Reseña del libro “Ética para amador”

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Reseña del libro
“Ética para amador”
Fernando Savater (1991), ética para amador. Ed. Ariel S.A. Barcelona España
187pág.
Por Johnny álzate v.
Cuando Fernando Savater escribe Ética para Amador, en cierta forma, lo hace para
cambiar la típica cantaleta de un padre a su hijo, en este caso, Amador (un
adolescente por lo que se puede leer de él en los diferentes relatos) y en cambio, le
escribe un manual de ética que le servirá para toda la vida y el cual podrá tener con él
y lo podrá consultar cuando lo desee sin que sea una imposición y un tedioso sermón.
Un libro con valiosas enseñanzas en el cual se encuentra gran cantidad de reglas de
vida y datos de diferentes autores. Es como una charla de padre a hijo en un recorrido
de nueve capítulos, y su propósito es transmitirle el arte de vivir la buena vida, el
secreto de saber elegir entre lo bueno y lo malo, como se lo dice en uno de sus
consejos: “se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir.”
Aunque este libro está dedicado a su hijo Amador, se puede decir que es una
herramienta de enseñanza para todas las edades y puede ser un excelente manual
para maestros de escuelas y colegios y por qué no para nuestras vidas.
Capítulo uno: de que va la ética, en este primer capítulo el autor resalta la diferencia
de otros seres vivos o inanimados con el hombre, al reconocer la libertad de los seres
humanos en la forma de inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Aunque
desde niños se nos enseña estilos y normas de conducta, cabe decir también que
somos seres imprevisibles, pues tenemos una serie de alternativas en nuestro caminar
por la vida y vamos tomando de esas opciones para formar nuestro carácter nuestra
forma de pensar y actuar. Precisamente por esa libertad de decidir podemos acertar y
también muchas veces, equivocarnos. Dos importantes puntos sobre nuestras
elecciones son: que no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino de cómo
respondemos a ello; y que el ser libres para intentar algo no quiere decir que vamos
alcanzarlo, pues en ocasiones intentamos elegir dentro de lo imposible.
Al arte de vivir o al saber vivir es a lo que llamamos ética.
Capítulo dos: Órdenes, costumbres y caprichos, una de las grandes enseñanzas
de este capítulo, es el reconocer que aunque somos libres a veces debemos elegir
una opción que tal vez no nos guste pero que en un momento determinado puede ser
la única alternativa. En la vida tenemos órdenes, costumbres y caprichos, que no
hacen más que inclinar nuestra conducta y preferencias. Las órdenes y las
costumbres, cuya fuerza es el miedo, son impuestas por factores externos y cada
quien debe establecer hasta qué punto pueden ser obedecidas, mientras que los
caprichos surgen de nuestro interior.
Los caprichos, son cosas que hacemos solo porque nos gustan, ya sea, para
conseguir algo o simplemente para llevar la contraria y lo que se debe tener en cuenta
con ellos, es que no tenga efectos perjudiciales en nuestras vidas.
Capítulo tres: Haz lo que quieras, en este capítulo se puede ver claramente que
nadie puede ser libre en mi lugar, es decir: nadie puede cohibirme de elegir y de
buscar por mí mismo.
La libertad no es solamente tomar decisiones, es tener en cuenta qué es lo que se
está decidiendo. Nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o
un capricho pues a veces con eso basta, pues siempre se necesita del razonamiento
para determinar si es o no conveniente algo. Se debe tener en cuenta el significado de
ética y moral para no confundirlas, ya que la Moral, son aquéllas reglas o normas que
consideramos válidas, mientras que la Ética se encarga de cuestionar por qué lo son.
Hay cosas buenas y malas que nada tiene que ver con la moral y de las cuales
conocemos concretamente su utilidad. Lo único que se sabe es que la ética se basa
en una frase: Haz lo que quieras.
“La libertad no es una filosofía y ni siquiera una idea: es un movimiento de la
conciencia que nos lleva en ciertos momentos a pronunciar dos monosílabos: Si o
No.” (Octavio Paz, la otra voz)
Capítulo cuatro: Date la buena vida, en este capítulo, vemos que a veces podemos
tomar malas decisiones por pensar solo en el presente y por el anhelo de disfrutar de
los placeres que el mundo nos ofrece, pero que se debe tener cuidado ya que muchas
de esas decisiones pueden afectar mi futuro y tal vez termine perdiendo más de lo que
pensé que había ganado y resulte viviendo una vida que no me gusta porque pudo ser
mejor. Para ilustrar el ejemplo tenemos el relato del libro del Génesis 25:29-34, en la
historia de Esaú, que por un plato de lentejas terminó cambiando su primogenitura con
su hermano Jacob. Esaú calmó su hambre y su antojo en ese instante, pero cometió
su más grande error al perder la herencia que le habría asegurado algo más valioso
que un plato de comida.
Otro tema importante de este capítulo es: entender que darse la buena vida es
aprender a reconocer que el hombre no nace hombre del todo ni nunca llega a serlo
si los demás no le ayudan. ¿Por qué? Porque el hombre no es solamente una realidad
biológica, natural (como los animales o las frutas), sino también una realidad cultural.
Capítulo cinco: Despierta baby! en este capítulo el autor recalca la diferencia entre
lo material el afecto y en una frase dice: lo que tenemos muy agarrado nos agarra
también a su modo ósea que más vale tener cuidado con no pasarse.
Pasamos la vida creyendo que llenarnos de cosas materiales es vivir, y no pensamos
que de las cosas sólo salen cosas y con ellas no se puede comprar amistad amor y
cariño o lealtad. Como humanos necesitamos una complicidad fundamental que sólo
se da entre iguales.
Como condición ética principal tampoco podemos tomar como excusa a la muerte
para tomar decisiones precipitadas, utilizando dichos como: “comamos y bebamos que
mañana moriremos” haciendo de este nuestro pretexto para vivir de cualquier modo.
Debemos intentar vivir una buena vida en el presente, tomando buenas decisiones que
nos permitan alcanzar un futuro agradable y sin remordimientos.
Capítulo seis: Aparece Pepito Grillo, aquí el autor nos habla de la conciencia que
debe morar en cada una de nuestras vidas y lo serio de la libertad es que cada acto
libre que hago no me permite ver primero si el resultado es bueno o malo para asumir
si soy o no responsable por ellos. Quizá pueda engañar a un observador como el niño
que pretende decir “¡yo no he sido!”. Pero a mí mismo nunca me puedo engañar y
existirá en nosotros el remordimiento que no es más que el descontento que sentimos
con nosotros mismos cuando hemos empleado mal la libertad, es decir cuando la
hemos empleado en contradicción con lo que de veras queremos como seres
humanos. Y ser responsables es saberse auténticamente libres para bien y para mal,
ponerle el pecho a las consecuencias de lo que hemos hecho, enmendar lo que
pueda enmendarse y aprovechar al máximo lo bueno.
“no hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti” es uno de los principios
fundamentales de la ética, pero es igualmente justificado afirmar: todo lo que hagas a
otros te lo haces también a ti mismo” (Erich Fromm ética y psicoanálisis)
Capítulo siete: Ponte en su lugar, las palabras clave de esta capítulo son igualdad y
convivencia, la ética habla de cómo vivir bien entre humanos. Sin embargo hay
criterios distintos acerca de lo aceptable y lo inaceptable. Lo cierto es que lo
conveniente es aquello sin lo cual se vive, mas no humanamente. Incluso quien
comete cualquier fechoría sigue siendo humano pues cuenta con la posibilidad de
transformarse.
Si perjudicamosal prójimo el más perjudicado es al final uno mismo. Tratar a las
personas humanamente es ponerse en su lugar; ser consiente que, pese a las
diferencias que entre todos existen, siempre se está de algún modo dentro de los
semejantes; reconociendo sus derechos y razones para considerarle igual de real y
serio como uno mismo. La clave de todo es sentir simpatía, y lograr ponerse en el
lugar del otro es un arte; se requiere de objetividad para ver las cosas a su manera sin
ocupar su sitio, pero principalmente se necesita un conocimiento de la justicia.
Debemos tener en cuenta que no siempre debes hacer a los demás lo que desees
que te hagan a ti: ellos pueden tener gustos diferentes.
Capítulo ocho: Tanto gusto, algunos creen que la moral se dedica ante todo a juzgar
lo que la gente hace con sus genitales, los “puritanos”, son lo que el escritor considera
los calumniadores profesionales del placer, que consideran que lo único bueno es vivir
sufriendo, y que lo malo, el pecado, es disfrutar de esta vida. Éste es el
comportamiento menos ético que puede darse, ya que “darse la buena vida”, tiene
poco que ver con sufrir. Disfrutar nunca será malo mientras no dañe a nadie, es lo que
nos aleja de ser animales; el sexo con fines únicos de procreación es por el contrario
lo que nos aleja de lo humano. Usar los placeres es tener un control sobre ellos que
impida que se mezclen con otros aspectos de la vida personal y así se nos
enriquecemos. Sinembargo su carácter excluyente puede conducir a un
empobrecimiento debido a la pérdida de interés encualquier otra cosa. El placer que
mata no es placer, sino un castigo.
Capítulo nueve: Elecciones generales, para el escritor, la política y la ética tienen en
común que ambas buscan la mejor manera de vivir bien. Sin embargo, también hay
diferencias: la ética se basa en la libertad individual, mientras que la política intenta
coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con
sus libertades. Estos son los puntos que el autor considera que debe cumplir el
sistema político preferible:
a) Que se respete al máximo la libertad humana (libertad de expresión, de
pensamiento, etc.). También se deberá insistir en la responsabilidad.
b) Tratar a las personas como a personas, considerando los intereses ajenos como
propios (justicia). Aquello que nos permite exigir ser tratado como semejante se le
llama dignidad. La dignidad hace que las personas sean insustituibles, ya que cada
una de ellas es única.
c) Garantizar la asistencia comunitaria a los que sufren y la ayuda a los que por
cualquier razón menos pueden ayudarse a sí mismos.
Las exigencias mínimas que la sociedad política debe cumplir son los derechos
humanos, cuya lista es hoy, un catálogo de buenos propósitos más que de logros
efectivos.
Este fue solo un breve resumen de los muchos temas que aborda el escritor en su
libro y puedo decir, que me llenó de satisfacciones y me dejó grandes retos para mi
diario caminar Ética para Amador es un libro que se debería leer en grupos de
adolescentes.
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