Diseño de Indumentaria

DISEÑO Y PRODUCCIÓN DE INDUMENTARIA
Clase 6.
Temas: Conceptos del diseño de indumentaria:
- Tipología.
- Morfología, sostén.
- Equilibrio (simetría, asimetría).
Tipologías.
En el campo de la indumentaria, son los diferentes tipos de prendas comúnmente usados
por la sociedad. Integran diferentes categorías del vestir, que responden a ciertos
modelos históricos y se definen por su morfología (forma), se diferencian una de otras
por los materiales utilizados, su función, la situación espacial que plantean con el
cuerpo, etc.
Las tipologías atañen también al calzado, los accesorios y todos los elementos del
vestido.
Esta clasificación tipológica permite diferenciar las prendas por su morfología, (zapatos,
vestido, saco, camisa, pollera, pantalón, etc. O reuniéndolas en grupo en función de,
entre otros factores, los materiales, el usuario o la función para la que fueron diseñados.
De este modo, podemos catalogarlas como categoría de tejido, de punto o sastrería,
masculina o femenina, deportiva o de uso diario, urbana o de aventura, de invierno o de
verano, etc. La posibilidad de caracterizar las tipologías a partir de esta doble
clasificación es muy útil para reconocer como operan en conjunto cuando se trata de
calificar la vestimenta. Por dar un ejemplo: el pantalón pertenece a un orden. No es lo
mismo pensar en un pantalón en términos puramente genéricos, que en un pantalón
femenino de punto para esquí o una bombacha de gaucho.
A la vez las tipologías pueden ser hechos estéticos tan característicos de una cultura y
un contexto en particular, que pueden convertirse en signos privilegiados de los mismos
( tal como sucede con el kimono, el sari, la bombacha de gaucho y la pollera kilt o
escocesa), o bien permitirnos distinguir a los individuos como miembros de una
comunidad o de una profesión más allá de sus rasgos personales como en el caso de las
sotanas, los distintos tipos de delantales, la ropa de trabajo u otra clase de atributos. Por
encontrarse fuera del sistema de recambio de la moda, las tipologías tradicionales
pertenecen casi inalterables en el transcurso del tiempo.
En ciertas culturas primitivas, o en aquellas que tienen un fuerte arraigo en las
tradiciones, la indumentaria se presenta como un sistema dinámico, cuyos códigos
mutan casi a la par de la sociedad. Podríamos decir que las tipologías se han modificado
sistemáticamente para adaptarse al contexto, resignificándolas en la medida en que
varían sus códigos y la sociedad.
Cada prenda contribuye en si misma un signo reconocible aun fuera del cuerpo. Pero en
relación con el resto de los elementos de la vestimenta, el usuario y el contexto, este
signo puede cambiar de aspecto y sentido.
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El hecho de que cada tipología tenga criterio propio de organización es también un
factor a investigar en el diseño, mediante el planteo de las pautas constructivas de la
prenda, la incorporación de elementos ajenos (como el cuello de remera deportiva a una
camisa, o un detalle de terminaciones como collareta o láser.). Estos procedimientos
permiten incluso borrar los limites entre una tipología y otra, tal como sucede los las
camisas que combinan tejido de punto o las que por el quiebre de las proporciones
pueden ser convertidas en vestidos.
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Morfología.
Desde el punto de vista morfológico, el vestido resulta de la manera en que una lámina
textil cubre un cuerpo. Plantea la relación entre una forma tridimensional (el cuerpo) y
una estructura laminar (la tela). El modo de llevar adelante dicha relación puede ser
sintetizado en ciertos procedimientos básicos:
A- Generar envolventes. Es utilizar la tela para
envolver el cuerpo, como en el caso de las
vestimentas griegas y romanas clásicas o los
pareos. La envolvente es una solución poco
racional, ya que implica la utilización de una
gran cantidad de material textil y requiere la
intervención activa del usuario en su
configuración, haciendo nudos en la tela o
buscando el modo más eficaz de enroscarla
alrededor de cuerpo, para luego volver a
conformar un plano fuera del mismo.
B - Unir los planos entre si para construir una
forma contenedora del cuerpo. Al conformar
el vestido mediante la unión de planos, se
racionaliza el uso del material (dado que su
longitud queda limitada por la superficie a cubrir)
y se mantiene la estructura del vestido aun fuera del cuerpo. La unión de los planos
puede hacerse a filo o por superposición (en este ultimo caso la resolución se aproxima
a la opción envolvente). Las uniones se pueden materializar de manera lineal, por
puntos (manteniendo cierto grado de independencia entre los planos a través de la
inclusión de tajos o aberturas), o mediante la adición de elementos conectivos (como
tiras, cintas, cadenas u otros).
C- Aunar en un mismo proceso la producción del textil y el vestido. La unificación
del proceso de producción del textil y el vestido, simplifica enormemente la confección
de la prenda, ya que en este caso podría decirse que el vestido nace con la tela. En la
actualidad, este recurso se emplea en la fabricación de medias y esta siendo aplicado en
el desarrollo de ropa interior carente de costuras. Existen técnicas de producción textil,
como el tejido de punto, que en su tramado de malla circular permite desarrollar
estructuras tubulares para ser utilizadas como fundas en torno al cuerpo. Si a esta
cualidad se agrega la elasticidad y el rebote de un material, se puede lograr la
adaptación de la forma a la anatomía. Precisamente, el diseñador japonés Issey Miyake
desarrollo toda una línea de vestimenta a partir de esta técnica, troquelando las prendas
en un continuo textil.
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Sostén.
En toda vestimenta hay que resolver el modo de poder sostenerla y como vincular el
plano textil al cuerpo. Para el sostén se suele establecer puntos de apoyo determinados y
se realizan ciertas resoluciones de ajuste, que cumplen tanto la función de sostener o
aproximarla al cuerpo, siendo así un factor clave del diseño de la silueta.
El apoyo de la prenda puede darse aprovechando recursos como la adherencia o la caída
del textil, o agregando un elemento accesorio como un bretel, una tira, una cadena, etc.
A partir de la estructura anatómica, es evidente que hay zonas del cuerpo que favorecen
ese apoyo y otras que plantean la necesidad de un sistema de ajuste o presión, para que
el vestido no caiga por la fuerza de gravedad.
Mientras que la cabeza y los hombros son zonas que permiten permanentemente el
apoyo de la prenda, en el torso y las extremidades se deben utilizar distintos artilugios
para su ajuste. Este puede resolverse de manera lineal, siguiendo el trazado de las
inflexiones corporales (como la cintura, la línea del busto o la línea de la cadera), lo que
facilita el sostén de la prenda, o bien buscando un efecto de adherencia entre la
superficie del textil y el cuerpo.
El sostén y el ajuste pueden lograrse:
Mediante un elemento accesorio al plano textil, ejemplo, un cinturón o una cinta
pasante.
Por la inserción de un elemento que se adhiera al cuerpo, por ejemplo
elastizándolo.
Gracias a la utilización de diversas técnicas de confección, como la unión de
plano, las pinzas, los plegados, etc. Permiten ceñir la prenda a la estructura
anatómica.
Desde la cualidad del textil, que el material resuelva la situación de sostén por si
mismo, por ejemplo utilizando un material con rebote.
Equilibrio.
Este criterio es normalmente aplicado en el mundo del diseño para lograr armonia, pero
en algunos casos se puede llegar a utilizar el desequilibrio intencionado para obtener
algún efecto específico (no es habitual ya que la ausencia de equilibrio, puede inquietar
al receptor). El concepto de equilibrio parte también de nuestra propia percepción, en
relación con nuestra anatomía, que nos lleva a interpretar la colocación de pesos,
magnitudes, masas y volúmenes en relación con nuestro propio concepto de simetría
humana. La existencia de equilibrio en una composición, no quiere decir que todos los
elementos y formas sean iguales en tamaño, color u otra dimensión. Por ejemplo: un
área del diseño puede estar formada por muchos elementos y a la vez tener equilibrio
con otra parte del diseño que solo tiene un elemento.
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Existen dos tipos de equilibrio:
• Equilibrio simétrico: (Igual en ambos lados) Se produce cuando encontramos igualdad
de peso y tono en ambos lados de nuestra composición, donde se distinguen dos partes,
un eje y elementos a la misma distancia. La simetría, da sensación de orden y alivia la
tensión, pero el atractivo de la simetría tiene límites.
• Equilibrio asimétrico: se produce cuando no existen las mismas dimensiones en ambos
lados (ya sea de tamaño, color, forma, etc.), aún así hay equilibrio entre los elementos.
La asimetría, crea agitación y tensión, pero puede conseguir que una imagen no sea
monótona y que un diseño resulte aún más atractivo, añadiendo individualidad y
singularidad.
Vestidos asimétricos
Vestido simétrico
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