Importancia del agua

Importancia del agua
El agua es una sustancia cuya molécula está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno (H20). Es esencial para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida.
“El agua constituye un elemento esencial para mantener nuestras vidas. El acceso a agua
potable segura nos garantiza inmunidad frente a las enfermedades. Así mismo, las
necesidades vitales humanas, como el abastecimiento de alimentos, dependen de ella; los
recursos energéticos y las actividades industriales que necesitamos también dependen del
agua”.
Por todo ello, es nuestro deber contribuir a su uso adecuado y responsable.
La contaminación del agua y la salud
El agua, al caer en forma de lluvia por enfriamiento de las nubes, arrastra impurezas del
aire. Además, al circular por la superficie o a nivel de capas profundas de la Tierra, se le
añaden otros contaminantes químicos, físicos o biológicos. Así, el agua puede contener
productos derivados de la disolución de los terrenos: calizas (CO3Ca), calizas dolomíticas
(CO3Ca CO3Mg), yeso (SO4Ca-H20), anhidrita (SO4Ca-H20), sal (ClNa), cloruro potásico (ClK),
silicatos, oligoelementos, nitratos, hierro, potasio, cloruros y fluoruros, así como materias
orgánicas.
Existe pues una contaminación natural del agua. Pero, al mismo tiempo, puede existir otra
muy notable de procedencia humana causada por actividades agrícolas, ganaderas o
industriales, contaminación que hace sobrepasar la capacidad de autodepuración que
realiza la naturaleza. Al ser un recurso imprescindible para la vida humana y para el
desarrollo socioeconómico, industrial y agrícola, la contaminación del agua a partir de cierto
nivel cuantitativo o cualitativo puede plantear un problema de salud pública.
Requerimiento de agua por persona
Para el abastecimiento de agua en condiciones de normalidad, se establece una dotación
mínima de cien litros por habitante al día. Pero no se debe olvidar que hay núcleos en los
cuales, por especiales circunstancias de desarrollo y asentamiento industrial, se puede llegar
a necesitar hasta quinientos litros diarios por persona, con flujos diferentes según ciertos
segmentos horarios.