Situación Geográfica de Italia Italia es una península cuyo territorio tiene una curiosa forma, lo que hace que sea conocida en el mundo entero por su forma de bota. Se extiende a lo largo de 301.277 kilómetros cuadrados y tiene fronteras al oeste con Francia, al norte con Suiza y Austria y al este con Eslovenia. Las costas italianas son bañadas al oeste por los mares de Liguria, Cerdeña y Tirreno, al sur por el Jónico y por el Adriático al este. El clima, en su mayor parte es mediterráneo, sin embargo, presenta grandes contrastes de unas zonas a otras. En la región alpina a medida que se va subiendo en altura se va descendiendo en temperatura. La región padua-véneta tiene principalmente un clima suave pero seco, en la apenínica un clima suave pero con abundantes lluvias, la zona sur cuenta con temperaturas estables casi todo el año debido a la influencia del mar, mientras que en la zona adriática los inviernos son suaves y los veranos tórridos con temperaturas muy altas. Montañas y lagos En Italia se encuentran dos cadenas montañosas de importancia. La primera son los Alpes, cuyas cumbres se mantienen perpetuamente nevadas. Es el caso del bello Mont Blanc (4.810 m), el Monte Rosa (4.634 m) ó el Monte Cervino (4.478 m). Los Alpes pueden dividirse en tres secciones: la parte occidental con los Marítimos, Cottios y Graios; la parte central con los Peninos, Lepontinos y Réticos y la parte oriental con los Dolomíticos, Cárnicos y Julianos. La otra gran cadena montañosa de Italia son los Apeninos, que aunque no tienen picos de gran altura recorren toda la Península a lo largo de 1.190 km como si de una espina dorsal se tratara. Los Apeninos tienen como sistemas aledaños el Preapenino Tirreno y el Preapenino Adriático. Entre ambas cadenas montañosas se encuentra la extensa llanura de Paduano-Véneta (con una extensión de 4.600 km cuadrados). Mientras, al pie de los Alpes se encuentran la Llanura Piamontesa y los Grandes Lagos, de origen glacial. El Lago Mayor, de 212 km de diámetro, es el más profundo, seguido del Como, de 146 km y bellos enclaves naturales, y el Garda, el mayor del país con 370 km de extensión. La llanura del Paduano-Véneta se encuentra entre las dos grandes cadenas montañosas. Costas y ríos Bañada por el Mediterráneo de norte a sur por el este y el oeste, la península itálica tiene costas para todos los gustos. Desde las playas de arena fina y aguas transparentes en la zona del Adriático a los acantilados rocosos, muy altos y escarpados en los golfos de Nápoles, Génova, Venecia o Salermo entre otras, el litoral italiano es la envidia de muchos países. Por otro lado, los ríos italianos se caracterizan por su poca extensión y un caudal que varía dependiendo de la estación del año y de la zona geográfica. Los ríos de la zona septentrional tienen abundante caudal en las estaciones de verano y otoño, mientras que los ríos peninsulares son torrenciales y están llenos en invierno y primavera. Los más importantes desaguan en el Mar Adriático, como es el caso de los ríos Po y el Adigio, siendo también los únicos navegables. El Arno y el Tiber mueren en el mar Tirreno, mientras que el mar Jónico sólo recibe torrentes y cursos cortos procedentes de la Basilicata y Calabria. Islas Las islas italianas presentan interesantes sistemas montañosos. Sicilia contiene, en realidad, una prolongación de los Apeninos, además de poseer el único volcán en activo de Europa, el Etna, con 3.323 m de altura. Las erupciones más violentas y con funestas consecuencias para la población se produjeron en los años 1669, destruyendo parte de Catania, y 1928. Cerdeña no cuenta con ningún volcán, sin embargo tiene como característica el hecho de que sus elevaciones proceden de un antiguo macizo, el Tirrénido, que en su mayor parte se encuentra hundido. Los ríos de las islas son de carácter torrencial y sufren graves crecidas en invierno, mientras que en verano aparecen totalmente secos.