Marco teórico El tiempo social y el tiempo histórico son dos constructos creados para explicar y comprender los cambios y las permanencias de las sociedades, ambos constituyen el eje vertebrador de la educación de la temporalidad. Hacen comprensibles los cambios generados en el interior de cada sociedad. La enseñanza de la historia busca explicar, la relación de las sociedades con su duración temporal, y los cambios y transformaciones sufridos en ella. Así como explica los cambios y las modificaciones, también explica y da sentido a las permanencias, a aquellos fenómenos que sufren cambios casi imperceptibles, que son inalterables frente a los cambios de su alrededor. Es aquí cuando la duración de los fenómenos juega un papel importante y debemos seguir los aportes que en ese sentido realiza F. Braudel (1968) al establecer para el análisis tres tipos de duraciones temporales, el tiempo de los acontecimientos (tiempo corto), el tiempo de las estructuras sociales (tiempo largo), y el tiempo de las coyunturas (tiempo medio). La capacidad de distinguir los ritmos y los niveles de duración temporal es uno de los objetivos fundamentales del aprendizaje del tiempo histórico. Los cambios y permanencias producidos en el pasado han creado el tiempo social presente. Un tiempo que es diferente en cada sociedad y en cada cultura, a la vez que se manifiesta de forma plural dentro de cada sociedad. Enseñar historia a partir de la vida cotidiana, permite acercarnos a los principios explicativos de las ciencias sociales como pueden ser establecer las relaciones multicausales de los hechos que pueden ser explicados desde una gran diversidad de elementos; atienden a acercarnos a la complejidad de los fenómenos desde los planos políticos, sociales, culturales e ideológicos; y suponen la posibilidad de diversidad de interpretaciones. Los hechos de la vida cotidiana facilitan al alumnado el planteo de interrogantes sobre el pasado. Analizar hechos de la vida cotidiana presupone considerar que: se dan en un contexto, en una época y en un lugar; no son comunes a todas las personas o grupos; han de representar vínculos con otros hechos de la misma realidad social; y por último sobre ellos habrá distintas miradas, distintas formas de entenderlos, valorarlos, otorgarles significación. Por ello la selección de los hechos sociales de la vida cotidiana debe darse cuidadosamente porque no todos ellos sirven para nuestros propósitos, la intervención docente está en la selección de aquellos que más riqueza de relación con otros aspectos de la realidad y con otros plano de análisis. La decisión didáctica de utilizar la entrevista como técnica de recolección de datos, permite al alumnado la interacción verbal con los involucrados, ya sea directamente como indirectamente, en la situación. La entrevista es una técnica para obtener datos que consiste en un dialogo entre dos personas: el investigador y el entrevistado, se realiza con el fin de obtener información de parte de este, que es, una persona entendida en la materia de la investigación. Consideramos la entrevista como una conversación, un diálogo, que tiene como base un problema determinado y un propósito y que se da mediante un proceso recíproco. Las entrevistas cumplen al menos cuatro funciones dentro de las indagaciones: obtener información, facilitar la recolección de información, hacer cambiar de opinión a grupos o individuos y de herramienta flexible de comunicación. Si bien las entrevistas deben ser planificadas no necesariamente deben ser estructuradas ya que la flexibilización de la misma es una de las razones por las que fue seleccionada para el trabajo, es conveniente en los grados escolares trabajar con la entrevista no estructurada que permite la reelaboración de preguntas y el agregado de otras a medida que se desarrolla la misma.