Scelidotherium de la Colección Rodrigo Botet. Museo de Ciencias

Scelidotherium de la Colección Rodrigo Botet.
Museo de Ciencias Naturales de Valencia
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Detalle del estado inicial
Estado inicial
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ace ciento cincuenta años, las teorías de Darwin revolucionaron el mundo científico de la época. Los
hallazgos realizados por el naturalista inglés durante su viaje a bordo del Beagle resultaron definitivos
para la elaboración de su teoría sobre el origen de las especies.
El Institut Valencià de Conservació i Restauració de Béns Culturals participa en las celebraciones del año
Darwin con la restauración de algunos ejemplares de la colección Rodrigo Botet, entre los que destaca
este magnífico ejemplar de Scelidotherium. Para llevar a cabo este proyecto se firmó un acuerdo marco
entre el IVC+R y el Ajuntament de València, titular del Museo de Ciencias Naturales.
Este museo sorprende al visitante por esta colección, la mayor de fósiles de mamíferos del Cuaternario
sudamericano, semejantes a los que inspiraron las teorías darwinistas.
Mamíferos gigantescos habitaron la región
“Se hace imposible reflexionar acerca de los cambios que se han originado en el Continente Americano,
sin experimentar el más profundo asombro. Ese Continente, en la antigüedad debió rebosar de monstruos
enormes; hoy en día ya no encontramos más que pigmeos, si comparamos los animales que en él viven
con sus razas similares extintas”.
Charles Darwin.
El viaje del Beagle. Anotación de 1834.
Limpieza de la superficie
Estado inicial
Hace aproximadamente un siglo se realizó una intervención anterior, donde parte de la reconstrucción
volumétrica y cromática ocultaban superficies puntuales de los huesos. Esto ocurre sobre todo en la parte
frontal del cráneo y en la dentición. Los materiales empleados fueron la escayola, actualmente poco
recomendada por ser muy higroscópica, pintada con pigmentos al agua.
Se localizan zonas con un alto grado de sequedad que provocan daños como el hueso disgregado en
el tejido esponjoso llegando a producirse grietas descohesionadas. Presencia de grietas repartidas de
manera general por todo el esqueleto y fracturas localizadas puntualmente. Este daño es provocado por
el alto grado de sequedad y la falta de cohesión interna.
Para el montaje se utilizó un armazón metálico, el cual se acopla perfectamente a la forma de las distintas
partes del esqueleto. Esto ocurre sobre todo en el cráneo, las escápulas y las extremidades. El resto se
sujetan con hilo de cobre de electricista. Se observa que fue necesario un montaje provisional mediante
la aplicación de marcas sobre el hueso. Dichas marcas se realizaron a través de etiquetas enumeradas y
con lápiz de grafito.
Inyección del consolidante
La restauración
En primer lugar, se realizó el desmontaje de las partes del esqueleto como las escápulas y el cráneo. A
continuación, se eliminó el polvo acumulado en la superficie mediante aspiración y pincel. Para los restos
de suciedad se emplearon hisopos de algodón humedecidos en acetona. La reintegración cromática se
eliminó con una disolución de agua destilada, alcohol y acetona.
Para el tratamiento de consolidación se aplicó un consolidante (Paraloid B-72) para devolverle la cohesión
interna al hueso, con el fin de fortalecer las zonas del fósil más frágiles y pulverulentas, insistiendo en las
grietas de forma puntual por inyección y de forma general con la ayuda del pincel suave por impregnación.
Se llevó a cabo una consolidación previa de la estructura interna en la zona a unir empleando Paraloid
B-72. Para la adhesión de fragmentos se utilizó la misma resina con una concentración más alta. Con
la adhesión de los fragmentos se ha conseguido devolver la unidad formal y estructural a la pieza. Los
materiales empleados para este fin garantizan la reversibilidad del proceso.
La reintegración cromática se ha realizado de la misma gama tonal que el fósil y fácilmente discernible, lo
cual cumple con el criterio básico de fácil reconocimiento del material añadido, lo que facilita posibles
trabajos de investigación.
La presente actuación ha constituido una magnífica oportunidad para constatar el magistral trabajo de
los herreros que construyeron el armazón y de los técnicos montadores que lo diseñaron. Cada pieza
metálica encaja con el resto como un rompecabezas tridimensional, de modo que ciertas partes del
esqueleto sólo pueden ser desmontadas y montadas en un orden concreto.
La colección y el Scelidotherium
La colección Rodrigo Botet cuenta con la más importante representación de fósiles correspondientes a
perezosos gigantes del Cuaternario que hay en Europa. Los Escelidoterios, que se originaron en América
del sur, poblaron todo el continente americano durante el Pleistoceno y desaparecieron en la última
glaciación.
Reconstrucción de los volumenes perdidos
Darwin encontró en el yacimiento de Punta Alta los restos de un escelidoterio, que fue estudiado por
Richard Owen, a quien se debe la descripción científica del género Scelidotherium. Este grupo de
mamíferos cuaternarios, tiene una magnífica representación en la colección Rodrigo Botet que se puede
ver actualmente con cinco esqueletos montados, entre los que hay un ejemplar tipo, numerosos cráneos
y diversos huesos sueltos.
“¿Cómo vivían estos animales? ¿Cuáles eran sus costumbres? Verdaderos problemas para los naturalistas,
hasta que por fin el profesor Owen los resolvió con sumo ingenio. Los dientes, por su sencilla conformación,
indican que esos animales megateroideos se alimentaban de vegetales y probablemente comían las
hojas y las ramitas de los árboles.” Darwin, El Viaje del Beagle.
Scelidotherium era un herbívoro que podía alcanzar unos 3,5 metros de longitud y un peso estimado de
una tonelada. Tenía un cráneo alargado, bajo y estrecho, con un rostro proyectado hacia delante. Parece
ser que podía construir grandes madrigueras para refugiarse o invernar, ya que es posible que tuvieran un
metabolismo bajo, como los osos actuales.
Proceso de montaje
Estado final
Consellera de Cultura y Deporte: Trinidad Miró Mira
Alcaldesa de Valencia: Rita Barberá Nolla
Secretario Autonómico de Cultura: Rafael Miró Pascual
Directora General de Patrimonio Cultural Valenciano: Paz Olmos Peris
Concejal Delegado de Patrimonio Histórico y Cultural del Ayumtamiento de Valencia: Vicente Igual Alandete
Asesor de Cultura del Ayuntamiento de Valencia: Pedro Aracil Sanmartín
Directora Gerente del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales: Carmen Pérez García
Jefa del Servicio de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Valencia: Encarnación Furió Martínez
Directora del Museo de Ciencias Naturales de Valencia: Margarita Belinchón García
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