128 Héctor Julio Prieto Cely a la otra y en contraprestación recibe una suma determinada de dinero, en este caso se espera que haya una equivalencia entre el precio y la cosa10. Fijémonos que no ocurre lo mismo en un contrato de sociedad comercial desde de la óptica de los contratos asociativos porque no existe la posibilidad del intercambio de prestaciones toda vez que las obligaciones que adquieren los socios son para con la sociedad como un ente diferente de los socios individualmente considerados, como un sujeto de derechos independiente. En un contrato colaborativo o de organización, el cumplimiento recíproco de las obligaciones no genera la terminación del vínculo que ata a las partes sino, todo lo contrario, comienza a gestarse un efecto dinamizador que debe robustecerse para lograr la verdadera finalidad propuesta. Con los contratos plurilaterales tan pronto como se cumplen las prestaciones recíprocas de la manera y términos pactados, el contrato ha cumplido su finalidad, entonces pierde toda su importancia y fuerza jurídica. Ahora, en cuanto a la nulidad que afecte a una de las partes, en los contratos de intercambio, se afecta la validez y por ende la eficacia del negocio jurídico mientras que en el contrato de sociedad no ocurre lo mismo por cuanto la sociedad puede continuar con los demás socios; otro tanto ocurre cuando se presenta un incumplimiento en la prestación a cargo de una de las partes en los contratos de intercambio ya que la parte cumplida puede solicitar la resolución del contrato o su cumplimiento pero con la correspondiente indemnización de perjuicios en ambos casos, en tanto que, en el contrato de colaboración o asociativo, existen otros mecanismos como el consagrado en el artículo 125 del Código de Comercio para el caso en que un socio no cumpla con la entrega del aporte en la época o en la forma convenidas en el contrato, lo anterior se sustenta en el artículo 865 Ibídem según el cual “En los negocios jurídicos plurilaterales, el incumplimiento de alguno o algunos de los contratantes no libera de sus obligaciones a los otros, a menos que aparezca que el negocio se ha celebrado en consideración a tales contratantes o que sin ellos no sea posible conseguir el fin propuesto”. Por último, y para una mayor comprensión de lo expuesto anteriormente, el artículo 125 del Código de Comercio debe interpretarse en consonancia con los artículos 903 y 104 de la misma codificación por cuanto el primero de ellos sostiene que, “...en los negocios jurídicos plurilaterales, cuando las 10 Gaviria Gutiérrez, Enrique. Las sociedades en el nuevo código de comercio. Editorial Temis, 1975, p. 54.