum. (Col. Papeles de Pedagogía). Barcelona: Paidós. Garragori, X. (2006). Curriculum basado en competencias: aproximación al estudio en cuestión. Revista de Aula de Innovación educativa, 161, (47-45). González Lucini, F. (1.994). Temas Transversales y Áreas Curriculares. Madrid: Alauda-Anaya. Martínez, M. J. (1995). 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